1. Lejos de ti
Prólogo
Mirémoslo con un ejemplo: si nuestro virus fuera el responsable de una MERS-cov originario de
una cepa del síndrome respiratorio. Y si lo referenciamos con la identificación “Oriente medio”
que ocasiona el síndrome respiratorio severo (SRAS-cov) abriríamos la posibilidad de manipularlo,
en su transportación, produciendo un nuevo coronavirus, como nueva cepa; a partir del estudio
de la civeta humana y su relación con un emisor. Las posibilidades reales de intercambio viral
entre individuos Pipistrelos familia vespertillonidae y Sauropsidae familia vipesidae. Haciendo
posible, para decirlo de alguna manera, un estatus de conversión de tal magnitud que haría de
la manipulación química y bioquímica,, por ejemplo como con gas sarín (C4H10FO2P), clasificado
por la ONU como arma de destrucción masiva, mediante Resolución 687…
Uno
Todo empezó un día cualquiera después de la medianoche. Estábamos de partiendo, Judith y yo
acerca de la velocidad del tiempo. En cualquier lugar. Cálculo aproximado en el imaginario propio.
Cada minuto se iría envolviendo en la totalidad de los acontecimientos. Como mirando secuelas,
antes de haberse presentado la causa. Judith, venìa desde Planeta Cuadrado. Según ella el
concepto de totalidad, era medido en relación a un determinado fenómeno natural o producido
a partir de arreglos premeditados; como insumo válido para convenir un comportamiento
derivado de un modelo matemático. El origen primigenio propondría un quantum acelerado en
el universo de máximos y mínimos. Aquí, la aceleración no era otra cosa que el estado de una
partícula que se pondría en movimiento cuando el impulso programado deviniera en una
posibilidad explayada en el mismo universo en el cual era protagonista la misma partícula. Para
Judith, entonces, tiempo, velocidad, aceleración y valores mínimos serían variables que, a cada
segundo, implicaría al concepto determinado por un instante; como único posible, en términos
de la notación física.
El problema, entonces, se configuraría a partir ya no tanto de la definición en sí de la velocidad
y su quantum agregado. Sino, màs bien, por la potencia con la cual se irradiaría la particular, en
el contexto de la biología degradada; en el propósito cierto de albergar una variable insospechada
que pudiera presentarse a partir de la inoculación de un organismo medido, a partir de la
formulación básica de la microbiología. Es decir, a partir de establecer un condicionante
previamente legalizado en una célula que, en su degradación, deja escapar de su control una
posición que pudiera ser cuantificada a partir de establecer una lógica relacional entre ese
momento microbiológico y el cálculo de su velocidad, su aceleración y su masa, a su vez,
cuantificada por el principio básico de la nanotecnología. En el entendido de la manipulación
atómica y molecular.
Yo le diría, ese mismo día, a Judith que en lo que yo estaba antes de haber llegado ella; no era
otra cosa que aceptando el reto de diagnosticar un comportamiento avezado, a partir de localizar
un emisor latente o circunstancial. Y un receptor dinámico con el mismo cuadro básico en lo que
hace a su composición inicial y su crecimiento en tejidos celulares animales. Y que, siendo de
esta manera, apropiado por una cadena de receptores localizados en un determinado espacio y
tiempo. Y que, en lo mío inmediato, estaría en condiciones de proporcionar un mapa genético;
pero también un mapa del recorrido de átomos localizados en lo puntual medido por la aplicación
de la microscopía clásica y su nexo con el seguimiento centrado en la capacidad para acceder a
una ruta dinámica; modelando su dinámica en entornos cercanos.
Para Judith no era tan claro mi postulado; si antes de podría notarse el recorrido a partir de una
serie insinuada a partir de la progresión geométrica de una partícula. Casi como entendiendo
que, esa progresión, daría cuenta de velocidades de dispersión que podría ser interpolada a partir
de definir una variable con un comportamiento secuencial. Un entendido de variable y dominio
garantizada por la identificación del cuerpo que se transmite desde el emisor al receptor;
diseñando una potencia dinámica que se irradia cuando llega al primer entorno. Y que, a manera
2. de una cepa originaria; empieza a consolidarse en cada uno de esos receptores. Sin que éstos,
los receptores, tuvieran la posibilidad de detectar el cuerpo que, una vez emitido tornaría en un
organismo autónomo capaz por si mismo de adaptar y readaptarse; según el mismo mapa trazado
desde el laboratorio que lo identifica.
Yo querría una aproximación màs dinámica, respecto a Judith. Màs que nada porque su
planteamiento tendría un punto de colapso; a partir de la velocidad que ella le endilga al cuerpo
microscópico que se replica. Para mí, por ejemplo, esa velocidad estaría dada de conformidad
con el universo de emisores. Y si, de manera hipotética, estableciéramos que es un cuerpo viral
identificado en el momento que es absorbido por el receptor y no en el momento en que el emisor
lo transmite; estaríamos en condiciones de establecer cómo se produce ese tránsito emisor-
receptor. Y si esto no fuera posible; entonces, el tránsito serìa algo asì como una fuga
intempestiva no cuantificable ni en su dinámica ni en el tipo de absorción. Serìa, en consecuencia,
un tránsito acelerado sin que fuese posible su identificación.
Lo que yo digo, Emiliano, es que, Planeta Cuadrado se distingue por establecer las dinámicas de
los cuerpos que circulan en su centro propiciador de choques imposibles de cuantificar. Y que,
por lo mismo, hemos necesitado, siempre, de factores de conversión en relación con esa misma
ruta. Y, en el próximo pasado, lograríamos identificar los cuerpos; a partir de establecer con ellos
una especia de figuración en los planos que permiten graficar tanto su velocidad y aceleración y
sus tiempos. Pero, en esto último, nos hemos encontrado con el secreto o nudo no resueltos. Por
ejemplo, cuando penetramos un determinado virus utilizando una aplicación nanotecnológica
inherente a nuestros modelos matemáticos; hemos encontrado que las réplicas en la variable
expansión; daría cuenta de un momento que nosotros hemos llamado “muerto”. Pero que, a decir
verdad, no es otra cosa que nuestra incapacidad para acceder a la dinámica del virus. Haríamos
notar, en nuestros ensayos, que las cepas son cada vez màs complejas en cuanto réplicas y
velocidad de la réplica esconden el origen mismo de las mutaciones. Pero, en nuestra persistente
investigación, hemos logrado ajustar las bitácoras. Y, aparecieran sucesión de mutaciones;
distinguiéndose una de la otra por la velocidad con la cual han sido emitidas y el momento de la
absorción. Es ahí, en ese secretismo que nos ha inhibido para identificar ya no tanto la locomoción
en sì; sino el momento en que esta locomoción empieza. Y hemos supuesto que ese tránsito hace
transformar el virus y que, por lo mismo, cuando llegara al receptor se habría perdido la secuencia
que haría posible mediciones de la complejidad que adopta el insumo inicial, su transportación y
mutación.
