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Tema 27: La Iniciación Cristiana
Nota importante:
Estamos ante un tema fundamental en la tarea evangelizadora, pues se trata
de iniciar y educar en la fe a cuantas personas llegamos con nuestra acción de
pastoral y de catequesis. Por ello nos vamos a encontrar con un texto muy
extenso, en el que veremos dos grandes apartados:
1/ La Justificación de la Iniciación Cristiana
2/ La puesta en práctica de la Iniciación Cristiana, en el
Distrito de Andalucía. Evidentemente es un ejemplo, ya que
podría ser de otros Distritos.
LA INICIACION CRISTIANA DE AYER A HOY.
1. ¿QUE SE ENTIENDE POR INICIACION?
La iniciación ha jugado desde siempre un papel decisivo y fundamental en la vida y en la
historia de los grupos sociales y religiosos, y de los pueblos en general. La iniciación -dice
Mircea Eliade- constituye uno de los fenómenos espirituales más significativos de la historia
de la humanidad.
Dicho de la manera más simple, la iniciación resulta ser el proceso a través del cual un
sujeto es introducido en un grupo social, proceso que comporta, de ordinario, un doble
elemento: las instrucciones, mediante las cuales le son revelados al individuo los secretos
del grupo, es decir, los valores y normas de comportamiento que le son propios, y también
las prácticas rituales o pruebas que es preciso pasar para alcanzar la plena incorporación al
grupo. Como se echa de ver, la iniciación, por su misma etimología, hace referencia ya a
dos realidades en mutua relación: por un lado, el individuo que accede, es decir, que
desean ingresar, entrar en..., y, por otro lado, el grupo o comunidad que acoge, y que, en la
práctica, cumple el doble papel de ser *espacio+ en el que se introduce y *agente+
introductor.
Para el historiador de las religiones la iniciación constituye un punto de interés. Mircea
Eliade, uno de los especialistas más cualificados en este campo, la define como *un
conjunto de ritos y enseñanzas orales que tienen por finalidad la modificación radical de la
condición religiosa y social del sujeto iniciado. Filosóficamente hablando, *la iniciación
equivale a una mutación ontológica del régimen existencial+.
De lo dicho hasta el momento resulta fácil colegir dos cosas. Primera: El proceso
iniciático, visto por el grupo iniciador, sirve para transmitir unos determinados modelos
culturales y para asignar un puesto en la sociedad, mientras que el sujeto iniciado lo percibe
sobre todo como un fenómeno de cambio, de autotransformación, gracias al cual se vuelve
como nuevo, se convierte en otro. Segunda: Los ritos o actividades de iniciación afectan no
sólo al iniciado, en cuanto que le confieren su estatuto humano y le proporcionan hasta la
razón de ser y de vivir, sino también al grupo que hace de iniciador, hasta el punto de que la
actividad viene a representar de hecho, para la propia comunidad que inicia, un modo de
identificación fundamental. Por eso, afirma Mircea Eliade, *con ocasión de la iniciación de la
entera comunidad experimenta de hecho una regeneración religiosa+.
Todas las religiones, desde las más antiguas, con un origen más o menos ancestral, y
practicadas en un contexto tribal, hasta las más evolucionadas y asumidas por las
sociedades más culturizadas, han dado siempre una importancia suma al proceso de
iniciación.
1.2. ¿COMO SE FUE CONFIGURANDO EL PROCESO DE INICIACION EN LAS
PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS?
Sabido es que el punto de arranque de la iniciación cristiana lo constituye, por un lado, la
actuación de los apóstoles, quienes, según refieren los Hechos, hacían preceder a la
administración del bautismo el anuncio evangélico y de una instrucción, aunque fuese
mínima; y por otro, la convicción expresada ya por Tertuliano de que *los cristianos no
nacen, sino que se hacen+, lo cual da a entender que la fe evangélica, lejos de ser un
hecho natural que se adhiere por el simple hecho de nacer, requiere un largo proceso de
disponibilidad y de conversión por parte del sujeto creyente. Sin embargo, es importante
advertir cómo esa toma de conciencia inicial por parte de la comunidad cristiana se fue
explicitando progresivamente en la forma como ésta fue precisando cada vez con más
detalle las condiciones de pertenencia a la comunidad junto con las exigencias y el
entrenamiento requerido para entrar a formar parte de la misma. A este modelo de iniciación
que llamamos catecumenado y que tuvo su florecimiento sobre todo en el siglo III es al que
queremos llegar; pero antes vamos a tratar de descubrir los pasos que llevaron a las
distintas comunidades a la elaboración de un programa catecumenal tan exigente y
detallado.
1. 2.1. Los datos del Nuevo Testamento.
El Nuevo Testamento ni habla de *Iniciación Cristiana+, ni nos explica lo que tal iniciación
significa. Sin embargo, nos ofrece algunos datos que pueden ser significativos. Los
resumimos brevemente.
* Para pertenecer a la comunidad de los seguidores de Cristo, es preciso pasar del
pecado a la vida, del hombre viejo al hombre nuevo, por una participación e
inmersión en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo.
* Este ser, introducidos en el misterio de Cristo, sucede normalmente por un
proceso, en el que entran la predicación o anuncio del Kerigma, la acogida por la
conversión y la fe, el bautismo en el agua y en el espíritu: *En él también vosotros,
tras haber oído la palabra de la verdad, la Buena Nueva de vuestra salvación, y
creído también en él, fuisteis sellados en el Espíritu Santo de la Promesa, que es
prenda de vuestra herencia, para redención del pueblo de su posesión, para
alabanza de su gloria+.
* Junto con el Bautismo hay otros ritos, que son considerados por la primera
comunidad como elementos necesarios, para significar la plena incorporación e
introducción al Misterio de Cristo y de la Iglesia. Ciertamente, así parece respecto a
la imposición de manos para el don del Espíritu y la participación en el
acontecimiento pentecostal. Y no faltan indicios de que así sucede también con la
Eucaristía.
* No tenemos datos suficientes para saber si estos elementos se daban unidos o
separados y en qué medida; ni para determinar si su preparación es intencional o
real.
* Respecto al Bautismo, parece haber claros indicios de que en algunas ocasiones,
también se dio a los niños, a los que se constituye como miembros de la familia
bautizada.
De todo lo dicho se desprenden tres datos claros respecto a la iniciación: supone una
participación e introducción en el misterio de Cristo y de la vida de la comunidad incluye una
predicación o catequesis para la conversión y la fe y que conlleva una expresión ritual por la
que dicha participación e introducción se realiza.
1. 2.2. Las lecciones de la Iglesia primitiva.
La iglesia primitiva, si bien parece que no llegó a elaborar una teoría sobre la iniciación, sí
profundizó en su sentido e institucionalizó los elementos que la integraban, dándoles una
ordenación adecuada, según las diversas circunstancias.
La experiencia y la praxis son quizás más elocuentes, ya que desde el principio la Iglesia
primitiva se preocupó, en continuidad con el Nuevo Testamento, de *encarnar+
prácticamente los elementos de la iniciación, buscando unas estructuras adecuadas.
Estas estructuras se manifiestan principalmente en el catecumenado y en la mutua
ordenación de los ritos o *sacramentos+ iniciatorios. Sin detenernos ahora a ofrecer un
estudio de dichas estructuras vamos a sacar las lecciones que nos ofrecen, en orden a una
mejor comprensión de la iniciación cristiana.
El catecumenado, según los testimonios de los Padres (Justino, Hipólito, Tertuliano,
Cipriano, Juan Crisóstomo, Ambrosio, Agustín...) es la institución o el servicio pedagógico-
eclesial para la iniciación cristiana.
De este modo, si la iniciación supone la acogida de la Palabra por la fe, el catecumenado
ofrece la catequesis; si implica un cambio de vida moral, ofrece los escrutinios y exige el
cambio de costumbres; se requiere una apertura de los ojos y el corazón para ver la luz de
los sacramentos, ofrece una progresiva experiencia de los ritos, si significa un introducirse
en misterio de Dios y un renunciar al poder del mal, se ofrecen los signos que lo expresan;
si es una participación en la disciplina del arcano y un ingreso en la comunidad de
creyentes, se ofrece el encuentro con los miembros de esa comunidad, como son los
padrinos y los doctores... En una palabra, el catecumenado de la Iglesia primitiva es una
magnífica lección para comprender la iniciación cristiana: iniciar cristianamente no es decir
que significa la iniciación, ni siquiera solamente los ritos por los que se significa, sino ofrecer
de hecho aquellas instituciones, dispositivos o medios adecuados para lo que se anuncia y
proclama desde la fe y se realice en la vida concreta.
Respecto a la estructura o mutua ordenación de los ritos propiamente iniciatorios, también
hay algo que destaca y es lección respecto a la iniciación cristiana, en medio de la
diversidad de tradiciones: es la unidad y mutua relación de los ritos iniciatorios: Bautismo o
baño de agua, ritos posbautismales y Eucaristía. Esta unidad se pone de relieve, no sólo
porque el único ministro suele ser el obispo, y porque la celebración en que tiene lugar es
única: la Vigilia Pascua, signo también porque los diversos ritos se entienden y explican en
mutua referencia dinámica, como partes integrantes de una totalidad, cuyo sentido sólo
queda explicado en plenitud por la expresión y relación complementaria. Así lo muestra un
famoso texto de Tertuliano: *Se lava la carne para que se purifique el alma; se unge la
carne para que se consagre el alma; se marca la carne para que también sea protegida el
alma; se somete la carne a la imposición de la mano para que también el alma sea
iluminada por el Espíritu; se alimenta con el cuerpo y sangre de Cristo, para que también el
alma se sacie de Dios+.
1.3. DEL SILENCIO A LA RENOVACIÓN DE LA INICIACION CRISTIANA EN EL
VATICANO II Y LOS RITUALES.
1.3.1. Pérdida del catecumenado.
A partir del siglo IV, comenzó a crearse una nueva situación en la Iglesia, debida a la
conversión en masa de muchos paganos, a la generalización del Bautismo de niños, a la
multiplicación de comunidades, y a las nuevas necesidades pastorales..., que llevaría a la
separación de dichos ritos bautismales, y a la búsqueda de una ordenación o estructura
nueva, aun salvando la mutua referencia. Según esta nueva ordenación práctica, en el caso
de los niños, esta era la sucesión más normal: Bautismo al poco tiempo de nacer, comunión
a los bautizados sobre todo bajo la especie de vino, Confirmación cuando el obispo visitaba
las comunidades, participación en la Eucaristía de la comunidad adulta.
La evolución posterior del siglo VII de la noción de iniciación cristiana y de su estructura
interna nos ofrece grandes novedades, a no ser el silencio que sobre la misma predominó
durante la Edad Media, y los posteriores intentos de renovación, por diversas
circunstancias.
De todo esto se desprende una lección, que deberemos tener muy en cuenta: La Iglesia
tiene conciencia de que la iniciación cristiana es un todo unitario y relacionado, y de que el
ideal será una ordenación estructural que lo exprese debidamente. Pero, ante las nuevas
situaciones y exigencias pastorales acepta otras nuevas estructuras, sin que por ello
considere que no se manifiesta y realiza la iniciación, sino al contrario, para posibilitarla.
1.3.2. Cómo entiende hoy día la Iglesia la Iniciación Cristiana.
a) Introducción.
Partimos del dato, hoy día más que evidente, de que la praxis catecumenal vuelve a
ser más actualizada en la Iglesia. Y al decir praxis nos estamos refiriendo, claro está, a
experiencias concretas que han ido surgiendo como respuestas ante determinadas
situaciones -como es entre otras, el haber comprobado que la inmensa mayoría de
bautizados no han sido aún evangelizados-, y, a la vez, como fruto de unos
planteamientos realistas y operativos en el campo de la educación de la fe. Poco
importa saber ahora cuál de esos dos elementos ha sido el factor determinante, si las
necesidades concretas o la oportunidad y acierto de unos planteamientos catequéticos
que han sabido dar en el clavo y que han pasado a ser, por tanto, realizaciones
inmediatas. Lo que cuenta es el hecho en sí, y de eso nadie tiene la menor duda, a
saber, que el catecumenado, en su papel de actividad iniciadora de los creyentes,
vuelve a tener dentro de la Iglesia un protagonismo o importancia.
b) )Con qué sentido vuelve a actualizarse ahora el catecumenado?
Constatado ya el hecho de la reactualización del catecumenado, vamos a tratar de
averiguar a continuación la manera como la Iglesia ha venido replanteándoselo en estos
últimos años; o, dicho, con otras palabras, vamos a intentar descubrir cuál ha sido la
intención y el alcance con que se vuelve a tomar en consideración esto de la iniciación
cristiana.
Para clarificar ese primer punto -la intención con que se recurre ahora de nuevo a la
iniciación cristiana- lo mejor es hacerse cargo del modo como lo plantean algunos
documentos oficiales recientes.
Los documentos a que vamos a referirnos se sitúan a partir del Concilio Vaticano II
hasta la publicación de la exhortación *Catechesi Tradendae+, de Juan Pablo II.
El primer documento del Concilio Vaticano II que hizo referencia al Catecumenado fue
la Constitución sobre la Liturgia, donde no sólo se pedía la *restauración+ del mismo,
sino que se indicaban ya algunos de sus elementos que convenía tener particularmente
en cuenta: la *instrucción+ conveniente los *ritos+ sagrados y las *etapas+ sucesivas.
Pero donde el Vaticano II dejó mejor plasmada su idea del catecumenado fue en el
Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia, en el que, dentro de una definición
completa de lo que entiende por proceso catecumenal, subraya el triple elemento
catequético, moral y ritual: *catequesis+ sobre el Misterio de la Salvación,
entrenamiento en las costumbres evangélicas y celebración progresiva de los *ritos+
sagrados.
Algunos años más tarde, la Congregación del Clero hizo público el Directorio General
de Pastoral Catequética, el cual, al mismo tiempo que recomendaba para los adultos
una catequesis en línea catecumenal, la justificaba diciendo que había llegado el
momento en que más que de *conservar costumbres religiosas+ era cuestión de
*reevangelizar+ y de *reiniciar+ a los creyentes en lo nuclear de la fe.
El Ritual de la iniciación cristiana de adultos (aparecido a principios de 1972) tenía el
doble propósito de restaurar el catecumenado (litúrgico), recuperado fielmente de la
praxis de la Iglesia primitiva. Lo mejor que puede decirse de este ritual es que tanto con
sus observaciones previas como con las diversas celebraciones propuestas constituye
el documento más detallado y exhaustivo sobre la iniciación catecumenal, vista sobre
todo desde la perspectiva litúrgica.
Fiel a la trayectoria seguida por la Iglesia en los diez años posteriores al Concilio
Vaticano II, Pablo VI, recogiendo las propuestas del Sínodo de los obispos de 1974,
subrayaba en su encíclica la evangelización del mundo contemporáneo la urgencia de
poner en marcha la modalidad catequética de catecumenado para un gran número de
jóvenes y adultos, debido a que no pocos bautizados han descuidado casi por completo
los fundamentos de su fe y desconocen notablemente el sentido cristiano de la vida.
Por todo ello, no deja de sorprender que Juan Pablo II en la exhortación, *Catechesi
Tradendae+, (C.T.) firmada el 16 de octubre de 1979, apenas hable de la experiencia
catecumenal, máxime cuando el sínodo de los obispos de 1977, de cuyas reflexiones y
proposiciones se considera portavoz, había proclamado el catecumenado bautismal
como el modelo de toda catequesis.
c) Iniciación cristiana y estructuras para la iniciación en los rituales del
Vaticano II.
De todo lo dicho, se desprenden algunas conclusiones importantes, que creemos
deben confrontarse con las diversas estructuras de iniciación, que aparecen en los
rituales del Vaticano II:
* La iniciación cristiana de adultos constituye el paradigma de toda iniciación
cristiana, porque recoge, expresa y realiza de modo equilibrado los diversos
elementos y dimensiones que la constituyen, y que deben también realizarse, de una
u otra forma, en cualquier proceso verdaderamente iniciatorio.
* El bautismo de los niños, comparado con la iniciación cristiana de adultos, cobra
toda su importancia y relatividad. Es un verdadero y legítimo comienzo, que no
completa, por sí mismo, la iniciación cristiana, sino que exige su terminación, a
través de pasos sucesivos que expresen y realicen de modo adecuado su contenido.
* El catecumenado es parte esencial integrante de la iniciación cristiana, porque crea
el espacio y marca el ritmo necesarios para un proceso, sólo en el cual es posible la
realización de las dimensiones esenciales de dicha iniciación. No puede haber
verdadera iniciación cristiana sin catecumenado precedente o consecuente al
Bautismo. Que el catecumenado se sitúe en un momento u otro de la Iniciación
puede ser secundario, pero no lo es la existencia y posibilidad del mismo.
* La unidad de los sacramentos de iniciación, no es sólo un unidad ritual celebrativa,
sino también una unidad dinámica y vital, cuyo sentido pleno se manifiesta en el
tejido de un proceso catecumenal, donde los tres sacramentos de la iniciación
significan el culmen condensado de un proceso, que tiende a prolongarse
consecuentemente en la vida.
* La Iniciación cristiana encuentra su consumación, no en el bautismo, ni en la
Confirmación, ni en el catecumenado, sino en la Eucaristía. Pero no en una
Eucaristía de la que simplemente se participa por la comunión, o en la que no se
asumen los derechos y deberes plenos de participación, sino en una Eucaristía
donde se expresa la plena pertenencia a la Iglesia y la integración total en la
comunidad adulta, por una capacitación para ejercer en ella los derechos y deberes
de ser cristiano.
* La praxis de la iniciación cristiana en la Iglesia, es una praxis diferenciada, con
tendencia a una mayor diferenciación, debido, no sólo a los modelos iniciatorios que
la misma Iglesia propone (iniciación de niños - iniciación de adultos), sino también a
las diversas situaciones que se plantean y a las distintas posibilidades de
articulación u ordenación de los elementos integrantes en la iniciación cristiana. Esta
diferenciación ha de ser considerada como positiva, ya que manifiesta la riqueza del
contenido iniciatorio y su complementariedad de acentos, así como la voluntad de
atender a la pluralidad de situaciones. Lo importante es que cada uno de los
*modelos+ permita la plena realización de los elementos integrantes de la misma
iniciación.
* Los mismos rituales del Vaticano II nos proponen diversas estructuras posibles de
y para la iniciación, aunque haya que distinguir entre estructuras *más normales+ y
estructuras *más excepcionales+.
* Si tuviéramos que formular una conclusión referente al modo con la Iglesia
entiende hoy día la iniciación cristiana habría que decir, sin lugar a dudas, que el
planteamiento que se viene haciendo del catecumenado es mucho más amplio que
el instituido por la Iglesia de los cuatro primeros siglos -no en vano la modalidad
catecumenal se aplica actualmente tanto a los no bautizados como sobre a los ya
bautizados-, y que la praxis catecumenal de ahora resulta bastante más variada y
pluriforme que la de entonces -lo prueba el hecho de las distintas tendencias
catecumenales hoy día existentes-.
EXIGENCIAS DE TODA INICIACIÓN CRISTIANA
A) Unos CAMBIOS
El primer cambio es un cambio de actitud, de voluntad, de deseo. El que quiere
iniciarse busca algo nuevo desde el fondo de su corazón, y por el encuentro con el
Evangelio comienza a convertirse..
El segundo cambio es un cambio de existencia, Iniciarse es comenzar a vivir un
nuevo tipo de existencia, comenzar a estar en el mundo de forma nueva. No se cambia en
un solo momento, se cambia en la sucesión de los diversos momentos de la existencia.
El tercer cambio es un cambio de ser y de vida. Por la iniciación no se cambia
sólo la forma de estar, se cambia también el modo de ser. Este cambio supone una
transformación radical e interna de la propia vida, al ser introducidos en el mismo misterio
de Cristo y de la Iglesia.
El cuarto cambio es un cambio de identidad. Precisamente porque la iniciación es
un cambio de existencia y de vida, es también un cambio de identidad. La iniciación
cristiana es un proceso de identificación del hombre con el Dios de Jesucristo y con la
Iglesia de Cristo. AYa no soy yo es Cristo quien vive en mí@.
B) Unas CONDICIONES
En primer lugar, debe ser una iniciación totalizante. Es decir, una iniciación que
se dirige y abarca todas las esferas y dimensiones del hombre: la racional, la emocional, la
simbólica, la espiritual, la corpórea, la existencial y la vital. La iniciación se debe dirigir, no a
una parcela o dimensión del hombre, sino al hombre total.
En segundo lugar, debe ser una iniciación relacionante. La iniciación, no es
proceso individual cerrado, sino un proceso personal abierto, en el que se conmueve y
renueve todo el mundo relacional. Por la iniciación se debe llegar a un nuevo tipo de
relación consigo mismo, con los demás y con Dios.
En tercer lugar, tiene que ser una iniciación coherente. Entendemos por tal una
iniciación que no sólo proclama lo que significa, sino que propone los medios adecuados
para su realización.
En cuarto lugar, debe tratarse de una iniciación dinámica. La iniciación cristiana
tiene un comienzo y unos puntos álgidos, pero no tiene un fin. El dinamismo de la iniciación
se manifiesta en su progresividad, en su tensión hacia el futuro, en su apertura hacia el
porvenir.
C) Elementos ESPECÍFICOS:
El primer elemento específico se encuentra en el contenido: El contenido de la
iniciación cristiana es un contenido original e irrepetible, como es el de Dios de los cristianos
frente a los dioses paganos; como lo es el Misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo,
frente a otros misterios *soteriológicos+ de las religiones helénicas; como lo es la historia
de la Salvación, frente a los mitos sagrados de otras religiones.
El segundo elemento específico corresponde a las mediaciones: En el
cristianismo no se realiza la iniciación por cualquier mediación comunitaria, sino por la
mediación de la comunidad de la iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu. La
iniciación sucede, pues en la Iglesia, por la Iglesia y para la Iglesia. Por otro lado, la Iglesia
es mediadora de la iniciación, no por cualquier medio iniciático, sino por los ritos o
sacramentos de iniciación que proceden del mismo Cristo.
El tercer elemento específico radica en la actitud de fe: Nos iniciamos, no por
cualquier actitud personal-subjetiva, sino por aquella actitud que supone la conversión
personal y la adhesión firme de fe a Cristo y a la Iglesia, como contenido y mediación
fundamental de la misma iniciación. Al iniciado no se le exige cualquier creencia mítico-
mágica, sino la conversión a Cristo y a la fe evangélica, tal como nos es transmitida por la
comunidad eclesial.
D) DIMENSIONES integrantes:
La dimensión teológica. Indica que la iniciación cristiana tiene como centro al
Dios de Jesucristo, ya que somos iniciados por él, en él y a él. Esta dimensión es el
principio y el fin de la iniciación cristiana. Expresa fundamentalmente la iniciativa de Dios, la
gratuidad del Don salvífico, su acción misericordiosa.
La dimensión eclesiológica Es la dimensión que se manifiesta por la intervención
de la misma Iglesia en la obra iniciatoria, como mediadora de la iniciación y renovadora de
su vida iniciada. La iniciación es eclesiológica, porque es de, por, en y con la Iglesia. No hay
Iniciación cristiana que no sea eclesial. Ni Iglesia verdadera que no sea iniciadora.
La dimensión personal. La dimensión personal indica la intervención del mismo
sujeto o iniciando. Esta intervención, a su nivel, es tan necesaria como las demás. No
basta con que al hombre se le ofrezca la gracia de salvación, y con que esto suceda por
mediación de la Iglesia. Es preciso que a estas realidades corresponda una tercera: la
respuesta de la conversión y la aceptación por la fe.
