Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Itsl trabajo grupal de guarani
1. INSTITUTO TECNICO SUPERIOR LEGISLATIVO
HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS
CARRERA DE TECNICA LEGISLATIVA
TRABAJO PRÁCTICO DE GUARANÍ
‘‘PLATA YVYGUY’’
GRUPO N°3
KATUPYRYKUÉRA:
• Mónica Bogarin.
• Agustín Gómez.
• Mariela González.
• Germán Jovellanos.
• Israel Martínez.
• Lena Martínez.
• Néstor Paredes.
• César Portillo.
• Leticia Rojas.
MBO’EHÁRA: Prof. Lic. Selva Acosta
2. Asunción-Paraguay
2019
ÑEPYRÛRÂ
El tesoro oculto o PLATA YVYGUY se conoce en todo el Paraguay, pero muy
especialmente por los pueblos de Piribebuy, Luque, Caraguatay, Santaní y alrededores,
lugares donde se libraron cruentos combates de la Guerra Grande. Hay muchas leyendas
que cuentan la existencia de tesoros enterrados desde la época de la conquista, sobre
todo en América del Sur, en el territorio incaico. En nuestro país, sin embargo, se
atribuye a los jesuitas el entierro de muchos tesoros, cuando estos fueron expulsados del
Paraguay por la corona española en 1767. La creencia en los entierros creció mucho más
en el país después de la guerra del 70
Muchos de los que partieron en éxodo doloroso perdieron sus vidas en esos avatares y
por ende jamás fueron desenterrados los tesoros que dejaron en las entrañas de la tierra.
Mucho se habla del tesoro del Estado Paraguayo enterrado durante la Guerra Grande,
pero el lugar nunca se encontró. Según las creencias, hay muchas formas de reconocer
los lugares donde fueron enterrados estos tesoros o plata yvyguy, a veces se ven luces
fijas o intermitentes, otras veces aparecen los póras protectores transformados en
animales, como perro sin cabeza, etc.
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3. Plata yvyguy: la leyenda de los Tesoros
enterrados del Paraguay
Plata Yvyguy es una leyenda de tesoros enterrados en la Guerra del 70. Se
manifiesta al afortunado como luces intermitentes, fuegos fátuos y un perro
blanco, sin cabeza, que custodia el lugar. El pesado cofre de tesoros antiguos
debe ser desenterrado por la persona indicada, exenta de avaricia.
Estando en Paraguay escuchamos muchas historias acerca de hallazgos de
tesoros, que narran como verídicos. La mayoría de las personas refieren
conocer o haber escuchado de algún caso.
Entonces, cómo no lanzarse a la búsqueda si todo el mundo dice que existe?
Es más, en nuestro campo, en la Colonia San Patricio de San José de los
Arroyos, dicen que hay tesoros enterrados. Y unas de las primeras cosas que
notamos al pisar nuestro terreno fue la gran cantidad de pozos y excavaciones
sin sentido.
Pero metámosnos un poco más en este tema tan interesante
Qué dice la leyenda:
En la noche tempestuosa, que cubre el cielo con rayos y truenos, la persona
que transita por la comarca suele contar que observa una llama misteriosa y
fugaz, que se mueve de un lugar a otro, para apagarse posteriormente al pie de
una planta de tala (juasy’y). La misma no es otra cosa que el mentado plata
yvygüy. Asimismo se cuenta que muchas personas vieron en horas de la noche
un perro blanco sin cabeza que luego desaparece en algún sitio.
Numerosas personas afirmaron haber desenterrado esta fortuna que se hallaba
oculta bajo el suelo. Se cree que solamente las personas buenas y generosas
pueden encontrar el anhelado plata yvygüy.
Hay muchas leyendas que cuentan la existencia de tesoros enterrados desde la
época de la conquista, sobre todo en América del Sur, en el territorio incaico.
En Paraguay, sin embargo, se atribuye a los jesuitas el entierro de muchos
tesoros, cuando estos fueron expulsados del Paraguay por la corona española
en 1767.
