2. El sector secundario o industrial comprende las
actividades que transforman los elementos de la
naturaleza (materias primas) en productos
semielaborados o elaborados utilizando para ello
maquinaria impulsada por diversas energías.
4. Las materias primas son los recursos o elementos
naturales que la industria transforma en productos
semielaborados o elaborados. Pueden ser orgánicas
(seres vivos) o inorgánicas (minerales).
1.1 Las materias primas y sus tipos.
5. Las materias primas orgánicas provienen del sector
primario (agricultura, ganadería, explotación forestal,
pesca). España es deficitaria en este tipo de materias
primas.
6. Las materias primas inorgánicas se extraen de
yacimientos (minería). Los minerales se clasifican en
metálicos (hierro, plomo, cobre,...), industriales (caolín,
flúor, sal, sepiolita,...), de cantera (caliza, granito,
mármol, arcilla, arena,...) y energéticos (carbón,
petróleo, gas, uranita). España destaca en la producción
de minerales de cantera e industriales, que exporta,
siendo deficitaria en minerales metálicos y energéticos.
7.
8.
9. Los problemas de la minería en España son
numerosos, destacando los económicos y sociales
(agotamiento de yacimientos, dependencia externa,
crisis de la minería,...).
10. También la minería presenta numerosos problemas
medioambientales (sobreexplotación de recursos,
contaminación y alteraciones paisajistas), que se trata
de paliar fomentando la eficiencia, el uso de tecnologías
limpias y la rehabilitación.
11. Las fuentes de energía son los recursos o elementos
naturales que proporcionan fuerza para activar
máquinas, siendo imprescindibles en todos los sectores
económicos, pero especialmente en la industria.
1.2 Las fuentes de energía.
12. España tiene graves problemas energéticos por la
dependencia que tiene (se consume más energía de la
que se produce). Esto se debe al continuo aumento del
consumo energético, la escasa producción de energía
que genera un bajo autoabastecimiento, y la necesidad
de recurrir a costosas importaciones.
13. Respecto a los tipos de energía existentes
diferenciamos entre la energía primaria (procedente del
medio natural y sin aprovechamiento directo) y la
energía secundaria (utilizable directamente por el ser
humano).
14.
15. El carbón es una roca negra combustible formada por
descomposición de vegetales. Fue la energía principal
de la Primera Revolución Industrial, siendo sustituida a
partir de 1960. En España se localiza en trece cuencas,
destacando Asturias, León, Palencia y Teruel. No
obstante, la mayoría del carbón se importa de EEUU,
Sudáfrica, Australia e Indonesia.
16.
17.
18. El carbón se usa en las industrias siderúrgica y
cementera, en las calefacciones domésticas y sobre
todo en la producción de electricidad en las centrales
térmicas.
19.
20. El petróleo es un aceite mineral
oscuro creado a partir de
animales y algas en
descomposición. En España se
empezó a usar especialmente
en la década de 1960, pero la
crisis de 1973 bajó su consumo.
En la actualidad el creciente
transporte ha disparado su
consumo.
21. La producción de petróleo en España, salvo en
Tarragona y Burgos, es insignificante. Por ello es
necesario importar petróleo de Oriente Medio, Nigeria,
México, Venezuela, Reino Unido, Rusia,...
22. El petróleo se ha usado para producir electricidad en
centrales térmicas, pero su uso fundamental ahora es
el transporte y la industria para lo que debe ser
procesado en refinerías (situadas en la costa
peninsular, Puertollano y Tenerife) y en industrias
petroquímicas.
23. El gas natural es una mezcla de hidrocarburos
gaseosos cuyo consumo se ha desarrollado en España
especialmente a partir de 1970, con un gran crecimiento.
Se produce en España en Huelva y Sevilla, pero en su
inmensa mayoría se importa por barcos o
gaseoductos, especialmente de Argelia.