La dimensión sacramentológica. No basta con que Dios y la Iglesia intervengan,
y con que el hombre responda a la fe. Es preciso que la intervención y el encuentro se
exprese, se haga visible, concreto, histórico, encarnado, accesible...sacramental. Esta
dimensión sacramental se manifiesta, sobre todo, en los tres sacramentos de la Iniciación
Cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
Nota importante: A continuación recogemos la experiencia de Proceso,
que se está siguiendo en los Centros La Salle de
Andalucía, y que se concreta en lo que llamamos
Proceso de Inspiración Catecumenal. Algunos
aspectos están ya actualizados.
1/ Pastoral de Iniciación (Catequesis infantil)
Con el Catecumenado Infantil iniciamos de manera explícita el proceso de educación de
la fe en el ámbito catequético. Nos parece importante resaltar que en esta etapa lo
importante es la incorporación, del mayor número posible, de padres/madres en el
proceso catecumenal.
1.1/ ANÁLISIS DEL TEMA.
Tal como se desarrolla la Catequesis Infantil en nuestro Distrito podemos decir que
está casi toda ella enfocada a la preparación de la Primera Comunión. (Preferimos usar la
expresión "Primera Eucaristía").
Cada año celebran la Primera Eucaristía unos 1.500 alumnos en nuestros Colegios
(normalmente en 4º de Primaria). De ellos, unos 1.000 han tenido otro año previo de
preparación catequética. Y unos 500 prosiguen la catequesis en un tercer año (5º Primaria),
una vez realizada la Primera Eucaristía). Todos estos niños (unos 3.000) están atendidos
por unos 360 catequistas, mayormente madres de familia. Como vemos se trata de una
actividad de considerable importancia en el Distrito dada la cantidad de personas implicadas
en ella.
Junto a esta realidad numérica, y valorando así mismo todos los esfuerzos
invertidos en la preparación de catequistas y en la labor de educación de la fe a estas
edades, hemos de señalar otra realidad, que motiva la inclusión de este tema entre los que
estudia el Consejo en este día: Se trata del modo de realización de la Primera Eucaristía.
Todos constatamos y decimos que la Primera Comunión se está convirtiendo cada
vez más en un acto social. En torno a ella aparecen actitudes y celebraciones que
corroboran esa afirmación: un gran banquete en un buen restaurante (ya en febrero están
todos alquilados para tal motivo), gran cantidad de invitados (la mayoría de ellos muy
ajenos a la vida del niño), muchos regalos, preocupación (y su consiguiente gasto) por el
traje, los recuerdos, el reportaje de vídeo, las fotos,... Y bajo todo ello, estas actitudes de
aparentar, de no ser menos, de gastos que escandalizan, de lujos innecesarios,... ¿No
contradice todo ello a lo que pretende celebrarse? No vamos a decir que todos los casos
sean así, pero sí podemos afirmar que tales actitudes y hechos están generalizados.
Y, lo que es peor, esta corriente parece imparable. Pocos intentan hacer algo en
contra de esta deformación (paganización) de una celebración cristiana. Es verdad, que
procuramos cambiar la conciencia de los padres y de los catequistas, que nos esforzamos
porque la Eucaristía se celebre con toda dignidad, que intentamos que los niños tengan una
buena preparación.... Y es verdad que logramos algunas de estas cosas. Pero,... ¿no existe
el peligro de que formen parte de todo este "mensaje" social en torno a la Primera
Comunión? La Misa, por ejemplo, ¿en qué medida no es también algo que contribuye a la
"espectacularidad" del día en vez de contribuir a la personalización y vivencia sencilla y
sincera de la celebración de la Eucaristía? Cuando vemos la realidad de los hechos no
podemos por menos de pensar que nuestro mensaje por una vivencia más auténtica de la
Primera Eucaristía se queda sólo en buenas palabras y buenas intenciones.
En resumen, ¿no están nuestros Centros contribuyendo a toda esta manera
pagano-consumista de celebrar la Primera Eucaristía? Por una parte, las familias, afectadas
por los "valores" de consumo y de la apariencia y vacías de un profundo sentido religioso,
piden fundamentalmente un rito social. Por una parte, el peso de una pastoral de cristiandad
es tan grande que todos nos hallamos bajo su influjo y nos cuesta muchísimo de
desembarazarnos de su influencia y crear una estructura que en verdad sea una mediación
evangélica y evangelizadora.
1.2/ UNA OFERTA PARA NUESTROS CENTROS.
¿Qué podemos hacer ante esa realidad? O mejor aún, ¿qué debemos hacer?
Porque "es preciso y urgente recuperar el clima de sencillez y familiaridad acorde con la
naturaleza evangélica de este sacramento" (Orient. past. Diócesis de Bilbao).
Presentamos al Consejo las siguientes propuestas (FUERON APROBADAS):
1º Cada Centro (Comunidad, Catequistas, Equipo de Pastoral,..) ha de hacer una
reflexión sobre la realidad de la Catequesis Infantil y de la Primera Eucaristía en el
propio Centro, preguntándose, sobre todo, cómo se realiza la Primera Eucaristía.
2º Cada Centro dará pasos decididos para que las siguientes orientaciones se vayan
convirtiendo en realidades concretas en un plazo de dos o tres años.
3º Proponemos este cambio en la actual estructuración de la Catequesis Infantil:
a) .Ofrecer a los padres un programa de cuatro años de Catequesis Infantil para
sus hijos (correspondiendo con los cursos de 3º, 4º, 5º y 6º de Primaria). Lo
importante es la idea de educación de la fe a través de un proceso de
formación cristiana, no que los niños hagan la Primera Comunión.
b) .Celebrar la Primera Eucaristía en el segundo o tercer año de catequesis
infantil (preferiblemente en el tercero), cuando los niños vayan descubriendo
la importancia de la Eucaristía y de su participación en la misa dominical, y
cuando los padres estén preparados y dispuestos a acompañar al niño en su
vivencia de la fe. Esto supone que los padres deben tener también tiempos
de catequesis: encuentros mensuales (o semanales, quincenales, o
trimestrales) para actualizar su fe y para informarse y responsabilizarse del
proceso que sigue su hijo.
c) .Celebrar la Primera Eucaristía a lo largo del segundo o tercer año de
catequesis, en pequeños grupos, en las fiestas más significativas de los
cristianos (Navidad, Pascua de Resurrección, Fiesta de la Inmaculada,
Pentecostés, Fiesta del Corpus,...).
d) .Garantizar la continuidad de los niños en el proceso de formación cristiana
iniciado; e incluso la de los padres/madres que deseen seguir formándose.
4º Realizar este cambio implica:
- Aceptar nosotros mismos -Hermanos y Catequistas- este enfoque y querer llevarlo
a cabo con decisión porque lo creemos más valioso que el método que venimos
siguiendo.
- Prever las/los catequistas que van a animar este proceso y cómo se van a
preparar. Lo ideal, hacia los que hay que tender, es que no exista ningún catequista
que no pertenezca a un grupo cristiano.
- Comunicar el plan a las parroquias donde los niños vayan a hacer la Primera
Eucaristía. Lo normal es que el niño celebre la Primera Eucaristía allí donde va a
celebrar cada domingo la Eucaristía. Si éste fuera el caso del Colegio, se haría en el
Colegio, siempre previa comunicación al párroco.
- Diseñar el plan y presentarlo a los padres ofreciéndoles las razones e intenciones
de manera reflexiva y meditada.
Con estas propuestas pretendemos que la Primera Eucaristía sea, ante todo, una
fiesta de la Comunidad Cristiana, que acoge y se alegra por un miembro más que participa
en la Eucaristía dominical.
Será también motivo de una celebración familiar significativa. Pero bajo ningún
concepto será una "fiesta de sociedad" con comida costosa, gastos excesivos e invitados
de compromiso. Ello significaría contradecir la misma Cena del Señor Jesús.
Será un modo de asemejarse a Jesús, pobre y sencillo; por eso están de sobra el
"traje especial de Primera Comunión", los regalos y cualquier otro signo de lujo. Este día el
niño/a deberá recordarlo como un auténtico día de vivencia cristiana por la acogida y la
alegría de la Comunidad Cristiana y de su familia.
1.3/ LA CATEQUESIS INFANTIL DENTRO DEL PROYECTO DE PASTORAL
1.3.1/ Objetivos
* Implantar progresivamente las orientaciones que el Consejo de Distrito dio,
relativas a la Catequesis infantil.
* Potenciar el trabajo coordinado y en equipo de los/as animadores/as.
* Asegurar una formación básica a los/as animadores/as y padres/madres, paralela a
la de los niños/as.
* Implicar a los padres en la educación de la fe de sus hijos.
1.3.2/ Líneas de acción
Es necesario rescatar el carácter propio del sacramento de la eucaristía -
influenciado por nuestra sociedad de la apariencia y el consumo- y tomarlo como un
momento importante en la vida del niño, y no tan sólo como un punto de llegada. De ahí que
la propuesta es:
* Desterrar la nomenclatura de «Precomunión, comunión y postcomunión» por
entender que esta catequesis sólo está enfocada a preparar para el sacramento y
utilizar : Iniciación 1, iniciación 2, iniciación 3 e Iniciación 4.
* Los/as animadores/as se reunirán semanalmente con el coordinador, después de
impartir la catequesis a los niños. La finalidad de estas reuniones es la siguiente:
revisar la catequesis impartida y preparar la de la semana siguiente.
* Los/as padres/madres se reunirán quincenalmente con el coordinador. Este les
impartirá la catequesis que van a recibir sus hijos.
* Las etapas del itinerario son las siguientes:
1. Despertar religioso (3º de Primaria): Dedicado a sensibilizar a los niños
con el mundo religioso. Se hará desde la persona de Jesús.
2. Iniciación a la fe (4º y 5º de Primaria): Dedicados a presentar, de forma
global y básica la Historia de la Salvación.
3. Elaboración de la primera síntesis de la fe cristiana (6º de Primaria):
Se darán los elementos necesarios para que el niño, elabore su síntesis de fe
centrado en la persona de Jesús que nos habla de Dios , nos enseña a vivir y
está con nosotros.
* Metodología que se va a emplear:
+ El lenguaje narrativo porque es uno de los que mejor pueden expresar las
experiencias humanas, incluida la religiosa.
+ El lenguaje bíblico porque es el lenguaje religioso por excelencia.
+ El lenguaje simbólico - celebrativo porque las grandes experiencias necesitan de
lugares, gestos y expresiones propias para comunicarse.
+ El lenguaje conceptual porque nuestra fe también puede ser razonada y
expresada en conceptos y principios.
* Material que se va a utilizar:
Cada niño debe adquirir el cuadernillo correspondiente a su etapa (Semilla 1 - 4)
A los animadores se les facilitará la guía que trabaja el cuadernillo del niño. Este
material está editado por San Pío X .
* A principio de curso, se entregará a los padres una circular en la que explicamos
las «condiciones» de la catequesis infantil. Los padres deben asistir a las catequesis
de formación para padres o explicar su caso personal que impide su asistencia. En
todo caso, firmarán que están de acuerdo con estas directrices, u optarán por otro
tipo de catequesis.
* Facilitar, por tanto la continuidad de los niños en el proceso de formación cristiana
iniciado.
* En las reuniones periódicas de los animadores de la catequesis infantil con el
coordinador, se realizará el seguimiento de estas directrices, así como una reflexión
seria de las medidas a tomar, para que recuperemos en la medida de lo posible, lo
genuino de este sacramento.
1.3.3/ Reflexiones conclusivas:
l. Que los padres tomen conciencia, desde el momento en el que piden el Bautismo para su
hijo, de la responsabilidad que adquieren en su educación como cristiano y por tanto, sean
a partir de entonces los primeros catequistas de sus hijos desde la misma vida, desde el
lenguaje familiar, desde cada acontecimiento, desde sus propias expresiones y reacciones.
2. Que los padres, en coherencia con lo anterior, sean los catequistas principales en esta
experiencia de la Primera Comunión de sus hijos, acompañándoles a lo largo del proceso,
catequético y haciendo de la primera Eucaristía de sus hijos una experiencia renovada de
pertenencia a la Iglesia.
3. Que esta primera Eucaristía del niño no sea la meta de dos años de catequesis
sacramentales, sino un nuevo paso en su propio proceso de catequesis mediante el cual, y
partiendo de la comunidad cristiana familiar, se integra en la comunidad eclesial más amplia
(parroquial o no) participando en la Eucaristía con la comunidad infantil y adulta y
madurando en ella su opción cristiana hasta expresarla en el sacramento de la confirmación
como un compromiso de su fe.
4. Que la catequesis, por tanto, no sea una mera "preparación" para la Primera Comunión
como una -meta- a alcanzar, sino que sea un proceso continuo de educación en la fe, en el
cual se integren los sacramentos como momentos fuertes dentro de la comunidad.
5.- Que la catequesis incluya una iniciación a la Eucaristía como memorial de Jesús, tal
como él mismo lo expresó en su última cena, presente en la asamblea como resucitado:
como común-unión que expresa la unidad de amor, signo de los discípulos de Jesús y nos
impulsa a buscar siempre lo que nos une y a saber prescindir de lo que nos separa: como
solidaridad que nos lleva a "compartir los bienes", es decir, a comprometernos por la
justicia en función de los últimos y los pequeños de la sociedad, a vivir austeramente y a ser
generosos en nuestra propia realidad; y también como fiesta o celebración en la que
cumplimos el consejo de Pablo "estad siempre alegres".
6.- Que en la catequesis se den no sólo los elementos necesarios de auténticas
experiencias de oración personal y grupal, de acercamiento a los excluídos del pan y del
amor, de expresión personal de la propia fe en palabras, símbolos y canciones.
7.- Que la evaluación de un niño de cara a su "preparación" para poder participar en la
Eucaristía ponga el acento más en actitudes de "aprendiz de discípulo" de Jesús, en sus
modos de hablar, pensar y valorar, que en otros aspectos más doctrinales o memorísticos.
8.- Que la Primera Comunión sea, por tanto, un paso más en el compromiso de acercar la
propia persona al tamaño de la persona de Jesús, compartiendo sus sentimientos, sus
expresiones, su trato con el Padre, y buscando constantemente un conocimiento mayor y
mejor de su persona y de su mensaje.
9.- Que se le recupere la celebración de la Eucaristía de ese día como una auténtica
celebración cristiana, en la verdad y en el amor, transformando el "recibir regalos" en
compartir lo propio con quien no lo tenga, experimentándolo como lo "nuestro"; en la
austeridad y la sencillez; en el respeto y la oración; en la alegría sincera y en la total
comunión.
1.3.4/ Catequesis a los padres/madres y Catequesis familiar
Consiste en tener semanal/quincenal/mensualmente una tarde en la que todos
juntos tengamos una catequesis: para seguir y entender también los temas que están
siguiendo nuestros hijos; para prepararnos y celebrar con ellos todas y cada una de las
celebraciones que se vayan teniendo y para preparar conjuntamente la catequesis
familiar. Es opción que hay que asumir, no como opción sino como compromiso, dado que
es una de las implicaciones que han de asumir los padres/madres.
* Preparación de la Catequesis Familiar.
1º Motivación (La puede hacer el padre, la madre o algún hijo/a mayor).
Hoy nos juntamos todos los miembro de la familia para celebrar una catequesis y así
contribuir, junto con las catequesis que recibís en el colegio, a conocer más al Señor y así
hacernos más amigos de Él. (Se pueden añadir otras ideas).
2º Partir de la experiencia.
Habéis observado que para las cosas importantes nos juntamos todos los que
formamos la familia: cuando vamos al campo o a la playa, cuando llegan las fiestas de la
localidad, en las celebraciones familiares de cumpleaños o el Santo, etc. Pues, hoy también
nos juntamos toda la familia porque vamos a realizar algo muy importante: Dialogar entre
nosotros y acercarnos un poco más a Jesús nuestro Amigo y Hermano.
3º Leer textos.
A continuación escucharemos la Palabra del mismo Jesús. De ahí que estemos
atentos. Vamos a ver lo importante que es vivir en paz, lo bonito que es portarnos bien con
los demás, como lo hizo Jesús.
Lectura del texto: Mt 19, 12-14
4º Momento de silencio (Aunque dure poco hay que hacer el esfuerzo de hacer silencio).
5º Comentario participado (Dar la oportunidad a expresar lo que ha sugerido el texto).
6º Oración de los fieles (Pedimos por nuestras necesidades, las de nuestros seres
queridos y por las necesidades del mundo)
7º Oración del Padrenuestro.
Uniéndonos a todas las familias que como nosotros están haciendo esta catequesis,
rezamos el Padrenuestro.
2/ Pastoral Juvenil: “Asociación Juvenil Salle Joven”
En el camino de la Educación de la Fe, la Pastoral Juvenil es una FASE muy importante
ya que corresponde con la edad en la que la persona se va FORMANDO y consolidando
como tal. Hasta el presente hemos hablado de “PROCESO DE INSPIRACIÓN CATE-
CUMENAL” para referirnos a la Pastoral Juvenil, desde ahora -aunque con los mismos
objetivos y contenidos- hablaremos de “SALLE JOVEN”. Varias son las ETAPAS que
configuran esta Asociación Juvenil y que tienen ya su historia en el Distrito:
DESCUBRIMIENTO, PROFUNDIZACIÓN, MADURACIÓN, CATECUMENADO Y
COMUNIDAD JUVENIL LA SALLE. A continuación señalaremos algunas orientaciones
de funcionamiento.
2.1/ CONVOCATORIA Y FORMACIÓN DE GRUPOS
* A qué convocamos
A una experiencia personal y grupal, en la que los/as chicos/as, en un marco
apropiado, con el apoyo apropiado y los medios apropiados, se van descubriendo a sí
mismos y van descubriendo a Dios, de tal manera que procesualmente adquieran la
identidad cristiana.
* Quién convoca
El Coordinador de Pastoral, responsable de la Pastoral del Centro y los animadores
cristianos en sus respectivos grupos.
* Dónde
En el Centro de La Salle correspondiente, puesto que es plataforma de
evangelización. Esto no excluye a los chicos/as que perteneciendo a otros centros,
quieran formar parte de nuestros grupos.
La invitación se hará en los cursos de ESO, FP y Bachillerato.
* Cómo
Emplearemos un tríptico que se confeccionará a tal efecto, que recogerá los
aspectos más significativos del proceso.
Un montaje audiovisual, que servirá de apoyo a la exposición del Coordinador de
Pastoral en clase.
En la primera reunión de grupo, los animadores deben dejar muy claro: a qué se
convoca, cuáles son los compromisos que se adquieren al formar parte del grupo
cristiano, exigencias que se van a llevar a cabo,...
* Formación de los grupos
En la etapa de Descubrimiento los grupos serán, grupos de clase; en la etapa de
Profundización se mezclarán los cursos de forma que sean heterogéneos y del
mismo número.
El Equipo de Pastoral estudiará y determinará contando con el parecer de los
animadores, la unificación de determinados grupos del proceso.
2.2/ ETAPAS Y NIVELES DEL PROCESO
* En el Primer Encuentro de Animadores/as Lasalianos/as que tuvimos en noviembre
de 1996, en Antequera, llegamos a unas conclusiones de cada una de las Etapas y
hemos visto conveniente ponerlas en esta Guía, aunque como anexo, para
tenerlas como referencia. Constituyen un hito más dentro de la historia de
nuestra Pastoral Juvenil.
* También remitimos al libro «Iniciación a la Comunidad» de Antonio Botana, donde
se explicitan los contenidos, procedimientos y actitudes que se deben conseguir a lo
largo de todo este proceso de formación en la vida cristiana.
* A continuación recogemos - DE CADA UNA DE LAS ETAPAS- algunos ob-
jetivos y líneas de acción.
2.2.1/ Etapa de Descubrimiento:
OBJETIVOS:
+ Interrelación: conocimiento entre los miembros del grupo de una forma más
personal; sentirse integrados en el grupo y ser parte activa del mismo.
+ Reflexión: que comiencen a tener sentido crítico de lo que le rodea, y sus propias
ideas.
+ Oración: Tener presente a Dios en lo que hacemos; educar para la oración, hacer
de ella algo habitual adaptándola a su nivel.
+ Compromiso: que muestren responsabilidad en su familia, con sus amigos y con el
grupo.
* Seguir fomentando la oración personal y en grupo, y conseguir que participen en
las de grupo.
* Saber criticar valores y contravalores de la sociedad, así como reconocerlos
previamente.
* Darles a conocer a los niños el estilo de vida de Jesús, su forma de actuar ante
diferentes situaciones y transformar nuestras actitudes hacia las de Jesús, sobre
todo en el grupo.
* Finalizar la etapa con la ilusión de seguir adelante con el proceso catecumenal y
tener como referencia otros grupos cristianos.
* Saber escuchar y hacer nuestros los problemas del grupo.
* Tener al animador como apoyo dentro del grupo.
* Acercamiento del animador como un amigo.
LINEAS DE ACCION:
+ Pasar tiempo extra con los niños/as en diferentes actividades (meriendas, cine...) y
mediante dinámicas donde se trabaje más personalmente en grupos reducidos.
+ Participación en el grupo.
+ Exponer temas actuales y que den su puntos de vista.
+ Mediante motivos y comenzando o terminando con una pequeña oración; adap-
tarlas al nivel que tienen haciéndolas muy dinámicas; situarlas temporalmente de
modo que no se hagan monótonas.
+ Que cada uno tenga una responsabilidad dentro del grupo; que vean la impor-
tancia que tienen en su familia como colaboradores.
- Compartir momentos por determinar.
- Intentar estar el mayor tiempo posible con los niños, antes y después de la reunión.
- Después de las reuniones, tener una evaluación de las mismas.
- Empezar nuestras reuniones con una oración y asistir en la medida de lo posible a
la oración de los jueves.
- Asumir las responsabilidades dentro del grupo
OBJETIVOS PARA EL GRUPO DE ANIMADORES:
. Fomentar la comunicación interna entre los animadores y las relaciones afectivas entre los
mismos.
. Ser cercanos a los niños, dentro y fuera del grupo, sin perder nuestro sitio.
. Reflexionar sobre todo lo que vamos a hacer o decir para actuar en consecuencia. Ser
coherentes.
. Potenciar nuestra oración tanto personal como comunitaria.
. Mostrar responsabilidad en todo momento
LINEAS DE ACCION PARA EL GRUPO DE ANIMADORES:
- Para conseguir esto, comenzaremos o terminaremos la reunión con una pequeña oración
que tenga relación con el tema.
- Cada mes haremos una oración de todo el grupo, donde tendremos un mismo esquema
para prepararla.
- Planteamientos de los valores de la sociedad y relacionarlos con la catequesis.
- Pondremos en cada reunión un símbolo en medio del grupo, para hacer presente a Jesús
en nuestras reuniones.
- Elaboración del diario de ruta.
- Control de asistencias y comportamiento.
- Tener algunos testimonios de vida y tener un encuentro zonal con otros grupos cristianos.
- Seguimiento a través de entrevistas, convivencias por trimestre y fuera del grupo entablar
una relación con los niños/as haciendo diferentes salidas al cine, playa, etc.
2.2.2/ Profundización:
OBJETIVOS:
Que los chicos tomen una opción clara por un estilo de vida: el estilo de Jesús.
Conocer en profundidad diversos temas de gran trascendencia en la vida de un cristiano:
oración, eucaristía, navidad, María...
Crear un ambiente de respeto y confianza mutua entre los miembros del grupo: saber
escuchar y saber hablar.
Potenciar una conciencia crítica (inquietud) sobre situaciones injustas de nuestra sociedad:
pobreza, marginación, sociedad de consumo...
Inculcar la importancia de la oración y la eucaristía en la vida de un cristiano.
Madurar tanto interior como exteriormente.
Hacer que los jóvenes se conozcan, en sus cualidades y defectos, en sus posibilidades y
limitaciones, con el fin de superarse.
