2. Daniel 12:1
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran
príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo;
y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde
que hubo gente hasta entonces; pero en aquel
tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se
hallen escritos en el libro
3. Job 38:22-23
22 ¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve,
O has visto los tesoros del granizo,
23 Que tengo reservados para el tiempo de angustia,
Para el día de la guerra y de la batalla?
4. Salmos 9:7-10
7 Pero Jehová permanecerá para siempre;
Ha dispuesto su trono para juicio.
8 El juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.
9 Jehová será refugio del pobre,
Refugio para el tiempo de angustia.
10 En ti confiarán los que conocen tu nombre,
Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.
5. Proverbios 17:16-17
16 ¿De qué sirve el precio en la mano del necio
para comprar sabiduría,
No teniendo entendimiento?
17 En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
6. Jeremías 30:4-9
4 Estas, pues, son las palabras que habló Jehová acerca de Israel y de Judá.
5 Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de
paz.
6 Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre
tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto
pálidos todos los rostros.
7 !!Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de
angustia para Jacob; pero de ella será librado.
8 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y
romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre,
9 sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.
7. Sofonías 1:14-18
14 Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la
voz del día de Jehová; gritará allí el valiente.
15 Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de
asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de
entenebrecimiento,
16 día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas
torres.
17 Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra
Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como
estiércol.
18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la
tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción
apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.
8. 36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama
Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que
voy allí y oro.
37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a
entristecerse y a angustiarse en gran manera.
Mateo 26:36-37
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24. Lucas 21:25-28
25 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y
en las estrellas, y en la tierra angustia de las
gentes, confundidas a causa del bramido del
mar y de las olas;
26 desfalleciendo los hombres por el temor y la
expectación de las cosas que sobrevendrán en
la tierra; porque las potencias de los cielos
serán conmovidas.
27 Entonces verán al Hijo del Hombre, que
vendrá en una nube con poder y gran gloria.
28 Cuando estas cosas comiencen a suceder,
erguíos y levantad vuestra cabeza, porque
vuestra redención está cerca.
25. 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria
venidera que en nosotros ha de manifestarse.
19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la
sujetó en esperanza;
21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad
gloriosa de los hijos de Dios.
22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta
ahora;
23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de
nuestro cuerpo.
Romanos 8
26. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es
esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
285Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos
de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu,
porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito son llamados.
27. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre
muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos
también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros?
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
28. 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero. m
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
29. 7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea
de Dios, y no de nosotros,
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados;
9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que
también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de
Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.
2 Corintios 4:7-18
30. 13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por
lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,
14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará
con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.
15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando
la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de
Dios.
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria;
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas
que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.