24. Respecto al uso del gas natural destaca la producción de
electricidad en centrales térmicas, el uso de su
potencial calorífico en la industria y los hogares y la
obtención de productos químicos (propileno, etileno,
naftas) en industrias petroquímicas.
25. El uranio es un elemento químico que se extrae de
minerales como la uraninita. La fisión de sus átomos
genera la energía nuclear. Su uso en España se inició
en 1968 con la construcción de las centrales nucleares
José Cabrera y Santa María de Garoña. Su expansión
se paralizó (moratoria) por el temor a accidentes, la
dependencia externa de abastecimiento y el problema de
los residuos radiactivos.
26. En la actualidad existe un debate sobre el uso de esta
energía, habiéndose cerrado las centrales de Zorita
(2006) y Garoña (2012). Por otra parte, en 2011 se
suspendió la moratoria, existiendo un proyecto de
cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca).
27. Tras el cierre de las minas de Saelices, el 100 % del
uranio usado en España es importado de Rusia,
Australia, Canadá y Níger. La energía nuclear se usa
para producir electricidad y en medicina.
28. La energía hidroeléctrica se origina a partir del salto de
agua embalsada en presas (recurso renovable). Durante
la dictadura franquista, entre 1940 y 1970, tuvo un
gran desarrollo, perdiendo importancia posteriormente.
29. La producción hidroeléctrica se centra en los ríos
Duero y Tajo en su frontera con Portugal, el norte
peninsular y el Pirineo (zonas con ríos caudalosos y
desniveles). Su destino es generar electricidad,
aunque el agua embalsada de la que parte esta energía
sirve también para regadío y abastecimiento.
30.
31. Las nuevas energías renovables proceden de recursos
inagotables, caracterizándose por ser limpias y
descentralizadas. En España se empezaron a impulsar
tras la crisis del petróleo en la década de 1970, siendo
impulsadas con subvenciones a inicios del siglo XXI.
La diversidad del medio natural español favorece su
producción, usándose para generar electricidad, calor
y movimiento.
32. La energía minihidraúlica produce electricidad a partir
del salto de ríos o canales, desarrollándose en el norte
peninsular. Desarrolla poca potencia.
33. La energía de la biomasa produce electricidad
(centrales térmicas), biocombustible (biotenanol o
biodisesl) y calor. Se obtiene de residuos agrarios y de
materias primas orgánicas. Las dos Castillas y Andalucía
son las máximas productoras de biomasa.
34. La energía eólica produce electricidad (parques eólicos)
o energía mecánica a partir del viento. España se ha
convertido en la cuarta productora de energía eólica
terrestre (destacando Galicia, Navarra, ambas Castillas,
Aragón, Andalucía y Canarias).
35. La energía solar usa el calor y la luz del sol generando
energía térmica (en centrales solares térmicas) o
eléctrica (a través de centrales termoeléctricas y
fotovoltaicas). En España se ha desarrollado
especialmente en la costa mediterránea, Andalucía y
Canarias.
36. La energía geotérmica usa el agua caliente subterránea
y su vapor, siendo muy escasa en España. Genera
energía térmica y se emplea en balnearios, invernaderos
y viviendas.
37. La energía maremotriz utiliza la fuerza de las olas y
mareas para generar electricidad. España tiene un gran
potencial de uso de esta energía en la costa cantábrica,
donde en 2011 se abrió una planta maremotriz en
Mutriku (Guipúzcoa).
38. Junto a estas fuentes de energía primaria la energía
secundaria, directamente usada por el ser humano, se
centra en la electricidad, cuyo origen más frecuente es
un generador eléctrico a partir de una turbina. Esta
turbina se puede mover por vapor de agua obtenido a
partir de la quema de carbón, petróleo, gas o biomasa
(central térmica), por vapor a partir de la fisión nuclear
(central nuclear) o por vapor a partir del calor del sol
(central solar termoeléctrica).
39. También las turbinas pueden ser movidas directamente
por agua (centrales hidráulicas) o por viento (centrales
eólicas). Por último las centrales fotovoltaicas
transforman la luz solar directamente en electricidad.