LINEAS DE ACCION:
Dar a conocer en profundidad la persona de Jesús. Proponerlo como modelo de persona,
junto con personas de nuestro entorno.
Tener reuniones en las que contemos con el testimonio de personas que han optado por
Jesús.
Tener reuniones formativas sobre: La Salle, Eucaristía, María, Navidad...
Hacer hincapié en ciertas características que debe poseer el grupo:
. escuchar y ser escuchado
. respetar las opiniones,
. formación en la oración personal y de grupo
. pequeños compromisos
Tener diálogos, mesas redondas... como elementos dinamizadores, fomentando así la
participación y formación de opiniones sobre ciertos temas.
Posible participación en la preparación de la Eucaristía del sábado en La Salle (tercer
trimestre)
Buscar momentos, fuera de la reunión, para estar más tiempo con los jóvenes.
Revisiones periódicas del proyecto personal
Entrevistas con el animador.
2.2.3/ Maduración:
OBJETIVOS GENERALES:
En esta etapa el proceso catecumenal adquiere carácter propio, de manera que se marca
como reto la iniciación cristiana integral, que tiene su origen, su lugar y su meta en la
comunidad cristiana.
Nuestros objetivos más inmediatos los hemos decidido teniendo en cuenta que los jóvenes
con los que compartiremos la alegría de conocer el Evangelio han venido hasta nosotros en
plena libertad, tras una decisión libre y personal, aunque decisión inicial, por el Evangelio.
Que han aceptado el descubrir el mensaje de Jesús en grupo y que en todo momento son
libres para abandonar el grupo sin que tengan que justificar su decisión si así lo desean.
Esto que a simple vista puede parecer obvio es algo que ellos necesitan saber para
constatar su paso a las estructuras adultas de la sociedad, a la que no tienen conciencia de
pertenecer, a la que no entienden, por la que se sienten sometidos y a la que quieren
desmantelar para crear una nueva manera de entender la vida aún por descubrir.
Por tanto nuestro punto de llegada será lograr una aceptación global de Jesús y de su
mensaje en sus vidas, de manera que ésta sea coherente con su fe, planteándoles en este
momento su opción por el Evangelio, favoreciendo en todo momento el discernimiento
vocacional desde la perspectiva de una llamada personal de Dios para servir a su PLAN
SALVÍFICO, a la construcción del REINO DE DIOS, desde los distintos estados de vida que
nos ofrece la Iglesia.
En la consecución de este objetivo final nos planteamos, en el curso de los dos años
que dura la etapa de Maduración, los siguiente objetivos:
+ Iniciarlos en la necesidad de realizar un proyecto personal por dos años, revisable
anualmente, que les sitúe en el momento que viven y les proyecte hacia un futuro
deseado.
+ Hacerles descubrir que el grupo es el lugar donde ellos van a madurar su fe, con el
que se comprometen a una serie de normas elementales como:
+Participar en el desarrollo de las reuniones.
+ Asistir semanalmente a la reunión y llegar puntualmente.
+ Respetar a los demás en sus conductas y opiniones, no por ello pareciendo
hipócritas sino por el contrario practicando la corrección fraterna.
+ Ser sinceros siempre.
+ Realizar entre todos el proyecto de grupo, de manera que se introduzcan en él
todos los objetivos que deseen compartir.
+ Fomentar la oración como vínculo de fe, como necesidad para el cristiano y como
fuerza de la comunidad. Invitarles e incluso comprometerles a participar de la
oración comunitaria de los jueves.
+ Hacerles descubrir la presencia de Dios en los sacramentos, y sobre todo el
sentido nuevo que adquiere nuestro grupo en torno a esta Presencia, la dimensión
de la Iglesia, comunidad de comunidades.
+ Iniciarles en el compromiso apostólico y misionero, de manera que entiendan la
adhesión al mensaje de Jesús como un compromiso vivo con los más necesitados
en TODOS los aspectos de la vida. Esto ser realizará desde la participación activa
en movimientos de solidaridad, servicios de voluntariado, etc. tanto intraeclesiales
(Cáritas) como extraeclesiales (VOLUNTARIADO LASALIANO).
+ Desarrollar un calendario de entrevistas personales, encaminadas a fortalecer los
lazos de comunicación entre el catecúmeno y el animador, así como orientar, en la
medida de las posibilidades, al joven en momentos difíciles, bien con el consuelo de
la escucha atenta y amistosa, con el consejo apropiado o bien, si el caso lo requiere
por su gravedad, remitirlo a personas más diestras en el campo del seguimiento
personal.
PROYECTO DE MADURACIÓN
OBJETIVOS:
. Dar seriedad e importancia al proyecto personal y de grupo.
. Seguimiento personal de cada joven.
. Sensibilizar a los chavales del estudio de la sociedad actual (que comprendan lo que
viven, sean realistas, sensibles y responsables con una visión creyente). Que esta misma
sensibilización les lleve a los demás y adquieran un compromiso concreto, como opción
personal.
. Fomentar una oración personal más comprometida (que se refleje en sus vidas)
. Asumir conciencia de grupo cristiano. Que poco a poco vayan adquiriendo una confianza
sincera con todos los miembros del grupo.
. Mostrar los sacramentos de una manera más real e incluirlas dentro del proceso (hacerles
ver que son un paso más dentro de éste, y no una meta).
. Transmitirles que el “ser creyente” es una opción personal, todo un estilo de vida y de
seguimiento a Jesús, y no simplemente unas reuniones.
LÍNEAS DE ACCIÓN.
- Seguimiento personal de cada joven. Intentar revisar el proyecto personal con ellos.
- Celebración dedicada al proyecto de grupo para darle importancia.
- Marcarles el que hay que ser responsables en todos los aspectos como cristianos:
estudios, familia, asistencia, puntualidad, etc.
- Tratar temas de sensibilización social y acercarlas a una sociedad más marginal (que no
quede como algo aislado, sino que sea una manera de ver y tratar a los demás).
- Presentarles algún testimonio de vida de personas comprometidas.
- Motivar a los jóvenes a participar en la oración de los jueves, eucaristía colegial de los
sábados, etc.
- Catequesis sobre los sacramentos, tiempos litúrgicos...
- Usar dinámicas en catequesis que sirvan para interrelacionarse.
- Una convivencia trimestral: grupo, zonal, salida al campo, según sea el primero, segundo o
tercer trimestre.
2.2.4/ Etapa de Catecumenado
La finalidad más acuciante en este período es la Consolidación de la fe, el
Discernimiento vocacional y la Elección de la Comunidad cristiana estable.
Esta última etapa del proceso debe culminar en la integración en alguna de las
formas comunitarias de vida cristiana: comunidad parroquial, comunidad lasaliana,
comunidad misionera, comunidad religiosa, comunidades de base o movimientos
especializados,...
* Corresponde al Equipo de Pastoral con los animadores de los grupos respectivos
de Maduración 2, discernir la idoneidad de los candidatos que soliciten por escrito, el
paso a la Etapa de Discernimiento, así como designar a los responsables de la
celebración litúrgica.
ORIENTACIONES PARA LA ETAPA DE CATECUMENADO
OBJETIVO GENERAL:
Avanzar en el proceso de maduración personal y enriquecer su fe, para así discernir la
autenticidad de su vocación en el ámbito de la vida cristiana.
Tomar conciencia de que es una decisión trascendental; una opción de vida de caminar
hacia la Comunidad Cristiana.
MADURACIÓN PERSONAL:
* Criterios:
a) Conocerse a sí mismo y aceptarse como uno es para intentar superarse.
b) Madurar afectivamente en relación consigo mismo y con los demás.
c) Intentar establecer coherencia entre los valores que vive y los valores por los que
quiere optar.
d) Fomentar y asumir un estilo de vida sencillo.
e) Mostrar actitudes de respeto hacia los demás: saber escucharles, asumir las
Decisiones del grupo...
f) Tener espíritu crítico ante los acontecimientos de la vida.
g) La animación del grupo se concreta en dos figuras: animador y
coordinador.
Animador: lleva el seguimiento personal de cada miembro del grupo.
Asume la formación del grupo. Es el guía espiritual. Destacar la figura
del animador en los primeros anos de esta etapa.
Coordinador: Nombrado por el animador teniendo en cuenta un
previo sondeo y siendo sus funciones:
Coordinar las actividades del grupo.
Planificar, junto con el animador, la vida del grupo.
Representar al grupo ante el centro y el Distrito.
h) Se debe dar gran importancia, seriedad y exigencia al paso a esta etapa. Tiene
que ser una opción personal.
* Experiencias básicas:
a) Tener una entrevista, al menos trimestral, con el animador.
b) Realización de proyecto personal serio y un compromiso en su práctica producto
de la revisión y complementación de proyectos anteriores. Confrontación del mismo
con el animador
c) Hacer una revisión personal de su proyecto ante los demás y periódicamente.
d) Ir adquiriendo compromisos concretos de una forma progresiva: de lo sencillo a lo
complejo.
e) Analizar los valores que nos ofrece la sociedad y compararlos con los que nos
ofrece Jesús de Nazaret.
f) Analizar alguna realidad de pobreza en el barrio o centro.
RELACIÓN INTERPERSONAL. VIDA DE GRUPO:
* Criterios:
a) Apertura y disponibilidad a los demás, compartiendo lo que uno es y tiene.
b) Saber escuchar al grupo; revisarse ante él y decir las cosas abiertamente.
c) Interesarse por los demás miembros del grupo: dificultades, éxitos, conocerles.
d) Ser ejemplo para los niveles que nos siguen.
e) Fomentar la relación con los demás miembros de la Etapa.
f) Iniciarse hacia una opción de fraternidad dando pasos concretos de una relación
superficial a una más coherente.
* Experiencias básicas:
a) Realización y revisión del Proyecto de Grupo. Planificación de los objetivos del
año. Requisito para poder identificarse con el Grupo. Ha de ser exigente y realista
con las posibilidades del grupo. Teniendo en cuenta los Proyectos Personales y los
Objetivos de la Etapa, para este nivel.
b) Dar pasos hacia la comunidad de bienes: caja común, poner al servicio del grupo
las pequeñas propiedades personales.
c) Aceptar responsabilidades dentro del grupo.
d) Tener contacto real con otros grupos del centro y del distrito.
e) Tener tiempos de ocio común; fomentar las relaciones interpersonales para
facilitar la confianza y la amistad en el grupo.
f) Iniciar la corrección fraterna de miembro a miembro; saber exigirse unos a otros
(Mt.18, 15).
g) Revisión de vida al trimestre. Deben ser apoyadas y coordinadas por el animador.
VIDA DE FE:
* Criterios:
a) La oración debe sentirse como necesidad. Si falla la oración personal, falla el
compromiso y todo lo demás. Tanto la oración personal como la comunitaria son
puntos básicos y necesarios, en el ámbito personal y de grupo.
b) Actitud de apertura y escucha a Dios.
c) Descubrir la persona de Jesús de Nazaret. Exigencias de ser su seguidor.
d) Tener en el año alguna experiencia fuerte de oración.
e) Vida sacramental responsable.
f) Conocer el método de oración de La Salle.
* Experiencias básicas:
a) Experiencia semanal de oración en grupo, basada en la Palabra de Dios.
b) Celebrar la Eucaristía dominicalmente y en días de precepto, asumiendo lo que
supone vivir la Eucaristía.
c) Hacer alguna exposición de lo leído en la lectura espiritual.
d) Asistencia a la Pascua y al Encuentro de Oración.
e) Tiempo diario de oración personal
FORMACIÓN:
* Criterios:
a) Seguir el temario de la Etapa, seleccionando los temas que interesen al grupo.
b) Conocer la vida de San Juan Bautista de La Salle.
c) Dar a la formación de vida cristiana la importancia que en esta etapa llega a tener
de cara a la opción que se realiza al final de la misma.
* Experiencias básicas:
a) Tener, al menos, dos reuniones formativas al mes.
b) Leer un libro sobre San Juan Bautista de La Salle. (Se aconseja "Camina en mi
presencia" de Ed. Paulinas).
c) Participar en cursillos o charlas que se den en el centro o localidad (Teología,
Cristología, Biblia...).
d) Participar en los Cursillos de Animadores, cursos de formación o similares.
MISIÓN:
* Criterios:
a) Saber trabajar en grupo: ser disponible y entregado.
b) Ser creativo.
c) Estar abierto a colaborar con otras realidades.
d) Trabajar por y para los demás.
e) Adquisición de un compromiso serio y concreto, enviado por el grupo.
* Experiencias básicas:
a) Ser responsable y equilibrado en el propio tiempo y en el dedicado a los demás.
b) Colaborar en los Encuentros de Verano y en los Campos de Trabajo (tanto
locales como distritales).
c) Tomar los estudios y el trabajo como uno de los compromisos personales más
importantes.
d) Asumir las tareas pastorales del centro.
CONVIVENCIAS Y ENCUENTROS:
a) Convivencias con los grupos existentes en el centro, de su propio nivel,
especialmente fin de curso (paso a otro nivel).
b) Encuentros de Oración Distrital.
c) Convivencias de la etapa de CATECUMENADO a escala distrital.
d) Celebración de la Pascua (en nuestro propio centro). Se trata de una participación
activa tanto en preparación como en celebración.
e) Cursillo de Animadores.
f) Campos de Trabajo.
g) Participación en las Convivencias de Verano como animadores.
h) Participación en los demás encuentros que queden recogidos en el Proyecto de
Etapa de Discernimiento del centro.
2.2.5/ Comunidad Juvenil La Salle
* Terminado el PROCESO CATECUMENAL, algunos de los/as jóvenes que lo han
seguido optan por integrarse en la Comunidad Juvenil la Salle.
* Será el Coordinador de Pastoral Distrital el que preste un seguimiento y colaboración a
estos grupos, con el fin de que vayan trabajando las orientaciones dadas en la región
para la constitución de la «Comunidad Cristiana La Salle».
* Una de sus grandes aportaciones a la Pastoral de los centros, es la colaboración que
algunos de sus miembros prestan desde el Equipo de Pastoral Local.
* Como estamos dando los primeros pasos nos ha parecido bien dejar referencia de uno
de los Proyectos Comunitarios, en el que se recogen las intuiciones que hemos ido
madurando hasta el momento.
UN PROYECTO DE COMUNIDAD JUVENIL LA SALLE
OBJETIVOS GENERALES
Definirnos en todos los sentidos, esto es, que haya coherencia entre nuestra vida
fuera y dentro de la Comunidad. La Comunidad no se forma para sí misma, sino como
medio para construir el Reino de Dios.
Acercarnos más a la sociedad; discernir las necesidades que hay en nuestro mundo
y ser signo de transformación de estas realidades.
Dar la importancia que tiene los apartados del Proyecto: VIDA DE FE, VIDA DE
FRATERNIDAD, MISIÓN, haciendo este año especial hincapié en un nuevo ámbito:
FORMACIÓN.
Lograr que exista unidad en los distintos ámbitos de la vida de Comunidad.
Motivar nuestras acciones guiadas por el Evangelio, para lo que necesitamos un
conocimiento más profundo del mismo.
Incorporar en nuestras relaciones interpersonales el carácter fraternal propio de una
Comunidad.
Sentirnos más unidos al Instituto y al Distrito, estrechando las relaciones y los
vínculos con este último.
ÁMBITOS POR DESARROLLAR
VIDA DE FE
Objetivos
Avanzar en la oración personal apoyándonos en la formación.
Centrar nuestra vida en el Evangelio, vivir desde Dios en todo momento inspirándonos en el
estilo de La Salle, teniendo como principales elementos:
La oración personal.
La oración comunitaria.
La eucaristía.
Líneas de acción.
Oración personal. Todos los miembros del grupo nos comprometemos a dedicar un rato
diario a la oración personal para intensificar nuestra experiencia de fe.
Frecuentar la lectura espiritual, mínimo un libro al año, y compartir lo que se va leyendo una
vez al trimestre.
Tener en el año una experiencia fuerte de oración, enfocándola como un taller formativo
(preferentemente en Navidad).
Oración de la Comunidad Cristiana del Centro.
Asistir, preparar con interés, participar y profundizar en dicha oración.
Oración Comunitaria.
Tener oración comunitaria más prolongada una vez al mes, el viernes a la hora de la
reunión.
Oración con la Comunidad de los Hermanos.
Una vez al mes, el servicio de liturgia, recordará la necesidad de compartir nuestra oración
con los Hermanos, para estrechar los lazos de comunión. Proponemos la oración de
vísperas del domingo.
Eucaristía.
Tener al menos una eucaristía comunitaria en los tiempos litúrgicos más intensos. Para
reforzar la importancia de este sacramento en nuestra comunidad, se propone participar en
alguna eucaristía durante la semana además de la dominical.
VIDA DE FRATERNIDAD
Objetivos.
Consolidar las relaciones interpersonales basadas en la fraternidad entre los miembros de
la Comunidad. Este es uno de los fundamentos de la vida comunitaria.
Fomentar las relaciones con otros grupos de la Comunidad La Salle.
Consolidar la opción por la Comunidad Juvenil y fomentar otras opciones vocacionales.
Asumir la incidencia de las decisiones comunitarias en la vida personal.
Líneas de acción.
Con el objetivo de fomentar la relación con los hermanos, continuar con la misión
compartida:
Intercambiar los Proyectos Comunitarios.
Programar alguna actividad conjunta.
Mostrar nuestra disponibilidad para compartir el Proyecto Comunitario o alguna oración con
los grupos de Discernimiento.
Compartir el Proyecto Personal, al inicio del curso, con los demás miembros de la
Comunidad.
Esforzarnos por ser puntuales. Las reuniones son los viernes a las 21:30 h. proponemos
llegar un rato antes para crear ambiente. Al finalizar las reuniones se dedicará un tiempo a
informar sobre las diferentes actividades que se están realizando o se prevea que se va a
realizar próximamente y que sean del interés de la Comunidad.
Dadas las circunstancias de varios miembros de la Comunidad, tener un encuentro
trimestral en el que todos estén presentes.
La programación mensual de las reuniones será la siguiente:
Una oración comunitaria, preparada por los miembros de la Comunidad.
Una revisión de vida, preparada por los miembros de la Comunidad.
Una dedicada al Sínodo, preparada por los encargados.
Una reunión formativa, preparada por el animador o cualquier otra persona cualificada, o
algún miembro de la Comunidad, según convenga.
Tener en la corrección un medio privilegiado para acercarnos al amor fraterno.
Proponemos tres modalidades:
Posibilidad de hacerlo de tú a tú, siempre con delicadeza y en el momento oportuno.
En media jornada o un día entero en que todos tengamos oportunidad de hablar con
todos.
Aprovechar los momentos de convivencia del grupo.
Además de esto:
Superar el “chismorreo”.
Comprometernos a tener un rato con cada miembro de la Comunidad, al menos una
vez al año.
Comunidad de bienes:
Con objeto de ser más significativo el gesto de compartir, nos comprometemos a poner
nuestros bienes a disposición de los demás, es decir, compartir cosas concretas materiales,
además del tiempo (libros, cintas...). Cada miembro del grupo aportará una cantidad
económica que él mismo decidirá en proporción a sus posibilidades, teniendo en cuenta el
Proyecto Personal y siendo exigente consigo mismo. Este fondo común irá destinado a
sufragar gastos internos de la Comunidad y a colaborar en necesidades externas. Se
propone tener un armario para libros, cintas, etc.
Destacamos la importancia de las convivencias de la Comunidad en el transcurso del año y
de la adecuada preparación de las mismas. Tendremos una convivencia de un día al
trimestre y un más larga al año.
Entrevista con el animador:
Se mantendrá, al menos, una entrevista al trimestre con el animador, cada uno concretará
en su Proyecto Personal el seguimiento de éste junto con el acompañante.
La Comunidad se muestra atenta a las personas que no han iniciado su andadura en la vida
comunitaria. Los casos se estudiarán de forma personalizada entre el interesado y el
servicio de coordinación.
MISIÓN.
Objetivos.
Todo miembro de la Comunidad dedicará un tiempo concreto a los demás, teniendo en
cuenta el nivel en que nos encontramos y lo asumirá como una necesidad de su
compromiso cristiano.
Tener una vida comprometida en todas las facetas, asumiendo que lo que nosotros vivimos
estamos obligados a transmitirlo: que todo lo que hagamos debe estar enfocado a se signo
de la construcción del Reino.
Ser referencia desde una opción de vida por la Comunidad.
Líneas de acción.
El estilo de nuestra misión será: no intentar a priori cambiar el ritmo y costumbres de las
personas con quienes tratamos, sino ser tolerantes y comprensivos (inculturización).
Ser signo de contradicción en el ambiente que nos toca vivir y en actos sociales puntuales.
Tener una presencia activa y responsable en las actividades del centro.
Integrarnos activamente en la familia lasaliana y participar en los encuentros distritales.
Nuestra misión se desarrollará en diferentes ámbitos, de forma que estas tendrán un
proyecto propio y paralelo:
Intervención sociocultural .
Intervención sociocultural por medio de talleres con niños/as y previsible atención a adultos.
Puede ser en el propio Centro o en una barriada marginal. Estamos situados en lo que
llamamos el VOLUNTARIADO LASALIANO. Otros compromisos asumidos individualmente:
Campañas de Cáritas, Centro de ayuda al drogodependiente, comisión 0,7%, Grupo de
denuncia...
FORMACIÓN
Objetivos.
Dar respuesta a la necesidad de formación que tenemos, y al mismo tiempo ser conscientes
de que nos falta mucho por recorrer en este aspecto.
Estructurar un plan formativo:
Hacer en este curso especial hincapié en formación bíblica y eclesiológica, además de
formación sobre la opción por la Comunidad.
Líneas de acción.
Continuar con los temas de preparación del Sínodo Diocesano.
Lectura formativa (mínimo un libro al año), que se compartirá al trimestre. Además cada uno
tendrá un ejemplar del manual “de la Comunidad”.
Revisiones formativas, preparadas por el animador u otra persona igualmente cualificada y
reuniones del manual preparadas por el animador o algún miembro de la Comunidad, según
convenga.
Aprovechar la presencia del Hermano Visitador o Hermanos del Equipo de Pastoral...
REVISIONES.
Se tendrá una revisión del Proyecto al final de cada trimestre, además de lo que
puntualmente se pueda ir mejorando en los diferentes ámbitos.
Seguiremos el estilo de revisión de vida (ver, juzgar y actuar) en los temas que tratemos.
6.2.3/ EL GRUPO DE ANIMADORES
6.2.3.1/ Constitución y funcionamiento
* El Coordinador de Pastoral y el Equipo de Pastoral estudian quiénes van a ser
los/as animadores/as del curso catequético y dónde pueden desarrollar mejor el
apostolado. Para ello tendrán en cuenta: los aspectos humanos y religiosos básicos
y su formación catequética. Es en última instancia el Coordinador de Pastoral quien
decide.
* El Coordinador de Pastoral y el Equipo de Pastoral tendrá una reunión al trimestre
con los/as animadores/as de las distintas etapas del proceso, para recordarles sus
responsabilidades y asegurar el seguimiento de los elementos dinamizadores de
cada grupo. Llamaremos a estas reuniones de revisión y previsión del trimestre.
* La primera reunión del curso se dedicará a tomar conciencia de nuestra misión
como agentes de evangelización que trabajan en la Iglesia, y a elaborar el «Plan de
animación de los grupos cristianos».
* El «Plan de animación de grupos cristianos» unifica los objetivos, líneas de acción,
metodología, elementos dinamizadores, calendario, celebraciones de tiempos
litúrgicos, reuniones de animadores,...
Dentro de los elementos dinamizadores de la etapa de Maduración, se debe incluir
un plan de visitas, charlas,... para conocer la realidad social del entorno. A partir de
Maduración 3, estas experiencias sociales deben concretarse en una acción social
continuada, en lo que llamamos voluntariado lasaliano.
