1. CIUDADES PARA UN PEQUEÑO PLANETA
RESUMEN CAPITULO II
CIUDADES SOSTENIBLES
Las ciudades actuales consumen tres cuartas partes de la energía mundial y provocan al menos
tres cuartas partes de la contaminación total. Son lugares de producción y consumo de la mayoría
de los productos industriales. Las ciudades se han convertido en parásitos dentro del paisaje,
ingentes organismos que adsorben energía del planeta para su mantenimiento: consumidoras
incansables, contaminantes incansables.
Al menos 600 millones de personas ya viven en entornos urbanos con condiciones insalubres, y la
multiplicación y la polarización global de la sociedad dividida entre ricos y pobres.
En 1966, el economista Kenneth Boulding advirtió que debíamos dejar de actuar como si
viviéramos en una “economía de cowboys” con nuevos e ilimitados territorios para conquistar
recursos para consumir. En lugar, tenemos que empezar a pensar en nuestro planeta como si de
una nave espacial se tratara, un sistema cerrado con recursos finitos. De hecho, la vida de la Tierra
es fruto de un sistema cerrado donde no entra nada aparte de la energía solar. Mediante la
fotosíntesis, el sol da vida a la vegetación marchita forma reservas de energía solar: combustibles
fósiles como carbón y el petróleo. La liberación de estas reservas de energía solar mediante su
consumo produce un cóctel de polución que genera lluvia ácida y, presuntamente, provoca el
calentamiento global. Pero el sol es también la fuente de energía diaria que alimenta al viento y la
lluvia, energíasconstantemente “renovables” que se pueden almacenar y consumir sin contaminar
el medio ambiente.
Del mismo modo que el ascensor hizo posible al rascacielos, el coche ha permitido que los
ciudadanos vivan alejados del centro de las ciudades y ha facilitado la división de las actividades
cotidianas por compartimientos, separando las oficinas de las tiendas y estas de las viviendas.
Por esta razón Rogers propone ciudades compactas en el cual crecen alrededor de centros con
actividad social y comercial conectados por transporte público, constituyéndose en focos en torno
a los cuales crecen los barrios. La ciudad compacta conforma una red de barrios con sus propios
parques y espacios públicos donde se integra toda una variedad de actividades públicas y privadas,
los sistemas de transporte colectivo a gran escala procuran desplazamientos rápidos a través de la
ciudad, comunicando el centro de un barrio con otro y dejando el transporte interno por los
barrios a sistemas de transporte más locales.
Este tipo de estructura urbana puede fácilmente responder a la variedad cultural. La ciudad
debería responder, ante todo, a la gente que alberga, a la comunicación, condensar el fomento de
actividades humanas y generar y expresar su propia cultura.
La accesibilidad, la existencia de buenos espacios públicos, la presencia del paisaje natural y la
explotación de las nuevas tecnologías urbanas pueden mejorar radicalmente la calidad de vida en
la ciudad densa.
JOSE LUIS CRUZ VIVAS