Este taller busca enseñar la importancia de la empatía a través de la lectura y discusión de narraciones literarias. Los estudiantes leen un cuento sobre un pastelero que crea una tarta mágica que les da a las personas del pueblo la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Luego de probar la tarta, los habitantes dejan de pelear y son capaces de comprender diferentes perspectivas. Finalmente, los estudiantes reflexionan sobre la importancia de entender a los demás y cómo la empatía puede mejorar las relaciones
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Taller la empatía mediante las narraciones literarias
1. TALLER LA EMPATÍA MEDIANTE LAS NARRACIONES LITERARIAS
OBJETIVO: abordar la importancia de la empatía mediante el uso de las
narraciones literarias
RECURSOS MATERIALES: narraciones literarias
1-Se lee a los estudiantes el siguiente cuento:
LA TARTA EMPATÍA En un pueblo llamado Villa Delicia todo el mundo se llevaba
mal. ¡Se peleaban por tonterías¡ Quién entregaba el periódico, quién llegaba
primero a los sitios, en fin, un desastre. Un día un pastelero mágico llegó al pueblo.
El pastelero Don Bombón abrió una pastelería fantástica en la Plaza de La Galleta
que era la plaza principal del pueblo, una gran plaza redonda como una galleta en
la que se encontraba el ayuntamiento, la iglesia y los principales comercios del
pueblo. Estaba muy contento con su pastelería, con el clima, con el paisaje, le
gustaba todo lo del pueblo menos el comportamiento de sus habitantes. Pensando,
pensando…se le ocurrió una idea de rechupete. Uniendo sus dos pasiones que eran
la repostería y la magia, creó una tarta encantada. Aquella maravillosa tarta tenía el
don de hacer que las personas se pusieran en el lugar de las otras, viendo las cosas
desde su punto de vista y sintiendo lo mismo que los demás. A aquel increíble pastel
lo llamó TARTA EMPATÍA. Estaba todo listo, solo faltaba conseguir que todos los
habitantes probaran su pastel mágico, pero no se le ocurría nada. Mientras estaba
en su pastelería buscando una solución, oyó que en la plaza anunciaban que el
ayuntamiento invitaba a todos los habitantes a una comida el día de la fiesta del
pueblo. Don Bombón encontró la respuesta a su problema. Cruzó corriendo la Plaza
de La Galleta hasta llegar al ayuntamiento, allí le ofreció al Alcalde Don Tiramisú
regalar uno de sus pasteles como postre de la comida. Don Tiramisú aceptó
encantado. ¡Su plan ya estaba en marcha¡.
Llegó el día de la fiesta. Allí estaban todos, Don Tiramisú y su mujer la Señora Tutti
Fruti, el señor Don Tocinito de Cielo, cura del pueblo, el policía Don Rapadura, la
dueña del restaurante Doña Bienmesabe, la maestra la Señorita La Mousse, Don
Bizcochón, el cartero…no faltaba nadie. Al llegar la hora del postre todos comieron
2. su trozo de tarta sin dejar nada en el plato. Don Bombón estaba contentísimo su
plan había salido a pedir de boca.
De repente, la comida que hasta ese momento había sido un desastre se convirtió
en una encantadora reunión. Ya no discutían ni se faltaban al respeto entre ellos,
no se decían cosas desagradables sin importarles si se hacían daño los unos a los
otros. Se hablaban moderadamente, respetaban las opiniones de los demás, y lo
más importante de todo eran capaces de ponerse en el lugar del otro, de
comprender lo que sentían y pensaban, por eso comprendían el daño que estaban
causando. A partir de ese momento todos supieron como hacer valer sus propios
derechos sin dañar los de los demás. Y eso es lo que significa exactamente la
palabra EMPATÍA. Cuando Don Bombón comprobó que en Villa Delicia todo estaba
a punto de caramelo, pensó que su magia buena y sus pasteles ya habían cumplido
su labor. Entonces decidió marcharse a otro lugar donde su magia dulce pudiera
ayudar.
2. Luego de la lectura del cuento se cuestiona a los estudiantes ¿Cómo crees que
se siente el personaje? ¿Por qué se siente así? ¿Qué crees que puede estar
pensando?
3. Finalmente se lee a los estudiantes el siguiente fragmento y se procede a
reflexionar sobre la importancia de la empatía y la importancia de entender al otro
Dormía tranquilamente un león, cuando un ratón empezó a juguetear encima de su
cuerpo. Despertó el león y rápidamente atrapó al ratón; y a punto de ser devorado,
le pidió éste que le perdonara, prometiéndole pagarle cumplidamente llegado el
momento oportuno. El león echó a reír y lo dejó marchar. Pocos días después unos
cazadores apresaron al rey de la selva y le ataron con una cuerda a un frondoso
árbol. Pasó por ahí el ratoncillo, quien al oír los lamentos del león, corrió al lugar y
royó la cuerda, dejándolo libre. - Días atrás -le dijo-, te burlaste de mí pensando que
nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los
pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.