1. UNIVERSIDAD PEDAGOGÍCA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL “GERVASIO RUBIO”
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
SUBPROGRAMA DE DOCTORADO
VINCULACIÓN DE PODER, EDUCACIÓN,
CIUDADANÍA Y DEMOCRACIA
AUTORA:
Licda. MAYDALI VILLASMIL MSc.
Santa Ana de Coro, Octubre 2013
2. Muchas veces se está frente a aspectos que demarcan el accionar como
comunidad, y que sin saberlo se ejerce como una capacidad innata que conlleva a
cada persona a actuar desde su individualidad, tales aspectos, están enmarcados
entonces en términos que, parecen sencillos pero que van más allá de una definición,
los mismos deben ser ejercidos desde lo consciente de cada ser humano y devengará
en el buen funcionamiento de acciones sociales que por supuesto irán en pro de un
fortalecimiento en la comunidad desde aspectos básicos como: salud, educación, etc.;
es en entonces cuando se ve la necesidad imperante de analizar el poder, educación,
ciudadanía y democracia, en un contexto que ahonde en lo social, económico y
político.
EL PODER
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero
si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder”.
Abraham Lincoln
Abraham Lincoln define claramente en una frase lo que para él significaba la
palabra poder, y así como él, varias son las definiciones de poder, seguramente cada
uno de tenga una distinta pero en esencia radica en una acción de ejercer fuerza sobre
alguien o algo. Seguramente si se buscan autores que hayan trabajado con el poder en
todas sus formas, se verá que sus definiciones y conceptos van más allá.
Al respecto, Rodríguez (2005), define el poder como
“un fenómeno que solo puede tener lugar en una relación de al menos
dos personas, este fenómeno es dinámico porque recurre a varias
fuentes para crecer o disminuir, según varíen las alternativas de que
pueden disponer las personas involucradas en la relación de poder”
(p.180).
3. En este sentido, Fernández (1991) expresa que:
“el poder es una constante social dondequiera que los hombres quieran
vivir juntos organizadamente, varían las formas de poder y los sistemas
de gobierno, pero es una característica del poder el que se encuentra por
todas partes: aparece como un agente necesario de la cohesión social. El
poder aparece desde que existen, en un momento dado, uno o varios
hombres, que al poseer mayor fuerza numérica, psicológica o moral,
obtienen por medio de esa fuerza la obediencia de los demás hombres”
(s/p)
Finalmente, Montero (2006) define el poder desde el punto de vista psicológico
como algo que “no es inmanente y no es esencial con lo cual nacen algunas personas
y otras no, no es algo que algunos adquieren desde muy temprano y otros nunca
consiguen” (p.36)
Tomando en cuenta las definiciones de Rodríguez (2005), Fernández (1991) y
Montero (2006) viene a la mente aquella premisa de “el líder nace o se hace”, porque
sin duda, un líder debe manifestar poder, entonces si tomamos en cuenta
principalmente lo planteado por la Dra. Maritza Montero el poder es algo que no es
innato y depende de las circunstancias dadas por quien manda y quienes obedecen, lo
que convierte el poder en un aspecto social.
Lo anterior quiere decir que el poder es algo que siempre ha existido, es como
el todopoderoso, se sabe que está pero nunca alguien lo ha visto, más sus acciones
hacen confiar en su presencia. El poder aunque no se vea como algo físico y tangible,
siempre se lo adjudicará al líder que gobierna y a quien a se debe seguir, aun cuando
algunas veces no se esté de acuerdo con sus ideas.
4. EDUCACIÓN
“Jamás acepté que la práctica educativa debería limitarse sólo a la lectura
de la palabra, a la lectura del texto, sino que debería incluir
la lectura del contexto, la lectura del mundo”
Paulo Freire
Para hablar de educación se debe tomar como punto de partida las reflexiones
de Freire, ya que él al hablar de la educación popular, le dio a ésta el carácter más
humano que se hace necesario para vivir y sentir la pedagogía más allá de un trabajo.