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4. La creencia en los entierros creció mucho más en el país después de la
contienda del 70. Se presume que a medida que los invasores extranjeros
avanzaban sobre el territorio paraguayo, poblaciones enteras corrían y se
refugiaban donde podían llevando consigo sólo lo indispensable. En esos
tramos, muchos enterraban sus joyas en oro y plata, ya sea en cántaros o
cofres en lugares bien identificados con marcas en árboles o terrenos
accidentados. Muchos de los que partieron en éxodo doloroso perdieron sus
vidas en esos avatares y por ende jamás fueron desenterrados los tesoros que
dejaron en las entrañas de la tierra. Mucho se habla del tesoro del Estado
Paraguayo enterrado durante la guerra, pero el lugar nunca se encontró.
Buscar plata yvyguy es "un deporte" con muchos adeptos en Paraguay
Realidad y fantasía se conjugan para crear una de las leyendas que más da
que hablar en el Paraguay: la plata yvyguy. Hernán Candia, buscador
profesional de tesoros, dijo que conoce por lo menos 1.000 casos de gente que
encontró cofres, cántaros y otros recipientes. "Yo tengo más de 1.000 casos
que me han comentado, que tengo grabados y documentados de gente que
cuenta que un fulano sacó y que lo mataron o que lo asaltaron", aseguró.
Uno de los tantos apasionados buscadores
El mito se remonta a la Guerra contra la Triple Alianza, cuando supuestamente
el mariscal Francisco Solano López hizo esconder -nadie sabe dónde
exactamente- oro y plata.
Árboles que tienen luminosidad, seres que señalan con el dedo índice el lugar
donde está ubicado el oro o perros que toman forma humana son las
características de los guardianes leales a López que han decidido quedarse a
cuidar el tesoro, que solo entregarán a personas sin codicia.
Cuando el pora se da cuenta de que el tesoro va a ser sacado por alguien que
considera no merecedor, hace todo lo posible por evitar que el individuo
armado de avaricia, picos y palas, desentierre el oro. Aunque a veces, como es
el caso del parque Caballero, el fantasma recurrió a la prensa para ahuyentar a
los buscadores.
Historiadores locales aseguraron en el pasado que objetos de oro y plata
pertenecientes a las familias más adineradas del país fueron sepultados
cuando estalló la Guerra de la Triple Alianza, que enfrentó a Paraguay con sus
vecinos Brasil, Argentina y Uruguay a finales del siglo XIX.
“Mi papá sacó dos veces plata yvyguy”
Uno se hizo rico y armó la empresa de transporte de Paraguarí (Cuentan en el
diario Crónica)
En esta olla fabricada en Ybycuí, ndaje se guardaba oro.
“Mi papá sacó dos cajones. Él sabía cómo sacar el plata yvyguy, conocía los
códigos y sus significados. Un día su compañero le quiso traicionar pero una
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5. fuerte señal le advirtió”, cuenta Angela González (70), para quien hablar de
estas cosas es absolutamente normal. Todavía, ella cree, hay plata yvyguy en
Paraguay, incluso en carretas.
No aparenta su edad. Habla con mucha naturalidad de sus experiencias.
Recuerda cuando ella tenía siete años, cuando su padre, Salvador González
(Chalo ’i), extrajo un cajón con chimbe en Guarapí, Yaguarón.
Lo abrió y se encontró con un montón de carbón, que lo dejó junto al pozo de
donde lo sacó. “Es carbón nomás”, dijo. Horas después pasó por ahí otro
vecino y se lo llevó, encontrándose con que era oro. “Ese señor era el que creó
con esa fortuna la empresa de ómnibus Paraguarí, dijo la señora.
Cuenta que el nuevo rico a menudo pasaba por la casa de Chalo’i y le dejaba
un regalito porque mediante él aquel se volvió rico. Mantuvieron buenas
relaciones y la fama de Chalo’i creció.
La búsqueda de oros enterrados todavía es activa en Paraguay, a casi 140
años del fin de la Guerra Grande.