Pero lo que yo digo, Judith, es que ustedes no han estudiado la dinámica de la transportación, y
la incoación; desde el punto de vista de la diferenciación de los virus y su impactaciòn en cada
cepa. Y siendo asì, entonces, la complejidad, se hará cada vez màs impenetrable. Es decir, cada
vez, màs difícil de identificar. En este aspecto, lo que nosotros hemos hecho es tratar de identificar
el virus antes que empiece la locomoción. Además, haciendo énfasis en la identificación de la
mutación, en el recorrido desde el emisor hasta el receptor. Por esa vìa, hemos postulado que, si
identificáramos esa mutación; seríamos capaces de precisar una manipulación; dándole una
mayor o menor velocidad de expansión e identificando las condiciones de la mutación antes de
llegar al receptor. En nuestro modelo microbiológico, va implícita esa posibilidad de identificación.
Y entonces, antes de llegar al receptor, podríamos inocular una variable de complejidad que se
comportaría a la manera de la ecuación tangente. Pero, al mismo tiempo, estaríamos en
capacidad de efectuar la modificación o manipulación, desde el momento mismo en que el virus
es absorbido por el receptor. Mirémoslo con un ejemplo: si nuestro virus fuera el responsable de
una MERS-cov originario de una cepa del síndrome respiratorio. Y si lo referenciamos con la
identificación “Oriente medio” que ocasiona el síndrome respiratorio severo (SRAS -cov)
abriríamos la posibilidad de manipular en su transportación, produciendo un nuevo coronavirus,
como nueva cepa; a partir del estudio de la civeta humana y su relación con un emisor como el
dromedario.
En lo que insisto, Emiliano, es en el hecho del secretismo del cuerpo, desde que sale del emisor.
Que, establecido ese tránsito, de manera hipotética; haría imposible cualquier modificación a
partir de la identificación. Esto conllevaría a una momento de “inconsciencia” del cuero emitido.
Y que llegara al receptor en condiciones totalmente parecidas a las que fuera emitido. En
3. resumen: no hemos podido elaborar un método o modelo que nos lleve a establecer una
manipulación. Y que, en el ejemplo que tu propones, conllevaría a establecer que el virus va
haciendo vuelo de propagación transportando cuerpo igual y de igual absorción. Y, de ahí en
adelante, el cuerpo receptor, por vìa propia compleja, a su vez, transmite el virus tal cual ha sido
recibido.
Dos
En la calle todo ara extraño. La gente yendo de un lugar a otro. Como si estuviesen orientados
por bitácora punzante, perdida. Siendo las nueve de la mañana, Agustín Bolaños diría a Esperanza
Martínez: he sentido un día pesado desde que desperté en la madrugada. Es como si estuviese
embotada mi memoria. Pero, lo que màs me indispone es ese sueño. Navegando por una vìa
equivocada. Estaba, yo, en un desierto, abrumado por la dejadez de cuerpo vivo. El entorno en
una vocinglería abrupta, casi infame. Romerías de gente tan abrumada como estaba yo. En
caminata bochornosa. A lo lejos una bola de viento color naranja. Todos y todas absortos mirando
cómo se iba expandiendo. Una cronología en segundos. Pero como doliente figura impávida. Y la
gente con tendencia a juntarse. Como tratando de abrigarse. Espolones de halcón enhiesto. Con
la mirada simultánea, fija en cada quien. Una pulsión de vida puesta al servicio de cualquier
expresión. Y empezaría a fraguarse una nube de un gris agrio. Colocándonos en posición de
ansiedad profunda. Como si, en la vida puesta en cualquier paisaje de arena y de dromedarios.
Y de serpientes agresivas. Que también nos miraban. Desde ahí, desde el piso ajeno.
Reverberante, casi como incendiario agobio. Y comenzaron las afugias. En el horizonte viéramos
surgir luciérnagas inéditas. Como infinitos puntos movedizos. Que se irían expandiendo, hasta
saturar cada ejercicio corporal nuestro; de insípidos puntos que irían creciendo pegados a la piel.
Y que irían penetrándola. Y recorrían todo cuerpo vivo.
Entre tanto, Esperanza Martínez, haría una señal de pausa. Como queriendo, ella, decir algo
parecido. Yo lo que recuerdo es poco. También he estado en letargo forzado. La otra noche,
antes de la tuya. Iba yo en luces vidriosas. Chispeantes. Pero de tal color que se me haría casi
incierto. Como cuando una està en frente de acezantes cuerpos casi invisibles. Y estaban aquellos
seres que corrían a la par con ellos. Tratando de asirlos o identificarlos al menos. Pero nada que
se insinuaban, en posibilidad de detenerlos. Todos nuestros cuerpos invadidos. En un comienzo
estábamos silentes. Pero, al mismo tiempo, prestos a dilucidarlos. Pero como que no podìamos
precisar su locomoción. La invasión era algo asì como asfixiante expresión de dolor sin serlo en
lo inmediato. Todo el escenario se tornó equívoco. Milciades, a mi lado, empezaría a percibir dolor
de cuerpo. Como si el agorero ruido de las luciérnagas ajenas a cualquier sentido de piedad, lo
invadieran su ser. Ya de por si dolido, débil. Casi inerte. El sopor del calor enfermizo haría las
veces de ponzoñas que habían vivido antes. Pero que, ahora, hicieran mucho màs difícil su
medición o su lectura. Como cuando tu estás en distanciamiento respecto a la vida vivida como
proclama potente. Y que, en cambio, empezaras a sentir que respirar es toda una opción perdida.
Ese fuego interior creciendo.
Lo que te quiero decir es que estuve atrapado en mi propio cuerpo. Los otros y las otras yendo
de un lado a otro. En esta ciudad tan nuestra. Nada màs ayer conversaba con Anatolia, la niña
que vive al lado. Ella era como mujercita valiente. Que, en nuestro barrio, arropaba a quienes
estábamos a su lado. Con sus palabras, hacía de cada momento lúcido escenario. Su familia habìa
llegado desde el norte., mucho antes del último terremoto. En esa franja de tierra crujiente a
cada momento. Muy cerca al gran imperio. De pleno sol naciente, común en esta extensión de
tierra casi infinita. Siendo, ella, la menor de las hijas. Antes habìa nacido Helena. Una mujer de
cuerpo sólido. En esa constante de lo que somos.. Y, antes de Helena, habìa nacido Ilse Lucìa.
Mujer de encendido porte. Que arroparía con todo el manto de su ternura a quienes tendrían
como ilusión la posibilidad de ir creciendo. En esta tierra que yo, también, empezara a sentir mía,
desde el mismo momento en que mamà Ileana permitiera hacer de su cuerpo un lugar tierno,
protector y solidario; para que en él estuviéramos sus hijos.
Pero, a decir verdad, Agustín, nuestro itinerario ha empezado a deteriorarse. Sigo viendo a la
gente como ensimismada. En una estrechez de pensamiento parecido a aquellos y aquellas que
vivieran en tiempo pasado nada benévolo. Tiempo ese que discurría en lentitud inapropiada.
4. Tiempo de guerras y de matanzas relacionadas con la pérdida de referentes. Recuerdo mi sueño
de la gran travesía. Pueblos enteros sumándose. Protegidos solo por su capacidad de sacrificio.