Su visión cobra más vivencia cada día porque el alumno se ve allende de un ser que
recibe conocimiento, su rol principal es, internalizar lo que sabe y aplicarlo a los
campos de la realidad humana, con eso se refiere a hacerlo consciente de los
problemas políticos, económicos y sociales que están a su alrededor y como la vida lo
prepara a través de la educación formal o informal para subsistir a ellos.
Aquí vale la pena hacer una pequeña digresión sobre lo planteado por Montero,
donde menciona que el cambio en la conciencia para “pasar de lo real negativo o
insatisfactorio a lo posible deseado o positivo”, solo puede permitirse cuando existe
una situación de opresión”, aunque la autora prefiere el término de movilización antes
que el de toma de conciencia porque aclara que todos los seres humanos tienen
conciencia, y se observa más cuando reflexiona sobre su acción y no porque algún
agente externo se lo hace ver. A ese despertar de la conciencia se le da un carácter
liberador que supone una posición política, lo que lo hace ser un ciudadano
consciente que le hace ver las causas y conexiones entre cosas y hechos.
De la circunstancia antes descrita nace la educación, porque este proceso no
puede encerrarse solo al acto de enseñar y aprender en un entorno académico, la
educación surge desde el momento en que se toma conciencia de que se está
aprendiendo algo y cómo este conocimiento se transforma en soluciones, a través del
dialogo y acciones de tipo reflexivas y analíticas, a ciertas problemáticas suscitadas
dentro de un entorno social.
5. CIUDADANÍA
“El único Estado estable es aquel en que todos
los ciudadanos son iguales ante la ley”
Aristóteles
Para Aristóteles, los ciudadanos son todos iguales, lo que coincide con
Montero al describir la ciudadanía como un conjunto de personas que tienen derechos
y deberes del lugar en el que viven y que ayudan al funcionamiento del entorno. La
ciudadanía se demuestra en relaciones entre los integrantes de un entorno político,
donde comúnmente se distribuyen los recursos entre miembros en medida de sus
necesidades.
Todo lo anterior pareciera que no desembocará en situaciones conflictivas, pero
solo basta que las sociedades se ajusten estrictamente a una serie de principios a
expensas de otros. Aunque esto no debiera suceder si se está claro que la igualdad es
sinónimo de justicia y adueñándose de esta, tendrían mayor derecho a que se
suministren recursos, sean estos destinados a la salud, vivienda, educación, entre
otros aspectos.
Es así como la ciudadanía se basa en aspectos igualitarios de participación,
responsabilidad, sentido de pertenencia, identidad social, igualdad, libertad,
capacidad y deseo de comprometerse, discusión y deliberación para emitir juicios
políticos y racionalidad. Si bien es cierto que todos estos aspectos se deben tener en
igual medida entre los seres humanos, sería ideal estudiar los mismos en la situación
política en Venezuela, desde el punto de vista de la clara polarización del país, donde
erróneamente el sentido de igualdad, capacidad y deliberación de juicios políticos
pareciera no ser tan equitativa como lo manifiesta las bases legales de la república.
Valdría entonces la pena, analizar a profundidad si en este caso la definición de
ciudadanía se aplicaría en cada una de sus aspectos.
6. De cualquier modo, Montero indica que la ciudadanía implica un margen de
tolerancia para asumir deberes y derechos para influir en la responsabilidad social
para la participación equitativa entre todos los ciudadanos.
DEMOCRACIA
“Hablar de la democracia y callar al pueblo es una farsa.
Hablar de humanismo y negar a los hombres es una mentira”.
Paulo Freire
El término democracia, según lo expresa Montero (2006) se conoce desde la
época de Aristóteles quien “ya manifestaba que el concepto había surgido del
pensamiento de que los hombres son iguales en algún aspecto o en todos” (p.147),
aunque esa definición de todos excluía a las mujeres y esclavos. Posteriormente,
Abraham Lincoln, instaura un sistema de gobierno del pueblo, por el pueblo y para el
pueblo, y en ese pueblo es donde recae la voluntad de elegir a no a sus gobernantes.