Una vez confeccionado pasará a formar parte como anexo del Proyecto de Pastoral.
* Se procurará formar equipos estables de animadores en cada etapa, trabajando en
ella dos ciclos completos, de manera que se pueda llegar a conocer bien los
objetivos, metodología, experiencias,... de ésta.
* Todo el grupo de animadores tendrá como mínimo dos encuentros al año, uno al
inicio de curso de organización y otro al finalizar el año para compartir y celebrar la
fe en ambiente festivo.
* Ser animador/a de grupo, supone:
- Pertenecer a un grupo o comunidad cristiana.
- Hacer una opción por los jóvenes y caminar con ellos.
- Ser educador: conocedor de los jóvenes, atento a cada uno, responsable
de su maduración humana, teniendo gran respeto a la libertad de cada uno.
- Ser testigo de la fe: ser creyente maduro.
- Ser animador de grupo.
* Todo esto implica:
- Amar, querer, apreciar mucho a los chicos, como seres concretos y frágiles.
- Responsabilizarse del grupo que se le asigne, durante todo el curso.
- Haber adquirido una formación básica (curso de formación de animadores).
- Asistencia a los encuentros formativos y celebrativos que se organicen.
- Acompañar a los chicos a los encuentros establecidos en su proceso.
* Se tenderá progresivamente a que aquellos que sean invitados a impartir
catequesis, sigan el siguiente proceso: al terminar Maduración-3, asistencia a los
encuentros de Formación de animadores I, II y III.
Será el Equipo de Pastoral el responsable de proponer en el momento oportuno el
comienzo de la labor catequética.
* El Coordinador y Equipo de Pastoral, estudiará las solicitudes de aquellos que
perteneciendo a otras comunidades cristianas, quieran trabajar con nosotros.
6.2.3.2/ Formación de Animadores
Es un elemento básico y fundamental de toda acción catequética, la formación de
aquellos que tienen el encargo de ser los animadores o en palabras de La Salle, los
«embajadores y ministros de Jesucristo». Para este curso la formación la concretamos así:
* Asistencia y participación de aquellos que no han completado la formación básica,
en los encuentros formativos organizados por el Distrito, en el mes de Septiembre.
Podrán acceder también a estos cursos, aquellos que al terminar Maduración-3 sean
invitados porque poseen cualidades para ser animador. Estos deben haber vivido
determinadas experiencias del proceso (Pascua, encuentro de oración,...)
* A lo largo del curso se organizan cuatro encuentros formativos, donde se
abordarán temas catequéticos, bíblicos y lasalianos. Estos encuentros se harán
extensivos a los distintos grupos de los centros, a partir de Discernimiento.
* Se comunicará con la debida antelación de otros cursos y seminarios formativos,
organizados por las diócesis (navidad, semana santa, verano,...)
* En la Sala de Pastoral se tendrá a disposición de los animadores y de todo el que
lo solicite, material para preparar las reuniones, los temas,... y para la formación
permanente.
2.4/ ORACIÓN Y CELEBRACIÓN
Sólo podemos hacer que nuestros discípulos crezcan en el conocimiento de
Jesucristo, si nosotros, que «hemos sido elegidos por El para colaborar en su obra de
salvación» no los acercamos al mismo Jesucristo y no somos rostros del mismo Jesús. Es
necesario que iniciemos a nuestros discípulos en la oración y los sacramentos, puesto que
ellos son la fuente de la que mana toda la vida y actividad de la Iglesia (SC,10)
* Para favorecer la participación de toda la comunidad cristiana (alumnos,
profesores, padres, antiguos alumnos, grupos cristianos,...) la Eucaristía semanal la
animará cada uno de dichos estamentos.
* Se elaborará un calendario de celebraciones, para que cada grupo sepa el día que
le corresponde preparar la celebración.
* Todos los grupos deberán tomar conciencia de la importancia de dichas
celebraciones, para que asuman y expresen en sus proyectos de grupo el
compromiso de participación y preparación.
* Se procurará que al inicio de los tiempos litúrgicos se tenga una celebración
comunitaria de la penitencia.
* Se organizará una oración de la Comunidad Cristiana del Centro una tarde de la
semana. Es un momento fuerte para la vivencia de la fe con los otros grupos.
Celebraciones especiales
* Es responsabilidad del Equipo de Pastoral, con los animadores de los grupos
respectivos, discernir la idoneidad de los candidatos para celebrar las «entregas
catecumenales», los «pasos de etapa» y el sacramento de la confirmación.
* El Equipo de Pastoral determinará las fechas de dichas celebraciones que incluirá
en el calendario general.
Otras celebraciones importantes
* Aquellos que han participado en la Pascua del Distrito, se incorporan de modo
activo en la celebración pascual de su Comunidad Cristiana de referencia.
* En aquellos Centros en donde sea posible se celebrará la Pascua de la Comunidad
Cristiana durante los días del Triduo pascual, en régimen abierto.
* El Equipo de Pastoral confeccionará el programa y determinará los responsables
de su preparación.
* También se cuidará la celebración de la Navidad.
6.2.5/ ENCUENTROS DISTRITALES
Los encuentros con otros grupos del Distrito, son de suma importancia dentro del
proceso de formación, sobre todo porque están orientados a recapitular todo lo que se ha
ido trabajando a lo largo del año, y van constituyendo la comunidad cristiana. Esta se
caracteriza por ser comunidad abierta, dialogante y comunicativa.
Son los encuentros con otros grupos los que permiten nacer y aumentar la
conciencia de estar participando en un proceso que supera al propio grupo y vivir
experiencias profundas de fe.
* Todos deben necesariamente asistir a los encuentros establecidos en cada nivel y
etapa. Estos son:
- Encuentros de verano: Descubrimiento, Profundización y Maduración - I.
- Encuentro de oración: Maduración y Catecumenado
- Encuentro de la Luz: Profundización - II.
- Pascua Juvenil: Maduración I y II.
- Campos de trabajo: a partir de Maduración -II.
* Será un miembro del Equipo de Pastoral el que haga la convocatoria. Los
animadores respectivos insistirán en sus grupos sobre la necesidad de participar en
estos encuentros.
* Al inicio de curso debe quedar claro, que pertenecer a un grupo cristiano implica
participar activamente en al menos uno de los encuentros previstos en cada nivel.
* En caso de no asistencia, se valorarán las medidas a tomar según el individuo y los
motivos que éste aporta. Esto lo hará el animador del grupo correspondiente con el
Equipo de Pastoral.
* El primer compromiso que adquiere uno que pertenece a un grupo cristiano es la
participación en los actos convivenciales y religiosos organizados en el centro. Será
un aspecto a tener en cuenta para participar en los encuentros distritales.
* Nos acogemos a los criterios que el Equipo de Pastoral Distrital sugiera, referente
a participación de chicos y animadores.
* En cuanto a la responsabilidad legal de los traslados, los participantes a estos
encuentros, deben necesariamente aportar un permiso escrito de sus padres,
autorizándoles a participar en dichos encuentros.
2.6/ ENCUENTROS CON PADRES
Sabemos que la educación y la educación de la fe supone que padres y animadores
estemos trabajando unidos. Por eso:
* En los niveles de Descubrimiento, Profundización y Maduración 1, los animadores
tendrán al menos, tres reuniones al año:
. Una en el primer trimestre de presentación, conocimiento y lanzamiento del
año.
. Otra en el segundo trimestre para revisar la marcha del curso.
. Y otra en el tercer trimestre para informar y evaluar el proceso que ha
seguido cada grupo.
* En dichos encuentros se implicará a los padres en las distintas actividades
religiosas, culturales y recreativas del Centro. Lógicamente, a los Padres/Madres
que aún no están integrados en la Pastoral de Adultos se les seguirá convocando.
2.7/ INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA
* Son locales de uso ordinario para el desarrollo de las distintas actividades
catequéticas, los siguientes:
® Las distintas aulas asignadas a los grupos del proceso.
® Las salas de audiovisuales, para proyección de montajes, vídeos y
encuentros puntuales, en los que participen un número elevado de personas.
® La capilla del centro, para las distintas oraciones y celebraciones litúrgicas.
® La sala de pastoral, quedando limitado su uso a las reuniones de
catequistas para preparar la catequesis y al Equipo de Pastoral. No es sala
de estudio, ni de fiestas (meriendas, cumpleaños...)
® Otras salas del centro deben ser solicitadas a la dirección para su uso.
* Para evitar cualquier interferencia entre grupos, los locales asignados a cada uno
de ellos al comienzo de curso y la hora de reunión, deben ser respetadas. Ningún
grupo deberá cambiar de lugar o de hora si no es consultando con el Coordinador de
Pastoral.
* Previa solicitud y autorización, pueden celebrarse encuentros convivenciales de
etapa y nivel en el Centro.
* El uso de la sala de Pastoral (cuando sean reuniones que no estén fijadas en el
planning general) y de la capilla, deberá quedar expuesto en el panel de uno que
estará a disposición en las respectivas carteleras.
* La sala de Pastoral dispone de una biblioteca con material que podrá ser utilizado
por los animadores de grupo. Existirá un libro de registro para que se anoten las
entradas y salidas de material.
* Para evitar que los encuentros de grupos, coincidan con otras actividades del
centro (fiestas, excursiones, visitas culturales,....) se procurará avisar con la debida
antelación para cambiar las reuniones.
* Al comienzo de curso, los animadores dispondrán de una hoja con la normativa a
tener en cuenta para el buen uso y mantenimiento de los locales.
2.8/ FINANCIACIÓN
Un proyecto que no haya previsto recursos es una propuesta irrealizable. Para poder
llevar a cabo algunos de los puntos de este proyecto y realizarlos con una seria posibilidad
de conseguir resultados positivos, necesitamos llevar un correcto sistema de financiación (la
búsqueda del montante económico necesario, para realizar algunas actividades) y una
correcta administración de esos fondos.
Fuentes de financiación
Se establecen las siguientes:
* El propio presupuesto de Pastoral que aporta el Centro.
* La autofinanciación de los grupos.
* Cada grupo se responsabilizará de los gastos ordinarios que lapropia vida
del grupo produzca, así como el resultado de su funcionamiento y los
compromisos adquiridos como tal grupo.
*Los gastos que suponen la participación en encuentros distritales, así como
traslados a dichos encuentros, deben ser previstos con la suficiente
antelación para ir destinando los mismos una cantidad.
* Bolsa común.
Para afrontar dichos gastos, se establece una bolsa desde el nivel de
Profundización, para todos los grupos que participan de una u otra forma en
la Pastoral. Se fija una aportación anual de 500 pesetas, como expresión de
nuestra corresponsabilidad. Dicha aportación debe quedar satisfecha antes
de Navidad.
* Las aportaciones de personas interesadas directa o indirectamente en las
actividades de la Pastoral (APAS,...)
* Extrajobs, actividades extraordinarias dirigidas a la obtención de recursos
(venta de artículos, festivales, ...)
Se especificará de antemano , la asignación de recursos para los fines o
apartados a los que va dirigida la actividad.
* Subvenciones.
El Equipo de Pastoral se compromete a conseguir ayudas oficiales a través
de la Asociación Salle - Joven.
Gestión de recursos
La Pastoral general de un centro requiere una previsión y gestión global de medios y
recursos económicos, por lo que, respetando la vida interna de quienes participan en la
Pastoral, el propio Equipo de Pastoral será el encargado de esta función, así como de dar a
conocer en todo momento el estado de cuentas.
3/ Pastoral de Adultos:
Hemos visto hasta ahora en el PROCESO: la infancia, adolescencia y juventud; es el
momento de centrarnos en el mundo de los ADULTOS. Cuando hablamos de
PASTORAL DE ADULTOS nos estamos refiriendo a toda aquella actividad pastoral
que está orientada a redescubrir, madurar y mantener la fe en cuantas personas adultas
se relacionan con nuestros Centros: Profesorado, Padres/Madres, Antiguos Alumnos,
Simpatizantes, etc.
En el Distrito tenemos una larga tradición de la Pastoral de Adultos, que según los
tiempos se ha ido adaptando. Actualmente distinguimos tres ámbitos de nuestra acción
pastoral con las personas mayores:
+ La Pastoral que realizamos con las familias durante el Catecumenado: Infantil y
juvenil. En páginas anteriores hemos hecho referencia a esta acción pastoral.
+ La Pastoral que llevamos a cabo con el CATECUMENADO DE ADULTOS
+ La animación que se hace con las Comunidades Cristianas La Salle.
A continuación nos detendremos tanto en el Catecumenado de Adultos como en la
Comunidad Cristiana La Salle.
3.1/ ITINERARIO CATECUMENAL DE ADULTOS - LA SALLE/ANDALUCÍA
3.1.1/ Situación de los Grupos de Adultos.-1
No es la primera vez que abordamos este asunto en la realidad de nuestros Grupos
de Adultos. Los conceptos de PROCESO O CATECUMENADO no son nuevos para
cualquiera de las personas que estamos implicadas en la animación, o en su caso, la
pertenencia a alguno de los Grupos de Adultos existentes. Es más, en nuestro Distrito, ya
existen planteamientos y materiales, elaborados en años anteriores, sobre el tema del
Catecumenado de Adultos.
Por consiguiente estos materiales que tenéis en vuestras manos, constituyen un
paso más hacia la META que, implícita o explícitamente, hemos ido trabajando y
madurando en estos años: LA COMUNIDAD CRISTIANA LA SALLE O COMUNIDAD
LASALIANA.
Os invitamos a todos los Grupos a que dediquéis un tiempo de vuestras reuniones,
para que retoméis las conclusiones que hemos sacado y aportéis vuestras sugerencias en
cualquiera de los puntos que a continuación os vais a encontrar. Con el esfuerzo de todos,
será más fácil el camino.
3.1.2/ Es bueno partir de la REALIDAD DE NUESTROS GRUPOS DE ADULTOS.-
Los Grupos de Adultos existentes en el Distrito de Andalucía, están situados en
muchos Centros. Unos llevan más años que otros, algunos están dando sus primeros
pasos, es lógico, pero casi todos van llevando parecidos planteamientos.
Los materiales que utilizan son muy diversos: Del Movimiento Familiar Cristiano
(hacia la fe en Jesús); Camino de Emaús; Teología para Comunidades; Carpeta del
Catecumenado de Adultos (Seguimiento),...
También es bueno, grosso modo, recordar algunas de sus "luces y sombras": faltan
interrelaciones entre ellos, importancia de las reuniones convivenciales que creen lazos de
comunión y ayuden a conocerse mejor, así como otras que fomenten la participación del
miembro del matrimonio ausente en el grupo. En cuanto a los compromisos, aunque en la
mayoría de los casos son los mismos de siempre, en algunos sitios empiezan a implicarse
1/ Este apartado recoge el planteamiento del Catecumenado de Adultos que se ha publicado en dos carpetas y que
está en todos los Centros.
más miembros del grupo, etc.
3.2/ NECESIDAD DE UN ITINERARIO O PROCESO CATECUMENAL.-
3.2.1/ Justificación del Itinerario
A primera vista plantear un catecumenado de adultos, en los Centros La Salle, en
nuestro caso del Distrito de Andalucía, parecería que se están llevando las cosas muy lejos,
en cuanto al planteamiento de la Pastoral Escolar. Hasta se nos podría preguntar ¿Es que
dentro de la naturaleza y finalidad de la escuela lasaliana (o sea, una escuela católica),
cabe una Pastoral de Adultos? Y si la respuesta fuese afirmativa, cabría otra cuestión,
¿necesariamente la Pastoral de Adultos, tiene que asumir el planteamiento catecumenal
como una de sus opciones y, tal vez, opción prioritaria?
Ahí tenemos dos preguntas, que pueden ser un buen punto de partida para discutir
o, mejor, dialogar sobre la acción Pastoral de Adultos que se puede constituir e implantar en
nuestros Centros.
De hecho, las personas que han estado y están implicadas en la Pastoral de Adultos
que se está llevando en nuestro Centros, en estos últimos 15 años, tienen justificaciones
suficientes para defender la opción catecumenal dentro de la Pastoral de Adultos.
Precisamente, a continuación, se van a recoger las diversas llamadas que se nos hacen
desde la Iglesia, el Instituto y, nuestro Distrito de Andalucía, que explicitan de una forma
precisa y clara la razón de ser de una Pastoral de Adutos en línea Catecumenal.
3.2.2/ Llamada u opción eclesial a una nueva evangelización:
De una forma más significativa, nos tenemos que remontar al gran acontecimiento
eclesial del Siglo XX: el Concilio Vaticano II. Juan XXIII, al convocarlo, lo decía de esta
manera:
"Un orden nuevo se está gestando, y la Iglesia tiene ante sí tareas inmensas, como
en las épocas más difíciles de su historia. Porque lo que se exige hoy de la Iglesia
es que infunda en las venas de la humanidad actual la virtud perenne, vital y divina
del Evangelio".
Este deseo del Papa Bueno, como se le llamaba, se fue plasmando en los
documentos del Vaticano y en los posteriores documentos tanto del Magisterio Universal
como del Particular. Es en este contexto de la Nueva Evangelización (expresión que tantas
veces hemos escuchado a Juan Pablo II) que debemos situar la Pastoral de Adultos.
Nos parece oportuno recoger algunas citas, que nos pueden ayudar a fundamentar
la realidad de la Pastoral de Adultos:
"La Catequesis de adultos debe ser considerada como la forma principal de
catequesis a la que todas las demás, ciertamente necesarias, de alguna manera se
ordenan" (Directorio G. de Pastoral Catequética, nº 19, en 1971).
Un año más tarde, la misma Santa Sede, con la publicación del Ritual de iniciación
cristiana de adultos insistía en la importancia de la formación de aquellos adultos
bautizados que no habían seguido una iniciación catequética.
De manera muy clara nos dice Pablo VI:
"Las condiciones actuales hacen cada día más urgente la enseñanza catequética
bajo la modalidad de un catecumenado para gran número de jóvenes y adultos"
(EN,44).
En la misma línea, Juan Pablo II, hace una enumeración de situaciones en las que
no se ha dado una fundamentación de la fe y termina diciendo:
"Entre estos adultos que tienen necesidad de la catequesis, nuestra preocupación
pastoral y misionera se dirige: ...a los que, aun habiendo nacido en países cristianos,
incluso dentro de un cuadro sociológicamente cristiano, nunca fueron educados en
su fe y, en cuanto adultos, son verdaderos catecúmenos" (CT,44).
De todos es conocida la Exhortación Christifideles laici (1988), en la que el Papa,
afirma hasta que punto renovación de la Iglesia y evangelización del mundo actual están
condicionados a que se alcance a tener un laicado auténticamente adulto en la formación
de su fe. Por cuanto:
"La formación no es el privilegio de algunos, sino un derecho y un deber de todos...y,
además, estamos convencidos de que no se da formación verdadera y eficaz si cada
uno no asume y desarrolla por sí mismo la responsabilidad de la formación" (nº 63)
Por otro lado, tanto la Conferencia Episcopal Española como el colectivo de los
Obispos del Sur, han seguido en sus publicaciones el mismo talante, sintonizando con
la Nueva Evangelización. Tema, éste, planteado por el Papa Juan Pablo II, en sus
visitas a España y, lógicamente, desarrollado por el Episcopado Español en bastantes
de sus documentos: Anunciar a Jesucristo en el mundo (1987), Impulsar una nueva
evangelización (1990), La verdad os hará libres (1990) y, tal vez más manejado por
nosotros, La Catequesis de la Comunidad (1983). De este último documento tomamos
unas palabras que pueden servirnos de conclusión de lo que hasta ahora llevamos
dicho:
"En resumen, la necesidad de una vigorosa organización catequética de
adultos entre nosotros se justifica por la necesidad de... fundamentar la fe
cristiana, ya sea porque -en rigor- falte esa fundamentación, o porque sea
inadecuada para la edad adulta, o porque sea necesario reactualizarla. En
cualquiera de estos casos, la fundamentación de la fe puede concernir bien a la
totalidad de sus dimensiones o bien sólo a alguno de sus elementos (la
adhesión, el conocimietno, los criterios o pautas de conducta...)" (nº100).
3.2.3/ Llamada u opción lasaliana a la Misión Compartida:
Podemos abordar la realidad de los grupos de adultos desde dos dimensiones,
necesariamente complementarias, que van desde los planteamientos teóricos, hasta el
hecho real de los 17 grupos existentes, con una historia, aproximadamente, de 15
años. Seguiremos la misma argumentación del apartado anterior. Empezaremos por
acercarnos a los documentos del Instituto e iremos bajando a nuestra realidad distrital.
No se trata de hacer un recorrido exhaustivo y pormenorizado, pero ya en el
año 1976, el 40º Capítulo General, nos decía en la PROPOSICIÓN,11 que "las
comunidades estarán atentas a promover y animar entre los alumnos, los jóvenes y los
ADULTOS, la creación de movimientos apostólicos y de comunidades de base que
reflexionen sobre su vida a la luz del Evangelio, que tengan celebraciones comunes y
que se comprometan al servicio de los hombres".
Dando un paso más, en la sesión Intercapitular de 1981, se insiste en potenciar
y conseguir la comunidad de fe, de tal manera "que la Comunidad religiosa sea la
promotora de la comunidad de fe en la escuela, mediante una mejora de las relaciones
con todos los educadores, que haga posible el testimonio de cada uno según su
estado de vida".
De forma más explícita, en el Mensaje a la Familia Lasaliana, del 41º Capítulo
General, estamos en el año 1986, recoge unas palabras de agradecimiento estímulo
en estos términos:
"Cuando hablamos de Familia Lasaliana nos referimos al conjunto de
personas que integran grupos y movimientos, todos ellos surgidos de la
experiencia espiritual y pedagógica de san Juan Bautista de la Salle". A
continuación expone algunas constantes que se tienen que dar en toda
experiencia lasaliana:
"Su inspiración evangélica, su espíritu de fe y celo,... su arraigo en la
espiritualidad lasaliana y su referencia a una Comunidad Lasaliana" (pgs.
28/29).
El mismo Capítulo General, en la PROPOSICIÓN,6, toma el compromiso de
publicar una "Circular" sobre la Familia Lasaliana. Hay que esperar al 2 de febrero de
1989, en el que se publica la conocida "Carta a la Familia Lasaliana". Muchas son
las cosas que podríamos retomar de ella, pero nos vamos a quedar en el siguiente
apartado que titula HACIA LA COMUNIDAD DE FE:
"Ya que como creyentes nos reunimos a participar en la misma obra, no
temamos entrar en el dinamismo de la fe. Seremos conducidos a vivirla,
compartirla y celebrarla. De esta manera hacemos parte de la iglesia viviente,
dando una prueba de su dinamismo, de su creatividad y de su irradiación.
Creemos que cada institución, cada grupo lasaliano debe tender hacia la
constitución de tales comunidades de fe que escogen su organización, sus
ritmos, sus modos de manifestarse, en comunión efectiva con la Iglesia local"
(p.24).
En las RECOMENDACIONES de nuestro último Capitulo General, leemos en la
5.5:
"El Distrito empleará los medios convenientes para que cada obra lasaliana,
en cuanto sea posible, promueva la creación de comunidades de fe,
grupos de referencia integrados por diversidad de personas (Hermanos,
sacerdotes, religiosos, religiosas, seglares, jóvenes...), deseosos de
profundizar en su fe y con una misma preocupación por anunciar
explícitamente a Jesucristo y por comprometerse en el servicio a los pobres"
(Circular 435, p.47).
Completando la Circular que acabamos de citar, se publicó un RESUMEN DE
LAS NOTAS DEL 42º CAPITULO GENERAL. En él nos encontramos la siguiente
proposición:
"Que el capítulo estudie el fondo y la forma de una definición del proceso que
ha de seguir la comunidad educativa lasaliana en su caminar hacia la
comunidad de fe" (p. 33).