Aquellos señores dueños del espacio y de los caminos en él transitados. Una zozobra constante.
Y vendrían las batallas. Entre quienes defendían su estatus como terratenientes y como dueños
de las vidas. Y quienes aspiraban la libertad ceñida al cuerpo. Tratando de asentar su quehacer;
labrando el terruño. En veces árido. Pero, casi siempre, como esperanza para revivir en medio
de la miseria impuesta.
Y, estando aquí y ahora, Esperanza, te cuento que he sido nervio de mis propios sueños. No màs
anoche volvieron las imágenes de las luciérnagas malvadas. Nuestra piel expuesta. Y, ellas,
siempre penetrándonos. Anatolia fuera la primera que entró en decadencia. Su cuerpo empezaría
a ser refugio enfermizo. Yo la miré. Tratando de alzar vuelo con ella. El calor iría en aumento.
Gritaba de dolor que produce la asfixia. Su respiración, cada vez màs entrecortada…y se fue
yendo…Yo no atinaría otra cosa que levantar su cuerpo inerte…y mientras la llevaba hasta su
camita, vecinos y vecinas lloraban por su partida. Estábamos en esa expresión de dolor y de
nostalgia, cuando Helena empezaría a desvariar. Su cuerpo hervía en ese calor insano. Como en
el caso de Anatolia, su respiración se haría cada vez màs dolorosa. Y, yo, en frenesí potente.
Levanté su cuerpo, cuando éste ya era materia inerte…Y seguiría Ilse. La màs bella de las
hermanas…también la habrían penetrado las luciérnagas malvadas; puesto que quejaba de calor
y de ahogamiento. Llegarían los gendarmes benévolos a escudriñar los cuerpos. Y rasgaron la
piel de ellas. Y analizarían las luciérnagas malvadas que todavía estaban ahí pegadas a los cuerpos
y cobraría importancia lo que ellos dirían:…”que suenen las trompetas del dolor manifiesto y de
la impotencia…cada quien que se separe de cada quien. Las luciérnagas malvadas han invadido
la ciudad. ¡Qué nadie haga unidad de cuerpos!.
Y comenzaría otra noche. Ya, en el barrio, la gente cerrarìa puertas y ventanas. Sabríamos que
papá y mamà de ellas, también habrían claudicado. Sus cuerpos, igual, ya eran inerte materia
degradada.
Tres
Ciudad Tse Klan, era como territorio sombrío. Sus puertas se cerraron. Esperanza y yo aún
estamos vivos. Todas las noches vemos las aturdidas luces de las luciérnagas malvadas. Ahí al
acecho, No màs se entreabre una puerta, cuando ya ellas están adentro. Penetrando los cuerpos.
Los gendarme benévolos, siguen levantando cuerpos. Una mañana cualquiera nos dimos a la
tarea de ir hasta los hospitales. Una tristeza inenarrable. Cuerpos sobre cuerpos. Inertes. Todas
las luces internas, abotonadas a los cielorrasos. En camas habilitadas como reclusorios; viéramos
a mujeres y hombres. Sus pieles semejando cuerpos porosos, Pura melancolía en casas y
hospitales, En escuelas y espacios públicos. Las puertas siguen cerradas. Nadie sale. Nadie entra.
Las voces oficiales advierten que las luciérnagas malvadas son las causantes de la muerte en
sucesiva serie aritmética. No hay buses, ni trenes, ni aviones. Ya la gente no transita en jolgorio
y exposición de alegría, como era antes. Y, cualquier día de estos tan tristes, escucharíamos una
voz oficial, diciendo:”…no se junten. Desde ahora, que cada quien sea cada quien. Nada de
abrazos cálidos. Ni de besos ensortijados de ternura. Que la solidaridad deje de existir. Cada
cuerpo inerte será solo eso. Y dispondremos de todos los cuerpos inertes, como se procede con
los caídos en campo de batalla. Serán cremadas. Nada de expresiones de velorios como antes.
Las puertas siguen cerradas. La ciudad es fantasmal alegoría a las imágenes dantescas. A pesar
de la prohibición, visité a Jeremías. De tiempo atrás, Esperanza, me habìa insinuado que él
tendría datos acerca de la expansión de las luciérnagas malvadas. De hecho, la referencia me
colocaría en la opción de entender el problema de una manera màs precisa. Porque, desde que
conociera el primer caso, el de la niña Anatolia. Yo si dije, en mi interior, me parece muy extraño.
De un momento a otro. Cuando la ciudad empezó a vivir momentos de mucho dolor. Inclusive,
cuando cerraron sus puertas, yo conversé con Adonìas Melo, un médico que laboraba en el
Hospital Central. Él me diría: “…te cuento que, antes de conocer la primera muerte por causa de
lo que tu llamas luciérnagas malvadas, estuve en una reunión convocada de manera urgente, por
el médico director. Habìa recibido una nota proveniente del Laboratorio de Epidemiología del
Distrito. Un caso sumamente extraño. Habría sucedido una mutación de cuerpo, a partir de
5. muestras originarias. De un territorio cercano a la ciudad. Algunos animales aparecían enfermos.
La identificación de los mismos se tornaría difícil ya que, los técnicos no pudieron realizar algunas
pruebas en campo. Sin embargo, con las pocas muestras recaudadas, habrían logrado establecer
que en un virus extraño tendría como vehículo transmisor dos animales de presencia común en
el territorio. Y otro, absolutamente imposible de clasificar. Sin embargo, una pista graduada en
términos de distancia y tiempo; habrían dado a entender que, podría haberse presentado una
mutación tras otra. Hecho, de por sí, sin parangón en la historia propia del laboratorio. Algo asì
como entender que, paso a paso, estaríamos adportas de un tránsito inédito…Cuando preguntara
al director del hospital acerca de ese momento no detectado, cuando el virus hiciera sus segundo
tránsito; él me diría que, precisamente, todo el esfuerzo de los investigadores estaría centrado
en romper ese punto secreto hasta ahora….”
Cuando llegué a casa de Jeremías, éste se encontraba conversando, a puerta cerrada, con un
microbiólogo, que habría llegado a la ciudad un mes atrás. Una amistad un tanto extraña, ya que
Jeremías, como zoólogo adscrito a la Secretaría de Salud de la ciudad, nunca habìa salido de
esta. Es decir, en mi entendido inmediato, que no habría lugar a establecer una amistad tan
puntual desde el punto de vista profesional. Cuando Gilma Lucìa, la esposa de Jeremías, me
recibiera y contara lo que estaba pasando; me haría conocer de otros contactos de Jeremías,
situados en países un tanto lejanos. Pero, de todas maneras, habría algo asì como una cadena
de custodia relacionada con un caso conocido por él en la secretaría y que habría replicado a la
dirección del hospital. Desde adentro de la habitación donde estaba reunido con el microbiólogo,
Jeremías me hizo saber que podía entrar, que empujara la puerta.
Era un joven como de unos treinta años. Sus rasgos físicos no eran del todo preciso en
características, que pudiera determinar nacionalidad de origen. Un tanto pausado en su dicción.