40. La electricidad se empezó a usar en España para
iluminación urbana en 1875 a partir de centrales
térmicas, impulsándose después las centrales
hidroeléctricas. La industrialización disparó la demanda
eléctrica, que se cubrió con centrales nucleares y
térmicas.
41. En la actualidad el consumo doméstico y los servicios
han disparado el consumo eléctrico, satisfaciéndose a
partir de energías renovables y de centrales térmicas de
cogeneración. Para evitar mayores demandas, se
apuesta por la eficiencia energética.
42. La electricidad que se produce en España proviene
principalmente de centrales térmicas, seguida de las
energías renovables y la energía nuclear. Donde más
electricidad se produce es en Cataluña, Andalucía,
Castilla y León y Galicia.
43. La electricidad se usa para mover motores, alterar la
temperatura, iluminar y transmitir información.
Donde más se consume es en Cataluña, Andalucía y
Madrid.
44. España presenta como problemas energéticos la
dependencia externa, la reducción de la competitividad
por su costosa importación y los problemas
medioambientales (sobreexplotación y contaminación).
45. Para disminuir la dependencia se fomenta la seguridad
del abastecimiento (fomentando la producción propia y
buscando los mejores países para importarla).
46. Para combatir la falta de competitividad se fomenta la
liberalización del sector y la eficiencia energética para
abaratar precios (Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia
Energética 2011-2020).
47. Para reducir los problemas medioambientales se
fomenta un menor consumo y una mayor eficiencia
energética a través del Instituto para la Diversificación y
Ahorro de la Energía. Además, se cierran instalaciones
contaminantes, se depuran aguas, se reutilizan residuos,
se fomentan energías limpias (Plan de Energías
Renovables 2011-2020),...
49. Entre 1855 y 1975 podemos diferenciar cuatro etapas
en el desarrollo industrial de España.
2.1 Evolución histórica: 1855-1975.
50. El inicio de la industrialización en España (1855-
1900) fue más tarde que en otros países occidentales
ante la ausencia de revolución agrícola, la falta de
materias primas y energías, la insuficiente inversión
industrial, la demanda limitada, el atraso tecnológico y
los problemas políticos (guerras civiles y pérdida de
colonias),...
51. En la siguiente etapa, en el primer tercio del siglo XX, se
produjo un destacado crecimiento industrial (1900-
1936) impulsado por las exportaciones de la Primera
Guerra Mundial, las obras públicas, la introducción de las
nuevas fuentes de energía propias de la Segunda
Revolución Industrial (hidrocarburos y electricidad) y la
política proteccionista.
52. Durante la guerra civil (1936-1939) y el inicio de la
dictadura de Francisco Franco (1939-1959) se produjo
un retroceso y estancamiento industrial por la
destrucción bélica y la política autárquica.
53. El gran desarrollo
industrial de España
(1960-1975) se produjo
en la etapa final de la
dictadura de Francisco
Franco al abandonarse la
autarquía, impulsarse
planes de desarrollo,
aumentar la inversión
privada, importarse
energía a bajo precio e
introducir nuevas
tecnologías.
54. En la Primera Revolución Industrial, en la segunda
mitad del siglo XIX, la industria se centró en la
siderometalurgia (norte peninsular) y el sector textil
(Cataluña).
2.2 Producción industrial: 1855-1975.
55. En la Segunda Revolución Industrial, en el siglo XX,
se diversificó la producción industrial gracias al
desarrollo de los motores de explosión y eléctricos. Las
industrias de base, que transforman materias primas
en productos semielaborados (como la siderurgia,
refinerías, petroquímica, producción eléctrica,...), fueron
potenciadas por el Instituto Nacional de Industria.
56. Las industrias de bienes de consumo, que generan
productos para el consumo directo, crecieron a la par
que el nivel de vida. A las industrias textil, de calzado y
alimentaria se unieron las de los automóviles y
electrodomésticos.
