1. 1
UNIDAD
Situaciones y condiciones
propicias para el desarrollo de
las competencias matemáticas
1
TEMA 2
Antes que mencionar fórmulas metodológicas concretas para propiciar aprendizajes, Alsina
y Pastells, mencionan que ante cualquier otra actividad docente, se debe conocer las
necesidades de los niños, brindando oportunidades para que aprendan de manera autónoma,
pero con el acompañamiento del adulto conocedor de la naturaleza infantil. Ante ello, se
puede decir que existe un consenso universal en definir cómo aprenden los niños.
Manipular
y explorar
objetos
Vivenciar
las situaciones
a través de
su cuerpo y
movimiento
Expresarse
oralmente
Los
ninos
aprenden
al:Observar
el entorno a
través de los
sentidos.
Trabajar
en
pequeños
grupos
Jugar
Considerando esta particular forma de aprender de los niños de educación inicial, el
desarrollo de las competencias debe darse en un espacio educativo significativo, entendido
como el escenario de aprendizaje estructurado, retador y generador de múltiples y variadas
experiencias. Para que un espacio educativo resulte significativo, debe ser al mismo tiempo:
1) una situación estructurada, 2) un contexto de interacción, 3) una situación de resolución de
problemas y, 4) una situación que exija el uso de competencias variadas.
Es importante señalar que las cuatro características pueden y deben estar presentes en una
misma situación de manera integrada.
SITUACIONES
ESTRUCTURASDAS
CONTEXTO DE
INTERACCIÓN
SITUACIONES DE
RESOLUCIÓN DE
PROBLEMAS
SITUACIONES QUE
EXIJAN VARIADAS
COMPETENCIAS
ESPACIOS
EDUCATIVOS
SIGNIFICATIVOS
Un espacio educativo significativo debe ser una situación “estructurada” tanto para los niños
como para el docente. Además; tener un propósito de aprendizaje, incluir la interacción
docente niño durante todo el proceso de aprendizaje y, los, materiales educativos.
2. 2
Llamamos “situación estructurada”, a la actividad planeada con anticipación, que responda
a los intereses y necesidades de los niños, y considere los recursos necesarios y el espacio
adecuado para desarrollar la actividad.
Los contextos de interacción constituyen los espacios educativos que brindan a los niños
un mayor número de posibilidades para interactuar con el mundo cultural y social que los
rodea. Por ejemplo, escuchar relatos, juegos, canciones y danzas de su región. Los relatos,
les ayudan a comprender y respetar las ideas, las creencias y los sentimientos de los demás,
la cooperación, el trabajo en equipo y la solidaridad; todas estas capacidades son necesarias
para el desarrollo de competencias que garantizan la participación de los niños como seres
humanos responsables, respetuosos y capaces de convivir con otras personas.
Simultáneamente, este tipo de contextos de interacción permiten a los niños la construcción de
su identidad, la definición de su personalidad, la adquisición de saberes, creencias y valores
compartidos y el logro del sentido de pertenencia a una comunidad cultural.
Asimismo las actividades lúdicas favorecen la capacidad de pensar desde la perspectiva del
otro, de elegir y tomar decisiones, de seguir reglas, de asumir responsabilidades.
Las actividades de construcción, permiten que los niños
y niñas perciban nociones al comparar opuestos: armar,
desarmar, alto, bajo, largo, corto, etc. Además, les permite
explorar los objetos y percibir sus propiedades físicas de color,
peso, volumen, entre otras.
Las actividades de manipulación libre de los objetos,
favorecen la abstracción reflexiva; es decir, encontrar
relaciones entre los objetos para resolver desafíos,
presentados por el maestro.
Las actividades de expresión gráfico plástica como
el dibujo o la pintura, favorecen la percepción de las
partes independientemente del todo, desarrollándose
la reversibilidad del pensamiento.
Las actividades de psicomotricidad, favorecen la
interacción con los objetos, el espacio y el trabajo
con los demás. Permiten que los niños y niñas se
muevan y se desplacen en libertad, reflexionando
sobre la acción que realizan y estructurando diferentes
nociones de forma, localización, movimiento, cantidad,
medida, entre otras
El juego libre en los sectores es un escenario donde los
niños se desplazan libremente por todo el espacio del aula,
interactúan con los materiales, exploran las propiedades de los
objetos, lo que favorece el desarrollo perceptivo y por ende, la
adquisición de nociones matemáticas.
3. 3
Una situación de resolución de problemas es un
escenario específico en el cual se plantean acciones
que los niños deben realizar para alcanzar una meta
propuesta. Para alcanzarlas, es necesario organizar
estrategias. Un problema puede ser considerado
como una pregunta a la que no se puede dar una
respuesta inmediata o, como una situación que no es
posible alcanzar de manera inmediata.