Mostraba serenidad extraña. En relación con el momento. Jeremías si presentaba una expresión
agitada. Claro que es un estado normal en él, al menos desde que lo conozco. Jeremías haría un
recuento de lo que estaban conversando. Una lógica enquistada como cuerpo extraño en el tema.
“…Misael y yo venimos discutiendo el caso desde hace un año. Una correspondencia fluida. Él
trabaja como consultor agregado para la Unidad de Salud Pública del Sudeste Asiático.,
particularmente en el país de Tailandia. Pero, su gestión se extiende hasta Timor Oriental y
Vietnam. En los diferentes laboratorios han logrado aislar una cepa. Màs que nada en Bangkok y
en Dili. Misael, a su vez, haría un resumen del estado general de las investigaciones y de su
combinación con datos que vienen de atrás. En Kabul habrían detectado una molécula incipiente,
relacionada con combinaciones químicas y biológicas; dando lugar a un conglomerado de células
animales que se tornaron inmanejables en los laboratorios asignados para realizar una primera
investigación acerca de la familia de coronavirus y la posibilidad de extender su expansión a partir
de la manipulación, a la manera de la ingeniería genética y con insumos asociados a la
nanotecnología. Y lo que hemos logrado establecer tiene que ver con los tránsitos desde un
organismo vivo a otro. Como cuando se trabajan modalidades de intervención; bien fuera desde
una zona básica y elemental del manejo de las cepas, hasta grados de complejidad que pudieran
ser manejados en un entramado microbiológico. Es decir cómo hacer una conversión de
mutaciones a partir de un determinado mapa definido como escenario a partir del cual uno de
los individuos de esta familia de coronavirus. Desde una incipiente estructura relacionada con
enfermedades pulmonares simples cuya propagación pudiera ser codificada y contralada; hasta
una estructura similar a la que actúa cuando se establece una relación de la filogenética hasta la
erosión de esta a partir de diversos intercambios degradados que causaría la pérdida de genes
individuales. Nuestro trabajo consiste en establecer una conexión entre mapas genéticos animales
y su tránsito hacia escenarios de combinación que pudiera dar cabida a una intervención externa
antes que alguno de los coronavirus pueda mutar en el contexto de cepas preestablecidas. De
ser posible, entonces, estaríamos adportas de un escenario de terror. Ya que, en el evento de la
complejidad manipulada, podría hablarse de la expansión de virus asì mejorados en el sentido de
su complejidad y de su expansión o tránsito en cuerpos previamente definidos. Haciendo posible,
para decirlo de alguna manera, un estatus de conversión de tal magnitud que haría de la
manipulación química inorgánica, por ejemplo como con gas pimienta o gas sarín (C4H10FO2P),
clasificada por la ONU como arma de destrucción masiva, mediante Resolución 687…
6. “.. . Jeremías me ha informado, a través de nuestra correspondencia codificada, que acá, en Tse-
Klan, estaban ocurriendo casos extraños y que, de alguna manera, darían cuenta de haber aislado
un nuevo virus de la familia coronavirus, mediante la modificación de una cepa inicial de un virus
de esta familia, asociada al tránsito de uno o dos animales silvestres. En principio asociados a
murciélagos o serpientes. Pero que, el caso, habría sido mantenido en total secreto, por parte de
los investigadores del Laboratorio Epidemiológico. Pero, màs que eso, que se habría producido
una filtración en términos de la cadena de custodia primaria. Yo lograrìa entrar a la ciudad antes
que fuera cerrada. Según Jeremías, se habría presentado tres afectaciones a partir de la cepa
modificada. Las víctimas, tres jóvenes de una misma familia, habrían establecido una relación
inédita cerca de un punto del entorno. No tanto en proceso de cercanía inmediata. De todas
maneras, lo que yo deduzco, es que el tránsito desde el primer animal contagiado hasta la niña
Anatolia, tendría que haber sido predeterminada. Me atrevería a señalar que, al parecer, hubo
una ruptura de la cadena de custodia, a partir de la manipulación de la cepa de un coronavirus
nuevo. Bien sea a partir de una inoculación directa, a la manera de aplicación hipodérmica, o a
través de una ingesta relacionada directamente con el y los animales emisores…Jeremías y yo
hemos acordado una relación clandestina. A la manera de grupo secreto que estaría dedicado a
investigar las condiciones y circunstancias en que se habría producido esa manipulación
originaria. Se justifica este tipo de actuación, habida cuenta, si bien es cierto que esa variable del
virus es necesariamente de origen animal; no es menos cierto que, una vez aislada una muestra,
esta podría replicarse por alguna de las dos vías referidas antes. Y, también, estamos
absolutamente seguros que quien o quienes quieran haber sido los manipuladores, tendrían una
motivación económica y política. Y que, por lo mismo, estarán dispuestos a impedir la filtración
de la información; así sea por vìa exterminadora de quien o quienes manejen la información para
denunciar todo el procedimiento. De mi parte, yo, considero que, parte de ese procedimiento
manipulador, su técnica y su medición disponible; vendría desde una filtración del trabajo común
en Sudeste Asiático. Fundamentalmente, en el entramado que vincula a Afganistán y a
Washington. Porque, en precisión de información; Diógenes Montenegro (otro de los
investigadores asociado al grupo de trabajo de Tailandia y Timor Oriental) y yo logramos detectar
una relación científica entre un grupo establecido en Kabul (no necesariamente compuesto por
investigadores originarios de Afganistán) y un grupo establecido en Singapur. Ambos grupos
financiados por Estados Unidos de Norteamérica. Y que, la filtración se habría producido a partir
del secuestro y desaparición forzada de Gregorius Ahunta, un microbiólogo que hizo parte del
nuestro grupo inicial. El cadáver de Gregorius, fue encontrado en Hanói, hace cuatro meses. Su
cuerpo presentaba signos de haber sido torturado antes de su muerte. De tal manera, Agustín,
que lo que le hemos narrado Jeremías y yo, supone secreto absoluto. Yo no sé si usted es de
absoluta confianza. Me atendría a lo que diga Jeremías. Si lo fuere tendría dos alternativas. Una
integrarse a nuestro grupo. De por si, mi colega Diógenes Montenegro haría parte del mismo. La
otra alternativa que usted tendría es la sujeto pasivo. Con la advertencia que, nuestro grupo, està
en capacidad de impedir cualquier filtración; así sea por vìa violenta. Està en juego el futuro de
la humanidad y nosotros estaremos obligados a impedir que la expansión del coronavirus
manipulado se convierta en una especie de tercera guerra mundial. Tanto por el número de
muertos; como también por los daños irreparables que pueda casar en materia económica y
política…”
Yo no podría definir mi incorporación, sin antes conocer el tipo de acciones que emprendería el
grupo conformado por ustedes. Lo que si me atrevo a precisar es que Esperanza Martínez y yo,
hemos venido conociendo, por nuestra cuenta, algunas averiguaciones; desde el mismo momento
en que falleciera la niña Anatolia y sus dos hermanas. Lo que atrajo nuestro interés tendría que
ver, en principio, por la secuencia y tiempo de las muertes. Tal vez, el primer paso, lo dimos,
conversando con el médico Adonìas Melo vinculado al Hospital Central de Tse-Klan. Sabríamos
por su intermedio de las averiguaciones científicas empezaron, a partir de una muestra originaria
extractada en el territorio cercano a uno de los bosques que rodean la ciudad. De hecho, en el
hospital, solo tendrían conocimiento de la muerte de las tres hermanas, una vez llegaron los
cuerpos a la morgue. Pero, una vez realizada la necropsia se cruzaría la información con los datos
y las muestras extraídas anteriormente, darían cuenta de un perfil epidemiológico común. Para
el director del hospital Quedarìa claro, en comienzo, que habría algo asì como un secretismo no
detectado hasta ahora, entre el tránsito inicial desde el animal emisor y los cuerpos receptores.
