El documento habla sobre el entierro prematuro de personas y animales, ya sea intencionalmente como tortura o ejecución, accidentalmente debido a desastres, o voluntariamente como trucos. Explica que la supervivencia es posible sólo por unos minutos sin aire, pero que la asfixia ocurre en 5-15 minutos. También menciona algunos casos históricos de entierros prematuros intencionales o accidentales, así como mitos sobre el tema.
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
Entierro prematuro
1. Entierro
prematuro
Los animales y los humanos
pueden
ser enterrados vivos intencionadamente (como una forma de tortura, asesinato
o ejecución), voluntariamente (como un truco, con la intención de escapar),
accidentalmente (por ejemplo, bajo escombros debido a un desastre o al derrumbamiento
de un edificio o una cueva), o de manera no intencional (en la creencia equivocada de que
la persona viva está muerta).
Índice
[ocultar]
1Física y biología
2Involuntario
3Como forma de ejecución
4Entierro voluntario
5Mitos y leyendas
6Véase también
7Referencias
Física y biología[editar]
Antoine Wiertz L'Inhumation précipitée (Entierro prematuro), 1854.
Si el enterramiento no se invierte dentro de un corto periodo, lleva rápidamente a la
muerte, normalmente a través de uno o más de los siguientes
fenómenos: asfixia, deshidratación, inanición o, en climas fríos, congelación. Aunque la
supervivencia humana puede extenderse brevemente en algunos ambientes conforme
el metabolismo del cuerpo se ralentiza, en la ausencia de aire, la pérdida de la conciencia
tendrá lugar dentro de los 2 a 4 minutos y la muerte por asfixia en 5-15 minutos. Un daño
cerebral permanente se produce por la privación de oxígeno después de algunos minutos,
incluso si la persona es rescatada antes de morir. Si tiene acceso a aire fresco de alguna
manera, la supervivencia es más probable en cuestión de días, si no hay ninguna lesión
seria.
Una persona atrapada con aire para respirar puede por lo tanto durar un considerable
período, y el entierro ha sido usado como un modo muy cruel de ejecución, durando lo
suficiente para que la víctima comprenda e imagine cada etapa de lo que le está
ocurriendo (estando atrapada en total oscuridad con escasa o ninguna capacidad de
movimiento) y para experimentar gran tormento físico y psicológico incluyendo pánico y
una claustrofobia extrema.
Involuntario[editar]
Al menos se ha documentado un caso de enterramiento accidental en el siglo XIII. Hay
resurrecciones provocadas por ataúdes caídos, ladrones de tumbas, embalsamadores o
disecciones frustradas. Temiendo un enterramiento vivo, George Washington, en su lecho
2. de muerte, hizo que sus sirvientes prometieran no enterrarle hasta tres días después de su
muerte.[cita requerida] En los años noventa se documentaron casos de pacientes
accidentalmente empaquetados, atrapados en una caja de acero o enviados al depósito de
cadáveres.1
El escritor español Luis Zapata de Chaves (1526-1595), por su parte, recoge en su obra
miscelánea "Varia historia", compilada alrededor de 1591-1594, diversos casos de
enterramientos prematuros, llevados a cabo durante las periódicas epidemias de peste que
azotaron España durante el siglo XVI. Así, por ejemplo, en el capítulo 185, titulado "De
cosas extrañas que con peste acaecieron en Málaga", se puede leer: "También es de harta
maravilla otro caso, que en tanta confusión –que medio vivos, por despachar los
embarazados ministros, se arrojaban por ahí los recién muertos– echaron en el carnero un
vivo, y muchos muertos sobre él y cal viva para que los consumiese presto; y al echar de
otros dio voces aquel vivo hombre, quien había tres días que se echaban en el carnero
cuerpos muertos; óyenle, respóndenle, sácanle vivo de la misma casa de la muerte con
muchas llagas de que le comió la cal viva pechos y piernas y brazos; y, en fin, en tanta
mortandad quedó sano y alcanzó después largos días de vida, pasando primero de la vida
a la muerte y después de la misma muerte tornando a volver a la vida acá" (en José
Gallardo Moya, "La Varia historia de Luis Zapata de Chaves. Estudio y edición crítica",
tesis doctoral en preparación).
En 1897, el conde Karnice-Karnicki de Bélgica patentó un sistema de rescate, que
mecánicamente detectaba movimiento en el pecho que accionaría una bandera, una
lámpara, una campana y aire fresco. En parecido sentido, en Gran Bretaña se
desarrollaron varios sistemas para salvar a los enterrados vivos, incluyendo paneles de
cristal rompibles en la tapa del ataúd y sistemas de poleas que alzarían banderas en la
superficie (sin aportación de aire, como en el modelo italiano, esto naturalmente sería inútil
sin guardias que vigilaran sobre la tumba). En 1995, un fabricante italiano de ataúdes
introdujo un modelo con un sistema de intercomunicación y un mensáfono. Estos son
ejemplos de ataúdes de seguridad.