57. Las industrias de bienes de equipo, que producen
máquinas, se desarrollaron tarde y sólo por impulso de
empresas multinacionales.
58. Las estructura industrial mostró las limitaciones de la
industria española al mostrar un sistema de producción
diverso, un tamaño de las empresas mayoritariamente
pequeño, atraso tecnológico y una mano de obra barata
poco cualificada.
2.3 Estructura industrial: 1855-1975.
59. En las mayoritarias pequeñas fábricas se usaron
sistemas tradicionales con un bajo nivel de inversión,
tecnología limitada y escasa competitividad.
60. Las pocas grandes fábricas, filiales de multinacionales
o empresas impulsadas por el INI, adoptaron el sistema
fordista de trabajo en cadena.
61. El atraso tecnológico fue favorecido por las políticas
proteccionistas y contribuyó a la dependencia exterior
de la industria española, que además de tecnológica, lo
fue financiera y energética.
62. Las industrias se localizaron en función de factores
clásicos como: la proximidad a recursos naturales, la
demanda amplia, la abundante mano de obra y capital;
además de buscar eficaces transportes, sectores de
apoyo y políticas industriales favorables.
2.4 Localización industrial:
1855-1975.
63. Los anteriores factores de localización, provocaron que
las industrias se instalaran en grandes aglomeraciones
urbano-industriales.
64. Las primeras áreas industriales se centraron en la
periferia peninsular y Madrid, existiendo áreas de base
extractiva, otras de base portuaria y otras urbano
industriales.
2.5 Áreas industriales: 1855-1975.
65. Entre 1900 y 1975 se consolidaron tres áreas
industriales, que incrementaron los desequilibrios
territoriales: la franja cantábrica, la región mediterránea
y Madrid.
66. No obstante, a las áreas industriales de etapas
anteriores (periferia y Madrid) desde 1960 se sumaron
las periferias de las grandes ciudades, ejes
industriales en torno a vías de comunicación (como el
del Ebro o el Mediterráneo) y enclaves industriales
aislados favorecidos por industrias básicas o al ser
declarados polos de desarrollo industrial. En el resto del
territorio, sólo las capitales de provincia recibieron
industrias.
67. La base o marco de la política industrial de esta
época se basó en el proteccionismo (que libró a la
industria de la competencia exterior mediante aranceles
que limitaron las importaciones) y en la intervención
estatal (creando el estado empresas públicas en
sectores estratégicos y diseñando el desarrollo
industrial).
2.6 Política industrial: 1855-1975.
68. Los objetivos de la política industrial buscaron impulsar
la industria y corregir su desigual distribución. Para
promover la industria en nuevas zonas se crearon los
polos de desarrollo (en ciudades que tenían alguna
industria) y los polos de promoción (en áreas
deprimidas).
69. También se promocionó la industria mediante la creación
de polígonos industriales y polígonos de
descongestión industrial (en las periferias de las
grandes ciudades).
70. 3. La crisis y reestructuración
industrial española: 1975-1985.
71. La crisis industrial que afectó España entre finales de
los años setenta e inicio de los ochenta tuvo causas
externas (cambios económicos mundiales) e internas.
3.1 La crisis industrial.
72. Como causas externas de la crisis hay que señalar la
crisis del petróleo de 1973, la incidencia de la Tercera
Revolución Industrial (con nuevas tecnologías, sectores
y sistemas de producción), las exigencias de calidad por
parte de la demanda y la división internacional del
trabajo generada por la globalización.
73. Entre las causas internas de la crisis están las
deficiencias de la industria española (basada en sectores
tradicionales, tecnología arcaica y con una elevada
dependencia exterior) y la coyuntura histórica política
(transición a la democracia).
74. Como consecuencias de la crisis se cerraron muchas
empresas, descendió la producción y aumentó el
endeudamiento empresarial y el desempleo.
75. Para combatir la crisis, la OCDE promovió la
reestructuración industrial a través de la reconversión
industrial y la reindustrialización mediante ayudas
estatales financieras, fiscales y laborales.