Para Miguel Ángel Romero, santero y encargado del Museo de Historia de
Piribebuy, efectivamente, el tesoro de López desapareció después de Piribebuy
y que si se los enterró, se tuvo que haber hecho en envases de hierro, como
las ollas fabricadas en Ybycuí.
LO DIJERON:
- Angela González, hija de buscador
“Una vez mi papá estaba por sacar el oro. Pilló por el característico olor,
paleaba en el pozo, mientras otro le ayudaba, hasta que salió del lugar una
enorme víbora”.
- Miguel Romero museo
“No sé si existe o no plata yvyguy en Piribebuy, pero el general Caballero tuvo
a su cargo hacer estos entierros, según historiadores”.
“Plata yvyguy rekávo” murió de un derrame
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6. Otras Historias:
Eusebio Rojas, o el “Pibe de oro”, era bohemio y trovador aparte de buscador
de tesoros; era el más conocido de los buscadores, tenía una colección de
objetos encontrados.
Se hizo conocido porque los medios de prensa acudían a él cuando había un
caso de plata yvyguy. Ayer le estaban velando en el salón velatorio de la
parroquia de la Virgen de los Dolores, cerca del Mercado 4, a Eusebio Rojas
(50), conocido como el “Pibe de oro”, quien desde los 18 años se dedicó a
buscar y encontrar tesoros enterrados, o sea plata yvyguy; el último trabajo que
estaba haciendo era buscar el tesoro guasu de la época de los López en la
zona de Arroyos y Esteros, no se sabe si encontró o no el sitio.
Derrame. Extrañamente el “Pibe de oro” no murió sepultado bajo escombros,
buscando tesoros escondidos, sino que la muerte le sorprendió a través de un
derrame cerebral. No era rico, pero sí llevaba una buena vida de mboriahu
ryguatã, tenía su taller de gomería, alineación y balanceo de ruedas sobre
Perú, a cinco cuadras del corazón del Mercado 4.
Su socio-empleado de búsquedas de plata yvyguy, Pablo Ortega (45), se
encargó de abrir el “cofre de los tesoros” de la casa del “Pibe de oro” y
mostrarnos, ayer, parte de lo que ellos encontraron con la máquina buscadora
de tesoros en casi 30 años de recorrer todo nuestro país, buscando plata
yvyguy. Los hallazgos de tesoros fueron varios, espadas de samurai, bombilla
para terere de oro y plata, monedas de oro del 1800, efigies hechas de metal,
una especialmente que dice en la parte de abajo: “A mister Krchare 15 july
1868”, forman parte de lo que dejó.
Suerte. También encontraron oro con la máquina de buscar tesoros en varias
oportunidades, pero Eusebio Rojas “siempre tuvo suerte, porque le contrataban
las personas, si encontraban algo, él cumplía su parte, no ambicionaba más de
lo que ya se había hablado con el contratante”, dijo su socio Ortega.
El “Pibe de oro” y sus ayudantes con el “patrón” de turno encontraron tesoros
en varios lugares de nuestro país, en San Juan Nepomuceno es uno de los que
recuerda Ortega; allí encontraron un cofre de oro lleno de monedas de oro del
1800, no contó quién fue el contratante y mucho menos el sitio.
De pesca. “Esto de buscar tesoros es como la pesca, podés pescar peces
grandes o podés salir capirote, así nomás”, era la frase preferida del hoy
fallecido. Lo recuerdan avei como bohemio y trovador, el animador de las
fiestas de cumple y cuanta reunión de “tercer tiempo” había.
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7. Buscando “plata yvyguy” cuarentón muere sepultado a 8 metros bajo tierra
Un conocido poblador de la zona encontró la muerte buscando el famoso “plata
yvyguy”. El mismo quedó enterrado vivo a unos 8 metros de profundidad,
mientras que su socio se salvó de milagro, porque casualmente le tocaba
quedarse afuera.
Capiibary, San Pedro. Alberto Núñez. Corresponsal.
Efectivos de la Policía Nacional, bomberos voluntarios y varios pobladores, con
la ayuda de una retroexcavadora trabajaron arduamente, durante alrededor de
seis horas, para lograr rescatar el cuerpo del desafortunado.