En términos de esa “igualdad”, se supone que el sufragio seria entonces una
acción de desigualdad porque excluye a personas que no cumplen con perfiles
exigidos para expresar su opinión en el nombre de todo un pueblo, de allí que los
niños y extranjeros no tienen la potestad necesaria para emitir su opinión.
En este sentido, Bobbio (1986), citado por Montero (2006) la democracia se
torna así en “un sistema en el cual se establece un conjunto de reglas procesuales para
la toma de decisiones colectivas que supone la más amplia participación posible, sea
directa o indirectamente, de las personas interesadas.” (p.147).
Al respecto, Savater (1993) opina que la democracia es más trabajosa que las
dictaduras porque “nosotros somos los responsables y que vivir en una sociedad libre
y democrática es algo muy complicado”, principalmente cuando se busca eliminar las
libertades individuales pero el en fondo existe ese miedo a la libertad, porque siempre
7. se quiera o no, se necesita de alguien que demuestre superioridad o poder para guiar
nuestros caminos.
Más allá del Poder, Ciudadanía, Democracia y Educación
Aun cuando se trató de explicar los términos de poder, democracia, ciudadanía
y educación por separado, no hay duda que uno tiene influencia en todos, y por lo
tanto no pueden tratar de estudiarse aislados. Es así como Montero describe la
política como aquella esfera pública, inmanente del ámbito de la ciudadanía y la
relación de los seres humanos en un entorno para aplicar efectos sociales que se
traducen en una acción comunitaria para ejercer poder.
Ese poder que hace referencia al deber y al mismo tiempo, derecho, que tienen
los ciudadanos de expresar sus ideas y crear espacios para que todos puedan ser
escuchados desde la característica más importante de ser ciudadanos y más allá da la
democracia como “proceso incluyente”.
Si se trata entonces de hablar de poder y política, se tendría que profundizar
también en la descolonización del pensamiento, que aun cuando sea un proceso que
ha ido de generación en generación, debe desmontarse esa creencia de que el
pensamiento es único y partiendo de allí transformarlo a través de un compartir de
culturas y saberes que implica la participación de la educación como punto
equidistante donde convergen todos los saberes “formales” y que al sacar al docente
del aula y trasladar su conocimiento a las comunidades, se prevé entonces que se
logre el fortalecimiento su identidad social y cultural desde el ámbito regional para
profundizar en sus raíces.
Todo lo anterior busca favorecer lo que Montero (2006) llama procesos de
problematización, desideologización y concientización para lograr los cambios tanto
esperados como inesperados, según se den en una relación intencional o como parte
de algún proceso específico que puede darse en una colectividad, grupo o persona, en
sus experiencias de vida (p.127).
8. Hay otro aspecto entre tantos que no se puede obviar, y es que el poder
también tiene vinculación estrecha con los padres y maestros quienes pueden
sancionar, premiar o castigar desde siempre, aun cuando las nuevas corrientes del
pensamiento educativo relacionen esto inmediatamente con la enseñanza netamente
conductista que hasta el día de hoy tiene tantos detractores como defensores, (claro
que hablar de esto merecería otro estudio), lo que aquí compete es el poder que se
tiene sobre la educación visto desde la perspectiva de padres y maestros.
9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Fernández E. (1991). El saber del poder. Introducción a la Ciencia Política, Mérida,
Consejo de Publicaciones Universidad de los Andes.
Montero, M. (2006). Teoría y práctica de la psicología comunitaria. La tensión entre
comunidad y sociedad. Paidós. Buenos Aires Argentina
Rodríguez D. (2005). Diagnóstico de procesos, en Diagnóstico organizacional.
México D.F. Alfaomega.
Savater F. (1997). El valor de Educar. Editorial Ariel. Barcelona España.