Es algo asì como un momento de transportación del virus, a partir de una manipulación evidente,
7. por la vìa de la instrumentalización de un proceso soportado en las posibilidades que da la
ingeniería genética al momento de establecer rutinas nanotecnológicas del quantum. Es decir
asociando la técnica de medición de la menor energía posible en longitud de onda, tal y como la
trata la física clásica. Y, desde allí, interpolando información que permitiera aislar este
procedimiento y adecuarlo a la transportación genética por unidad de tiempo y de cuerpo. De
esta manera, se eludiría el registro de la imposibilidad de una manipulación anterior, sino de
emplear la capacidad de maniobra, a partir de la muestra inicial y su difusión una vez modificada
en su estructura molecular.
“…Lo que ocurre, Agustín, es que a partir de las investigaciones del grupo del Sudeste Asiático;
podríamos establecer un hilo conductor diferente, habida cuenta de las cepas aisladas a muchos
kilómetros de Tse-Klan. Ocurriría, entonces, que la transportación de genes primarios,
extractados de animales en la selva de Vietnam y de Tailandia; tendríamos un cuadro
absolutamente diferente en términos de animales originarios de los bosques de Tse-Klan. Traduce
èsto, en consecuencia, que la transportación sucediera por importación de cepas desde el exterior
de Tse-Klan. A no ser que aceptáramos la hipótesis de la simultaneidad en las investigaciones
por parte de grupos que no se conocieran entre sí. Serìa, en consecuencia, algo parecido a las
investigaciones de la fisión de átomos de uranio 235 que permitiera la construcción de la primera
bomba atómica. Pero, a decir verdad, yo no creo que se haya producido tal simultaneidad. Lo
que creo, en contrario, es que, aun antes del asilamiento de la cepa por parte de los
investigadores presentes en Tse-Klan y su nexo, un tanto misterioso con los investigadores del
Hospital Central y del Laboratorio de Epidemiología. Resumiendo: estamos ante un caso de
manipulación en una cepa en una fuente distinta a a Tse-Klan. Y que, esta cepa habría sido
transportada hasta acá, a través de instrumentalizar protocolos secretos. Esto tendría como
objetivo la dispersión de la cepa del nuevo coronavirus, de tal manera que la intervención de los
investigadores del Hospital Central y del Laboratorio de Epidemiología, habría sido extemporánea.
Dando como resultado una propagación propiciada desde esta fuente. Y que, por lo mismo la
contrastación se haya convertido en un proceso inocuo al momento de validar los datos de la
transportación y la causal de las primeras muertes. Se habría producido una manipulación
consistente no en el sentido de cambiar el origen animal del virus; sino en cuanto a una
manipulación variando algunos momentos de la cepa originaria. Siendo asì, entonces, la
transportación serìa de acuerdo a la modificación instrumentalizada, sin posibilidad alguna de ser
detectada en lo que hace a sus funciones básicas asociadas a enfermedades pulmonares. Por
ejemplo, una variación en síntomas como la fiebre, sin modificar el virus en sí y su nexo con la
muerte de los infectados o infectadas. Lo demás, la velocidad de expansión y su absorción se
pareciera a cualquier otro virus.
Después de haber acordado la ampliación del grupo con la participación de Esperanza Martínez y
de Agustín Bolaños, terminaría la reunión en casa de Jeremías Duarte. Tres compromisos básicos:
procurar el acceso al estado de las investigaciones del Laboratorio de Epidemiología de ciudad
Tse-Klan; la lectura de todos los informes del grupo del Sudeste Asiático, una vez decodificados
y la averiguación acerca de las personas que pudieron haber entrado a la ciudad antes de haber
cerrado sus fronteras. O, en una hipótesis válida, investigar cualquier registro de información de
autoridades fronterizas, en términos de información verbal o escrita. Gilma Lucìa serìa, a partir
de ese momento, la custodia y recepcionista de mensajes cifrados que podrían recibirse desde el
exterior. Haciendo énfasis en Kabul y Washington.
Cuatro
En ciudad Kandahar, el Instituto de Epidemiología oficial, se realizaba una reunión secreta entre
su director y un delegado del Instituto de Salud Pública de Estados Unidos. Previamente se habían
reunido en ciudad Baucau estos mismos personajes y el agregado de plenipotenciario del
gobierno de Hanói.
En esta fecha, la agenda incluía la revisión de los protocolos establecidos de antemano para el
manejo de la información relacionada con el nuevo Coronavirus. Estaba claro que Mohamed Salah
Abdala, adjunto en Kandahar del gobierno de Kabul habría logrado establecer un nexo entre sus
agentes en Tse-Klan y el plenipotenciario Tse Kaplan Koggi, de Hanói. Este nexo haría posible la
8. detección de los movimientos al interior del Hospital Central de Tse-Klan y del Laboratorio de
Epidemiología de esa ciudad. Los informes recibidos a la fecha, hablan de movimientos
subrepticios entre el director del hospital, el director del laboratorio y un sujeto de nombre
Jeremías Duarte. Habrían concertado una reunión en casa de Esperanza Martínez, bacterióloga
adjunta al gobierno de Tse-Klan. En comienzo, harían lectura de material impreso cifrado y de un
disco que contenía información encriptado acerca de los protocolos que estarían siendo utilizados
para el manejo de muestras de los cuerpos de las tres primeras víctimas del Coronavirus
modificado. Por información del infiltrado conocido como “doctor Sirrus” , tendrían una bitácora
conjugada a partir de las primeras muestras detectadas, tomadas en cuerpos de murciélagos y
la posterior cotejación. Se evidenciaba una modificación diferente a la que habría sido importada
de manera secreta, por la frontera Isis-5 de la ciudad. Sin embargo no habrían tenido acceso a
los códigos previamente establecidos como formato de control, por parte de Kabul-7. Recordando
que, previamente, R70, habìa logrado una primera muestra sacada de la misma población de
murciélagos, antes que los investigadores del hospital y de laboratorio. Y que, per se , esto daría
cuenta de la obtención de una modificación previamente articulada con muestras en Vietnam y
Tailandia. Logrando, por esta vìa, insumos originarios levemente diferentes; pero en proceso de
manipulación posterior, introduciéndole organismos obtenidos en el Laboratorio de Ciencias
Zoólogas ubicado en Timor Oriental Baja. Un reservorio inédito y en capacidad de replicarse con
velocidad equivalente al triple de los obtenidos en el laboratorio de Tse-Klan. Y, adicionalmente,
un componente que permitiría la transmisión exponencial de sujeto a sujeto en cercanía de
cuerpos inferiores a dos metros.
Que la reunión, seguiría informando “doctor Sirrus, encontraría una limitante metodológica, por
el hecho mismo de las características de la muestra obtenida en primera instancia. Y que, a través
de postulaciones microbiológicas, solo habrían logrado una aproximación muy endeble. Y que,
persistiría la imposibilidad de descifran el código de la cepa importada desde Vietnam, vìa frontera
conocida como Ferrini9. Pero, al mismo tiempo, sigue diciendo “doctor “Sirrus”, se presentaría
otra limitante, por lo mismo que la cepa originaria de Tse-Klan y la cepa modificadas, en Timor
Oriental Baja, a partir de las muestras de Vietnam y Tailandia. Limitante imposible de superar en
virtud a que, si bien es cierto que habrían localizado un contenedor con muestras importadas, no
era menos cierto que ese contenedor era un señuelo previamente olvidado, adrede, en la Estación
8 del ferrocarril oficial de Tse-Klan.
“Doctor Sarrus”, recibiría la orden de proceder contra Jeremías Duarte. Primero secuestrándolo y
después interrogándolo acerca de nombre, nacionalidad y resultados obtenidos por parte de
Germán Hinojosa y Diógenes Pompilio; quienes previamente se les hizo seguimiento desde
ciudad Liquica y que, de tiempo atrás estarían investigando el origen de la cepa modificada y del
alcance de su expansión en condiciones heterogéneas en cuanto a clima, y distribución
geográfica, tanto del agente patológico en sì, como también de la distribución en cuerpos vivos
sin importar raza y condiciones en cuanto a edad. También, “doctor Sirrus” recibiría información
acerca de Agustín Bolaños, conocido como “Erosión” y quien, previamente habría logrado
penetrar el grupo original. Éste, Agustín, serìa el encargado de advertir sitios y tiempo en que
serìa probable los secuestros y demás procedimientos. Êl mismo proporcionaría el acceso a los
códigos relacionados con las muestras conservadas en casa de Jeremías Duarte, ya que Gilma
Lucìa Espárrago, quien vendría ejerciendo como custodia legítima y, supuestamente,
insospechada.
Esperanza Martínez habìa sido encargada de las actas de la reunión, en el propósito de articular
esas notas con los informes contenidos en toda la bitácora, tanto del hospital como en el
laboratorio. Agustín llegaría a su casa con el propósito de conocer el contenido de las actas; asì
como también del desplazamiento de Jeremías, ya que éste habìa sido designado como agente
itinerante del cuerpo de investigadores asociados al nuevo coronavirus, entiendo que, en sus
funciones estarían las de descifrar los códigos originales para acceder al estado de las
modificaciones logradas por parte del grupo de Kandahar y su relación con las cepas importadas
a Tse-Klan por frontera Isis-5 .Comoquiera que Esperanza confiara ciegamente en Agustín, a
pesar de algunas reservas de German Hinojosa, advertidas casi desde el mismo momento de su
vinculación al grupo, definida en reunión en la casa de Jeremías Duarte; le diría que Jeremías
habìa sido designado para asistir, a nombre del grupo, a una reunión con el alcalde de Tse-Klan.
9. Reunión que tendría lugar en la ciudad el día tres de enero. A la misma asistirían los asesores del
alcalde en salud pública y fuera convocada para ajustar los protocolos para el manejo del
sinnúmero de contagiados a partir de los tres casos inicialmente conocidos de las tres hermanas.
“Erosión” advertiría del hecho a “doctor Sarrus”. Éste contactaría a “Tse-03” y “Takulay-07”,
quienes habrían logrado penetrar a la ciudad por cuenta de los primeros referentes físicos
ubicados al sur de Tse-Klan. El objetivo era bien claro: penetrar al salón de reuniones de la
alcaldía. Reducir al grupo amenazando con hacer volar el edificio o parte de él con cuatro
granadas de fragmentación. Además, irían armados de fusiles R-15. Una vez logrado el primer
paso (la reducción hasta la impotencia al grupo reunido); proceder al secuestro de Jeremías
Duarte. De ser posible mantenerlo siempre vivo. Pero si, a través de cualquier mecanismo,
resistía, “Tse 03” procediera a matarlo, sin ninguna duda o equivocación.
La reunión comenzaría a las diez de la mañana, dado que fuera necesario dos momentos de
aplazamiento, en razón a que el Secretario de Salud Pública demoraría su ingreso por cuenta de
un problema familiar de última hora. El alcalde Tao-Klei-Orona instalaría el conversatorio, con
palabras con deje de conmoción ilustrada acerca del avance del contagio. Que no habían podido
hacer contención inmediata. Ya los casos presentados era de cuarenta y cinco contagios. De ellos,
a màs de las tres hermanas, habrían muerto otras siete personas. Que la identificación del tránsito
del virus, su secuencia, tiempo y velocidad era cada vez mayor. Preventivamente y, en razón a
que fuera detectado que el virus hacía tránsito de manera màs acelerada, en proporción a la
distancia entre los cuerpos; habían sido suspendidas clases en tres colegios de básica secundaria
y suspendidas todas las actividades deportivas de grupo. El propósito de la administración
municipal era establecer protocolos para la atención médico-hospitalaria a las personas
contagiadas. Además de habilitar instrumentos para realizar pruebas entre la población màs
vulnerable. En esto último ya se habìa solicitado asistencia técnica de ciudad Tao-Klaniski, ya que
un grupo de ingenieros especializados en biomedicina; habrían logrado construir máquinas tipo
en capacidad de detectar la presencia del virus en cuerpos con sintomatologías previa o
asintomáticos; a partir de pruebas tomadas en el origen mismo de los cuerpos investigados.
Estando en ese momento de la instalación de la reunión, irrumpieron Tse 03” y “Tukulay 07”.
Luego de reducir a la impotencia a todos los asistentes. Amenazaron a Jeremías, obligándolo a
tirarse al piso “Tse 03” amarró sus manos y lo levantó con fuerza desmedida. A empellones fue
sacado de recinto primero y, después, del edificio. Montaron en una camioneta sin placas,
conducida por una mujer. Treinta minutos después llegaron a un escampado de las afueras de la
ciudad. Lo bajaron y condujeron a una edificación de aspecto lóbrego. Cuando lo introdujeron al
sitio, Jeremías sentírìa profundo frío. Además de dolor físico causado por una herida abierta en
su brazo izquierdo. Lo desataron y sentaron en una silla inapropiada, ya que era demasiado baja.
Allí lo hicieron sentar y luego lo amarraron otra vez, con los brazos atrás de la silla.