3.2 La reestructuración industrial.
76. La reconversión industrial buscó ajustar los sectores
en crisis, promoviendo el cierre de empresas, las
reducciones de plantilla y la modernización y
especialización de la producción. Los sectores
industriales maduros sufrieron la reconversión, que
afectó a grandes empresas y disparó el desempleo.
77. La reindustrialización buscó impulsar un nuevo
desarrollo industrial creándose para ello Zonas de
Urgente Reindustrialización (ZUR) a través de ayudas
estatales. Su resultado fue insuficiente (aunque
diversificaron la industria e inversiones no se generó
mucho empleo y se incrementaron los desequilibrios).
79. A partir de 1985 la industria española inició la
recuperación de la crisis, que salvo un paréntesis
entre 1990 y 1994, perduró hasta el estallido de la actual
crisis mundial en 2008.
4.1 La recuperación de la industria
(1985-2007).
80. Las causas de la recuperación industrial fueron la
integración de España en la Comunidad Económica
Europea (CEE) y la adopción de los cambios de la
Tercera Revolución Industrial.
81. La integración de España en la CEE en 1986 supuso la
entrada en un mercado muy competitivo, que acabó con
los monopolios y ayudas estatales y adoptó las leyes
europeas. Al desaparecer los aranceles europeos
aumentó el mercado para los productos españoles y las
innovaciones y capital exterior llegaron con más
facilidad.
82. La incorporación tardía de España a la Tercera
Revolución Industrial llevó a aplicar los avances en la
microelectrónica a la obtención de nuevos productos, al
proceso y organización industrial y a su
comercialización.
83. Aparecieron nuevos sectores industriales centrados
en la telemática, la automatización, los instrumentos de
precisión, los nuevos productos, los nuevos medios de
transporte, la biotecnología, el láser y las energías
renovables.
84. Los cambios en la estructura industrial afectaron al
sistema de producción que descentralizó las distintas
fases de la producción y se flexibilizó a través de las
economías de gama.
85. Las nuevas tecnologías también favorecieron la
reducción del tamaño de las empresas y el empleo se
hizo más cualificado, se terciarizó y se desregularizó.
86. Además, la Tercera Revolución Industrial cambió las
pautas de localización industrial, facilitando la
deslocalización de empresas y la concentración de las
mismas en parques tecnológicos.
87. La recuperación industrial de España tuvo como
consecuencias el crecimiento absoluto de la producción
y ocupación industrial, impulsando el desarrollo
tecnológico, los servicios a la producción y las
exportaciones.
88. Podemos diferenciar entre sectores industriales
maduros, dinámicos y punta (de alta tecnología).
4.2 La producción
industrial actual.
89. Los sectores industriales maduros afectados por la
reconversión siguen teniendo gran peso en España
englobando a la siderurgia (integral y no integral), la
transformación del metal, los electrodomésticos de línea
blanca, la construcción naval y el textil y confección.
90. Los sectores industriales dinámicos con alta
productividad y demanda incluyen a lo sectores del
automóvil, químico y agroalimentario, con fuerte
presencia de multinacionales.
91. Los sectores industriales punta, asociados a la alta
tecnología, se han implantado con retraso y tienen un
menor desarrollo que en otros países de Europa,
localizándose en parques tecnológicos o científicos en
torno a grandes ciudades y ejes industriales dinámicos.
92. La estructura industrial española sigue presentando
problemas que dificultan su competitividad y la
exportación de sus productos.
4.3 La estructura
actual de la industria.
93. El tamaño de las empresas es reducido (un 99,9 %
son pequeñas o medianas (con menos de 250
trabajadores) lo que impide el desarrollo de economías
de escala, aunque las hace más flexibles.
94. La investigación e innovación son insuficientes pues
la I+D se reduce principalmente a las grandes empresas
de los sectores dinámicos.
