🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
Arquitectura comunidad
1. 1. ARQUITECTURA Y COMUNIDAD:1. ARQUITECTURA Y COMUNIDAD:
Hacia una Práctica Barrial de la Arquitectura
“A partir de la certeza de que es en ellos, en los despreciados, en
donde está depositada la posibilidad de que estas tierras que parecen
condenadas por quien sabe que dioses ciegos a sufrir eternamente
todas las maldiciones, puedan tener una luz de esperanza alumbrando hacia
adelante, porque es en esa donde radica la capacidad de creación”
Eduardo Galeano.
HERNANDO CARVAJALINO BAYONA
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I. ANTECEDENTES
Cada ciclo de crisis capitalista trae consigo el surgimiento de programas para
“desarrollar” la comunidad. Franceses e ingleses los implementaron en sus colonias,
cuando estas estaban en el umbral de su independencia. Los norteamericanos los
introdujeron posteriormente en América Latina como una “medicina preventiva”,
encabezada por la Alianza para el Progreso (ALPRO), los Cuerpos de Paz, etc., en un
período de graves conflictos en la zona.
En nuestros días dicho fenómeno se sigue dando con características distintas, pero
conservando fielmente su rol de “enfermera del capitalismo”, como muy acertadamente
lo calificara Francisco Gómezjara.
Las perspectivas sobre el desarrollo de la comunidad, sin embargo, son muy
diversas. Así como hay quienes consideran que la participación comunitaria es una
alternativa viable para la solución de todos los problemas y conflictos, que
reducirá el descontento, elevará la moral de los trabajadores, y que hasta pueda
aumentar la producción (1); otros, la consideran meramente una técnica para
apaciguar las protestas populares y paliar los conflictos. Robert Goodman (2) asegura al
respecto:
“El problema de intentar imponer una democracia directa en una economía
capitalista mediante tales mecanismos, es que quienes disponen de los medios
económicos siempre tienen capacidad de controlar su vida política. En términos del
planteamiento urbano los que ya tienen poder económico, controlan la distribución del
poder político.”
De estos y otros cuestionamientos, surgen planteamientos que consideran que estos
trabajos con la comunidad deben emprenderse a partir de nuevos contenidos, en los que
la comunidad se convierta en sujeto de su propia historia. Gerrit Huizer lo complementa
de la siguiente manera:
2. “No se trata de llevarles las cosas hechas, sino de dotarlos de elementos teóricos,
técnicos y metodológicos para que ellos lleguen a hacer las cosas de acuerdo a sus
intereses”.
Así como tampoco se trata de integrar o incorporar a los pobladores de las barriadas
populares a otros contextos, a sabiendas que estos también andan mal. (3). Considerar
la participación de los pobladores de la periferia, no sólo en su papel de víctimas de la
crisis generalizada de nuestros países (miseria, desempleo, etc.), sino en la discusión
de planteamientos acerca de dicha problemática, es algo que últimamente se ha
colocado como tema del día y sobre el cual se revierten diversas posiciones.
En lo que a la arquitectura y el urbanismo respecta, la cuestión participativa se ha
venido dando en los procesos de diseño y planeación del territorio, como una alternativa
a métodos que carecen de una correlación entre los planteamientos del arquitecto y/o el
urbanista, y las necesidades y conceptos de los pobladores; como contraposición al
sesgo tecnocrático de estas disciplinas, se plantea además, idear nuevas prácticas y
métodos de trabajo a través de los cuales los equipos de asesores externos puedan
incorporarse a aquellos sectores de la población a los que habitualmente no se dirige la
profesión.
Desde principios de la década del setenta, se enfocan metodologías con nuevos
contenidos en los que la participación se llegó a plantear como una panacea frente al
rompimiento que existía entre el arquitecto y la comunidad. En algunos casos, ésta ha
llegado a convertirse en una forma encubierta de manipulación. El planificador o el
arquitecto fácilmente pueden manejar la población, y la llevan a donde ellos quieren.
Así como también, pueden darse diversas formas de “pseudo/participación” o
“participación pasiva”, en la que se le proporciona a la población la sensación de estar
participando, sin permitirles efectivamente influencia real alguna.
No obstante, algunos arquitectos ya han comprendido que la participación en el
diseño debe ser algo más que esto, como también, algo más que proporcionar a los
pobladores la posibilidad de cuestionar o dejar de lado un proyecto, según sus intereses,
y lo admitan o lo rechacen según se les ocurra.
