El desastre natural Irma en Perú en 2017 afectó gravemente a la población, dejando 12 muertos y muchas personas sin hogar ni pertenencias. Se reconocieron las necesidades de servicios básicos, contención emocional, kits de emergencia y prevención de una posible evolución, informando a la población e interviniendo especialistas para facilitar la integración a redes de apoyo y detectar personas en alto riesgo.