Cubrieron las ventanas con trapos color gris. Entró otro hombre que cubría su rostro con una
máscara de tigre. La primera impresión que tuvo Jeremías fue la de estar ante un sujeto
excesivamente alto, teniendo en cuenta el promedio de la población de Tse-Klan. Y era, sin lugar
a dudas, un habitante originario de la ciudad. “…voy a hacerle solo dos preguntas señor Jeremías
Duarte. De usted depende si terminamos sin ninguna violencia. Primero: ¿cuál es el código de
acceso a las actas del grupo originario en Timor Oriental y que dirigen Diógenes Espinosa y
Germán Hinojosa?. Segundo: Dónde està localizado el contenedor con la primera cepa lograda
por los investigadores del Laboratorio de Epidemiología?. ¿Dónde reunió Diógenes Montenegro
con el emisario enviado desde Timor?.
A cada pregunta, Jeremías, atizaba la rabia de los secuestradores, ya que en vez de responder,
les gritaba ¡no lo sé, asesinos?. En el universo de dudas, Jeremías trataba de acomodarse a
algunas palabras escuchadas, como tratando de especular acerca de origen de los
secuestradores. Escuchando una de esas palabras, viniera a su recuerdo una conversación que
tuvo con Agustín, recién empezara la tragedia. Una de las niñas muertas, pareciera que desató
una evocación relacionada con algo que, supuestamente, habría sucedido días antes en el
Laboratorio de Epidemiología de la ciudad. Algo así como si ya se hubiese encendido un luz en
su memoria. “¿qué hacemos con esto, médico?...Y, a la vez, recordaría que, un día después que
10. las autoridades cerraran fronteras y el acceso vehicular y aéreo a Tse-Klan; escucharía a Agustín
decir “…tal vez, debamos sacarla por frontera oriental…” También, al escuchar a uno de los
enmascarados “…y es que este también debiera conocer de la filtración de la cepa original…y si
lo sabe estemos seguros que nos delatará ante las autoridades locales y ante Beijing…”
Habìa perdido, ya, la noción del tiempo. Sentía correr el sudor de su cuerpo. Y su cabeza daba
vueltas en remolino aventajado. Sus ojos se cerraban sin quererlo. Dolor de cabeza como el que
sintió el día de la muerte de su vecina. Una de las primeras mujeres contagiadas en el barrio.
Respiraba con mucha dificultad y la fiebre cocinaba sus mejillas y los brazos, ,no pudo màs y
entró en un trance afanado…uno de los esbirros lo viera en esas circunstancias…avisaría a su
cómplice…salieron en veloz carrera…dejándolo solo…lo llamó la muerte y el accedió a ella.
Cinco
Era casi un desconocido en la ciudad. Benjui Aratnzis, un joven médico. Habìa llegado a Tse-Klan;
como pasante e investigador asociado de la Universidad de Berlín. Fue aceptado en el Laboratorio
de Epidemiología. Habìa destacado por su potente capacidad de intuición. Atributo que le
permitiera, siempre, deducir el comportamiento de cuerpos extraños en el proceso de absorción
por parte de un universo celular que, a su vez, permitiera postular modificaciones en cualquier
cepa de los coronavirus. Por lo mismo, entonces, el director del laboratorio haría de él, un
consultor apropiado, tratándose de efectuar el seguimiento relacionado con la primera cepa
detectada en el tránsito de un tipo de coronavirus detallado en el informe del doctor Ktse-Walkiri,
antes de fallecer inundado de ese tipo, hasta ahora inédito en el contexto de las investigaciones
epidemiológicas de Tse-Klan, con la participación del Centro de Investigaciones de Enfermedades
no Registradas.
Benjui Aratnzis, tenía registrada su permanencia en las residencias universitarias. Su familia
residía en Bonn. La comunicación era bastante fluida; hasta que, sin precisar el motivo, éste
decidiera cortarla de manera abrupta. Mazurtse Hipporis, una médica de origen Indio, habitaba
en el mismo bloque que Benjui. Ella y el, asistían todas las mañanas al ciclo de conferencias
programado por el Laboratorio de Biología Animal. El tema era “Las posibilidades reales de
intercambio viral entre individuos Pipistrelos familia vespertillonidae y Sauropsidae familia
vipesidae”; a cargo de la doctora Vridius Tolstriki, quien ejerce como investigadora adjunta de la
Universidad de Timor Oriental. Ella habìa llegado un mes antes que se produjera la muerte de las
tres hermanas a causa de contagio con la cepa que se detectó en el escenario rural. Cuando la
doctora Vridius Tolstriki conociera ese caso, tuvo la certeza que algo habría ocurrido en la zona
en la cual se detectara la presencia de un tránsito desde el coronavirus benigno hasta un
coronavirus transformado y que se tornaría en posibilidad de convertirse en virus letal.
Ya, en desarrollo de la conferencia la investigadora Vridius, profundizaría en la explicación de sus
dudas iniciales en el territorio de bosque cercano a Tse-Klan.”…los sujetos que vamos a estudiar,
pueden realizar modificaciones autónomas y, en principio, diríamos que, por su origen, no serìa
posible crearlos y manipularlos en laboratorio. Pero Pipistrelos familia vespertillonidae y
Sauropsidae familia vipesidae podrían desarrollarse al límite de tiempo inicialmente por fuera de
nuestro alcance. Pero lo que yo observé en la primera muestra detectada por el equipo de
investigadores del Laboratorio de Epidemiología; era algo asì como en un escenario en el cual no
pudiera discernirse, de manera embrionaria acerca del el grado de letalidad del coronavirus
encontrado. Cuando conversé con el doctor Benjui Aratnzis al respecto tendría la percepción que
no se habría producido una mutación importante. Les recuerdo que, en el escenario que hemos
venido trabajando, los corona en tránsito desde mucho tiempo atrás, no tendrían un alcance de
complicación. Algunos estados gripales y de neumonía manejables a partir de su detección en
cuerpo humano y su tratamiento. Ahora bien, yo decidiría profundizar en el proceso de
decantación del virus en tránsito y podría aseverar que no se habría producido una
transformación, desde los originarios Pipistrelos familia vespertillonidae y Sauropsidae familia
vipesidae. Por lo mismo, cuando la doctora Mazurtse Hipporis, me comunicó que en una familia
habían muerto producto de un virus corona extraño. Ella, se atrevería a realizar una necropsia
secreta. Llevaría algunos tejidos pulmonares de las víctimas. Juntas realizamos un procedimiento
que es habitual y lógica cuando enfrentamos este tipo de decesos. Y encontramos que se habría
11. producido una mutación, apareciendo un corona con alto grado de letalidad. Una diferencia
importante respecto a las primeras muestras que realice con el grupo de epidemiólogos adscritos
al Laboratorio de Epidemiología de la ciudad. De ser asì, estaría pasando algo de importancia
trascendental. Convoqué a una reunión con sentido de urgencia, entre el grupo de investigadores
del laboratorio, el doctora Benjui Aratnzis, la doctora Mazurtse Hipporis y yo. El ingeniero Agustín
Bolaños, serìa invitado a raíz de algunos experimentos que venìa desarrollando en su condición
de ingeniero biomèdico.Trabajamos tres días, sin descanso. Llegaríamos a la conclusión que se
haría presentado una manipulación por fuera de nuestro grupo. Y que, esa modificación incluiría
la manipulación de la cepa original.
