Este documento discute varias ilusiones que tendemos a tener sobre factores externos y nuestra capacidad de aprendizaje. Sostiene que a menudo culpamos factores externos por problemas que en realidad son el resultado de nuestras propias acciones. También argumenta que aunque pensamos que aprendemos de la experiencia directa, muchas de nuestras decisiones más importantes tienen consecuencias a largo plazo que no experimentamos directamente. Finalmente, enfatiza la necesidad de observar procesos graduales en lugar de sólo enfocarnos en hech
El enemigo interno y la necesidad de ver procesos graduales
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El enemigo externo
Todos tenemos la propensión de culpar a un factor externo cuando la cosas salen mal
Algunas empresas lo toman como un mandamiento " siempre hallaras una agente externo a quien culpar "
Cuando nos concentramos sólo en nuestra posición, no vemos que nuestros actos la trascienden. Cuando esos
actos tienen consecuencias que nos perjudican, incurrimos en el error de pensar que estos nuevos problemas
tienen un origen externo.
Por tal este problema vuelve casi imposible detectar la influencia que
podemos ejercer sobre cuestiones “internas” que superan la frontera entre nosotros y lo “externo”.
La ilusión de hacerse cargo
La actitud proactiva se ve a menudo como un antídoto contra la actitud “reactiva” .A menudo, la
“pro actividad” es reactividad disfrazada. Si nos volvemos más agresivos para luchar contra el
“enemigo externo”, estamos reaccionando, no importa cómo lo llamemos. La verdadera pro
actividad surge de ver cómo intensificamos nuestros propios problemas. Es un producto de nuestro
modo de pensar, no de nuestro estado emocional.
2. La fijación de los hechos :
Estamos condicionados a ver la vida como una serie de hechos, y creemos que para cada hecho hay una causa
obvia. Por ejemplo Nuevos recortes de presupuesto, bajas de ganancias . Esta preocupación domina las
deliberaciones empresariales ,el énfasis en los hechos desemboca en explicaciones “fácticas". Estos hechos no
permiten ver los patrones mas amplios ni la comprensión que causa estos patrones las primordiales amenazas para
nuestra supervivencia, tanto de nuestras organizaciones como de nuestras sociedades, no vienen de hechos
repentinos sino de procesos lentos y graduales, por tal si nos encontramos con hechos ,a lo sumo podemos predecir
un hecho antes de que ocurra, para tener una reacción óptima.
La parábola de la rana hervida
Para aprender a ver procesos lentos y graduales tenemos que aminorar nuestro ritmo frenético y
prestar atención no sólo a lo evidente sino a lo sutil. Si nos sentamos a mirar los charcos dejados por la marea, no
vemos mucho al principio, pero si nos detenemos a observar, al cabo de diez minutos el charco cobra vida. No
eludiremos el destino de la rana a menos que aprendamos a aminorar nuestro
ritmo frenético y ver esos procesos graduales que a menudo plantean para todos las mayores amenazas.
3. La ilusión de que “se aprende con la experiencia”
La experiencia directa constituye un potente medio de aprendizaje. Aprendemos a comer, a gatear, a caminar y
a comunicarnos mediante ensayo y error.
se aprende mejor de la experiencia, pero nunca experimentamos directamente las consecuencias de muchas de
nuestras decisiones mas importantes. Las decisiones más críticas de las organizaciones tienen consecuencias en
todo el sistema como por ejemplo : La inversión en nuevas instalaciones fabriles y procesos influye en la calidad y
la distribución durante una década o más.
Se trata de decisiones donde hay escaso margen para el aprendizaje por ensayo y error.
Tradicionalmente, las organizaciones intentan superar las dificultades de afrontar el enorme impacto
de ciertas decisiones dividiéndose en componentes. Instituyen jerarquías funcionales que permiten intervenir con
mayor facilidad.