Ahora bien, en el transcurso de estos años, los Hermanos de la Salle, como
Instituto de Vida Consagrada, estábamos llevando a cabo una muy seria y profunda
reflexión sobre un documento clave e importantísimo sobre nuestra Naturaleza e
Identidad como Hermanos de las Escuelas Cristianas. Por mandato del Concilio
Vaticano II, teníamos la obligación de renovar y actualizar nuestra REGLA. Después
de 20 años, precisamente en el ya citado 41º Capítulo General, aparece la nueva
REGLA DE LOS HERMANOS DE LA ESCUELAS CRISTIANAS. En ella, nos
encontramos una serie de Constituciones y Estatutos, que como es sabido, tienen por
finalidad guiar a los Hermanos hacia la realización de su vocación en la Iglesia. Por
consiguiente, si traemos en estos momentos la REGLA, es para decir, con la máxima
autoridad que podemos disponer, las orientaciones que sobre el tema que estamos
tratando, enuncia:
"Los Hermanos dan a conocer lo esencial del mensaje lasaliano a todos los
miembros de la comunidad educativa. Incluso proponen, a quienes lo desean,
compartir más profundamente su espiritualidad, y los incitan a vivir un
compromiso apostólico de modo más explícito. Participan en la creación de
comunidades de fe que atestigüen la verdad que anuncian" (Regla 17c).
En el Capítulo de la Vida Comunitaria se nos dice:
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  • 1. Tema 27: La Iniciación Cristiana Nota importante: Estamos ante un tema fundamental en la tarea evangelizadora, pues se trata de iniciar y educar en la fe a cuantas personas llegamos con nuestra acción de pastoral y de catequesis. Por ello nos vamos a encontrar con un texto muy extenso, en el que veremos dos grandes apartados: 1/ La Justificación de la Iniciación Cristiana 2/ La puesta en práctica de la Iniciación Cristiana, en el Distrito de Andalucía. Evidentemente es un ejemplo, ya que podría ser de otros Distritos. LA INICIACION CRISTIANA DE AYER A HOY. 1. ¿QUE SE ENTIENDE POR INICIACION? La iniciación ha jugado desde siempre un papel decisivo y fundamental en la vida y en la historia de los grupos sociales y religiosos, y de los pueblos en general. La iniciación -dice Mircea Eliade- constituye uno de los fenómenos espirituales más significativos de la historia de la humanidad. Dicho de la manera más simple, la iniciación resulta ser el proceso a través del cual un sujeto es introducido en un grupo social, proceso que comporta, de ordinario, un doble elemento: las instrucciones, mediante las cuales le son revelados al individuo los secretos del grupo, es decir, los valores y normas de comportamiento que le son propios, y también las prácticas rituales o pruebas que es preciso pasar para alcanzar la plena incorporación al grupo. Como se echa de ver, la iniciación, por su misma etimología, hace referencia ya a dos realidades en mutua relación: por un lado, el individuo que accede, es decir, que desean ingresar, entrar en..., y, por otro lado, el grupo o comunidad que acoge, y que, en la práctica, cumple el doble papel de ser *espacio+ en el que se introduce y *agente+ introductor. Para el historiador de las religiones la iniciación constituye un punto de interés. Mircea Eliade, uno de los especialistas más cualificados en este campo, la define como *un conjunto de ritos y enseñanzas orales que tienen por finalidad la modificación radical de la condición religiosa y social del sujeto iniciado. Filosóficamente hablando, *la iniciación equivale a una mutación ontológica del régimen existencial+. De lo dicho hasta el momento resulta fácil colegir dos cosas. Primera: El proceso iniciático, visto por el grupo iniciador, sirve para transmitir unos determinados modelos culturales y para asignar un puesto en la sociedad, mientras que el sujeto iniciado lo percibe sobre todo como un fenómeno de cambio, de autotransformación, gracias al cual se vuelve como nuevo, se convierte en otro. Segunda: Los ritos o actividades de iniciación afectan no sólo al iniciado, en cuanto que le confieren su estatuto humano y le proporcionan hasta la razón de ser y de vivir, sino también al grupo que hace de iniciador, hasta el punto de que la actividad viene a representar de hecho, para la propia comunidad que inicia, un modo de identificación fundamental. Por eso, afirma Mircea Eliade, *con ocasión de la iniciación de la entera comunidad experimenta de hecho una regeneración religiosa+.
  • 2. Todas las religiones, desde las más antiguas, con un origen más o menos ancestral, y practicadas en un contexto tribal, hasta las más evolucionadas y asumidas por las sociedades más culturizadas, han dado siempre una importancia suma al proceso de iniciación. 1.2. ¿COMO SE FUE CONFIGURANDO EL PROCESO DE INICIACION EN LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS? Sabido es que el punto de arranque de la iniciación cristiana lo constituye, por un lado, la actuación de los apóstoles, quienes, según refieren los Hechos, hacían preceder a la administración del bautismo el anuncio evangélico y de una instrucción, aunque fuese mínima; y por otro, la convicción expresada ya por Tertuliano de que *los cristianos no nacen, sino que se hacen+, lo cual da a entender que la fe evangélica, lejos de ser un hecho natural que se adhiere por el simple hecho de nacer, requiere un largo proceso de disponibilidad y de conversión por parte del sujeto creyente. Sin embargo, es importante advertir cómo esa toma de conciencia inicial por parte de la comunidad cristiana se fue explicitando progresivamente en la forma como ésta fue precisando cada vez con más detalle las condiciones de pertenencia a la comunidad junto con las exigencias y el entrenamiento requerido para entrar a formar parte de la misma. A este modelo de iniciación que llamamos catecumenado y que tuvo su florecimiento sobre todo en el siglo III es al que queremos llegar; pero antes vamos a tratar de descubrir los pasos que llevaron a las distintas comunidades a la elaboración de un programa catecumenal tan exigente y detallado. 1. 2.1. Los datos del Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento ni habla de *Iniciación Cristiana+, ni nos explica lo que tal iniciación significa. Sin embargo, nos ofrece algunos datos que pueden ser significativos. Los resumimos brevemente. * Para pertenecer a la comunidad de los seguidores de Cristo, es preciso pasar del pecado a la vida, del hombre viejo al hombre nuevo, por una participación e inmersión en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo. * Este ser, introducidos en el misterio de Cristo, sucede normalmente por un proceso, en el que entran la predicación o anuncio del Kerigma, la acogida por la conversión y la fe, el bautismo en el agua y en el espíritu: *En él también vosotros, tras haber oído la palabra de la verdad, la Buena Nueva de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados en el Espíritu Santo de la Promesa, que es prenda de vuestra herencia, para redención del pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria+. * Junto con el Bautismo hay otros ritos, que son considerados por la primera comunidad como elementos necesarios, para significar la plena incorporación e introducción al Misterio de Cristo y de la Iglesia. Ciertamente, así parece respecto a la imposición de manos para el don del Espíritu y la participación en el acontecimiento pentecostal. Y no faltan indicios de que así sucede también con la Eucaristía. * No tenemos datos suficientes para saber si estos elementos se daban unidos o separados y en qué medida; ni para determinar si su preparación es intencional o real.
  • 3. * Respecto al Bautismo, parece haber claros indicios de que en algunas ocasiones, también se dio a los niños, a los que se constituye como miembros de la familia bautizada. De todo lo dicho se desprenden tres datos claros respecto a la iniciación: supone una participación e introducción en el misterio de Cristo y de la vida de la comunidad incluye una predicación o catequesis para la conversión y la fe y que conlleva una expresión ritual por la que dicha participación e introducción se realiza. 1. 2.2. Las lecciones de la Iglesia primitiva. La iglesia primitiva, si bien parece que no llegó a elaborar una teoría sobre la iniciación, sí profundizó en su sentido e institucionalizó los elementos que la integraban, dándoles una ordenación adecuada, según las diversas circunstancias. La experiencia y la praxis son quizás más elocuentes, ya que desde el principio la Iglesia primitiva se preocupó, en continuidad con el Nuevo Testamento, de *encarnar+ prácticamente los elementos de la iniciación, buscando unas estructuras adecuadas. Estas estructuras se manifiestan principalmente en el catecumenado y en la mutua ordenación de los ritos o *sacramentos+ iniciatorios. Sin detenernos ahora a ofrecer un estudio de dichas estructuras vamos a sacar las lecciones que nos ofrecen, en orden a una mejor comprensión de la iniciación cristiana. El catecumenado, según los testimonios de los Padres (Justino, Hipólito, Tertuliano, Cipriano, Juan Crisóstomo, Ambrosio, Agustín...) es la institución o el servicio pedagógico- eclesial para la iniciación cristiana. De este modo, si la iniciación supone la acogida de la Palabra por la fe, el catecumenado ofrece la catequesis; si implica un cambio de vida moral, ofrece los escrutinios y exige el cambio de costumbres; se requiere una apertura de los ojos y el corazón para ver la luz de los sacramentos, ofrece una progresiva experiencia de los ritos, si significa un introducirse en misterio de Dios y un renunciar al poder del mal, se ofrecen los signos que lo expresan; si es una participación en la disciplina del arcano y un ingreso en la comunidad de creyentes, se ofrece el encuentro con los miembros de esa comunidad, como son los padrinos y los doctores... En una palabra, el catecumenado de la Iglesia primitiva es una magnífica lección para comprender la iniciación cristiana: iniciar cristianamente no es decir que significa la iniciación, ni siquiera solamente los ritos por los que se significa, sino ofrecer de hecho aquellas instituciones, dispositivos o medios adecuados para lo que se anuncia y proclama desde la fe y se realice en la vida concreta. Respecto a la estructura o mutua ordenación de los ritos propiamente iniciatorios, también hay algo que destaca y es lección respecto a la iniciación cristiana, en medio de la diversidad de tradiciones: es la unidad y mutua relación de los ritos iniciatorios: Bautismo o baño de agua, ritos posbautismales y Eucaristía. Esta unidad se pone de relieve, no sólo porque el único ministro suele ser el obispo, y porque la celebración en que tiene lugar es única: la Vigilia Pascua, signo también porque los diversos ritos se entienden y explican en mutua referencia dinámica, como partes integrantes de una totalidad, cuyo sentido sólo queda explicado en plenitud por la expresión y relación complementaria. Así lo muestra un famoso texto de Tertuliano: *Se lava la carne para que se purifique el alma; se unge la carne para que se consagre el alma; se marca la carne para que también sea protegida el alma; se somete la carne a la imposición de la mano para que también el alma sea iluminada por el Espíritu; se alimenta con el cuerpo y sangre de Cristo, para que también el alma se sacie de Dios+.
  • 4. 1.3. DEL SILENCIO A LA RENOVACIÓN DE LA INICIACION CRISTIANA EN EL VATICANO II Y LOS RITUALES. 1.3.1. Pérdida del catecumenado. A partir del siglo IV, comenzó a crearse una nueva situación en la Iglesia, debida a la conversión en masa de muchos paganos, a la generalización del Bautismo de niños, a la multiplicación de comunidades, y a las nuevas necesidades pastorales..., que llevaría a la separación de dichos ritos bautismales, y a la búsqueda de una ordenación o estructura nueva, aun salvando la mutua referencia. Según esta nueva ordenación práctica, en el caso de los niños, esta era la sucesión más normal: Bautismo al poco tiempo de nacer, comunión a los bautizados sobre todo bajo la especie de vino, Confirmación cuando el obispo visitaba las comunidades, participación en la Eucaristía de la comunidad adulta. La evolución posterior del siglo VII de la noción de iniciación cristiana y de su estructura interna nos ofrece grandes novedades, a no ser el silencio que sobre la misma predominó durante la Edad Media, y los posteriores intentos de renovación, por diversas circunstancias. De todo esto se desprende una lección, que deberemos tener muy en cuenta: La Iglesia tiene conciencia de que la iniciación cristiana es un todo unitario y relacionado, y de que el ideal será una ordenación estructural que lo exprese debidamente. Pero, ante las nuevas situaciones y exigencias pastorales acepta otras nuevas estructuras, sin que por ello considere que no se manifiesta y realiza la iniciación, sino al contrario, para posibilitarla. 1.3.2. Cómo entiende hoy día la Iglesia la Iniciación Cristiana. a) Introducción. Partimos del dato, hoy día más que evidente, de que la praxis catecumenal vuelve a ser más actualizada en la Iglesia. Y al decir praxis nos estamos refiriendo, claro está, a experiencias concretas que han ido surgiendo como respuestas ante determinadas situaciones -como es entre otras, el haber comprobado que la inmensa mayoría de bautizados no han sido aún evangelizados-, y, a la vez, como fruto de unos planteamientos realistas y operativos en el campo de la educación de la fe. Poco importa saber ahora cuál de esos dos elementos ha sido el factor determinante, si las necesidades concretas o la oportunidad y acierto de unos planteamientos catequéticos que han sabido dar en el clavo y que han pasado a ser, por tanto, realizaciones inmediatas. Lo que cuenta es el hecho en sí, y de eso nadie tiene la menor duda, a saber, que el catecumenado, en su papel de actividad iniciadora de los creyentes, vuelve a tener dentro de la Iglesia un protagonismo o importancia. b) )Con qué sentido vuelve a actualizarse ahora el catecumenado? Constatado ya el hecho de la reactualización del catecumenado, vamos a tratar de averiguar a continuación la manera como la Iglesia ha venido replanteándoselo en estos últimos años; o, dicho, con otras palabras, vamos a intentar descubrir cuál ha sido la intención y el alcance con que se vuelve a tomar en consideración esto de la iniciación cristiana. Para clarificar ese primer punto -la intención con que se recurre ahora de nuevo a la iniciación cristiana- lo mejor es hacerse cargo del modo como lo plantean algunos documentos oficiales recientes.
  • 5. Los documentos a que vamos a referirnos se sitúan a partir del Concilio Vaticano II hasta la publicación de la exhortación *Catechesi Tradendae+, de Juan Pablo II. El primer documento del Concilio Vaticano II que hizo referencia al Catecumenado fue la Constitución sobre la Liturgia, donde no sólo se pedía la *restauración+ del mismo, sino que se indicaban ya algunos de sus elementos que convenía tener particularmente en cuenta: la *instrucción+ conveniente los *ritos+ sagrados y las *etapas+ sucesivas. Pero donde el Vaticano II dejó mejor plasmada su idea del catecumenado fue en el Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia, en el que, dentro de una definición completa de lo que entiende por proceso catecumenal, subraya el triple elemento catequético, moral y ritual: *catequesis+ sobre el Misterio de la Salvación, entrenamiento en las costumbres evangélicas y celebración progresiva de los *ritos+ sagrados. Algunos años más tarde, la Congregación del Clero hizo público el Directorio General de Pastoral Catequética, el cual, al mismo tiempo que recomendaba para los adultos una catequesis en línea catecumenal, la justificaba diciendo que había llegado el momento en que más que de *conservar costumbres religiosas+ era cuestión de *reevangelizar+ y de *reiniciar+ a los creyentes en lo nuclear de la fe. El Ritual de la iniciación cristiana de adultos (aparecido a principios de 1972) tenía el doble propósito de restaurar el catecumenado (litúrgico), recuperado fielmente de la praxis de la Iglesia primitiva. Lo mejor que puede decirse de este ritual es que tanto con sus observaciones previas como con las diversas celebraciones propuestas constituye el documento más detallado y exhaustivo sobre la iniciación catecumenal, vista sobre todo desde la perspectiva litúrgica. Fiel a la trayectoria seguida por la Iglesia en los diez años posteriores al Concilio Vaticano II, Pablo VI, recogiendo las propuestas del Sínodo de los obispos de 1974, subrayaba en su encíclica la evangelización del mundo contemporáneo la urgencia de poner en marcha la modalidad catequética de catecumenado para un gran número de jóvenes y adultos, debido a que no pocos bautizados han descuidado casi por completo los fundamentos de su fe y desconocen notablemente el sentido cristiano de la vida. Por todo ello, no deja de sorprender que Juan Pablo II en la exhortación, *Catechesi Tradendae+, (C.T.) firmada el 16 de octubre de 1979, apenas hable de la experiencia catecumenal, máxime cuando el sínodo de los obispos de 1977, de cuyas reflexiones y proposiciones se considera portavoz, había proclamado el catecumenado bautismal como el modelo de toda catequesis. c) Iniciación cristiana y estructuras para la iniciación en los rituales del Vaticano II. De todo lo dicho, se desprenden algunas conclusiones importantes, que creemos deben confrontarse con las diversas estructuras de iniciación, que aparecen en los rituales del Vaticano II: * La iniciación cristiana de adultos constituye el paradigma de toda iniciación cristiana, porque recoge, expresa y realiza de modo equilibrado los diversos elementos y dimensiones que la constituyen, y que deben también realizarse, de una u otra forma, en cualquier proceso verdaderamente iniciatorio. * El bautismo de los niños, comparado con la iniciación cristiana de adultos, cobra toda su importancia y relatividad. Es un verdadero y legítimo comienzo, que no
  • 6. completa, por sí mismo, la iniciación cristiana, sino que exige su terminación, a través de pasos sucesivos que expresen y realicen de modo adecuado su contenido. * El catecumenado es parte esencial integrante de la iniciación cristiana, porque crea el espacio y marca el ritmo necesarios para un proceso, sólo en el cual es posible la realización de las dimensiones esenciales de dicha iniciación. No puede haber verdadera iniciación cristiana sin catecumenado precedente o consecuente al Bautismo. Que el catecumenado se sitúe en un momento u otro de la Iniciación puede ser secundario, pero no lo es la existencia y posibilidad del mismo. * La unidad de los sacramentos de iniciación, no es sólo un unidad ritual celebrativa, sino también una unidad dinámica y vital, cuyo sentido pleno se manifiesta en el tejido de un proceso catecumenal, donde los tres sacramentos de la iniciación significan el culmen condensado de un proceso, que tiende a prolongarse consecuentemente en la vida. * La Iniciación cristiana encuentra su consumación, no en el bautismo, ni en la Confirmación, ni en el catecumenado, sino en la Eucaristía. Pero no en una Eucaristía de la que simplemente se participa por la comunión, o en la que no se asumen los derechos y deberes plenos de participación, sino en una Eucaristía donde se expresa la plena pertenencia a la Iglesia y la integración total en la comunidad adulta, por una capacitación para ejercer en ella los derechos y deberes de ser cristiano. * La praxis de la iniciación cristiana en la Iglesia, es una praxis diferenciada, con tendencia a una mayor diferenciación, debido, no sólo a los modelos iniciatorios que la misma Iglesia propone (iniciación de niños - iniciación de adultos), sino también a las diversas situaciones que se plantean y a las distintas posibilidades de articulación u ordenación de los elementos integrantes en la iniciación cristiana. Esta diferenciación ha de ser considerada como positiva, ya que manifiesta la riqueza del contenido iniciatorio y su complementariedad de acentos, así como la voluntad de atender a la pluralidad de situaciones. Lo importante es que cada uno de los *modelos+ permita la plena realización de los elementos integrantes de la misma iniciación. * Los mismos rituales del Vaticano II nos proponen diversas estructuras posibles de y para la iniciación, aunque haya que distinguir entre estructuras *más normales+ y estructuras *más excepcionales+. * Si tuviéramos que formular una conclusión referente al modo con la Iglesia entiende hoy día la iniciación cristiana habría que decir, sin lugar a dudas, que el planteamiento que se viene haciendo del catecumenado es mucho más amplio que el instituido por la Iglesia de los cuatro primeros siglos -no en vano la modalidad catecumenal se aplica actualmente tanto a los no bautizados como sobre a los ya bautizados-, y que la praxis catecumenal de ahora resulta bastante más variada y pluriforme que la de entonces -lo prueba el hecho de las distintas tendencias catecumenales hoy día existentes-. EXIGENCIAS DE TODA INICIACIÓN CRISTIANA A) Unos CAMBIOS
  • 7. El primer cambio es un cambio de actitud, de voluntad, de deseo. El que quiere iniciarse busca algo nuevo desde el fondo de su corazón, y por el encuentro con el Evangelio comienza a convertirse.. El segundo cambio es un cambio de existencia, Iniciarse es comenzar a vivir un nuevo tipo de existencia, comenzar a estar en el mundo de forma nueva. No se cambia en un solo momento, se cambia en la sucesión de los diversos momentos de la existencia. El tercer cambio es un cambio de ser y de vida. Por la iniciación no se cambia sólo la forma de estar, se cambia también el modo de ser. Este cambio supone una transformación radical e interna de la propia vida, al ser introducidos en el mismo misterio de Cristo y de la Iglesia. El cuarto cambio es un cambio de identidad. Precisamente porque la iniciación es un cambio de existencia y de vida, es también un cambio de identidad. La iniciación cristiana es un proceso de identificación del hombre con el Dios de Jesucristo y con la Iglesia de Cristo. AYa no soy yo es Cristo quien vive en mí@. B) Unas CONDICIONES En primer lugar, debe ser una iniciación totalizante. Es decir, una iniciación que se dirige y abarca todas las esferas y dimensiones del hombre: la racional, la emocional, la simbólica, la espiritual, la corpórea, la existencial y la vital. La iniciación se debe dirigir, no a una parcela o dimensión del hombre, sino al hombre total. En segundo lugar, debe ser una iniciación relacionante. La iniciación, no es proceso individual cerrado, sino un proceso personal abierto, en el que se conmueve y renueve todo el mundo relacional. Por la iniciación se debe llegar a un nuevo tipo de relación consigo mismo, con los demás y con Dios. En tercer lugar, tiene que ser una iniciación coherente. Entendemos por tal una iniciación que no sólo proclama lo que significa, sino que propone los medios adecuados para su realización. En cuarto lugar, debe tratarse de una iniciación dinámica. La iniciación cristiana tiene un comienzo y unos puntos álgidos, pero no tiene un fin. El dinamismo de la iniciación se manifiesta en su progresividad, en su tensión hacia el futuro, en su apertura hacia el porvenir. C) Elementos ESPECÍFICOS: El primer elemento específico se encuentra en el contenido: El contenido de la iniciación cristiana es un contenido original e irrepetible, como es el de Dios de los cristianos frente a los dioses paganos; como lo es el Misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo, frente a otros misterios *soteriológicos+ de las religiones helénicas; como lo es la historia de la Salvación, frente a los mitos sagrados de otras religiones. El segundo elemento específico corresponde a las mediaciones: En el cristianismo no se realiza la iniciación por cualquier mediación comunitaria, sino por la mediación de la comunidad de la iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu. La iniciación sucede, pues en la Iglesia, por la Iglesia y para la Iglesia. Por otro lado, la Iglesia es mediadora de la iniciación, no por cualquier medio iniciático, sino por los ritos o sacramentos de iniciación que proceden del mismo Cristo.
