Willson es un niño huérfano que sufre bullying en la escuela. Su clase organiza un viaje de fin de curso a un parque temático llamado Reveria. Al llegar, Willson se da cuenta de que sus compañeros están actuando de forma extraña debido a unos caramelos que les dieron los profesores y él rechazó. Se hospedan en un hotel abandonado y tenebroso. Willson y su amigo Antonio deciden explorar el parque temático por la noche para investigar.
1. 1.
Era un año como otro cualquiera … Willson no era un niño normal: en el colegio le hacían
bullying y sus padres habían fallecido en un trágico accidente de coche cuando él tenía tan solo
seis meses de vida.
En julio, el colegio de Willson decidió realizar una excursión de fin de curso a un parque
temático. Decidieron que los niños no tenían que recaudar los fondos necesarios, ya que vivían
en un pueblo de unos doscientos habitantes, más o menos.
Willson era muy feliz porque nunca había podido ir, ya que no tenía el dinero suficiente para
pagar la entrada. Al llegar a casa de su abuela Josefa, que era donde vivía, le faltó tiempo para
ir a contárselo.
Josefa estaba muy feliz de ver a su nieto tan contento.
Pasaban los días y… ¡por fin! Todos los alumnos estaban histéricos, ya que había llegado el día
de la excursión.
Willson siempre llegaba tarde a clase, pero ese día había llegado el primero. Se subieron al
autobús para emprender el viaje de una semana a Reveria, un lugar un tanto extraño del que
ninguno de los cincuenta alumnos había oído hablar.
Cuando el autobús tuvo que pasar por un túnel, Willson sintió un dolor de cabeza, como si le
acabaran de explotar una bomba en el cráneo. Después se sumergieron en un lugar siniestro,
oscuro, donde parecía que todo tenía vida… ¿o no? Los zorros… ¿eran hombres lobo? Nadie
estaba seguro de lo que eran, lo que sí sabían con certeza era que los ojos rojos de estos seres
acechaban en la oscuridad, asomaban entre los matorrales del bosque y las pocas personas
que había tenían un aire un tanto … aterrador, con olor a muerte segura.
Willson parecía ser el único del autobús que estaba asustado: los demás niños estaban
cantando: “Alcohol, alcohol, alcohol, alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos, y el
resultado nos da igual …” Y las niñas estaban haciéndose selfies.
Al encontrarse en esta situación, Willson intentó imaginarse lo que les podía haber pasado a
sus compañeros … Estuvo fantaseando durante diez minutos hasta que se dio cuenta de que
antes de subirse al autobús les habían dado a todos y cada uno de sus compañeros unos
supuestos “caramelos”. A Willson no le gustaban y le dijo a los profesores que él no quería,
pero los profesores insistieron. Willson, asustado por la terquedad de estos, tomó los
caramelos y los metió en su bolsillo … Ahora que lo recordaba, él era el único que no se los
había comido.
Ahora lo entendía todo, sus compañeros estaban abducidos por el intenso efecto de las …
- ¡Hemos llegado! –gritó el conductor.
Todos estaban entusiasmados por llegar y, por una vez, Willson estaba de acuerdo con ellos.
No podía seguir soportando las miradas fijas y amenazantes de los habitantes de este siniestro
pueblo.
Comentario [c1]: Esta frase no aporta
nada. Recomiendo eliminarla. Decid lo que
pensáis al respecto.
Comentario [c2]: Nombre del
protagonista. ¿No sería mejor escribirlo
con una sola “l”? Así es el apellido real,
aunque quizá prefiráis este otro por algún
motivo. Discutámoslo.
Comentario [c3]: Atención a la
repetición de palabras.
Comentario [c4]: ¿Sustituir?
Comentario [c5]: ¿Qué quiere decir
esta frase? No se entiende.
Comentario [c6]: ¿A dónde?
Comentario [c7]: Atención a la
repetición de palabras.
