El suelo es un recurso natural compuesto de minerales, aire y materia orgánica que provee nutrientes a la flora y fauna. Sin embargo, las actividades humanas como la minería, la agricultura con uso excesivo de agroquímicos y la contaminación industrial pueden dañar los suelos haciéndolos menos productivos, causando erosión y pérdida de biodiversidad. Para contrarrestar esto, es importante proteger los suelos plantando árboles, agregando abono y tomando medidas para evitar la contaminación.