1. PARA ESCRIBIR UN TEXTO EXPOSITIVO ARGUMENTATIVO
EFICAZ
ANTES DE ESCRIBIR
1.- PIENSA en la idea central que se propone. Si es posible, documéntate sobre ella desde lo
más general a lo más concreto: empieza por el diccionario o la enciclopedia; después dirígete
a estudios particulares, artículos de prensa, libros especializados... Si usas internet, procura
que tus fuentes sean fiables. El “rincón del vago” y similares no lo son.
Si no hay tiempo (caso de un examen), DESECHA las aproximaciones más evidentes y
BUSCA LA ORIGINALIDAD, en todo caso.
2.- ESBOZA el orden de tu argumentación, y piensa en los argumentos que sostendrán tu
tesis. ESCOGE la forma más adecuada para ellos (confrontación de ideas, silogismos,
argumentos de autoridad, ejemplos, símiles claros y directos...). RESERVA tu argumento
favorito para el final, justo antes de exponer tu tesis.
3.- RECUERDA que no debes emplear opiniones para sostener una opinión. SÓLO los
ARGUMENTOS sostienen la TESIS.
- Tampoco debes emplear argumentos débiles o poco convincentes.
- No te inventes datos.
- No pienses que sólo con exponer buenas intenciones convencerás a nadie.
4.- OBSERVA que tu misión es PERSUADIR O DEMOSTRAR, no sólo escribir un texto
correcto.
5.- ORGANIZA tu escrito con este orden:
- EXPOSICIÓN DE LA IDEA (no de la tesis), y CONCRECIÓN DE LO
QUE SE VA A TRATAR. Procura que además tenga “gancho”, o “cocodrilo”
- EXPOSICIÓN DE LA TESIS (opcional; puedes enunciar la tesis en la
conclusión)
- APARATO ARGUMENTATIVO (usa al menos tres argumentos variados
en su forma; no repitas el mismo una y otra vez). Recuerda: RESERVA tu
argumento favorito para el final, justo antes de la conclusión y el enunciado
de la tesis.
- CONCLUSIÓN Y TESIS. Ojo: la conclusión debe derivarse de lo que se ha
dicho anteriormente: no debes extraer una conclusión sin conectarla con el
resto del escrito. TAMPOCO INCLUYAS EN LA CONCLUSIÓN UN
ARGUMENTO NUEVO: eso despista y quita fuerza al escrito.
2. AL ESCRIBIR
- No uses los comienzos más sobados: En el mundo actual, Hoy en día (además es
incorrecto, basta decir Hoy), En nuestra sociedad y otros. Trabaja con algún “gancho”: una
experiencia personal, una anécdota, una noticia reciente, una cita llamativa... algo que
INTERESE al lector. Por lo general, descarta las ideas tópicas y generalmente aceptadas, si
no es para rebatirlas. Ejemplo: “Todo el mundo sabe que el deterioro ecológico es un gran
problema” es un comienzo débil. Mejoraría así: “Mi vecino saca todos los días tres bolsas de
basura”. (Es sólo una idea; ¡ahora no vayáis a usarla todos!)
- NUNCA emplees la SEGUNDA PERSONA (el tú) como impersonal: es un RASGO
COLOQUIAL desaconsejable en un escrito objetivo y formal (cuando vas a tal sitio y
encuentras que... debería redactarse cuando se va a tal sitio y se encuentra que... o cuando
alguien va a tal sitio... etc.). Ojo, no se trata de emplear “usted”, sino la impersonalidad.
- No uses “etc.” para dejar de escribir partes del escrito. Sólo se emplea para no extenderse
en lo más consabido o evidente.
- No escribas oraciones demasiado largas o enrevesadas. Procura que sea claro y directo.
- No caigas en coloquialismos, ni en incorrecciones: la incorrección sintáctica, léxica u
ortográfica “saca” al lector del escrito, y estorba la persuasión.
- PROCURA hilar las partes del escrito valiéndote de MARCADORES TEXTUALES: Por
lo tanto, De este modo, Por el contrario, y otros. No abuses de “pero”, “aunque” o “sin
embargo”, que suelen abundar en exceso. Practica la variedad siempre que puedas.
- No repitas palabras, expresiones o estructuras sintácticas sin necesidad. Resulta machacón
y también “saca” al lector del escrito.
- No abuses del término “sociedad”, y menos para referirte a algo tan concreto como nuestro
entorno, o los habitantes de un país o de alguna localidad. “Sociedad” acaba siendo una
“palabra baúl” que quita mucho “color” o concreción al escrito. Y se multiplica hasta el
aburrimiento en los textos argumentativos escolares.
- No concluyas el texto con una llamada a los buenos sentimientos, o apelando a un supuesto
auditorio (“hagamos esto o lo otro”). Se trata de convencer, no de predicar.
- Intenta que la última oración del texto sea especialmente contundente o llamativa. Una
sentencia, un verso, una interrogación retórica... Deja el texto bien rematado, nunca
inacabado.
- REVISA SIEMPRE el escrito. Si es posible, deja pasar algún tiempo desde la redacción. Si
estás en un examen, procura revisarlo cuidadosamente al final. No te dejes los acentos para
colocarlos al final: no te dará tiempo, y se te colarán muchos errores. Acostúmbrate a la
pulcritud hasta cuando escribas con el móvil. En serio.
3. SOBRE LOS “GANCHOS” O “COCODRILOS”:
- La experiencia personal, la observación del entorno y, en general, lo CONCRETO llaman
más la atención que la generalidad y la abstracción.
- Una breve anécdota, o un detalle de humor —relacionado con el tema que se trata— son
siempre muy eficaces. PROCURA VALERTE DE LO QUE CONOCES, y nunca uses ideas
que no te convenzan a ti.
- Lo inesperado o lo imprevisible es más eficaz que lo demasiado consabido. Si vas a incluir,
por ejemplo, una referencia a alguna personalidad pública, no eches mano de famosillos o
futbolistas (demasiada gente lo hace); es mejor referirse a personalidades de la cultura, de la
política internacional, o de ámbitos de cierta exigencia intelectual. Procura estar al día
leyendo periódicos o, al menos, hojeándolos.