El factor crucial es que el grupo o individuo participante tenga el poder de influir en
la concepción, en la filosofía misma del proyecto, en las decisiones fundamentales, esto
conlleva un cambio básico en el desequilibrio de poder asignado a las comunidades
populares en los procesos de diseño y planeación, y pasar del papel de simple
espectador o participante pasivo, a otro de características más dinámicas y creadoras.
Son referentes importantes los aportes que en tal sentido han experimentado
arquitectos como Ciza Vieira, Goodman, Alexander, De Carlo o Lucien Krol, y a nivel
local, diversos grupos de trabajo que en una labor silenciosa y casi anónima, han
desarrollado sus experiencias con pobladores urbanos en sectores periféricos de la
ciudad.
Sin embargo, esta práctica alternativa de la arquitectura es tildada aún, de
compromiso, sociologismo o vulgarización de la profesión, por cuanto no mantiene los
esquemas de la arquitectura convencional, la cual elitiza al arquitecto, conllevando
relaciones verticales entre el profesional y el usuario.
3. No obstante, este tipo de fenómenos, salvo algunas excepciones, han estado ausentes
de las diferentes Facultades de Arquitectura de nuestro medio, en donde aún se
conservan intactos, procedimientos eminentemente intuitivos que no se plantean el
problema de contenido, y asumen como problema fundamental la forma, a través de
métodos que se limitan a análisis parciales que se resumen en lo siguiente:
a. Desconocimiento de la crisis habitacional urbana a través de prácticas académicas
desligadas de la realidad popular; lo que conlleva una disociación entre la teoría y la
práctica, entre lo académico y lo social.
b. Implementación de enfoques individualistas ante problemas de carácter colectivo,
e imposiciones ideológicas en el proceso de diseño.
c. No existen orientaciones hacia un trabajo interdisciplinario, y menos aún, hacia
una práctica directa y participante, en la que los pobladores urbanos sean protagonistas
de primer orden.
d. Utilización indebida de los pobladores a través del engaño experimental y del uso
poco ético de la información.
HACIA UNA PRACTICAALTERNATIVA
Se plantea entonces la necesidad de implementar nuevos enfoques encaminados a la
formulación de una práctica arquitectónica de otras dimensiones, comprometida con la
problemática social de las clases populares. Es desarrollar frente a este panorama la
búsqueda de lineamientos que forjen un profesional distinto, encargado de generar una
corriente alterna a esa gran mayoría de arquitectos que se han quedado a la zaga en el
cuestionamiento de su propio quehacer.
Propuestas que consideren otros escenarios de práctica diferentes a la universidad, la
oficina y el taller; escenarios para los cuales no se prepara el profesional de nuestros
días. Entendiendo además, que no es transplantar a la comunidad, la rutina
universitaria, ni los procedimientos tradicionales, sino, generar otras formas de trabajo
con los pobladores de los barrios populares; aclarando que al ir a ellos tenemos mucho
que intercambiar y aprehender, y no exclusivamente, algo que enseñar.
A nivel de la academia, significa romper con anquilosadas concepciones
educativas, marco dentro del cual se fabrican arquitectos acríticos y desconectados de
la realidad, a través de una enseñanza domesticadora.
De estos y otros planteamientos e inquietudes, surge entonces la necesidad de una
práctica comunitaria en la arquitectura, de un nuevo enfoque de diseño sustentado en
una concepción de diseño compartida, mediante la participación activa y continua de la
comunidad en los proyectos; así como una investigación directa del problema, que
enriquezca y fundamente el proceso, a través de alternativas que correspondan a un
conocimiento profundo de la comunidad.
Tanto los procesos participativos, como la investigación directa, mediante el trabajo
de campo, nos permiten acudir a las fuentes primarias u originales del problema,
4. participando de una realidad más rica y profunda; en un proceso de investigación-
participación permanente, siendo relevante la relación teórico - práctica del trabajo: Ir
al campo, venir y enriquecer la teoría para revertirla nuevamente a la práctica y así
sucesivamente.
Lo anterior, permite a su vez que el arquitecto se integre a la realidad social, la
conozca por dentro y desde el fondo proponga alternativas ya no en abstracto, sin
intermediarios que la distorsionen o disfracen, sino, confrontadas con la cruda realidad
que hemos venido desconociendo.