  • 8. El tercer elemento específico radica en la actitud de fe: Nos iniciamos, no por cualquier actitud personal-subjetiva, sino por aquella actitud que supone la conversión personal y la adhesión firme de fe a Cristo y a la Iglesia, como contenido y mediación fundamental de la misma iniciación. Al iniciado no se le exige cualquier creencia mítico- mágica, sino la conversión a Cristo y a la fe evangélica, tal como nos es transmitida por la comunidad eclesial. D) DIMENSIONES integrantes: La dimensión teológica. Indica que la iniciación cristiana tiene como centro al Dios de Jesucristo, ya que somos iniciados por él, en él y a él. Esta dimensión es el principio y el fin de la iniciación cristiana. Expresa fundamentalmente la iniciativa de Dios, la gratuidad del Don salvífico, su acción misericordiosa. La dimensión eclesiológica Es la dimensión que se manifiesta por la intervención de la misma Iglesia en la obra iniciatoria, como mediadora de la iniciación y renovadora de su vida iniciada. La iniciación es eclesiológica, porque es de, por, en y con la Iglesia. No hay Iniciación cristiana que no sea eclesial. Ni Iglesia verdadera que no sea iniciadora. La dimensión personal. La dimensión personal indica la intervención del mismo sujeto o iniciando. Esta intervención, a su nivel, es tan necesaria como las demás. No basta con que al hombre se le ofrezca la gracia de salvación, y con que esto suceda por mediación de la Iglesia. Es preciso que a estas realidades corresponda una tercera: la respuesta de la conversión y la aceptación por la fe. La dimensión sacramentológica. No basta con que Dios y la Iglesia intervengan, y con que el hombre responda a la fe. Es preciso que la intervención y el encuentro se exprese, se haga visible, concreto, histórico, encarnado, accesible...sacramental. Esta dimensión sacramental se manifiesta, sobre todo, en los tres sacramentos de la Iniciación Cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Nota importante: A continuación recogemos la experiencia de Proceso, que se está siguiendo en los Centros La Salle de Andalucía, y que se concreta en lo que llamamos Proceso de Inspiración Catecumenal. Algunos aspectos están ya actualizados. 1/ Pastoral de Iniciación (Catequesis infantil) Con el Catecumenado Infantil iniciamos de manera explícita el proceso de educación de la fe en el ámbito catequético. Nos parece importante resaltar que en esta etapa lo importante es la incorporación, del mayor número posible, de padres/madres en el proceso catecumenal.
  • 9. 1.1/ ANÁLISIS DEL TEMA. Tal como se desarrolla la Catequesis Infantil en nuestro Distrito podemos decir que está casi toda ella enfocada a la preparación de la Primera Comunión. (Preferimos usar la expresión "Primera Eucaristía"). Cada año celebran la Primera Eucaristía unos 1.500 alumnos en nuestros Colegios (normalmente en 4º de Primaria). De ellos, unos 1.000 han tenido otro año previo de preparación catequética. Y unos 500 prosiguen la catequesis en un tercer año (5º Primaria), una vez realizada la Primera Eucaristía). Todos estos niños (unos 3.000) están atendidos por unos 360 catequistas, mayormente madres de familia. Como vemos se trata de una actividad de considerable importancia en el Distrito dada la cantidad de personas implicadas en ella. Junto a esta realidad numérica, y valorando así mismo todos los esfuerzos invertidos en la preparación de catequistas y en la labor de educación de la fe a estas edades, hemos de señalar otra realidad, que motiva la inclusión de este tema entre los que estudia el Consejo en este día: Se trata del modo de realización de la Primera Eucaristía. Todos constatamos y decimos que la Primera Comunión se está convirtiendo cada vez más en un acto social. En torno a ella aparecen actitudes y celebraciones que corroboran esa afirmación: un gran banquete en un buen restaurante (ya en febrero están todos alquilados para tal motivo), gran cantidad de invitados (la mayoría de ellos muy ajenos a la vida del niño), muchos regalos, preocupación (y su consiguiente gasto) por el traje, los recuerdos, el reportaje de vídeo, las fotos,... Y bajo todo ello, estas actitudes de aparentar, de no ser menos, de gastos que escandalizan, de lujos innecesarios,... ¿No contradice todo ello a lo que pretende celebrarse? No vamos a decir que todos los casos sean así, pero sí podemos afirmar que tales actitudes y hechos están generalizados. Y, lo que es peor, esta corriente parece imparable. Pocos intentan hacer algo en contra de esta deformación (paganización) de una celebración cristiana. Es verdad, que procuramos cambiar la conciencia de los padres y de los catequistas, que nos esforzamos porque la Eucaristía se celebre con toda dignidad, que intentamos que los niños tengan una buena preparación.... Y es verdad que logramos algunas de estas cosas. Pero,... ¿no existe el peligro de que formen parte de todo este "mensaje" social en torno a la Primera Comunión? La Misa, por ejemplo, ¿en qué medida no es también algo que contribuye a la "espectacularidad" del día en vez de contribuir a la personalización y vivencia sencilla y sincera de la celebración de la Eucaristía? Cuando vemos la realidad de los hechos no podemos por menos de pensar que nuestro mensaje por una vivencia más auténtica de la Primera Eucaristía se queda sólo en buenas palabras y buenas intenciones. En resumen, ¿no están nuestros Centros contribuyendo a toda esta manera pagano-consumista de celebrar la Primera Eucaristía? Por una parte, las familias, afectadas por los "valores" de consumo y de la apariencia y vacías de un profundo sentido religioso, piden fundamentalmente un rito social. Por una parte, el peso de una pastoral de cristiandad es tan grande que todos nos hallamos bajo su influjo y nos cuesta muchísimo de desembarazarnos de su influencia y crear una estructura que en verdad sea una mediación evangélica y evangelizadora. 1.2/ UNA OFERTA PARA NUESTROS CENTROS. ¿Qué podemos hacer ante esa realidad? O mejor aún, ¿qué debemos hacer? Porque "es preciso y urgente recuperar el clima de sencillez y familiaridad acorde con la naturaleza evangélica de este sacramento" (Orient. past. Diócesis de Bilbao).
  • 10. Presentamos al Consejo las siguientes propuestas (FUERON APROBADAS): 1º Cada Centro (Comunidad, Catequistas, Equipo de Pastoral,..) ha de hacer una reflexión sobre la realidad de la Catequesis Infantil y de la Primera Eucaristía en el propio Centro, preguntándose, sobre todo, cómo se realiza la Primera Eucaristía. 2º Cada Centro dará pasos decididos para que las siguientes orientaciones se vayan convirtiendo en realidades concretas en un plazo de dos o tres años. 3º Proponemos este cambio en la actual estructuración de la Catequesis Infantil: a) .Ofrecer a los padres un programa de cuatro años de Catequesis Infantil para sus hijos (correspondiendo con los cursos de 3º, 4º, 5º y 6º de Primaria). Lo importante es la idea de educación de la fe a través de un proceso de formación cristiana, no que los niños hagan la Primera Comunión. b) .Celebrar la Primera Eucaristía en el segundo o tercer año de catequesis infantil (preferiblemente en el tercero), cuando los niños vayan descubriendo la importancia de la Eucaristía y de su participación en la misa dominical, y cuando los padres estén preparados y dispuestos a acompañar al niño en su vivencia de la fe. Esto supone que los padres deben tener también tiempos de catequesis: encuentros mensuales (o semanales, quincenales, o trimestrales) para actualizar su fe y para informarse y responsabilizarse del proceso que sigue su hijo. c) .Celebrar la Primera Eucaristía a lo largo del segundo o tercer año de catequesis, en pequeños grupos, en las fiestas más significativas de los cristianos (Navidad, Pascua de Resurrección, Fiesta de la Inmaculada, Pentecostés, Fiesta del Corpus,...). d) .Garantizar la continuidad de los niños en el proceso de formación cristiana iniciado; e incluso la de los padres/madres que deseen seguir formándose. 4º Realizar este cambio implica: - Aceptar nosotros mismos -Hermanos y Catequistas- este enfoque y querer llevarlo a cabo con decisión porque lo creemos más valioso que el método que venimos siguiendo. - Prever las/los catequistas que van a animar este proceso y cómo se van a preparar. Lo ideal, hacia los que hay que tender, es que no exista ningún catequista que no pertenezca a un grupo cristiano. - Comunicar el plan a las parroquias donde los niños vayan a hacer la Primera Eucaristía. Lo normal es que el niño celebre la Primera Eucaristía allí donde va a celebrar cada domingo la Eucaristía. Si éste fuera el caso del Colegio, se haría en el Colegio, siempre previa comunicación al párroco. - Diseñar el plan y presentarlo a los padres ofreciéndoles las razones e intenciones de manera reflexiva y meditada. Con estas propuestas pretendemos que la Primera Eucaristía sea, ante todo, una fiesta de la Comunidad Cristiana, que acoge y se alegra por un miembro más que participa en la Eucaristía dominical.
  • 11. Será también motivo de una celebración familiar significativa. Pero bajo ningún concepto será una "fiesta de sociedad" con comida costosa, gastos excesivos e invitados de compromiso. Ello significaría contradecir la misma Cena del Señor Jesús. Será un modo de asemejarse a Jesús, pobre y sencillo; por eso están de sobra el "traje especial de Primera Comunión", los regalos y cualquier otro signo de lujo. Este día el niño/a deberá recordarlo como un auténtico día de vivencia cristiana por la acogida y la alegría de la Comunidad Cristiana y de su familia. 1.3/ LA CATEQUESIS INFANTIL DENTRO DEL PROYECTO DE PASTORAL 1.3.1/ Objetivos * Implantar progresivamente las orientaciones que el Consejo de Distrito dio, relativas a la Catequesis infantil. * Potenciar el trabajo coordinado y en equipo de los/as animadores/as. * Asegurar una formación básica a los/as animadores/as y padres/madres, paralela a la de los niños/as. * Implicar a los padres en la educación de la fe de sus hijos. 1.3.2/ Líneas de acción Es necesario rescatar el carácter propio del sacramento de la eucaristía - influenciado por nuestra sociedad de la apariencia y el consumo- y tomarlo como un momento importante en la vida del niño, y no tan sólo como un punto de llegada. De ahí que la propuesta es: * Desterrar la nomenclatura de «Precomunión, comunión y postcomunión» por entender que esta catequesis sólo está enfocada a preparar para el sacramento y utilizar : Iniciación 1, iniciación 2, iniciación 3 e Iniciación 4. * Los/as animadores/as se reunirán semanalmente con el coordinador, después de impartir la catequesis a los niños. La finalidad de estas reuniones es la siguiente: revisar la catequesis impartida y preparar la de la semana siguiente. * Los/as padres/madres se reunirán quincenalmente con el coordinador. Este les impartirá la catequesis que van a recibir sus hijos. * Las etapas del itinerario son las siguientes: 1. Despertar religioso (3º de Primaria): Dedicado a sensibilizar a los niños con el mundo religioso. Se hará desde la persona de Jesús. 2. Iniciación a la fe (4º y 5º de Primaria): Dedicados a presentar, de forma global y básica la Historia de la Salvación. 3. Elaboración de la primera síntesis de la fe cristiana (6º de Primaria): Se darán los elementos necesarios para que el niño, elabore su síntesis de fe centrado en la persona de Jesús que nos habla de Dios , nos enseña a vivir y está con nosotros.
  • 12. * Metodología que se va a emplear: + El lenguaje narrativo porque es uno de los que mejor pueden expresar las experiencias humanas, incluida la religiosa. + El lenguaje bíblico porque es el lenguaje religioso por excelencia. + El lenguaje simbólico - celebrativo porque las grandes experiencias necesitan de lugares, gestos y expresiones propias para comunicarse. + El lenguaje conceptual porque nuestra fe también puede ser razonada y expresada en conceptos y principios. * Material que se va a utilizar: Cada niño debe adquirir el cuadernillo correspondiente a su etapa (Semilla 1 - 4) A los animadores se les facilitará la guía que trabaja el cuadernillo del niño. Este material está editado por San Pío X . * A principio de curso, se entregará a los padres una circular en la que explicamos las «condiciones» de la catequesis infantil. Los padres deben asistir a las catequesis de formación para padres o explicar su caso personal que impide su asistencia. En todo caso, firmarán que están de acuerdo con estas directrices, u optarán por otro tipo de catequesis. * Facilitar, por tanto la continuidad de los niños en el proceso de formación cristiana iniciado. * En las reuniones periódicas de los animadores de la catequesis infantil con el coordinador, se realizará el seguimiento de estas directrices, así como una reflexión seria de las medidas a tomar, para que recuperemos en la medida de lo posible, lo genuino de este sacramento. 1.3.3/ Reflexiones conclusivas: l. Que los padres tomen conciencia, desde el momento en el que piden el Bautismo para su hijo, de la responsabilidad que adquieren en su educación como cristiano y por tanto, sean a partir de entonces los primeros catequistas de sus hijos desde la misma vida, desde el lenguaje familiar, desde cada acontecimiento, desde sus propias expresiones y reacciones. 2. Que los padres, en coherencia con lo anterior, sean los catequistas principales en esta experiencia de la Primera Comunión de sus hijos, acompañándoles a lo largo del proceso, catequético y haciendo de la primera Eucaristía de sus hijos una experiencia renovada de pertenencia a la Iglesia. 3. Que esta primera Eucaristía del niño no sea la meta de dos años de catequesis sacramentales, sino un nuevo paso en su propio proceso de catequesis mediante el cual, y partiendo de la comunidad cristiana familiar, se integra en la comunidad eclesial más amplia (parroquial o no) participando en la Eucaristía con la comunidad infantil y adulta y madurando en ella su opción cristiana hasta expresarla en el sacramento de la confirmación como un compromiso de su fe. 4. Que la catequesis, por tanto, no sea una mera "preparación" para la Primera Comunión como una -meta- a alcanzar, sino que sea un proceso continuo de educación en la fe, en el
  • 13. cual se integren los sacramentos como momentos fuertes dentro de la comunidad. 5.- Que la catequesis incluya una iniciación a la Eucaristía como memorial de Jesús, tal como él mismo lo expresó en su última cena, presente en la asamblea como resucitado: como común-unión que expresa la unidad de amor, signo de los discípulos de Jesús y nos impulsa a buscar siempre lo que nos une y a saber prescindir de lo que nos separa: como solidaridad que nos lleva a "compartir los bienes", es decir, a comprometernos por la justicia en función de los últimos y los pequeños de la sociedad, a vivir austeramente y a ser generosos en nuestra propia realidad; y también como fiesta o celebración en la que cumplimos el consejo de Pablo "estad siempre alegres". 6.- Que en la catequesis se den no sólo los elementos necesarios de auténticas experiencias de oración personal y grupal, de acercamiento a los excluídos del pan y del amor, de expresión personal de la propia fe en palabras, símbolos y canciones. 7.- Que la evaluación de un niño de cara a su "preparación" para poder participar en la Eucaristía ponga el acento más en actitudes de "aprendiz de discípulo" de Jesús, en sus modos de hablar, pensar y valorar, que en otros aspectos más doctrinales o memorísticos. 8.- Que la Primera Comunión sea, por tanto, un paso más en el compromiso de acercar la propia persona al tamaño de la persona de Jesús, compartiendo sus sentimientos, sus expresiones, su trato con el Padre, y buscando constantemente un conocimiento mayor y mejor de su persona y de su mensaje. 9.- Que se le recupere la celebración de la Eucaristía de ese día como una auténtica celebración cristiana, en la verdad y en el amor, transformando el "recibir regalos" en compartir lo propio con quien no lo tenga, experimentándolo como lo "nuestro"; en la austeridad y la sencillez; en el respeto y la oración; en la alegría sincera y en la total comunión. 1.3.4/ Catequesis a los padres/madres y Catequesis familiar Consiste en tener semanal/quincenal/mensualmente una tarde en la que todos juntos tengamos una catequesis: para seguir y entender también los temas que están siguiendo nuestros hijos; para prepararnos y celebrar con ellos todas y cada una de las celebraciones que se vayan teniendo y para preparar conjuntamente la catequesis familiar. Es opción que hay que asumir, no como opción sino como compromiso, dado que es una de las implicaciones que han de asumir los padres/madres. * Preparación de la Catequesis Familiar. 1º Motivación (La puede hacer el padre, la madre o algún hijo/a mayor). Hoy nos juntamos todos los miembro de la familia para celebrar una catequesis y así contribuir, junto con las catequesis que recibís en el colegio, a conocer más al Señor y así hacernos más amigos de Él. (Se pueden añadir otras ideas). 2º Partir de la experiencia. Habéis observado que para las cosas importantes nos juntamos todos los que formamos la familia: cuando vamos al campo o a la playa, cuando llegan las fiestas de la localidad, en las celebraciones familiares de cumpleaños o el Santo, etc. Pues, hoy también nos juntamos toda la familia porque vamos a realizar algo muy importante: Dialogar entre nosotros y acercarnos un poco más a Jesús nuestro Amigo y Hermano. 3º Leer textos.
  • 14. A continuación escucharemos la Palabra del mismo Jesús. De ahí que estemos atentos. Vamos a ver lo importante que es vivir en paz, lo bonito que es portarnos bien con los demás, como lo hizo Jesús. Lectura del texto: Mt 19, 12-14 4º Momento de silencio (Aunque dure poco hay que hacer el esfuerzo de hacer silencio). 5º Comentario participado (Dar la oportunidad a expresar lo que ha sugerido el texto). 6º Oración de los fieles (Pedimos por nuestras necesidades, las de nuestros seres queridos y por las necesidades del mundo) 7º Oración del Padrenuestro. Uniéndonos a todas las familias que como nosotros están haciendo esta catequesis, rezamos el Padrenuestro. 2/ Pastoral Juvenil: “Asociación Juvenil Salle Joven” En el camino de la Educación de la Fe, la Pastoral Juvenil es una FASE muy importante ya que corresponde con la edad en la que la persona se va FORMANDO y consolidando como tal. Hasta el presente hemos hablado de “PROCESO DE INSPIRACIÓN CATE- CUMENAL” para referirnos a la Pastoral Juvenil, desde ahora -aunque con los mismos objetivos y contenidos- hablaremos de “SALLE JOVEN”. Varias son las ETAPAS que configuran esta Asociación Juvenil y que tienen ya su historia en el Distrito: DESCUBRIMIENTO, PROFUNDIZACIÓN, MADURACIÓN, CATECUMENADO Y COMUNIDAD JUVENIL LA SALLE. A continuación señalaremos algunas orientaciones de funcionamiento. 2.1/ CONVOCATORIA Y FORMACIÓN DE GRUPOS * A qué convocamos A una experiencia personal y grupal, en la que los/as chicos/as, en un marco apropiado, con el apoyo apropiado y los medios apropiados, se van descubriendo a sí mismos y van descubriendo a Dios, de tal manera que procesualmente adquieran la identidad cristiana. * Quién convoca El Coordinador de Pastoral, responsable de la Pastoral del Centro y los animadores cristianos en sus respectivos grupos. * Dónde En el Centro de La Salle correspondiente, puesto que es plataforma de evangelización. Esto no excluye a los chicos/as que perteneciendo a otros centros, quieran formar parte de nuestros grupos.
  • 15. La invitación se hará en los cursos de ESO, FP y Bachillerato. * Cómo Emplearemos un tríptico que se confeccionará a tal efecto, que recogerá los aspectos más significativos del proceso. Un montaje audiovisual, que servirá de apoyo a la exposición del Coordinador de Pastoral en clase. En la primera reunión de grupo, los animadores deben dejar muy claro: a qué se convoca, cuáles son los compromisos que se adquieren al formar parte del grupo cristiano, exigencias que se van a llevar a cabo,... * Formación de los grupos En la etapa de Descubrimiento los grupos serán, grupos de clase; en la etapa de Profundización se mezclarán los cursos de forma que sean heterogéneos y del mismo número. El Equipo de Pastoral estudiará y determinará contando con el parecer de los animadores, la unificación de determinados grupos del proceso. 2.2/ ETAPAS Y NIVELES DEL PROCESO * En el Primer Encuentro de Animadores/as Lasalianos/as que tuvimos en noviembre de 1996, en Antequera, llegamos a unas conclusiones de cada una de las Etapas y hemos visto conveniente ponerlas en esta Guía, aunque como anexo, para tenerlas como referencia. Constituyen un hito más dentro de la historia de nuestra Pastoral Juvenil. * También remitimos al libro «Iniciación a la Comunidad» de Antonio Botana, donde se explicitan los contenidos, procedimientos y actitudes que se deben conseguir a lo largo de todo este proceso de formación en la vida cristiana. * A continuación recogemos - DE CADA UNA DE LAS ETAPAS- algunos ob- jetivos y líneas de acción. 2.2.1/ Etapa de Descubrimiento: OBJETIVOS: + Interrelación: conocimiento entre los miembros del grupo de una forma más personal; sentirse integrados en el grupo y ser parte activa del mismo. + Reflexión: que comiencen a tener sentido crítico de lo que le rodea, y sus propias ideas. + Oración: Tener presente a Dios en lo que hacemos; educar para la oración, hacer de ella algo habitual adaptándola a su nivel. + Compromiso: que muestren responsabilidad en su familia, con sus amigos y con el grupo.
  • 16. * Seguir fomentando la oración personal y en grupo, y conseguir que participen en las de grupo. * Saber criticar valores y contravalores de la sociedad, así como reconocerlos previamente. * Darles a conocer a los niños el estilo de vida de Jesús, su forma de actuar ante diferentes situaciones y transformar nuestras actitudes hacia las de Jesús, sobre todo en el grupo. * Finalizar la etapa con la ilusión de seguir adelante con el proceso catecumenal y tener como referencia otros grupos cristianos. * Saber escuchar y hacer nuestros los problemas del grupo. * Tener al animador como apoyo dentro del grupo. * Acercamiento del animador como un amigo. LINEAS DE ACCION: + Pasar tiempo extra con los niños/as en diferentes actividades (meriendas, cine...) y mediante dinámicas donde se trabaje más personalmente en grupos reducidos. + Participación en el grupo. + Exponer temas actuales y que den su puntos de vista. + Mediante motivos y comenzando o terminando con una pequeña oración; adap- tarlas al nivel que tienen haciéndolas muy dinámicas; situarlas temporalmente de modo que no se hagan monótonas. + Que cada uno tenga una responsabilidad dentro del grupo; que vean la impor- tancia que tienen en su familia como colaboradores. - Compartir momentos por determinar. - Intentar estar el mayor tiempo posible con los niños, antes y después de la reunión. - Después de las reuniones, tener una evaluación de las mismas. - Empezar nuestras reuniones con una oración y asistir en la medida de lo posible a la oración de los jueves. - Asumir las responsabilidades dentro del grupo OBJETIVOS PARA EL GRUPO DE ANIMADORES: . Fomentar la comunicación interna entre los animadores y las relaciones afectivas entre los mismos. . Ser cercanos a los niños, dentro y fuera del grupo, sin perder nuestro sitio. . Reflexionar sobre todo lo que vamos a hacer o decir para actuar en consecuencia. Ser coherentes.