Comentario [c8]: ¿Está justificado el
punto y aparte?
Comentario [c9]: Algo explota o
alguien hace explotar algo, pero no
*alguien explota algo.
Comentario [c10]: Recordad que
Comentario [c11]: ¿No se abusa de los
puntos suspensivos?
Comentario [c12]: No se entiende bien
a qué situación alude.
Comentario [c13]: ¡Otros puntos
suspensivos!
Comentario [c14]: ¿Profesores que
drogan a los alumnos? En fin, no nos dejáis
en muy buen lugar, pero bueno … En este
libro vosotros mandáis.
Comentario [c15]: ¿Estos puntos
suspensivos tienen sentido aquí? ¿No
estarían mejor detrás de “lo recordaba”?
¿Qué hacéis: los suprimís, los cambiáis de
sitio?
2. Al llegar a la puerta de… Willson no sabía qué era eso exactamente. Un edificio alto se alzaba a
sus pies. Sus puertas eran grandes y oxidadas, los cristales que formaban gran parte de la
fachada estaban rotos, eran translúcidos debido al polvo y a través de los trozos ausentes de
cristal se apreciaban telas de araña. Todo tenía un aspecto escalofriante. Y, muy a su pesar, ese
era el hotel donde Willson iba a pasar las vacaciones.
Un anciano chepudo los acompañó hasta un mostrador. Allí el profesor formó grupos de cinco
personas, ya que solo había seis habitaciones, y eran treinta en clase. A Willson le tocó con los
hermanos Pérez, con Faustino y con Antonio, que era el único niño con el que se llevaba…,
bueno, el único niño con el que no se llevaba mal.
Los niños y niñas corrieron entusiasmados hacia las habitaciones. Cuando ya se habían
“instalado” el chepudo les avisó de que en la parte trasera del hotel había un parque temático,
pero que si querían ir que se apresuraran, porque ya eran las seis y media, y en cuanto
anocheciera no se podía entrar.
Willson sí quería ir, ya que era lo único que parecía ser interesante de momento en esta
excursión. Le preguntó a Antonio:
- ¿Te apetece venir conmigo?
- ¡Vale! –contestó él-. Me encantaría saber por qué no se puede estar aquí por la noche.
Ya eran las nueve y media y, como era verano, todavía empezaba a anochecer.
- A mí también me intriga –Willson se quedó dándole vueltas.
Los niños volvieron a su dormitorio. La habitación disponía de dos camas de matrimonio y
una supletoria, los chicos tenían que dormir en pareja y uno de ellos solo. Willson compartía
cama con Antonio.
Una vez que tenían puesto el pijama los llamaron para cenar. Al llegar al comedor, la comida
tenía muy buena pinta, el pollo más jugoso que los niños habían probado.
Al irse a acostar, Willson esperó a que los demás estuvieran dormidos para salir de la
habitación e ir al parque trasero.
Comentario [c16]: En esta parte la
puntuación es defectuosa. Revisar y
corregir.
Comentario [c17]: ¿No eran
cincuenta?
Comentario [c18]: ¿Es necesario
duplicar el sujeto en “niños y niñas”?
¿Aporta algo aquí? Fijaos en que luego es
necesario decir que estaban
“entusiasmados”, tanto unos como otras.
Comentario [c19]: Esta oración se
leería mejor si le añadiéramos una coma.
¿Quién sabe dónde?
Comentario [c20]: Yo sugiero mejorar
la redacción de esta frase, pero es cosa
mía. Quizá a vosotros os guste más así.
Hablémoslo en clase. Proponed
alternativas.
Comentario [c21]: ¡Uy, esas reglas de
la coma! ¿No estaría mejor otro signo de
puntuación? Razonad.
Comentario [c22]: Aquí, en cambio,
falta. No es indispensable, pero ayudaría a
leerlo.
Comentario [c23]: ¡Dichosa coma!
¡Cuánta lata da! ¿Ahora qué pasa?