1. Ambiente y La Felicidad Humana
01 VI 2013
Larry Oblitas Montalvo
Muchas veces mientras hablamos de conductas
amigables con el ambiente, de buenas prácticas
ambientales, se nos viene a la cabeza
Esas plantas en masetas que tenemos en
casa con el fan de tener algo verde como
símbolo de frescura y vida.
El hecho de cuidar nuestro parque, porque
nos gusta escuchar el canto de las aves y
verlas revolotear cuando cae la tarde en
busca de refugio para pasar la noche.
O quizá, el clasificar las botellas de plástico
y de vidrio, compactar las latas, separar
papel y cartón para ser entregado a un
reciclador.
Por esas acciones realizadas, ¿estamos cumpliendo
con mejorar el ambiente y el entorno que nos rodea?
Si, y eso es válido; pero no está del todo completo.
A nosotros nos ha tocado vivir una época donde el
tiempo es el peor enemigo, momentos acelerados y
vertiginosos donde nos dicen que las batallas no la
ganan los más fuertes sino los más rápidos; sin
darnos cuenta que el ambiente, nuestro planeta
Tierra, tiene su tiempo y periodo de regeneración,
tiene su propia cadencia, y a nosotros nos han
preparado para comernos al mundo, salir a ganar, y
muchas veces buscando el beneficio propio e
individual.
Pero en esta época; Si, hoy en día, nos toca
desarrollar y tener la capacidad de desaprender y
reaprender, sacarnos de la cabeza que ambiente es
solo arbolitos y pajaritos, ambiente es el lugar donde
nosotros nos desarrollamos y entablamos relaciones
con los seres y elementos que tenemos en nuestro
entorno; y sus componentes son lo físico (la
naturaleza y lo hecho por el ser humano), lo social
(interactuar con otras personas de pensamientos,
creencias y costumbres distintas a la nuestra), lo
cultural (revalorar conocimientos ancestrales,
generar un sentido de pertenencia e identidad);
sobre esta base deberíamos empezar un proceso de
alfabetización ambiental y comprender que la
temática ambiental es trasversal a todas las
actividades que desarrollemos.
Entender, que este no es un problema ambiental
sino que es un problema de carácter político, por que
el ser humano es un animal político por naturaleza,
que necesita vivir en sociedad, se dé cuenta o no se
dé cuenta; que necesitamos de la voluntad política
por parte de las autoridades y el compromiso
cívico por parte del ciudadano de manera individual
y/o organizada.
¡Busquemos el desarrollo! Pero este, no puede ser
en contra de la felicidad, tiene que ser a favor de la
felicidad humana; “La felicidad de uno, depende de
la felicidad del otro”.
Con esto no estamos diciendo ni estamos motivando
a iniciar una lucha por implantar otra cultura de
convivencia, solo pido; Que cuando luchemos a
favor del ambiente, hay que tener en cuenta que el
primer elemento del ambiente se llama:
La Felicidad Humana.