La danza clásica surgió en Italia durante el Renacimiento pero se desarrolló principalmente en Francia donde se estableció la primera academia real de danza en 1661. Algunas de las obras más famosas de teatro de danza son Giselle, El lago de los cisnes y El cascanueces. La danza clásica se caracteriza por movimientos precisos y control total del cuerpo, con pasos codificados y un vestuario estandarizado que incluye mallot, medias y zapatillas de puntas.