Como forma de ejecución[editar]
Vital de Milán enterrado vivo.
En la antigua Roma, una virgen vestal condenada por violar sus votos de celibato era
«enterrada viva» metiéndola en una cueva sellada con una pequeña cantidad de pan y
agua, ostensiblemente de manera que la diosa Vesta pudiera salvarla en caso de que
fuera verdaderamente inocente.2
Según la tradición cristiana, una serie de santos fueron martirizados de esta forma,
incluyendo a san Castulo3 y Vital de Milán.4
En la Italia medieval, los asesinos impenitentes eran enterrados vivos. Esta práctica
aparece mencionada en el canto XIX del Infierno de Dante.
En el siglo XVII y principios del XVIII en la Rusia feudal, el mismo modo de ejecución era
conocido como «el pozo» y se usaba para castigar a las mujeres que hubiesen asesinado
a sus esposos [1]. El último caso conocido data de 1740.
3. En la época preislámica, algunos árabes solían enterrar vivas a sus hijas recién nacidas,
pues las consideraban fuente de vergüenza y pobreza. El Corán prohibió con rigor esta
acción.
Entierro voluntario[editar]
En raras ocasiones, algunas personas realmente lo organizan para ser enterradas vivas,
supuestamente como una demostración de su controvertida habilidad para sobrevivir a tal
evento. En una historia que ocurrió alrededor de 1840, Sadhu Haridas, un faquir indio, se
dice que se enterró en la presencia de un oficial del ejército británico y bajo la supervisión
del maharajá local, siendo colocado en una bolsa sellada en una caja de madera dentro de
una cámara acorazada que luego se enterró, aplanándose la tierra en el lugar, y
sembrándose cosechas en el lugar durante mucho tiempo. Todo el lugar fue guardado día
y noche para impedir el fraude, y fue excavado dos veces en un periodo de diez meses
para verificar el entierro, antes de sacar al faquir y revivirlo lentamente en presencia de
otro oficial. El faquir dijo que su único temor durante este «sueño maravilloso» era ser
comido por gusanos subterráneos. Este evento es muy sospechoso, pues según la ciencia
médica actual, no es posible que un ser humano sobreviva diez meses sin comida, agua ni
aire.5
Los demás que lo han intentado han muerto, así que ser enterrado vivo voluntariamente es
ilegal en la India.
En 2003, el artista David Blaine fue enterrado dentro de un tanque de agua, lo que permitía
verlo por encima de la tierra, durante siete días.6 Más tarde Blaine pasó por un aislamiento
de 44 días, colgando en el aire en una caja de plexiglás enfrente de una audiencia
callejera al azar y sin comida.News.BBC.co.uk
Being Buried Alive (2005, 2007): una performance representada varias veces por el grupo
artístico monochrom. Gente en Los Ángeles, San Francisco, Vancouver y Toronto tuvieron
la oportunidad de ser enterrados vivos en un auténtico ataúd durante 15 minutos. Como
parte del programa miembros de monochrom llevaron a cabo conferencias sobre la historia
de la ciencia de determinar la muerte y la historia cultural médica del «enterramiento vivo».
Mitos y leyendas[editar]
Hay una leyenda urbana que circula por correo electrónico en la que The Bad Old
Days afirman que la expresión inglesa saved by the bell (‘salvado por la campana’) se
originó por los sistemas de cuerda medievales para alertar a quienes se encontraban en la
superficie en caso de entierro accidental. En realidad, la frase proviene del boxeo. No hay
evidencia de que en la Edad Media existiera un temor generalizado a ser enterrado vivo.
Igualmente, el término dead ringer (‘ser idéntico a’) tiene su origen en las carreras de
caballos y no en el Medioevo. La frase graveyard shift (‘turno de noche’) surgió en el siglo
XX, no en el Medioevo.7
La serie de televisión Cazadores de mitos probaron el mito a ver si alguien podía sobrevivir
a ser enterrado vivo durante dos horas antes de ser rescatado. Uno de los presentadores,
Jamie Hyneman, lo intentó. Sin embargo, debido a que el ataúd se estaba doblando bajo el
peso de la tierra usada para cubrirlo, el experimento finalizó prematuramente debido al
riesgo y a la falta de oxigeno.
San Oran fue un druida que vivía en la isla de Iona en las Hébridas Interiores de Escocia.
Se convirtió en seguidor de san Columba, que llevó el cristianismo a Iona y la Europa
continental desde Irlanda en el año 563. Cuando san Columba tuvo problemas reiterados
al construir la abadía de Iona original, mencionando interferencias del demonio, san oran
se ofreció como sacrificio humano, y fue enterrado vivo. Lo desenterraron más adelante y
encontraron que aún vivía, pero pronunció tales palabras blasfemas describiendo la otra
vida que había visto y en la que no había cielo ni infierno, que ordenaron volver a cubrirlo.
El edificio de la abadía siguió adelante sin problemas y la capilla de san oran marca el
punto donde enterraron al santo.[cita requerida]