  • 17. . Potenciar nuestra oración tanto personal como comunitaria. . Mostrar responsabilidad en todo momento LINEAS DE ACCION PARA EL GRUPO DE ANIMADORES: - Para conseguir esto, comenzaremos o terminaremos la reunión con una pequeña oración que tenga relación con el tema. - Cada mes haremos una oración de todo el grupo, donde tendremos un mismo esquema para prepararla. - Planteamientos de los valores de la sociedad y relacionarlos con la catequesis. - Pondremos en cada reunión un símbolo en medio del grupo, para hacer presente a Jesús en nuestras reuniones. - Elaboración del diario de ruta. - Control de asistencias y comportamiento. - Tener algunos testimonios de vida y tener un encuentro zonal con otros grupos cristianos. - Seguimiento a través de entrevistas, convivencias por trimestre y fuera del grupo entablar una relación con los niños/as haciendo diferentes salidas al cine, playa, etc. 2.2.2/ Profundización: OBJETIVOS: Que los chicos tomen una opción clara por un estilo de vida: el estilo de Jesús. Conocer en profundidad diversos temas de gran trascendencia en la vida de un cristiano: oración, eucaristía, navidad, María... Crear un ambiente de respeto y confianza mutua entre los miembros del grupo: saber escuchar y saber hablar. Potenciar una conciencia crítica (inquietud) sobre situaciones injustas de nuestra sociedad: pobreza, marginación, sociedad de consumo... Inculcar la importancia de la oración y la eucaristía en la vida de un cristiano. Madurar tanto interior como exteriormente. Hacer que los jóvenes se conozcan, en sus cualidades y defectos, en sus posibilidades y limitaciones, con el fin de superarse. LINEAS DE ACCION: Dar a conocer en profundidad la persona de Jesús. Proponerlo como modelo de persona, junto con personas de nuestro entorno. Tener reuniones en las que contemos con el testimonio de personas que han optado por
  • 18. Jesús. Tener reuniones formativas sobre: La Salle, Eucaristía, María, Navidad... Hacer hincapié en ciertas características que debe poseer el grupo: . escuchar y ser escuchado . respetar las opiniones, . formación en la oración personal y de grupo . pequeños compromisos Tener diálogos, mesas redondas... como elementos dinamizadores, fomentando así la participación y formación de opiniones sobre ciertos temas. Posible participación en la preparación de la Eucaristía del sábado en La Salle (tercer trimestre) Buscar momentos, fuera de la reunión, para estar más tiempo con los jóvenes. Revisiones periódicas del proyecto personal Entrevistas con el animador. 2.2.3/ Maduración: OBJETIVOS GENERALES: En esta etapa el proceso catecumenal adquiere carácter propio, de manera que se marca como reto la iniciación cristiana integral, que tiene su origen, su lugar y su meta en la comunidad cristiana. Nuestros objetivos más inmediatos los hemos decidido teniendo en cuenta que los jóvenes con los que compartiremos la alegría de conocer el Evangelio han venido hasta nosotros en plena libertad, tras una decisión libre y personal, aunque decisión inicial, por el Evangelio. Que han aceptado el descubrir el mensaje de Jesús en grupo y que en todo momento son libres para abandonar el grupo sin que tengan que justificar su decisión si así lo desean. Esto que a simple vista puede parecer obvio es algo que ellos necesitan saber para constatar su paso a las estructuras adultas de la sociedad, a la que no tienen conciencia de pertenecer, a la que no entienden, por la que se sienten sometidos y a la que quieren desmantelar para crear una nueva manera de entender la vida aún por descubrir. Por tanto nuestro punto de llegada será lograr una aceptación global de Jesús y de su mensaje en sus vidas, de manera que ésta sea coherente con su fe, planteándoles en este momento su opción por el Evangelio, favoreciendo en todo momento el discernimiento vocacional desde la perspectiva de una llamada personal de Dios para servir a su PLAN SALVÍFICO, a la construcción del REINO DE DIOS, desde los distintos estados de vida que nos ofrece la Iglesia. En la consecución de este objetivo final nos planteamos, en el curso de los dos años que dura la etapa de Maduración, los siguiente objetivos: + Iniciarlos en la necesidad de realizar un proyecto personal por dos años, revisable anualmente, que les sitúe en el momento que viven y les proyecte hacia un futuro deseado.
  • 19. + Hacerles descubrir que el grupo es el lugar donde ellos van a madurar su fe, con el que se comprometen a una serie de normas elementales como: +Participar en el desarrollo de las reuniones. + Asistir semanalmente a la reunión y llegar puntualmente. + Respetar a los demás en sus conductas y opiniones, no por ello pareciendo hipócritas sino por el contrario practicando la corrección fraterna. + Ser sinceros siempre. + Realizar entre todos el proyecto de grupo, de manera que se introduzcan en él todos los objetivos que deseen compartir. + Fomentar la oración como vínculo de fe, como necesidad para el cristiano y como fuerza de la comunidad. Invitarles e incluso comprometerles a participar de la oración comunitaria de los jueves. + Hacerles descubrir la presencia de Dios en los sacramentos, y sobre todo el sentido nuevo que adquiere nuestro grupo en torno a esta Presencia, la dimensión de la Iglesia, comunidad de comunidades. + Iniciarles en el compromiso apostólico y misionero, de manera que entiendan la adhesión al mensaje de Jesús como un compromiso vivo con los más necesitados en TODOS los aspectos de la vida. Esto ser realizará desde la participación activa en movimientos de solidaridad, servicios de voluntariado, etc. tanto intraeclesiales (Cáritas) como extraeclesiales (VOLUNTARIADO LASALIANO). + Desarrollar un calendario de entrevistas personales, encaminadas a fortalecer los lazos de comunicación entre el catecúmeno y el animador, así como orientar, en la medida de las posibilidades, al joven en momentos difíciles, bien con el consuelo de la escucha atenta y amistosa, con el consejo apropiado o bien, si el caso lo requiere por su gravedad, remitirlo a personas más diestras en el campo del seguimiento personal. PROYECTO DE MADURACIÓN OBJETIVOS: . Dar seriedad e importancia al proyecto personal y de grupo. . Seguimiento personal de cada joven. . Sensibilizar a los chavales del estudio de la sociedad actual (que comprendan lo que viven, sean realistas, sensibles y responsables con una visión creyente). Que esta misma sensibilización les lleve a los demás y adquieran un compromiso concreto, como opción personal. . Fomentar una oración personal más comprometida (que se refleje en sus vidas) . Asumir conciencia de grupo cristiano. Que poco a poco vayan adquiriendo una confianza sincera con todos los miembros del grupo.
  • 20. . Mostrar los sacramentos de una manera más real e incluirlas dentro del proceso (hacerles ver que son un paso más dentro de éste, y no una meta). . Transmitirles que el “ser creyente” es una opción personal, todo un estilo de vida y de seguimiento a Jesús, y no simplemente unas reuniones. LÍNEAS DE ACCIÓN. - Seguimiento personal de cada joven. Intentar revisar el proyecto personal con ellos. - Celebración dedicada al proyecto de grupo para darle importancia. - Marcarles el que hay que ser responsables en todos los aspectos como cristianos: estudios, familia, asistencia, puntualidad, etc. - Tratar temas de sensibilización social y acercarlas a una sociedad más marginal (que no quede como algo aislado, sino que sea una manera de ver y tratar a los demás). - Presentarles algún testimonio de vida de personas comprometidas. - Motivar a los jóvenes a participar en la oración de los jueves, eucaristía colegial de los sábados, etc. - Catequesis sobre los sacramentos, tiempos litúrgicos... - Usar dinámicas en catequesis que sirvan para interrelacionarse. - Una convivencia trimestral: grupo, zonal, salida al campo, según sea el primero, segundo o tercer trimestre. 2.2.4/ Etapa de Catecumenado La finalidad más acuciante en este período es la Consolidación de la fe, el Discernimiento vocacional y la Elección de la Comunidad cristiana estable. Esta última etapa del proceso debe culminar en la integración en alguna de las formas comunitarias de vida cristiana: comunidad parroquial, comunidad lasaliana, comunidad misionera, comunidad religiosa, comunidades de base o movimientos especializados,... * Corresponde al Equipo de Pastoral con los animadores de los grupos respectivos de Maduración 2, discernir la idoneidad de los candidatos que soliciten por escrito, el paso a la Etapa de Discernimiento, así como designar a los responsables de la celebración litúrgica. ORIENTACIONES PARA LA ETAPA DE CATECUMENADO OBJETIVO GENERAL:
  • 21. Avanzar en el proceso de maduración personal y enriquecer su fe, para así discernir la autenticidad de su vocación en el ámbito de la vida cristiana. Tomar conciencia de que es una decisión trascendental; una opción de vida de caminar hacia la Comunidad Cristiana. MADURACIÓN PERSONAL: * Criterios: a) Conocerse a sí mismo y aceptarse como uno es para intentar superarse. b) Madurar afectivamente en relación consigo mismo y con los demás. c) Intentar establecer coherencia entre los valores que vive y los valores por los que quiere optar. d) Fomentar y asumir un estilo de vida sencillo. e) Mostrar actitudes de respeto hacia los demás: saber escucharles, asumir las Decisiones del grupo... f) Tener espíritu crítico ante los acontecimientos de la vida. g) La animación del grupo se concreta en dos figuras: animador y coordinador. Animador: lleva el seguimiento personal de cada miembro del grupo. Asume la formación del grupo. Es el guía espiritual. Destacar la figura del animador en los primeros anos de esta etapa. Coordinador: Nombrado por el animador teniendo en cuenta un previo sondeo y siendo sus funciones: Coordinar las actividades del grupo. Planificar, junto con el animador, la vida del grupo. Representar al grupo ante el centro y el Distrito. h) Se debe dar gran importancia, seriedad y exigencia al paso a esta etapa. Tiene que ser una opción personal. * Experiencias básicas: a) Tener una entrevista, al menos trimestral, con el animador. b) Realización de proyecto personal serio y un compromiso en su práctica producto de la revisión y complementación de proyectos anteriores. Confrontación del mismo con el animador c) Hacer una revisión personal de su proyecto ante los demás y periódicamente. d) Ir adquiriendo compromisos concretos de una forma progresiva: de lo sencillo a lo
  • 22. complejo. e) Analizar los valores que nos ofrece la sociedad y compararlos con los que nos ofrece Jesús de Nazaret. f) Analizar alguna realidad de pobreza en el barrio o centro. RELACIÓN INTERPERSONAL. VIDA DE GRUPO: * Criterios: a) Apertura y disponibilidad a los demás, compartiendo lo que uno es y tiene. b) Saber escuchar al grupo; revisarse ante él y decir las cosas abiertamente. c) Interesarse por los demás miembros del grupo: dificultades, éxitos, conocerles. d) Ser ejemplo para los niveles que nos siguen. e) Fomentar la relación con los demás miembros de la Etapa. f) Iniciarse hacia una opción de fraternidad dando pasos concretos de una relación superficial a una más coherente. * Experiencias básicas: a) Realización y revisión del Proyecto de Grupo. Planificación de los objetivos del año. Requisito para poder identificarse con el Grupo. Ha de ser exigente y realista con las posibilidades del grupo. Teniendo en cuenta los Proyectos Personales y los Objetivos de la Etapa, para este nivel. b) Dar pasos hacia la comunidad de bienes: caja común, poner al servicio del grupo las pequeñas propiedades personales. c) Aceptar responsabilidades dentro del grupo. d) Tener contacto real con otros grupos del centro y del distrito. e) Tener tiempos de ocio común; fomentar las relaciones interpersonales para facilitar la confianza y la amistad en el grupo. f) Iniciar la corrección fraterna de miembro a miembro; saber exigirse unos a otros (Mt.18, 15). g) Revisión de vida al trimestre. Deben ser apoyadas y coordinadas por el animador. VIDA DE FE: * Criterios: a) La oración debe sentirse como necesidad. Si falla la oración personal, falla el compromiso y todo lo demás. Tanto la oración personal como la comunitaria son puntos básicos y necesarios, en el ámbito personal y de grupo. b) Actitud de apertura y escucha a Dios.
  • 23. c) Descubrir la persona de Jesús de Nazaret. Exigencias de ser su seguidor. d) Tener en el año alguna experiencia fuerte de oración. e) Vida sacramental responsable. f) Conocer el método de oración de La Salle. * Experiencias básicas: a) Experiencia semanal de oración en grupo, basada en la Palabra de Dios. b) Celebrar la Eucaristía dominicalmente y en días de precepto, asumiendo lo que supone vivir la Eucaristía. c) Hacer alguna exposición de lo leído en la lectura espiritual. d) Asistencia a la Pascua y al Encuentro de Oración. e) Tiempo diario de oración personal FORMACIÓN: * Criterios: a) Seguir el temario de la Etapa, seleccionando los temas que interesen al grupo. b) Conocer la vida de San Juan Bautista de La Salle. c) Dar a la formación de vida cristiana la importancia que en esta etapa llega a tener de cara a la opción que se realiza al final de la misma. * Experiencias básicas: a) Tener, al menos, dos reuniones formativas al mes. b) Leer un libro sobre San Juan Bautista de La Salle. (Se aconseja "Camina en mi presencia" de Ed. Paulinas). c) Participar en cursillos o charlas que se den en el centro o localidad (Teología, Cristología, Biblia...). d) Participar en los Cursillos de Animadores, cursos de formación o similares. MISIÓN: * Criterios: a) Saber trabajar en grupo: ser disponible y entregado. b) Ser creativo. c) Estar abierto a colaborar con otras realidades. d) Trabajar por y para los demás.
  • 24. e) Adquisición de un compromiso serio y concreto, enviado por el grupo. * Experiencias básicas: a) Ser responsable y equilibrado en el propio tiempo y en el dedicado a los demás. b) Colaborar en los Encuentros de Verano y en los Campos de Trabajo (tanto locales como distritales). c) Tomar los estudios y el trabajo como uno de los compromisos personales más importantes. d) Asumir las tareas pastorales del centro. CONVIVENCIAS Y ENCUENTROS: a) Convivencias con los grupos existentes en el centro, de su propio nivel, especialmente fin de curso (paso a otro nivel). b) Encuentros de Oración Distrital. c) Convivencias de la etapa de CATECUMENADO a escala distrital. d) Celebración de la Pascua (en nuestro propio centro). Se trata de una participación activa tanto en preparación como en celebración. e) Cursillo de Animadores. f) Campos de Trabajo. g) Participación en las Convivencias de Verano como animadores. h) Participación en los demás encuentros que queden recogidos en el Proyecto de Etapa de Discernimiento del centro. 2.2.5/ Comunidad Juvenil La Salle * Terminado el PROCESO CATECUMENAL, algunos de los/as jóvenes que lo han seguido optan por integrarse en la Comunidad Juvenil la Salle. * Será el Coordinador de Pastoral Distrital el que preste un seguimiento y colaboración a estos grupos, con el fin de que vayan trabajando las orientaciones dadas en la región para la constitución de la «Comunidad Cristiana La Salle». * Una de sus grandes aportaciones a la Pastoral de los centros, es la colaboración que algunos de sus miembros prestan desde el Equipo de Pastoral Local. * Como estamos dando los primeros pasos nos ha parecido bien dejar referencia de uno de los Proyectos Comunitarios, en el que se recogen las intuiciones que hemos ido madurando hasta el momento.
  • 25. UN PROYECTO DE COMUNIDAD JUVENIL LA SALLE OBJETIVOS GENERALES Definirnos en todos los sentidos, esto es, que haya coherencia entre nuestra vida fuera y dentro de la Comunidad. La Comunidad no se forma para sí misma, sino como medio para construir el Reino de Dios. Acercarnos más a la sociedad; discernir las necesidades que hay en nuestro mundo y ser signo de transformación de estas realidades. Dar la importancia que tiene los apartados del Proyecto: VIDA DE FE, VIDA DE FRATERNIDAD, MISIÓN, haciendo este año especial hincapié en un nuevo ámbito: FORMACIÓN. Lograr que exista unidad en los distintos ámbitos de la vida de Comunidad. Motivar nuestras acciones guiadas por el Evangelio, para lo que necesitamos un conocimiento más profundo del mismo. Incorporar en nuestras relaciones interpersonales el carácter fraternal propio de una Comunidad. Sentirnos más unidos al Instituto y al Distrito, estrechando las relaciones y los vínculos con este último. ÁMBITOS POR DESARROLLAR VIDA DE FE Objetivos Avanzar en la oración personal apoyándonos en la formación. Centrar nuestra vida en el Evangelio, vivir desde Dios en todo momento inspirándonos en el estilo de La Salle, teniendo como principales elementos: La oración personal. La oración comunitaria. La eucaristía. Líneas de acción. Oración personal. Todos los miembros del grupo nos comprometemos a dedicar un rato diario a la oración personal para intensificar nuestra experiencia de fe. Frecuentar la lectura espiritual, mínimo un libro al año, y compartir lo que se va leyendo una vez al trimestre. Tener en el año una experiencia fuerte de oración, enfocándola como un taller formativo
  • 26. (preferentemente en Navidad). Oración de la Comunidad Cristiana del Centro. Asistir, preparar con interés, participar y profundizar en dicha oración. Oración Comunitaria. Tener oración comunitaria más prolongada una vez al mes, el viernes a la hora de la reunión. Oración con la Comunidad de los Hermanos. Una vez al mes, el servicio de liturgia, recordará la necesidad de compartir nuestra oración con los Hermanos, para estrechar los lazos de comunión. Proponemos la oración de vísperas del domingo. Eucaristía. Tener al menos una eucaristía comunitaria en los tiempos litúrgicos más intensos. Para reforzar la importancia de este sacramento en nuestra comunidad, se propone participar en alguna eucaristía durante la semana además de la dominical. VIDA DE FRATERNIDAD Objetivos. Consolidar las relaciones interpersonales basadas en la fraternidad entre los miembros de la Comunidad. Este es uno de los fundamentos de la vida comunitaria. Fomentar las relaciones con otros grupos de la Comunidad La Salle. Consolidar la opción por la Comunidad Juvenil y fomentar otras opciones vocacionales. Asumir la incidencia de las decisiones comunitarias en la vida personal. Líneas de acción. Con el objetivo de fomentar la relación con los hermanos, continuar con la misión compartida: Intercambiar los Proyectos Comunitarios. Programar alguna actividad conjunta. Mostrar nuestra disponibilidad para compartir el Proyecto Comunitario o alguna oración con los grupos de Discernimiento. Compartir el Proyecto Personal, al inicio del curso, con los demás miembros de la Comunidad. Esforzarnos por ser puntuales. Las reuniones son los viernes a las 21:30 h. proponemos llegar un rato antes para crear ambiente. Al finalizar las reuniones se dedicará un tiempo a informar sobre las diferentes actividades que se están realizando o se prevea que se va a realizar próximamente y que sean del interés de la Comunidad.
  • 27. Dadas las circunstancias de varios miembros de la Comunidad, tener un encuentro trimestral en el que todos estén presentes. La programación mensual de las reuniones será la siguiente: Una oración comunitaria, preparada por los miembros de la Comunidad. Una revisión de vida, preparada por los miembros de la Comunidad. Una dedicada al Sínodo, preparada por los encargados. Una reunión formativa, preparada por el animador o cualquier otra persona cualificada, o algún miembro de la Comunidad, según convenga. Tener en la corrección un medio privilegiado para acercarnos al amor fraterno. Proponemos tres modalidades: Posibilidad de hacerlo de tú a tú, siempre con delicadeza y en el momento oportuno. En media jornada o un día entero en que todos tengamos oportunidad de hablar con todos. Aprovechar los momentos de convivencia del grupo. Además de esto: Superar el “chismorreo”. Comprometernos a tener un rato con cada miembro de la Comunidad, al menos una vez al año. Comunidad de bienes: Con objeto de ser más significativo el gesto de compartir, nos comprometemos a poner nuestros bienes a disposición de los demás, es decir, compartir cosas concretas materiales, además del tiempo (libros, cintas...). Cada miembro del grupo aportará una cantidad económica que él mismo decidirá en proporción a sus posibilidades, teniendo en cuenta el Proyecto Personal y siendo exigente consigo mismo. Este fondo común irá destinado a sufragar gastos internos de la Comunidad y a colaborar en necesidades externas. Se propone tener un armario para libros, cintas, etc. Destacamos la importancia de las convivencias de la Comunidad en el transcurso del año y de la adecuada preparación de las mismas. Tendremos una convivencia de un día al trimestre y un más larga al año. Entrevista con el animador: Se mantendrá, al menos, una entrevista al trimestre con el animador, cada uno concretará en su Proyecto Personal el seguimiento de éste junto con el acompañante. La Comunidad se muestra atenta a las personas que no han iniciado su andadura en la vida comunitaria. Los casos se estudiarán de forma personalizada entre el interesado y el servicio de coordinación. MISIÓN.
  • 28. Objetivos. Todo miembro de la Comunidad dedicará un tiempo concreto a los demás, teniendo en cuenta el nivel en que nos encontramos y lo asumirá como una necesidad de su compromiso cristiano. Tener una vida comprometida en todas las facetas, asumiendo que lo que nosotros vivimos estamos obligados a transmitirlo: que todo lo que hagamos debe estar enfocado a se signo de la construcción del Reino. Ser referencia desde una opción de vida por la Comunidad. Líneas de acción. El estilo de nuestra misión será: no intentar a priori cambiar el ritmo y costumbres de las personas con quienes tratamos, sino ser tolerantes y comprensivos (inculturización). Ser signo de contradicción en el ambiente que nos toca vivir y en actos sociales puntuales. Tener una presencia activa y responsable en las actividades del centro. Integrarnos activamente en la familia lasaliana y participar en los encuentros distritales. Nuestra misión se desarrollará en diferentes ámbitos, de forma que estas tendrán un proyecto propio y paralelo: Intervención sociocultural . Intervención sociocultural por medio de talleres con niños/as y previsible atención a adultos. Puede ser en el propio Centro o en una barriada marginal. Estamos situados en lo que llamamos el VOLUNTARIADO LASALIANO. Otros compromisos asumidos individualmente: Campañas de Cáritas, Centro de ayuda al drogodependiente, comisión 0,7%, Grupo de denuncia... FORMACIÓN Objetivos. Dar respuesta a la necesidad de formación que tenemos, y al mismo tiempo ser conscientes de que nos falta mucho por recorrer en este aspecto. Estructurar un plan formativo: Hacer en este curso especial hincapié en formación bíblica y eclesiológica, además de formación sobre la opción por la Comunidad. Líneas de acción. Continuar con los temas de preparación del Sínodo Diocesano. Lectura formativa (mínimo un libro al año), que se compartirá al trimestre. Además cada uno tendrá un ejemplar del manual “de la Comunidad”.