Por ejemplo, cuando los niños tienen que
aprender a atarse los pasadores de los
zapatos, enfrentan un verdadero problema: no
saben cómo hacer el nudo, ni hacer la lazada.
Intentan varias estrategias para hacerlo. Una
vez que los niños han aprendido a amarrarse
los pasadores, esta situación ya no constituye
un problema para ellos, pues ya saben los
movimientos que deben realizar. Lo que
inicialmente fue una situación problema se
convierte en una rutina aprendida.
Comprender
el problema
Trazar un plan
y resolver el
problema
Evaluar el
resultado
Durante el proceso en que los niños se enfrentan a situaciones problema, el docente facilita
los aprendizajes, proporcionándoles recursos y formulando preguntas que lo motiven a la
indagación. En las rutas del aprendizaje (p. 68-69) se propone las siguientes estrategias:
Guiar la comprensión del problema mediante preguntas que ayuden al niño a establecer
diferentes relaciones con la información contenida en la situación pidiéndoles que digan
lo que comprendieron del problema con sus propias palabras. ¿Qué es lo que tienes
que hacer? ¿Cómo lo harías tú?
Propiciar la representación del problema con el material concreto y dibujos: ¿Puedes
dibujar/ dramatizar, lo que te piden?
Permitir a los niños utilizar estrategias que se adecúen a sus posibilidades como
por ejemplo, el ensayo y error, la simulación, el uso de un dibujo, la manipulación de
material concreto, etc.: ¡Inténtalo, otra vez!, Prueba a encontrar una solución con este
material.
Fomentar la comunicación de las estrategias que siguieron durante y después del
proceso de resolución: ¿Cómo lo hiciste? ¿Qué hiciste primero? ¿Y después?
Rescatar los procesos de resolución que fueron efectivos y también los que no lo fueron
para que, luego, los niños puedan aprender de sus propios errores: ¿Qué dificultades
tuviste? ¿Cómo lo resolviste?
4. 4
Realizar paulatinamente con los niños la estimación de resultados antes de llegar al
resultado: ¿Qué piensas que ocurrirá?
Potenciar la reflexión, la perseverancia y el esfuerzo realizado por cada niño. Esto les
permitirá disfrutar de la resolución de problemas a pesar de las dificultades y/o del
razonamiento propio de su edad: ¿Te animas a intentarlo de nuevo?
Valorar el proceso de resolución y “no solo” el resultado final. “Me gustaría mucho que
le cuentes a tus compañeros, como lo hiciste”
Hay situaciones que resultan significativas y promueven el uso de múltiples competencias,
por ejemplo: “poner la mesa para comer”, establecen una correspondencia “uno a uno” entre
el número de platos y de niños, cuenta los cubiertos, se ponen de acuerdo en las tareas que
van a realizar, asumen responsabilidades, etc.
Si la actividad se lleva a niveles de representación gráfica y no queda en la actividad en sí
misma, los niños podrán visualizar conceptos numéricos; por ejemplo, el dibujo de los cuatro
tenedores y cucharas corresponden al número cuatro (4). Cuando los niños, representan
la cantidad de objetos con dibujos, grafismos o números, los docentes podemos observar a
través de los mismos, el nivel de abstracción del número.
Como vemos, estas situaciones demandan condiciones necesarias para el aprendizaje de la
matemática, a continuación mencionaremos las que han sido consideradas en las Rutas del
aprendizaje 2015.
Establecer un clima de confianza para que los niños puedan disfrutar en diversas
actividades.
Ser paciente, respetando los ritmos de aprendizaje de cada niño.
Si es una situación de juego o una actividad lúdica propuesta por los docentes, debemos
observarla, acompañarla e intervenir con preguntas precisas que generen curiosidad
5. 5
y necesidad de resolver situaciones, por ejemplo, para contar, para comparar, para
ordenar, estimulando la búsqueda de estrategias y soluciones que favorezcan el
aprendizaje.
Ser innovadores y aplicar diversas estrategias didácticas respondiendo a los diversos
estilos de aprendizaje de los niños y evitar el uso de hojas de aplicación.
Podemos concluir con una frase de Froebel, fundador del primer Kindergarten y
precursor del juego en el aprendizaje:
“Todo lo que rodea al niño debe serle presentado de manera precisa y clara. Empléense
siempre expresiones exactas, frases simples y claras, para designar al niño las condiciones
de espacio y de tiempo y de todas las propiedades peculiares al objeto que se le quiera dar
a conocer”