Ya, entrando en precisión, yo creyera que existen agentes indeterminados que han desatado una
cepa, previa manipulación. Que las tres hermanas murieron al absorber la corona modificada.
Ahora bien, el problema reside en saber quién o quienes efectuaron esa modificación. La cual,
necesariamente, se hizo en ese momento de tránsito en el cual existiera una especie de “vacío
científico”. Quiero decir que, en este tránsito, lo legal y ético en cuanto manejo científico, diera
lugar a “una acción perversa” confines malévolos asociados a una especie de confrontación
política y/o económica en un contexto determinado por confrontaciones internacionales, un tanto
escondido en lo que tiene que ver con el margen de maniobra necesario para ajustar
determinadas premisas que vienen de tiempo atrás. Claro està que, està hipótesis es apenas la
visión de una científica que, como yo, no tiene la información ni la experiencia para descifrar
códigos no asignados al trabajo de laboratorio….como extensión del trabajo de campo.
En lo que corresponde la motivación de esta conferencia, desde lo estrictamente científico, diría
que la bilogía y la microbiología han entrado en una etapa de profundización en el estudio de
seres vivos, insospechada hasta el momento. Particularmente, Pipistrelos familia vespertillonidae
y Sauropsidae familia vipesidae; constituyen una franja amplia de sujetos que pudieran ser
portadores de los corona en su énfasis inicial; derivando en posibilidades de expandirse previas
modificaciones. Tanto en el sentido estricto de la configuración viral como tal, así como también
en la manipulación en laboratorio, alterando combinaciones en determinados organismos
susceptibles de contagio. Lo que puedo afirmar es que, esa manipulación pudiera transferir
afectaciones diferentes si se compara una cepa con otra del mismo espectro viral.. En el caso
que hemos venido analizando, la manipulación se produjo en el origen mismo, cuando la cepa
empexzara a transformarse, una vez expelida por cualquiera de Pipistrelos familia vespertillonidae
y Sauropsidae familia vipesidae. Pero el problema se tornaría màs complejo, dado que la
manipulación haría transferir propiedades virales en los humanos. Llegando, como en el caso de
la referencia, a una opción tal que el contagio se produciría por el agente manipulado con la sola
cercanía física. Diría, en consecuencia, que la transpiración entre sujetos daría lugar a un modelo
de contagio, si se quiere, inédito hasta ahora; al menos para los corona. Podríamos decir “un
coronavirus manipulado con énfasis en la letalidad”. Una transportación, cuerpo a cuero, que
podría llegar al extremo de sugerir para evitar el contagio, una separación social. O, al menos,
con incidencia en los contactos. Tanto los investigadores del Laboratio de Epidemiología, como
el doctor Benjui, la doctora Mazurtse y yo, somos de la opinión que existe una trama tejida desde
el exterior con hilos en Tse-Klan por medio de la cual se pretende la univerzaliciòn del coro
modificado. Claro està que no es de mi incumbencia, por lo que soy como investigadora; pero si
creyera que las autoridades civiles en de la secretaría de salud de la ciudad; para asumir una
investigación. Lo que si es claro es que, si no se detiene a los agentes que la están urdiendo; se
produciría una hecatombe mundial. Tanto de calamitosa como una guerra biológica mundial.
Entretanto, mis colegas y yo hemos llegado a la conclusión de sugerir cierre de fronteras
terrestres y aéreas.
Gilma Lucìa, supo de la muerte de Jeremías, a través de Diógenes Montenegro, El cuerpo fue
encontrado abandonado en una bodega situada en las afueras de la ciudad. El diagnóstico era
muy claro. Como en el caso de las tres hermanas, víctima de corona modificado. Ya se sabría,
además, a través del grupo de investigadores del Laboratorio de Epidemiología, que transfería
patología asimilada a neumonía exacerbada, Los síntomas iniciales eran fuerte fiebre, tos, mucha
dificultad para respirar…hasta el colapso. Fundamentalmente, produciría, además afectación
profunda en cuerpos con antecedente clínicos. Y que la transportación primaria se facilita por la
cercanía de cuerpos.
12. Para ella (Gilma Lucìa), fuera todo un ramalazo de dolor, la muerte de su compañero. Con la
preocupación adicional que enfatiza en la sospecha que, el ingeniero Agustín Bolaños hiciera
parte del grupo que denunciaba las autoridades de salud, la investigadora Vridius Tolstriki; Benjui
Aratnzis y Mazurtse Hipporis. Quienes estarían ejerciendo como propiciadores de la expansión del
corona inicial modificado en su fuente, convirtiéndolo en virus letal.
Para Gilma Lucìa, el espectro de la trama alcanzaría a un grupo denominado Investigadores al
Servicio de la Ciencia Universal. Un tipo de laboratorios que financiaban investigaciones
transnacionales y en capacidad de modificar desde un ADN por vìa de la ingeniería genética y la
nanotecnología, hasta la manipulación de cepas de virus de diferentes orígenes. Según Gilma,
acá en Tse-Klan estarían fomentando la expansión de la cepa modificada del corona original
extraído de los Pipistrelos familia vespertillonidae y Sauropsidae familia vipesidae. Se estaría
haciendo desde un aeropuerto en la meseta intermedia al sur de la ciudad, desde donde
despachan pasajeros que ya estarían infectados, a cambio de remuneración muy gruesas en
dólares. Algo asì como ese método utilizado originariamente en algunos países del oriente de
Europa y en países de Suramérica y del Caribe, conocidos bajo la denominación de “mulas” que
servían como transportadoras de cocaína en sus estómagos. El objetivo, para el caso del corona
modificado hasta hacerlo letal, daría cuenta de expandirlo hasta Europa, otros países asiáticos;
Estados Unidos y Suramérica.
Gilma Lucìa se trasladó a otro barrio en el centro de Tse-Klan. Esto por recomendación de
Diógenes Montenegro y de Yolanda Martínez; habida cuenta que se habría filtrado, después de
la muerte de Jeremías, una información en el sentido de que Agustín Bolaños se habría asociado
con un grupo de investigadores mercenarios dispuestos a todo. Es mucho el dinero de por medio.
Además que, algunos de ellos, consideran que están sirviendo a la ciencia al realizar ese tipo de
modificación de cepas. Algo parecido a la manipulación genética promovida por los nazis en la
perspectiva de “mejorar la raza aria”.
Reunirían a Esperanza Martínez, Gilma Lucìa Fonseca, Diógenes Montenegro; Vridius Tolstriki;
Benjui Aratnzis, Mazurtse Hipporis y el doctor Maikiris Banjusta. Este último se desempeña como
investigador asociado en la Secretaría de Ciencias Biológicas en la ciudad de Tokio y se encuentra
realizando una asesoría para dos universidades privadas de Tse-Klan.Tanto. El refugio tiene
vigilancia total, controlada por la Fiscalía General de Tse-Klan.