2. ¿Qué entendemos por realidad social?
Detrás del término realidad social hay una larga historia de investigaciones filosóficas.
La realidad es una construcción social, todos y cada uno de los individuos contribuiremos de algún
modo y forma para que ella exista.
Cualquier persona tiene un determinado conocimiento sobre la realidad que le rodea y sabe, con
diferentes grados de conocimiento, que esa realidad tiene características concretas que la distinguen de
la que se vive en otras sociedades.
Realidad social
A las ciencias sociales les interesa indagar cómo se construye esa sociedad que posibilita una
realidad especifica en un lugar y un momento histórico determinado.
Analiza los procesos mediante los cuales una realidad determinada se produce y busca comprender
los modos generales a través de los cuales las realidades se dan por conocidas en las sociedades
humanas, estableciéndose socialmente como una realidad.
3. ¿Qué relación existe entre individuos y sociedad?
La relación social e individuos es un asunto que ha preocupado a muchos de los pensadores clásicos
de las ciencias sociales, como Carlos Marx (1818-1883), Emilio Durkheim (1858-1917) y Max Weber (1864-
1920).
Norbert Elías (1897-1990), sociólogo alemán, consideraba que esta polémica era ficticia.
En su célebre libro La sociedad de los individuos, señaló que ningún problema social podría existir
sin los individuos que protagonizan esos fenómenos y ningún individuo puede ser considerado fuera de
las sociedad a la que pertenece.
Relación entre individuos y sociedad
Para Elías (1990) el individuo y la sociedad no son entidades separadas, sino que están relacionados
mediante la existencia simultanea de muchas personas, a través de su convivencia cotidiana, de sus
acciones recíprocas.
Este conjunto de relaciones mutuas crea algo que ninguna persona en lo particular imaginó, meditó
o preparó por sí misma; y ese algo es una estructura de individuos interdependientes, es una sociedad.
4. Las sociedades se crean, producen o modifican gracias a las múltiples cadenas invisibles que vinculan a
todas las personas entre sí.
Norbert Elías (1990) nos dice que desde pequeños, todos somos seres humanos vivimos y crecemos
dentro de un entramado de relaciones interdependientes y móviles, que se establecen por estar en
diferentes contextos sociales, o situaciones de trabajo diferentes, o los afectos personales, por ejemplo.
Estas relaciones no se pueden romper o cambiar a voluntad sino en la medida en que lo permita la
propia estructura de relaciones que nos mantienen unidos.
Las ataduras que ligan a las personas entre sí no son rígidas, aunque sí firmes; son flexibles, elásticas, y
pueden cambiar.
Este contexto de funciones y relaciones que los individuos tienen los unos con los otros es lo que
denominamos sociedad.
5. Los grupos y su contexto
En cada grupo humano cada contexto funcional posee una estructura muy especifica, constituye
una esfera de existencia de tipo particular.
Por ejemplo, no es lo mismo nacer y crecer en Estocolmo, en el contexto de una sociedad de
bienestar social como lo es Suecia, que nacer y crecer en Guatemala, en el seno de una familia indígena
en un poblado de la región del Quiché.
El individuo único y diferente
Cada individuo vive una historia única, dependiendo del grupo humano al que pertenece; pero
también vive una historia diferente de otros que nacieron y crecieron en su mismo grupo.
Esto se da porque el término individuo expresa al mismo tiempo a un ser humano universal,
autónomo, que se gobierna a sí mismo, y al ser humano particular que es y debe ser distinto de los
otros.
6. El “yo” y el “nosotros”
En algunas sociedades se le otorga mayor valore a los aspectos que diferencian a un individuo de
los otros (“la identidad del yo”), que a las cuestiones que lo asemejan a los otros, a la “identidad del
nosotros”.
Cada vez cobra mas importancia el “yo individuo”; pero en la antigüedad, cuando las personas se
organizaban en clanes o tribus o el Estado tenía un papel predominante en la organización social, el
referente central de los seres humanos era el nosotros.
Para los yaquis, por ejemplo, puede ser más importante la identidad que tengan como etnia yaqui
que la que puedan tener como individuos en la sociedad mexicana.