II. GUIA DE TRABAJO - (Una propuesta por explorar).
Esta propuesta surge de la necesidad de encontrar herramientas de trabajo, con las
cuales encaminar esta práctica comunitaria que resulta nueva para nosotros. En tal
sentido no pretende ser algo terminado, sino, un escalón de un trabajo que apenas
comienza a germinar, así como una ventana abierta a la discusión. Es el inicio de una
búsqueda de metodologías de trabajo, de formas de participación; un paso hacia el
avance de niveles teóricos más profundos, de prácticas barriales más cimentadas. En fin,
un camino que está por hacerse y al cual pretendemos aportar nuestro pequeño esfuerzo.
A partir de esta práctica barrial, así como del desarrollo teórico del fenómeno, se
plantea aquí, una forma de trabajo a través de la cual las comunidades populares
participan activamente con el equipo interdisciplinario en la concepción y desarrollo de
los proyectos. Una práctica comunitaria desarrollada en el sitio, con los pobladores, que
intervienen creativamente en la concreción de su entorno, mediante talleres de trabajo y
discusión, en los que la arquitectura es propiedad de la mayoría y no de grupos
minoritarios.
Una participación en la que el hombre desarrolle su impaciencia, su vivacidad,
despierte su espíritu crítico, su más alto grado de creatividad, características de un
estado de búsqueda constante, los cuales han sido reprimidos en su desarrollo, y es parte
de lo que hoy debemos reivindicar a través de una práctica participativa de la cual la
comunidad pueda apropiarse definitivamente.
La cuestión comunitaria y participativa en la arquitectura y el urbanismo, implica
además, un proceso en el que se suceden una serie de cambios:
Cambiamos de una situación donde pocas personas de fuera de la comunidad -“los
que saben”- deciden por el resto de la gente, a una condición donde la gente toma
sus propias decisiones.
Cambio de una relación desigual y asimétrica en el intercambio entre el arquitecto y
la comunidad, a otra más igualitaria y complementaria en tales intercambios.
Cambio de una situación donde el profesional impone sus conocimientos, y la
población permanece pasiva, a una situación donde la propia población se organiza
y participa en la concepción de sus propios proyectos.
5. OBJETIVOS
a. Experimentar un nuevo enfoque de práctica profesional con comunidades
populares, mediante un trabajo directo en las barriadas y una práctica comunitaria y
participante.
b. Desarrollar el proceso de diseño como un proceso complejo que integra referentes
espaciales experimentados desde el barrio popular y cuya esencia nace del seno de los
pobladores.
c. Profundizar en los componentes culturales de apropiación del territorio en la
concepción espacial de la ciudad periférica en la búsqueda de respuestas urbanas y
arquitectónicas más contextualizadas.
d. Participar de manera directa en la realidad social y urbana de la periferia de la
ciudad, llegando a las fuentes primarias del problema, conociendo una realidad más rica
y profunda.
e. Promoción y acompañamiento de procesos colectivos de desarrollo comunitario
en los que la orientación del cambio y mejoramiento de las condiciones de vida deben
partir del seno de la comunidad, de la organización consciente de sus pobladores y no de
fuentes ajenas a ésta.
Esta propuesta, conlleva además, diferentes niveles de trabajo con la comunidad, los
cuales se describen a continuación, siendo ésta una síntesis de la investigación
adelantada por los arquitectos Fabio Avendaño Triviño y Hernando Carvajalino Bayona,
para la Universidad La Gran Colombia y consignada en el documento “Modelo teórico
práctico para la participación comunitaria en el diseño”. (1.985).
DESARROLLO DE LA PROPUESTA:
Este proceso de diseño con participación comunitaria, comprende cuatro etapas
globales, a saber:
1. Aproximación preliminar: Un acercamiento mutuo inicial arquitecto
comunidad, grupo asesor - pobladores, para conformar un colectivo de trabajo, y
planear participativamente el desarrollo del proyecto, a partir de los intereses y
prioridades a establecer de manera conjunta.
2. Conocimiento e investigación: Una vez se avanza en la cohesión del equipo y
se coordinan los intereses en torno al proyecto, se recopila y analiza la información
preliminar de cada uno de los componentes urbanos, social, espacial, económicos y
culturales entre otros, desde los cuales surgirán múltiples ideas que se conjugarán en la
propuesta de diseño (Historia, contexto social, determinantes físico - espaciales,
componentes urbanos, etc.).
3. Participación y diseño: Desarrollo de la esencia participativa del proyecto en
los talleres comunitarios de diseño como proceso de creación colectiva y de integración
6. de saberes, y como construcción conjunta de conceptos e ideas de diseño como
continuidad de la etapa anterior, los cuales se irán materializando en anteproyectos que
cada grupo de pobladores van proponiendo..
4. Definición y evaluación: A partir de las diversas aproximaciones al proyecto a
través de los talleres participativos y de los criterios de diseño que han ido surgiendo, el
equipo de arquitectos retoma la esencia del proyecto a partir de gráficos, apuntes,
fotografías, maquetas, etc., información que les permite el armado final de la propuesta,
la cual se confronta finalmente con el grupo de pobladores.
Un proceso de evaluación, ajustes y seguimiento periódico, deben garantizar cierta
flexibilidad al proyecto, como también, el análisis del proceso participativo que permita
una posterior mirada crítica y propositiva sobre el mismo.
Cada una de estas etapas comprenden una serie de pasos específicos que definen y
orientan la propuesta de trabajo:
1. APROXIMACION PRELIMINAR.
Relaciones indirectas: Son los primeros contactos con la comunidad, aquí
obtenemos un conocimiento y acercamiento preliminar, así como los pasos iniciales
para una posterior integración y compromiso de trabajo mutuo.
2. CONOCIMIENTO E INVESTIGACION.
Relaciones directas: Se conocen los primeros informes referentes al proyecto a
desarrollar. Averiguamos los antecedentes, la situación presente, así como la primera
impresión de la solución futura por parte de los pobladores.
Información indirecta: Recopilación de la información sobre la concepción
espacial pasada y el ambiente existente, referidos al entorno actual, el sitio y estudios de
casos semejantes.
Intervención directa activa: Se obtiene la información respecto a necesidades,
inquietudes y expectativas por parte de la comunidad; a través de encuestas, charlas,
cuestionarios y de una observación directa y participante. En esta fase, comenzamos a
implementar talleres comunitarios que nos permiten avanzar en las primeras
aproximaciones al proyecto. (Ideas de diseño).
3. DISEÑO Y PARTICIPACION.
Tabulación de la información: De forma paralela, la información hasta aquí
recopilada es organizada, sistematizada y analizada para su posterior aplicación en el
proceso de diseño.
Ideas y criterios colectivos de diseño: Son las ideas que guían el proceso de
diseño, a partir del análisis colectivo del entorno social y urbano que se tiene como
contexto.
7. Simulación y participación: Es simular un ambiente futuro en el espacio que
nos brindan los talleres comunitarios, a partir del cual se logra la participación activa del
equipo y la comunidad, en los procesos de diseño: ideas y conceptos, propuestas y
maquetas. Serán parte de invaluable material surgido de los talleres, que servirá de base
fundamental en la concreción del proyecto.
4. DEFINICION Y EVALUACION.
Solución del proyecto: Con el insumo conceptual y gráfico de los talleres, el
equipo de profesionales continua con el proceso de diseño hasta aproximarse a
propuestas que se van confrontando en nuevos talleres con la comunidad, hasta alcanzar
el proyecto definitivo.
Evaluación del proceso: Es necesario hacer un balance periódico del proceso hasta
aquí desarrollado; así analizaremos conjuntamente, los inconvenientes presentados y los
logros obtenidos, con el objeto de enriquecer la propuesta para futuras experiencias
participativas.
TALLERES COMUNITARIOS: Creatividad Colectiva.
“... Cuando llegamos, la gente estaba ya reunida, y poco a poco iban acercándose los
últimos pobladores que iban a participar en el taller de diseño del barrio. Entre el murmullo de
la gente se dejaba escapar cierta incertidumbre, algunos cuestionamientos alrededor de lo que
se iba a hacer: Pa’ qué eso?. Ellos son los arquitectos y son los que saben... si lo vamos a
hacer nosotros, entonces pa’qué los llamamos a ellos?.
“Algunos se atrevieron a expresarlo. Nosotros tratamos de hablar con cada uno de ellos y
después hablamos en la Asamblea General, tratando de resaltar la importancia de participar
en dichos talleres... Poco a poco, se fueron conformando los grupos y tímidamente comenzaron
a expresar sus ideas y sentimientos, hasta llegar a integrarse en colectivos de trabajo,
desarrollando su creatividad en distintas posibilidades de diseño. La discusión al interior del
grupo era lo más valioso, la problematización alrededor de los hechos cotidianos...
“Iban entendiendo lo valioso de su participación, sin embargo, cada día reforzamos esa
‘psicología de sumisión’, ese negarles concebir su propio mundo”
(Memorias de un proceso comunitario: Unicerros, Bogotá, 1.984 - 85).
Cuando hablamos de talleres, decimos ante todo, trabajo, creación, colectividad. La
participación de un grupo de personas en la búsqueda de objetivos comunes en pos de
transformar su propia realidad, su contexto urbano.
Allí desarrollamos un proceso en el que se entablan relaciones simétricas -entre el
equipo y los pobladores- que permiten compartir experiencias y conocimientos que
conlleven a una acción transformadora de la práctica arquitectónica, circunscrita en un
marco social determinado: El barrio popular.
Pretendemos que sea éste un espacio donde se realiza una actividad creadora,
integral, dinámica y de carácter comunitario. Los talleres son una herramienta en los
procesos comunitarios, pero son además, su esencia, allí es donde se alienta la
participación, en donde se vivencia ese ambiente de colectivización y discusión, que
8. permite que afloren las ideas, los proyectos y las diversas alternativas a problemas
previamente analizados.
El taller debe ser ante todo creatividad, alegría, juego... un paréntesis en lo cotidiano.
El taller debe conllevar una investigación participante, en donde continuamente
cuestionemos el proceso, le preguntemos, la problematicemos y hagamos un
seguimiento del mismo; profundizando en el problema planteado y en el contexto en el
cual se ubica, en la historia misma del barrio, y en la cotidianidad de los pobladores. El
taller debe ser un laboratorio en el cual exploremos cada día cosas nuevas. Y debe ser
un proceso integral que de continuidad a la participación de los pobladores, en todas las
fases del diseño. El taller es la asamblea general y el trabajo colectivo, pero es también
la charla informal en una esquina cualquiera, en donde aprendemos a conocer al
poblador en su individualidad, es allí donde hay que trascender el proceso participativo
que se dio colectivamente.
Finalmente, el taller será un espacio de participación en el que el poblador aprende
a proyectar su capacidad creadora y decisoria a otras esferas, la de su problemática
diaria en el barrio, en su ciudad y en el país, es en tal sentido, cada taller, un
aprendizaje a través de un proceso de educación no-formal, que le permitirá al poblador
y al conjunto de la colectividad, tomar un papel protagónico de la realidad.
Los talleres se implementan en dos etapas de trabajo:
1. Intervención directa activa: Aquí se proponen los talleres como un espacio
desde el cual se propone la búsqueda de información socio – espacial de la vivienda y su
entorno, con la cual comenzar la elaboración de los patrones de diseño, los cuales
guiarán fases posteriores del diseño propiamente dicho. Así complementamos la
información adquirida a través de encuestas, visitas de campo, charlas, etc., son talleres
de profundización de conceptos urbanos y espaciales aplicados al proyecto.
2. Simulación y participación activa: Aquí los talleres funcionan como espacios,
en los cuales los pobladores transforman el entorno, a través de diseños, esquemas,
maquetas, etc., que se sustentan en unos patrones previamente establecidos.
A continuación, enumeraremos las distintas tareas preliminares al taller con el objeto
de hacer una mayor claridad sobre el proceso:
Reunión previa con coordinadores. Estableciéndose una serie de
recomendaciones y acuerdos comunes, esta reunión tiene por objeto, acordar una
coordinación y programación compartida, igualmente, permitirá brindar una mayor
información al grupo coordinador, con miras a que éste oriente eficazmente el trabajo de
cada grupo.
Organización de grupos de trabajo. La organización de grupos de trabajo es el
inicio de un compromiso, tanto personal, como colectivo, en el desarrollo del proyecto,
es el mecanismo que va a dar paso a una relación íntima del poblador con el proceso de
transformación de su entorno.
9. Estos grupos de trabajo son importantes en las distintas fases del proyecto. Así como
se emplean en el estudio histórico del sector y sus alrededores, también denotarán su
importancia en la profundización de los niveles teóricos del proyecto.
Introducción a los talleres. Aquí se brindan unos elementos mínimos, para su
utilización en el desarrollo del trabajo colectivo. Son charlas que pueden ir
acompañadas con diapositivas, gráficas, etc., en donde explicamos un plano, una
maqueta, o brindamos elementos teóricos que sean de utilidad en la posterior
elaboración de conceptos por parte de la comunidad.
Talleres comunitarios. ( Posibilidades y variables)
a. Teoría y conceptos. Se pretende obtener de la comunidad el máximo de
conceptos e ideas sobre el proyecto, como materia prima para la elaboración de los
patrones de diseño. Dichos talleres implican la realización de trabajos en grupo, la
discusión colectiva y posterior confrontación de las conclusiones grupales de la
Asamblea general; como material complementario al obtenido a través de charlas, o de
la observación directa del equipo interdisciplinario.
b. Diseño exploratorio. Influencia directa. La participación de los pobladores es
la que orienta en su totalidad el proceso, así como también determinará la concepción
del proyecto a través de los talleres que se desarrollan periódicamente. En ellos
interviene la comunidad directamente, aportando sus elementos y cuestionando los
criterios a implementar en el diseño del proyecto, mediante la elaboración de esquemas,
dibujos y maquetas, en los que simula el futuro proyecto, así como también, en lo que
corresponde a la sustentación teórica de los mismos.
Influencia indirecta. Aquí se combina el trabajo arquitecto - comunidad en el
desarrollo del proceso. Al combinar las alternativas propuestas por los grupos con la
información que orienta el proceso, los arquitectos elaboran diferentes propuestas que
son estudiadas por la comunidad en los talleres, en donde cada grupo evalúa y aporta el
planteamiento que se le presenta. Con esta nueva información se continúa el trabajo,
hasta presentar en una asamblea general, las posibilidades elaboradas en conjunto, de las
cuales se escogerá la mejor y con ella se continuará el proceso.
c. Evaluación y aportes. El equipo de arquitectos desarrolla directamente el
proceso de diseño final, para ello parte de la información y de las determinantes; con
ellas elaboran los primeros planteamientos o posibles soluciones que exponen a la
comunidad, y ésta analiza en grupos, evaluando y aportando al planteamiento
presentado por el equipo asesor.
Este proceso se repite cuantas veces sea necesario, hasta reconocer de manera
conjunta la mejor de las posibles soluciones.
d. Libre simulación. Es una técnica en la que juega un papel principal y
fundamental el equipo interdisciplinario, pues consiste en simular una situación futura
en busca de información para el diseño, pero sin tocar para ello el diseño mismo. Los
talleres se orientan a polemizar acerca de la posible solución, pero dentro de un marco
10. de cuestionamiento grupal continuado, el cual ha de ser orientado por el equipo social.
Del cuestionamiento grupal se pasa al cuestionamiento individual; con este proceso se
busca esa información referida a inquietudes o comportamientos reales, que no han
salido en la información general.
Este documento recopila textos de las siguientes publicaciones: “Arquitectura y
Comunidad”, artículo publicado en el Documento de las ponencias de la Conferencia
Latinoamericana y del Caribe. VIVIENDA: Desarrollo económico y social.
BIBLIOGRAFÍA
(1) Elliot, David y Croos Nigel: “Diseño, tecnología y participación”. Editorial G.Gili, S.A.
Barcelona (1.980).
(2) Goodman, Robert: “Después de los urbanistas Qué?. H. Blume Ediciones, Madrid (1.977).
(3) Gomezjara, Francisco. Técnicas de desarrollo comunitario. Ediciones Nueva Sociología,
México (1.981): “El desarrollo de la comunidad se abocará a “preparar” a la comunidad para
que deje de ser una sociedad tradicionalista o suburbana marginal, y alcance por su propio
esfuerzo el grado de sociedad moderna, dinámica, individualista y consumidora”.
Santa Fe de Bogotá, D.C., Del 27 al 31 de Enero de 1.986.
(Escrito en Coautoría con el arquitecto Fabio Avendaño Triviño).
Ponencia presentada en el 13 Taller Latinoamericano sobre Hábitat Popular. Asentamientos de
desarrollo progresivo: Alternativas para su diseño y producción. (CEHAP – PEVAL
Universidad Nacional de Medellín). Medellín, Agosto de 1.986.
Ponencia enviada por la Universidad La Gran Colombia, al I congreso y IV Encuentro
Latinoamericano de Estudiantes de Arquitectura. Arequipa (Perú), 25 – 31 de Marzo de 1.987.
Fragmentos de este artículo fueron complementados y publicados por Hernando Carvajalino
Bayona en la revista Práctica Barrial, número 2: “Hacia una práctica barrial de la arquitectura”.
Santa Fe de Bogotá, D.C., Abril de 1.987.
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