  • 29. Revisiones formativas, preparadas por el animador u otra persona igualmente cualificada y reuniones del manual preparadas por el animador o algún miembro de la Comunidad, según convenga. Aprovechar la presencia del Hermano Visitador o Hermanos del Equipo de Pastoral... REVISIONES. Se tendrá una revisión del Proyecto al final de cada trimestre, además de lo que puntualmente se pueda ir mejorando en los diferentes ámbitos. Seguiremos el estilo de revisión de vida (ver, juzgar y actuar) en los temas que tratemos. 6.2.3/ EL GRUPO DE ANIMADORES 6.2.3.1/ Constitución y funcionamiento * El Coordinador de Pastoral y el Equipo de Pastoral estudian quiénes van a ser los/as animadores/as del curso catequético y dónde pueden desarrollar mejor el apostolado. Para ello tendrán en cuenta: los aspectos humanos y religiosos básicos y su formación catequética. Es en última instancia el Coordinador de Pastoral quien decide. * El Coordinador de Pastoral y el Equipo de Pastoral tendrá una reunión al trimestre con los/as animadores/as de las distintas etapas del proceso, para recordarles sus responsabilidades y asegurar el seguimiento de los elementos dinamizadores de cada grupo. Llamaremos a estas reuniones de revisión y previsión del trimestre. * La primera reunión del curso se dedicará a tomar conciencia de nuestra misión como agentes de evangelización que trabajan en la Iglesia, y a elaborar el «Plan de animación de los grupos cristianos». * El «Plan de animación de grupos cristianos» unifica los objetivos, líneas de acción, metodología, elementos dinamizadores, calendario, celebraciones de tiempos litúrgicos, reuniones de animadores,... Dentro de los elementos dinamizadores de la etapa de Maduración, se debe incluir un plan de visitas, charlas,... para conocer la realidad social del entorno. A partir de Maduración 3, estas experiencias sociales deben concretarse en una acción social continuada, en lo que llamamos voluntariado lasaliano. Una vez confeccionado pasará a formar parte como anexo del Proyecto de Pastoral. * Se procurará formar equipos estables de animadores en cada etapa, trabajando en ella dos ciclos completos, de manera que se pueda llegar a conocer bien los objetivos, metodología, experiencias,... de ésta. * Todo el grupo de animadores tendrá como mínimo dos encuentros al año, uno al inicio de curso de organización y otro al finalizar el año para compartir y celebrar la fe en ambiente festivo. * Ser animador/a de grupo, supone:
  • 30. - Pertenecer a un grupo o comunidad cristiana. - Hacer una opción por los jóvenes y caminar con ellos. - Ser educador: conocedor de los jóvenes, atento a cada uno, responsable de su maduración humana, teniendo gran respeto a la libertad de cada uno. - Ser testigo de la fe: ser creyente maduro. - Ser animador de grupo. * Todo esto implica: - Amar, querer, apreciar mucho a los chicos, como seres concretos y frágiles. - Responsabilizarse del grupo que se le asigne, durante todo el curso. - Haber adquirido una formación básica (curso de formación de animadores). - Asistencia a los encuentros formativos y celebrativos que se organicen. - Acompañar a los chicos a los encuentros establecidos en su proceso. * Se tenderá progresivamente a que aquellos que sean invitados a impartir catequesis, sigan el siguiente proceso: al terminar Maduración-3, asistencia a los encuentros de Formación de animadores I, II y III. Será el Equipo de Pastoral el responsable de proponer en el momento oportuno el comienzo de la labor catequética. * El Coordinador y Equipo de Pastoral, estudiará las solicitudes de aquellos que perteneciendo a otras comunidades cristianas, quieran trabajar con nosotros. 6.2.3.2/ Formación de Animadores Es un elemento básico y fundamental de toda acción catequética, la formación de aquellos que tienen el encargo de ser los animadores o en palabras de La Salle, los «embajadores y ministros de Jesucristo». Para este curso la formación la concretamos así: * Asistencia y participación de aquellos que no han completado la formación básica, en los encuentros formativos organizados por el Distrito, en el mes de Septiembre. Podrán acceder también a estos cursos, aquellos que al terminar Maduración-3 sean invitados porque poseen cualidades para ser animador. Estos deben haber vivido determinadas experiencias del proceso (Pascua, encuentro de oración,...) * A lo largo del curso se organizan cuatro encuentros formativos, donde se abordarán temas catequéticos, bíblicos y lasalianos. Estos encuentros se harán extensivos a los distintos grupos de los centros, a partir de Discernimiento. * Se comunicará con la debida antelación de otros cursos y seminarios formativos, organizados por las diócesis (navidad, semana santa, verano,...) * En la Sala de Pastoral se tendrá a disposición de los animadores y de todo el que lo solicite, material para preparar las reuniones, los temas,... y para la formación permanente. 2.4/ ORACIÓN Y CELEBRACIÓN Sólo podemos hacer que nuestros discípulos crezcan en el conocimiento de Jesucristo, si nosotros, que «hemos sido elegidos por El para colaborar en su obra de
  • 31. salvación» no los acercamos al mismo Jesucristo y no somos rostros del mismo Jesús. Es necesario que iniciemos a nuestros discípulos en la oración y los sacramentos, puesto que ellos son la fuente de la que mana toda la vida y actividad de la Iglesia (SC,10) * Para favorecer la participación de toda la comunidad cristiana (alumnos, profesores, padres, antiguos alumnos, grupos cristianos,...) la Eucaristía semanal la animará cada uno de dichos estamentos. * Se elaborará un calendario de celebraciones, para que cada grupo sepa el día que le corresponde preparar la celebración. * Todos los grupos deberán tomar conciencia de la importancia de dichas celebraciones, para que asuman y expresen en sus proyectos de grupo el compromiso de participación y preparación. * Se procurará que al inicio de los tiempos litúrgicos se tenga una celebración comunitaria de la penitencia. * Se organizará una oración de la Comunidad Cristiana del Centro una tarde de la semana. Es un momento fuerte para la vivencia de la fe con los otros grupos. Celebraciones especiales * Es responsabilidad del Equipo de Pastoral, con los animadores de los grupos respectivos, discernir la idoneidad de los candidatos para celebrar las «entregas catecumenales», los «pasos de etapa» y el sacramento de la confirmación. * El Equipo de Pastoral determinará las fechas de dichas celebraciones que incluirá en el calendario general. Otras celebraciones importantes * Aquellos que han participado en la Pascua del Distrito, se incorporan de modo activo en la celebración pascual de su Comunidad Cristiana de referencia. * En aquellos Centros en donde sea posible se celebrará la Pascua de la Comunidad Cristiana durante los días del Triduo pascual, en régimen abierto. * El Equipo de Pastoral confeccionará el programa y determinará los responsables de su preparación. * También se cuidará la celebración de la Navidad. 6.2.5/ ENCUENTROS DISTRITALES Los encuentros con otros grupos del Distrito, son de suma importancia dentro del proceso de formación, sobre todo porque están orientados a recapitular todo lo que se ha ido trabajando a lo largo del año, y van constituyendo la comunidad cristiana. Esta se caracteriza por ser comunidad abierta, dialogante y comunicativa. Son los encuentros con otros grupos los que permiten nacer y aumentar la conciencia de estar participando en un proceso que supera al propio grupo y vivir
  • 32. experiencias profundas de fe. * Todos deben necesariamente asistir a los encuentros establecidos en cada nivel y etapa. Estos son: - Encuentros de verano: Descubrimiento, Profundización y Maduración - I. - Encuentro de oración: Maduración y Catecumenado - Encuentro de la Luz: Profundización - II. - Pascua Juvenil: Maduración I y II. - Campos de trabajo: a partir de Maduración -II. * Será un miembro del Equipo de Pastoral el que haga la convocatoria. Los animadores respectivos insistirán en sus grupos sobre la necesidad de participar en estos encuentros. * Al inicio de curso debe quedar claro, que pertenecer a un grupo cristiano implica participar activamente en al menos uno de los encuentros previstos en cada nivel. * En caso de no asistencia, se valorarán las medidas a tomar según el individuo y los motivos que éste aporta. Esto lo hará el animador del grupo correspondiente con el Equipo de Pastoral. * El primer compromiso que adquiere uno que pertenece a un grupo cristiano es la participación en los actos convivenciales y religiosos organizados en el centro. Será un aspecto a tener en cuenta para participar en los encuentros distritales. * Nos acogemos a los criterios que el Equipo de Pastoral Distrital sugiera, referente a participación de chicos y animadores. * En cuanto a la responsabilidad legal de los traslados, los participantes a estos encuentros, deben necesariamente aportar un permiso escrito de sus padres, autorizándoles a participar en dichos encuentros. 2.6/ ENCUENTROS CON PADRES Sabemos que la educación y la educación de la fe supone que padres y animadores estemos trabajando unidos. Por eso: * En los niveles de Descubrimiento, Profundización y Maduración 1, los animadores tendrán al menos, tres reuniones al año: . Una en el primer trimestre de presentación, conocimiento y lanzamiento del año. . Otra en el segundo trimestre para revisar la marcha del curso. . Y otra en el tercer trimestre para informar y evaluar el proceso que ha seguido cada grupo.
  • 33. * En dichos encuentros se implicará a los padres en las distintas actividades religiosas, culturales y recreativas del Centro. Lógicamente, a los Padres/Madres que aún no están integrados en la Pastoral de Adultos se les seguirá convocando. 2.7/ INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA * Son locales de uso ordinario para el desarrollo de las distintas actividades catequéticas, los siguientes: ® Las distintas aulas asignadas a los grupos del proceso. ® Las salas de audiovisuales, para proyección de montajes, vídeos y encuentros puntuales, en los que participen un número elevado de personas. ® La capilla del centro, para las distintas oraciones y celebraciones litúrgicas. ® La sala de pastoral, quedando limitado su uso a las reuniones de catequistas para preparar la catequesis y al Equipo de Pastoral. No es sala de estudio, ni de fiestas (meriendas, cumpleaños...) ® Otras salas del centro deben ser solicitadas a la dirección para su uso. * Para evitar cualquier interferencia entre grupos, los locales asignados a cada uno de ellos al comienzo de curso y la hora de reunión, deben ser respetadas. Ningún grupo deberá cambiar de lugar o de hora si no es consultando con el Coordinador de Pastoral. * Previa solicitud y autorización, pueden celebrarse encuentros convivenciales de etapa y nivel en el Centro. * El uso de la sala de Pastoral (cuando sean reuniones que no estén fijadas en el planning general) y de la capilla, deberá quedar expuesto en el panel de uno que estará a disposición en las respectivas carteleras. * La sala de Pastoral dispone de una biblioteca con material que podrá ser utilizado por los animadores de grupo. Existirá un libro de registro para que se anoten las entradas y salidas de material. * Para evitar que los encuentros de grupos, coincidan con otras actividades del centro (fiestas, excursiones, visitas culturales,....) se procurará avisar con la debida antelación para cambiar las reuniones. * Al comienzo de curso, los animadores dispondrán de una hoja con la normativa a tener en cuenta para el buen uso y mantenimiento de los locales. 2.8/ FINANCIACIÓN Un proyecto que no haya previsto recursos es una propuesta irrealizable. Para poder llevar a cabo algunos de los puntos de este proyecto y realizarlos con una seria posibilidad de conseguir resultados positivos, necesitamos llevar un correcto sistema de financiación (la búsqueda del montante económico necesario, para realizar algunas actividades) y una correcta administración de esos fondos. Fuentes de financiación Se establecen las siguientes: * El propio presupuesto de Pastoral que aporta el Centro.
  • 34. * La autofinanciación de los grupos. * Cada grupo se responsabilizará de los gastos ordinarios que lapropia vida del grupo produzca, así como el resultado de su funcionamiento y los compromisos adquiridos como tal grupo. *Los gastos que suponen la participación en encuentros distritales, así como traslados a dichos encuentros, deben ser previstos con la suficiente antelación para ir destinando los mismos una cantidad. * Bolsa común. Para afrontar dichos gastos, se establece una bolsa desde el nivel de Profundización, para todos los grupos que participan de una u otra forma en la Pastoral. Se fija una aportación anual de 500 pesetas, como expresión de nuestra corresponsabilidad. Dicha aportación debe quedar satisfecha antes de Navidad. * Las aportaciones de personas interesadas directa o indirectamente en las actividades de la Pastoral (APAS,...) * Extrajobs, actividades extraordinarias dirigidas a la obtención de recursos (venta de artículos, festivales, ...) Se especificará de antemano , la asignación de recursos para los fines o apartados a los que va dirigida la actividad. * Subvenciones. El Equipo de Pastoral se compromete a conseguir ayudas oficiales a través de la Asociación Salle - Joven. Gestión de recursos La Pastoral general de un centro requiere una previsión y gestión global de medios y recursos económicos, por lo que, respetando la vida interna de quienes participan en la Pastoral, el propio Equipo de Pastoral será el encargado de esta función, así como de dar a conocer en todo momento el estado de cuentas. 3/ Pastoral de Adultos: Hemos visto hasta ahora en el PROCESO: la infancia, adolescencia y juventud; es el momento de centrarnos en el mundo de los ADULTOS. Cuando hablamos de PASTORAL DE ADULTOS nos estamos refiriendo a toda aquella actividad pastoral que está orientada a redescubrir, madurar y mantener la fe en cuantas personas adultas se relacionan con nuestros Centros: Profesorado, Padres/Madres, Antiguos Alumnos, Simpatizantes, etc. En el Distrito tenemos una larga tradición de la Pastoral de Adultos, que según los tiempos se ha ido adaptando. Actualmente distinguimos tres ámbitos de nuestra acción
  • 35. pastoral con las personas mayores: + La Pastoral que realizamos con las familias durante el Catecumenado: Infantil y juvenil. En páginas anteriores hemos hecho referencia a esta acción pastoral. + La Pastoral que llevamos a cabo con el CATECUMENADO DE ADULTOS + La animación que se hace con las Comunidades Cristianas La Salle. A continuación nos detendremos tanto en el Catecumenado de Adultos como en la Comunidad Cristiana La Salle. 3.1/ ITINERARIO CATECUMENAL DE ADULTOS - LA SALLE/ANDALUCÍA 3.1.1/ Situación de los Grupos de Adultos.-1 No es la primera vez que abordamos este asunto en la realidad de nuestros Grupos de Adultos. Los conceptos de PROCESO O CATECUMENADO no son nuevos para cualquiera de las personas que estamos implicadas en la animación, o en su caso, la pertenencia a alguno de los Grupos de Adultos existentes. Es más, en nuestro Distrito, ya existen planteamientos y materiales, elaborados en años anteriores, sobre el tema del Catecumenado de Adultos. Por consiguiente estos materiales que tenéis en vuestras manos, constituyen un paso más hacia la META que, implícita o explícitamente, hemos ido trabajando y madurando en estos años: LA COMUNIDAD CRISTIANA LA SALLE O COMUNIDAD LASALIANA. Os invitamos a todos los Grupos a que dediquéis un tiempo de vuestras reuniones, para que retoméis las conclusiones que hemos sacado y aportéis vuestras sugerencias en cualquiera de los puntos que a continuación os vais a encontrar. Con el esfuerzo de todos, será más fácil el camino. 3.1.2/ Es bueno partir de la REALIDAD DE NUESTROS GRUPOS DE ADULTOS.- Los Grupos de Adultos existentes en el Distrito de Andalucía, están situados en muchos Centros. Unos llevan más años que otros, algunos están dando sus primeros pasos, es lógico, pero casi todos van llevando parecidos planteamientos. Los materiales que utilizan son muy diversos: Del Movimiento Familiar Cristiano (hacia la fe en Jesús); Camino de Emaús; Teología para Comunidades; Carpeta del Catecumenado de Adultos (Seguimiento),... También es bueno, grosso modo, recordar algunas de sus "luces y sombras": faltan interrelaciones entre ellos, importancia de las reuniones convivenciales que creen lazos de comunión y ayuden a conocerse mejor, así como otras que fomenten la participación del miembro del matrimonio ausente en el grupo. En cuanto a los compromisos, aunque en la mayoría de los casos son los mismos de siempre, en algunos sitios empiezan a implicarse 1/ Este apartado recoge el planteamiento del Catecumenado de Adultos que se ha publicado en dos carpetas y que está en todos los Centros.
  • 36. más miembros del grupo, etc. 3.2/ NECESIDAD DE UN ITINERARIO O PROCESO CATECUMENAL.- 3.2.1/ Justificación del Itinerario A primera vista plantear un catecumenado de adultos, en los Centros La Salle, en nuestro caso del Distrito de Andalucía, parecería que se están llevando las cosas muy lejos, en cuanto al planteamiento de la Pastoral Escolar. Hasta se nos podría preguntar ¿Es que dentro de la naturaleza y finalidad de la escuela lasaliana (o sea, una escuela católica), cabe una Pastoral de Adultos? Y si la respuesta fuese afirmativa, cabría otra cuestión, ¿necesariamente la Pastoral de Adultos, tiene que asumir el planteamiento catecumenal como una de sus opciones y, tal vez, opción prioritaria? Ahí tenemos dos preguntas, que pueden ser un buen punto de partida para discutir o, mejor, dialogar sobre la acción Pastoral de Adultos que se puede constituir e implantar en nuestros Centros. De hecho, las personas que han estado y están implicadas en la Pastoral de Adultos que se está llevando en nuestro Centros, en estos últimos 15 años, tienen justificaciones suficientes para defender la opción catecumenal dentro de la Pastoral de Adultos. Precisamente, a continuación, se van a recoger las diversas llamadas que se nos hacen desde la Iglesia, el Instituto y, nuestro Distrito de Andalucía, que explicitan de una forma precisa y clara la razón de ser de una Pastoral de Adutos en línea Catecumenal. 3.2.2/ Llamada u opción eclesial a una nueva evangelización: De una forma más significativa, nos tenemos que remontar al gran acontecimiento eclesial del Siglo XX: el Concilio Vaticano II. Juan XXIII, al convocarlo, lo decía de esta manera: "Un orden nuevo se está gestando, y la Iglesia tiene ante sí tareas inmensas, como en las épocas más difíciles de su historia. Porque lo que se exige hoy de la Iglesia es que infunda en las venas de la humanidad actual la virtud perenne, vital y divina del Evangelio". Este deseo del Papa Bueno, como se le llamaba, se fue plasmando en los documentos del Vaticano y en los posteriores documentos tanto del Magisterio Universal como del Particular. Es en este contexto de la Nueva Evangelización (expresión que tantas veces hemos escuchado a Juan Pablo II) que debemos situar la Pastoral de Adultos. Nos parece oportuno recoger algunas citas, que nos pueden ayudar a fundamentar la realidad de la Pastoral de Adultos: "La Catequesis de adultos debe ser considerada como la forma principal de catequesis a la que todas las demás, ciertamente necesarias, de alguna manera se ordenan" (Directorio G. de Pastoral Catequética, nº 19, en 1971). Un año más tarde, la misma Santa Sede, con la publicación del Ritual de iniciación cristiana de adultos insistía en la importancia de la formación de aquellos adultos bautizados que no habían seguido una iniciación catequética. De manera muy clara nos dice Pablo VI:
  • 37. "Las condiciones actuales hacen cada día más urgente la enseñanza catequética bajo la modalidad de un catecumenado para gran número de jóvenes y adultos" (EN,44). En la misma línea, Juan Pablo II, hace una enumeración de situaciones en las que no se ha dado una fundamentación de la fe y termina diciendo: "Entre estos adultos que tienen necesidad de la catequesis, nuestra preocupación pastoral y misionera se dirige: ...a los que, aun habiendo nacido en países cristianos, incluso dentro de un cuadro sociológicamente cristiano, nunca fueron educados en su fe y, en cuanto adultos, son verdaderos catecúmenos" (CT,44). De todos es conocida la Exhortación Christifideles laici (1988), en la que el Papa, afirma hasta que punto renovación de la Iglesia y evangelización del mundo actual están condicionados a que se alcance a tener un laicado auténticamente adulto en la formación de su fe. Por cuanto: "La formación no es el privilegio de algunos, sino un derecho y un deber de todos...y, además, estamos convencidos de que no se da formación verdadera y eficaz si cada uno no asume y desarrolla por sí mismo la responsabilidad de la formación" (nº 63)
  • 38. Por otro lado, tanto la Conferencia Episcopal Española como el colectivo de los Obispos del Sur, han seguido en sus publicaciones el mismo talante, sintonizando con la Nueva Evangelización. Tema, éste, planteado por el Papa Juan Pablo II, en sus visitas a España y, lógicamente, desarrollado por el Episcopado Español en bastantes de sus documentos: Anunciar a Jesucristo en el mundo (1987), Impulsar una nueva evangelización (1990), La verdad os hará libres (1990) y, tal vez más manejado por nosotros, La Catequesis de la Comunidad (1983). De este último documento tomamos unas palabras que pueden servirnos de conclusión de lo que hasta ahora llevamos dicho: "En resumen, la necesidad de una vigorosa organización catequética de adultos entre nosotros se justifica por la necesidad de... fundamentar la fe cristiana, ya sea porque -en rigor- falte esa fundamentación, o porque sea inadecuada para la edad adulta, o porque sea necesario reactualizarla. En cualquiera de estos casos, la fundamentación de la fe puede concernir bien a la totalidad de sus dimensiones o bien sólo a alguno de sus elementos (la adhesión, el conocimietno, los criterios o pautas de conducta...)" (nº100). 3.2.3/ Llamada u opción lasaliana a la Misión Compartida: Podemos abordar la realidad de los grupos de adultos desde dos dimensiones, necesariamente complementarias, que van desde los planteamientos teóricos, hasta el hecho real de los 17 grupos existentes, con una historia, aproximadamente, de 15 años. Seguiremos la misma argumentación del apartado anterior. Empezaremos por acercarnos a los documentos del Instituto e iremos bajando a nuestra realidad distrital. No se trata de hacer un recorrido exhaustivo y pormenorizado, pero ya en el año 1976, el 40º Capítulo General, nos decía en la PROPOSICIÓN,11 que "las comunidades estarán atentas a promover y animar entre los alumnos, los jóvenes y los ADULTOS, la creación de movimientos apostólicos y de comunidades de base que reflexionen sobre su vida a la luz del Evangelio, que tengan celebraciones comunes y que se comprometan al servicio de los hombres". Dando un paso más, en la sesión Intercapitular de 1981, se insiste en potenciar y conseguir la comunidad de fe, de tal manera "que la Comunidad religiosa sea la promotora de la comunidad de fe en la escuela, mediante una mejora de las relaciones con todos los educadores, que haga posible el testimonio de cada uno según su estado de vida". De forma más explícita, en el Mensaje a la Familia Lasaliana, del 41º Capítulo General, estamos en el año 1986, recoge unas palabras de agradecimiento estímulo en estos términos: "Cuando hablamos de Familia Lasaliana nos referimos al conjunto de personas que integran grupos y movimientos, todos ellos surgidos de la experiencia espiritual y pedagógica de san Juan Bautista de la Salle". A continuación expone algunas constantes que se tienen que dar en toda experiencia lasaliana: "Su inspiración evangélica, su espíritu de fe y celo,... su arraigo en la espiritualidad lasaliana y su referencia a una Comunidad Lasaliana" (pgs. 28/29). El mismo Capítulo General, en la PROPOSICIÓN,6, toma el compromiso de
  • 39. publicar una "Circular" sobre la Familia Lasaliana. Hay que esperar al 2 de febrero de 1989, en el que se publica la conocida "Carta a la Familia Lasaliana". Muchas son las cosas que podríamos retomar de ella, pero nos vamos a quedar en el siguiente apartado que titula HACIA LA COMUNIDAD DE FE: "Ya que como creyentes nos reunimos a participar en la misma obra, no temamos entrar en el dinamismo de la fe. Seremos conducidos a vivirla, compartirla y celebrarla. De esta manera hacemos parte de la iglesia viviente, dando una prueba de su dinamismo, de su creatividad y de su irradiación. Creemos que cada institución, cada grupo lasaliano debe tender hacia la constitución de tales comunidades de fe que escogen su organización, sus ritmos, sus modos de manifestarse, en comunión efectiva con la Iglesia local" (p.24). En las RECOMENDACIONES de nuestro último Capitulo General, leemos en la 5.5: "El Distrito empleará los medios convenientes para que cada obra lasaliana, en cuanto sea posible, promueva la creación de comunidades de fe, grupos de referencia integrados por diversidad de personas (Hermanos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seglares, jóvenes...), deseosos de profundizar en su fe y con una misma preocupación por anunciar explícitamente a Jesucristo y por comprometerse en el servicio a los pobres" (Circular 435, p.47). Completando la Circular que acabamos de citar, se publicó un RESUMEN DE LAS NOTAS DEL 42º CAPITULO GENERAL. En él nos encontramos la siguiente proposición: "Que el capítulo estudie el fondo y la forma de una definición del proceso que ha de seguir la comunidad educativa lasaliana en su caminar hacia la comunidad de fe" (p. 33). Ahora bien, en el transcurso de estos años, los Hermanos de la Salle, como Instituto de Vida Consagrada, estábamos llevando a cabo una muy seria y profunda reflexión sobre un documento clave e importantísimo sobre nuestra Naturaleza e Identidad como Hermanos de las Escuelas Cristianas. Por mandato del Concilio Vaticano II, teníamos la obligación de renovar y actualizar nuestra REGLA. Después de 20 años, precisamente en el ya citado 41º Capítulo General, aparece la nueva REGLA DE LOS HERMANOS DE LA ESCUELAS CRISTIANAS. En ella, nos encontramos una serie de Constituciones y Estatutos, que como es sabido, tienen por finalidad guiar a los Hermanos hacia la realización de su vocación en la Iglesia. Por consiguiente, si traemos en estos momentos la REGLA, es para decir, con la máxima autoridad que podemos disponer, las orientaciones que sobre el tema que estamos tratando, enuncia: "Los Hermanos dan a conocer lo esencial del mensaje lasaliano a todos los miembros de la comunidad educativa. Incluso proponen, a quienes lo desean, compartir más profundamente su espiritualidad, y los incitan a vivir un compromiso apostólico de modo más explícito. Participan en la creación de comunidades de fe que atestigüen la verdad que anuncian" (Regla 17c). En el Capítulo de la Vida Comunitaria se nos dice: