Este documento ofrece consejos para evitar el uso excesivo de frases hechas o clichés en los discursos. Recomienda tomarse un descanso del borrador y releerlo cuidadosamente para identificar clichés. También sugiere usar un tesauro para encontrar alternativas más frescas y menos directas. A menudo, un cliché se puede reducir o eliminar sin cambiar el significado. El objetivo es expresarse de manera más informal y espontánea, como lo harías con un amigo, para mantener la atención del público.

1. 1 MIRANDO AL LENGUAJE
TOASTMASTER JULIO, 2016 DONDE LOS LÍDERES SE HACEN
Agrega Vigor al Borrar Cliclés
Cuando oyes a un orador usar dema-
siadas frases trilladas, ¿te encuentras
preguntándote, No he escuchado este
discurso antes? Sin embargo, cuando
elaboras tus propios discursos, ¿no te
apoyas muy menudo en muletillas si-
milares?
Tus oyentes pueden asentir al reco-
nocer un cliché familiar. Lo más pro-
bable, sin embargo, es que simple-
mente puedan quedarse dormido.
Los clichés impregnan tanto nuestro
lenguaje que pueden ser difícil de
evitar. Y su presencia esporádica en
un discurso, especialmente cuando le
da un giro inesperado, no es la preo-
cupación. Sino su uso excesivo puede
desvirtuar tu mensaje y evita que
suene fresco, concreto y memorable.
¿Cómo puedes luchar contra la cliché-
itis? Toma un descanso del borrador
de tu discurso, luego, vuelve a leerlo
cuidadosamente y detente a pensar
sobre lo que en realidad significa cada
frase. Intenta grabar el borrador, o
practícalo con alguien, y las expresio-
nes rancias puede que salten a la vis-
ta de manera que no lo harían im-
presas.
Un tesauro puede estimular la lluvia de
ideas y ayudarte a encontrar alter-
nativas adecuadas y sensatas. Por
ejemplo, en lugar de describir un re-
sultado como "de esperar", podrías
advertir que es "típico", "inevitable", o
"sorprendente" o tal vez sólo implica
como mucho de una manera menos
directa.
A menudo, un cliché puede reducirse
mientras que comunique el mismo
significado. "Nunca en mis más locos
sueños ", por ejemplo, se recorta fá-
cilmente a un nada exigente "nunca".
En otros casos, un cliché puede ser
una muletilla que se puede simple-
mente borrar. Ejemplo: "No hace falta
decir" –entonces, ¿por qué decirlo?
A veces, la aprensión sobre hablar en
público manda a tu mente al modo de
cliché. Imagínate que en lugar de que
estés transmitiendo el mismo conte-
nido de manera informal a un amigo o
a un miembro de la familia; ¿Cómo
expresarías tus pensamientos en
aquel entorno?
Mantenerte extra consciente de tus
opciones de palabras recorre un largo
camino para mantener a los clichés en
jaque.
Traducido del artículo, “LOOKING AT
LANGUAGE/ ADD Zip by Zapping
CLICHÉS”. Pág. 9. Revista TOAST-
MASTER, JULY, 2016.
Traducido por: Javier Córdova Gon-
zález, DTM. Miembro del Club Maz
Líder, Mazatlán, Sin.
jacogo@hotmail.com