La desgarradora escena se registró hoy alrededor de las 10 de la mañana, en
el interior de una propiedad perteneciente a la señora Eustaquia Aguilar,
situada en el asentamiento Calle 1º de Marzo de este municipio.
Resultó víctima fatal Eleucipo Gavilán Salinas de 38 años de edad, domiciliado
en el lugar denominado Pablo Cué; el que logró salvar la vida, primo del ahora
fallecido, fue identificado como Bartolomé González Villalba, de 56 años,
domiciliado en las inmediaciones del lugar del hecho.
“Nosotros estuvimos cavando desde el lunes pasado porque, según él, allí se
encontraba el ´plata yvyguy´ (un tesoro de la Guerra Grande), que había sido
captado a través de un detector”, manifestó González.
PAHA
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8. Hasta hoy día PLATA YVYGUY sigue forjando sus ráfagas de misterio y despertando
gran interés en la creencia popular. La gente no se resigna al mito y no faltan quienes
aparecen como baqueanos de lugares donde supuestamente existe el preciado tesoro.
Algunos más modernos se han provisto inclusive de potentes aparatos detectores de
metales para llegar a desenterrar el PLATA YVYGUY. Los testimonios no faltan,
tampoco aquellos que siguen asociando indisolublemente al perro blanco que aparece y
se esfuma llevando siempre consigo la magia del misterio. Hay historias increíbles
narradas por buscadores de PLATA YVYGUY, por lo menos esto no desfallece con el
paso de los años.
BIBLIOGRAFIA
http://alparaguay.blogspot.com/2010/05/misterios-del-paraguay-buscando-
plata.html#sthash.Q6OiBhxt.dpuf
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10. ANEXO
Guarani Ñe'ê – David Galeano Olivera
KÁSO ÑEMOMBE’U: NDAHA’ÉIMBORA’E PLATA YVYGUY
KÁSO ÑEMOMBE’U: NDAHA’ÉIMBORA’E PLATA YVYGUY
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11. Ohai: David Galeano Olivera
Amoite Guasukuápe niko oikova’ekue karai Policarpo Martínez. Kuimba’e
katupyry omba’apóva ikokuépe. Omoirũjepi chupe mokõi ita’ýra: Chive ha Tani.
Guasukua niko ndatuichaivoi, ha jeko upérupi ohasava’ekue Mariscal López
iguarinikuéra ndive upe Ñorairô Guasu aja, Argentina, Brasil ha Uruguay
ñandeaho’ipárôguare. Umi ñane retâygua niko oñotỹva’ekue avei upérupi
imba’eta: kuâirû, mbo’y ha ambue mba’e ijatúgui ijapopyréva, ani haĝua ho’a
umi pytaguakuéra poguýpe.
Sapy’apy’a niko oġuahẽvavoi upépe kuimba’ekuéra oúva ojo’omimi Guasukua
yvy, ohekávo upe Pláta Yvyguy oje’eha. Heta tapicha jeko ojuhujepe upépe
Pláta yvyguy; ha ojuhu rire, pya’e oje’ói hikuái tetã ambuére.
Naoimeraẽvái niko ojuhukuaa Pláta yvyguy. Vaicháku oĩvavoi tapicha
ojeporavóva ojuhu haġua upe mba’e. Guasukuápe niko heta kuimba’e ha kuña
ohechajepe jagua iñakã’ỹva, ỹramo kuimba’e térã kuña ijao morotĩmbáva.
Peteĩ ára ndaje karai Poli, peichantevoi ojekuaave karai Policarpope; ohókuri
mokõive ita’ỹra ndive ikokuemíme, ha oġuahẽvo upépe oñepyrũ hikuái
omba’apo. Ku tembiapo hetavérõ jave, ha’ekuéra ohómiva’erã pyhareve ha
ka’arupytũ rupi oujey hikuái. Péicha jave ogueraha imatulami, ha avei peteĩ
“ñakyrã’i” ombovy’áva hembiapo, ohendúvo purahéi ñanemba’éva. Namombyrýi
upégui ohasa peteĩ ysyry ha’ekuéra ohohápe hoy’u ha ojahu hamba’e.
