2. Ciencia y metafísica:
• La filosofía es algo intermedio entre la teología y la ciencia. La
teología trata de especulaciones sobre asuntos en los que, hasta
hoy, no se ha logrado alcanzar ningún conocimiento definitivo. En
cambio, la ciencia se apoya en la razón en lugar de la autoridad, sea
tradicional o por revelación. Todo el conocimiento definitivo
pertenece a la ciencia; por otra parte, todos los dogmas que
superan al conocimiento definitivo pertenecen a la teología. Pero
entre la ciencia y la teología persiste una tierra de nadie, sujeta a
ataques de ambos lados, esa tierra de nadie es la filosofía, la misma
no peca (ni nunca ha pecado) de moderación en la longitud de sus
textos o de modestia en la extensión de sus reclamos. El edificio de
la ciencia contemporánea descansa en dos proposiciones
metafísicas, que pueden expresarse de la siguiente manera:
• 1-La regularidad de la naturaleza no reconoce excepciones.
• 2-El hombre posee la capacidad de comprender la regularidad de la
naturaleza.
3. • El primer postulado metafísico de la ciencia moderna establece que
la realidad es consistente con ella misma, o como dijo Einstein:
“Dios no juega a los dados”. Esto se refiere a que el Universo está
construido con diversas reglas y ciertos principios que son
inviolables. Ante la famosa pregunta: “¿Puede hacer Dios una
piedra tan grande que después no la pueda mover?”, la respuesta
es sí. Las leyes de la naturaleza son el destino mismo, que siempre
se cumple. Esto excluye a los milagros, que en esencia son
excepciones a las leyes de la naturaleza, es decir, instancias en que
la regularidad se suspende.
• El segundo postulado metafísico es menos rígido que el primero
porque se refiere al ser humano. Propone que el hombre es capaz
de comprender a la naturaleza, de conocer sus leyes y de descifrar
sus misterios. Esta preposición tampoco es demostrable
experimentalmente e incluso se ha considerado como generada en
un injustificado sentido de prepotencia humana.
4. Relación ciencia-metafísica -Vaz
Ferreira:
• Considero fundamental no sólo el planteo que Vaz Ferreira
hace de la ciencia, sino también el del conocimiento,
debido a que ambos están relacionados.
• Por un lado, con respecto al conocimiento, es célebre la
imagen “vazferreiriana” del entendimiento humano como
un mar, en el que la profundidad va emparejada con la
pérdida de claridad:
• “Podemos representarnos el conocimiento humano como
un mar, cuya superficie es muy fácil ver y describir. Debajo
de esa superficie, la visión se va haciendo, naturalmente,
cada vez menos clara; hasta que, en una región profunda,
ya no se ve: se entrevé solamente (y, en otra región más
profunda, dejará de verse del todo)”.
5. • Por otro lado, en lo que respecta a la ciencia, él expresa.
• “En medio del océano para el cual no tenemos ni barca ni velas, la
humanidad se ha establecido en la ciencia. La ciencia es un témpano
flotante. Es sólido, dicen los hombres prácticos, dando con el pie; y en
efecto, es sólido, y se afirma y se ensancha más cada día. Pero por todos
sus lados se encuentra el agua; y si se ahonda bien en cualquier parte, se
encuentra el agua; y se analiza cualquier trozo del témpano mismo, que
resulta hecho de la misma agua del océano para el cual no hay ni barca ni
velas. La ciencia es metafísica solidificada”.
• Refiriéndome a su pensamiento sobre la ciencia, yo entiendo que para él,
nosotros vivimos sustentados por la ciencia, la cual es como un témpano
de hielo, flotante; los hombres pisan fuerte y dicha base es sólida, es una
imagen de la ciencia como un edificio sobre el que se construye y se
puede acumular conocimiento. Pero no nos podemos olvidar, decía Vaz
Ferreira, que alrededor de ese témpano, por debajo de ese témpano,
sigue habiendo agua. Y más aún, si yo descongelo el hielo, si lo vuelvo a
calentar, se convierte nuevamente en agua. Es decir, la ciencia es
metafísica solidificada.
6. Bernstein y sus dos tipos de lenguajes
en la ciencia y la metafísica:
• Bernstein utilizó dos tipos de lenguaje para hablar del mundo: el código
restringido y el código elaborado. Antes de precisar que tipo de código se utiliza en
la ciencia y cual en la metafísica, cabe comentar brevemente en qué consisten
cada uno de ellos.
• En el primero, el lenguaje es práctico, es el de cada día, no necesitando de
definiciones elaboradas o amplias. Los que lo utilizan comparten conocimientos
básicos sobre el tema del que hablan, sin profundizarlo. No hay necesidad de dar
una explicación y reflexionarlo, debido a que sabemos a qué se refiere. Este
corresponde al interés de las personas por poner orden en su mundo, y comunicar
la forma en que lo ven.
• En el segundo, se encuentra el tipo de discurso que se da cuando tratamos de
superar el lenguaje de cada día, práctico y espontáneo. Tenemos que ver más allá
de la experiencia y los conocimientos simples, para buscar algo más profundo,
elaborado y reflexionarlo.
• En la ciencia encontramos ambos códigos, el restringido en cuanto se refiere a los
conceptos, los cuales ya conocemos y no necesita hacerse una reflexión; el
elaborado cuando se profundiza y se empieza a razonar “el por qué” de las cosas,
en ese momento comienza la filosofía de las ciencias, para la interpretación de ese
lenguaje elaborado que junto con el restringido conforman las ciencias.
7. Mi punto de vista en torno a la ciencia
y metafísica:
• En general, yo entiendo que la ciencia es lo seguro para el hombre, que le sirve a
éste para apoyarse y comprender el mundo que lo rodea, estando de acuerdo
entonces con la frase de Vaz Ferreira: “la ciencia es metafísica solificada”. Esto
quiere decir que esa petrificación del pensamiento es algo artificial, que el estado
natural del conocimiento humano es el de "confusión luminosa", porque es el de
buscar el contacto directo con la realidad, y que los conocimientos aparentemente
sólidos son sólo el resultado de la decisión de sacrificar el ansia de realidad por la
seguridad de los límites precisos.
Para mí, la Metafísica es el “inventario de todos los conocimientos que poseemos”.
Hacer metafísica es entonces ni más ni menos que preguntarse por todo. La
cuestión entonces, es; ¿Tiene sentido preguntarse por todo? ¿Hay cosas que no
podemos saber? Tal vez la metafísica sea muy ambiciosa y nuestro conocimiento
tenga límites. Pudiera ser, por ejemplo, que todas nuestras preocupaciones sobre
el futuro, Dios, la muerte, mi yo… todas esas cuestiones no tengan ningún tipo de
respuesta, y entonces haríamos bien en abandonarlas. Considero la metafísica una
disposición irrenunciable de los seres humanos. Sencillamente no podemos evitar
hacernos preguntas y más preguntas. Parece que está en nuestra naturaleza. A
diferencia de la metafísica, la ciencia progresa sin discusión. Se consiguen
verdades y avances, y no hay esa sensación de que la tarea de un día es deshecha
al día siguiente. La ciencia trata sobre cosas comprendidas y definidas, se apoya en
la razón y a ella le corresponden todos los conocimientos definitivos.