95. El desarrollo de la tecnología también es insuficiente
(al invertirse poco en investigación e integrase poca las
universidades y las empresas), además de dependiente
de los avances exteriores (se compran patentes).
96. Los factores clásicos de localización industrial han
perdido importancia con la Tercera Revolución
Industrial. Es el caso de la proximidad a los recursos
naturales y al mercado de consumo.
4.4 La localización industrial.
97. Sin embargo se mantiene la importancia de la
disponibilidad de sistemas de transporte y
comunicación y la cercanía de mano de obra.
98. Los nuevos factores de localización se centran en el
acceso a la innovación e información y las ventajas
competitivas que puede ofrecer un territorio.
99. Estos factores de localización generan tendencias
ambivalentes complejas en la localización industrial,
difundiéndose la industria madura hacia las
periferias ante los problemas de congestión industrial,
mejora del transporte y búsqueda de ventajas
territoriales (lo que promueve la deslocalización) y
concentrándose la industria tecnológica en los
espacios centrales.
100. Se mantienen fuertes desequilibrios territoriales en la
industria española, lo que refleja el desigual reparto de
población, riqueza, infraestructuras y peso político.
4.5 Las áreas industriales actuales.
101. En función del dinamismo y nivel de desarrollo se
diferencian cuatro o cinco áreas industriales:
desarrolladas, en expansión, en declive y con industria
inducida y escasa.
102. Las áreas desarrolladas (Madrid y Barcelona) sufrieron
la reconversión industrial, dando paso a industrias de
alta tecnología en las que se observa una terciarización
de las actividades (tareas de oficina).
103. Las áreas en expansión (coronas metropolitanas,
franjas periurbanas, ejes de de desarrollo industrial y
áreas rurales comunicadas) reciben instalaciones
industriales, en general, tradicionales.
104. Las áreas en declive (cornisa cantábrica, Ferrol, Cádiz,
Puertollano, Ponferrada,...) han perdido capacidad
industrial al sufrir la reconversión industrial y no lograr la
reindustrialización ante la falta de ayudas estatales.
105. Las áreas de industrialización inducida (Zaragoza,
Valladolid, Burgos, Sevilla, Cádiz y Huelva) son fruto de
políticas de promoción industrial.
106. Las áreas de industrialización escasa (Extremadura,
Castilla La Mancha, islas Baleares y Canarias) presentan
empresas tradicionales pequeñas.
107. El marco o contexto de la política industrial española
actual se caracteriza por la apertura al exterior, la
disminución de la intervención del Estado, el ingreso en
la Unión Europea y las políticas de las Comunidades
Autónomas.
4.6 La política industrial actual.
108. La política sectorial busca aumentar la competitividad
de la industria reduciendo los sectores maduros
mediante la reconversión y reindustrialización, creando
observatorios industriales y apoyando a los sectores
más en crisis por las deslocalizaciones.
109. La política estructural mejora la competitividad de las
mismas y su internacionalización mejorando el tamaño
de las empresas (se estimula su concentración) e
impulsando la investigación (Plan Nacional de
Investigación Científica, Desarrollo e Innovación
Tecnológica 2008-2011, que aumentó el gasto en I+D).
110. Además, se promocionan en el exterior los productos
españoles para favorecer sus exportaciones, así como
se implantan empresas españolas en el exterior, lo que
favorece la internacionalización empresarial.
111. La política territorial promueve la instalación de
industrias mediante la Ley de Incentivos Regionales, las
Agencias de Desarrollo Regional y Local, las Sociedades
para el Desarrollo Industrial y los distritos industriales. En
todo caso se busca un desarrollo endógeno basándose
en la riqueza de cada territorio.
112. En política medioambiental se promueve la prevención
y corrección de daños buscando un desarrollo sostenible
mediante tecnologías limpias (industria verde, medidas
correctoras). Además, se promueve la rehabilitación de
zonas industriales.
113. Por otra parte, el paisaje industrial se protege a través
de un Plan de Patrimonio Industrial.