Kyre’ỹme jeko omba’apókuri hikuái, ha asaje rupi opytu’u “omohyġuatã haġua
isevo’ikuéra”, he’iháichajepi ñembojarúpe. Omohu’ã rire hembiapokuéra upe
ka’arúpe, osẽ oupa heseve hogamíme; ha ndaje oġuahẽvo upe ysyry
rembe’ýpe; Tani, ta’ýra ypykue, ohechásapy’a, mboypýri, peteĩ kavaju morotĩ
iñakã’ỹva. Ohechávo upe mba’e Tani oñemondýi ha jekoraka’e pya’evoi
ojovasa, ha ñembotavyetépe omombe’u itúva ha ityvýrape. Ha’ekuéra niko
oikuaamavoíkuri mba’épa he’ise upe mba’e.
Ojapomavoíra’e peteĩ arapokõindy Tani ohechahaguéjepi iképe, peteĩ ysyry ha
peteĩ kavaju morotĩ hoy’úva upépe; ha ndaje oñeporandúmiva’erã mba’épa
he’iséne upe kerayvoty, avei oporandúkuri itúva ha isýpe, ha mavavete
ndoikuaáikuri mba’épa he’ise.
Mbohapyve omoñani hikuái hymba kavajukuéra, ha oġuahẽvo hogamíme,
he’íraka’e karai Poli ita’ýra Tanípe: “Ndéve ġuarã hína che ra’y. Eñernbosako’i
katu, ha’e… tereho chupe neañoite”. “Nei che ru”, he’imavoíkuri ndaje mitã Tani.
Osẽnguévo hógagui ohohaġuáicha, isy he’íraka’e chupe: “Eñembo’emíkena
peteĩ Mariami upe ijarakuemíre. Imarangatueténiko nendive che memby”.
“Upéicha ajapóta che sy. Ani rejepy’apy”, he’i mitãkaria’y ha ohopa heseve.
Oguerahániko ondive: jo’oha, peteĩ limétape ykaraipyre; ha sapy’áramo ġuarã
-iku’akuápe- peteĩ mboka.
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12. Oĝuahẽ upe ysyrymi rembe’ýpe ha upépe ohypyiraẽkuri ykaraipyrépe upe
tenda; ha upéi jeko oñepyrũ ojo’o. Sapy’apy’a ndaje ojehechauka chupe upe
kavaju morotĩ iñaka’ỹva. Oiméne niko upéva hína upe Pláta Yvyguy
ñangarekoha. Peichahágui niko ijo’oha opa’a ichugui. “Kóva ha’éma”,
he’ijekoraka’e Tani, ha onohẽvo okápe, ñemondýi reheve niko ohechakuaákuri
onohẽhague iñakãngue. Ojo’ovévo katu onohẽ heta kanguemimi. Peteĩ mitã’i
kanguemimínte niko ojuhu upépe. Ndaha’éimbora’e Pláta yvyguy.
Upémarõ niko ojevy hogamíme ha omombe’u ipehẽnguekuérape. Oñemoĩmba
peteĩ ñe’ẽme ha ohopaite hikuái upe ysyry rembe’y peve. Peichantevoi niko
ojepokuaa ha ojapo umi ñande rapicha okaraygua oikóramo umi mba’e.
Oġuahẽvo upépe omono’õmbaite hikuái umi kanguemimi; ha uperire katu,
omohendákuri peteĩ kurusumi ha’e… ohypyijeýkuri ykaraipyrépe. Oñembo’e
hikuái ha ohopa heseve hogamíme. Ko’ẽ rire, Tani ha ipehẽnguekuéra
oguerahákuri umi kanguemimi ha oñotỹ Guasukua te’õngueópe. Upete guive
ndaje Tani ndohechavéi iképe upe kavaju morotĩ hoy’úva ysyrymíme…
Maitei horyvéva opavavépe
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