2. DEFINICIÓN
La intolerancia religiosa es la
intolerancia hacia las creencias
o prácticas religiosas de los
demás, o falta de ella.
La intolerancia religiosa, más
bien, es cuando un grupo se
niega expresamente a tolerar
prácticas o creencias, personas
por motivos religiosos.
3. Conflictos entre comunidades
religiosas.
La intolerancia religiosa ha provocado numerosos conflictos entre varias comunidades religiosas,
como el conflicto entre católicos y protestantes, hindúes y musulmanes, budistas y sijs …
Casi todos, provocados por grupos
fanáticos, es decir radicales de una
religión, que podrían llegar a
defender sus creencias con su
propia vida. Normalmente, lo que
esto genera es violencia y muertes,
tan solo con el propósito de
“defender una religión”. Incluso
puede derivar en una guerra entre
dos países.
4. CONFLICTO ENTRE HINDÚES Y MUSULMANES.
Quizá el caso de la India sea el más interesante para comprender las
diferencias más notables entre las concepciones religiosas orientales y
occidentales. Los enfrentamientos entre hindúes y musulmanes son
provocadas por sus diferentes cosmovisiones.
Las dos grandes religiones instaladas en el corazón de la India reflejaban,
en efecto, concepciones muy diferentes de la divinidad. El Islam, apoyado
en una sola persona, Mahoma y un libro sagrado, el Corán y el hinduismo,
un credo sin fundador que, aunque revelada, carece de dogma y de una
iglesia de liturgias organizadas.
5. CONCEPTO DE LA CREACIÓN
Para el Islam, el creador se desliga de
la creación. Él ordena y reina sobre su
obra. Para los hindúes, por el contrario,
el creador y su creación, son la misma
cosa. Mientras que el Islam posee un
dios trascendente, la inmanencia forma
parte del concepto divino del hinduismo.
Por ello, para los hindúes, Dios no es un
personaje que tenga existencia
separada de una manifestación sin
límites.
6. CONCEPTO DE DIOS
Los hindúes creen que Dios está
presente en todas partes, bajo los
aspectos más variados y es siempre el
mismo. Dios es las plantas, los animales,
el fuego, las estrellas, etc. Dios es el
hombre en su locura y en su sabiduría.
No hay más que un pecado para los
hindúes: la "avidya" (ignorancia), es
decir, no ver la evidente presencia de
Dios en todas las cosas. Para los
musulmanes, por el contrario, Alá es un
absoluto tan lejano que el mismo Corán
prohíbe su representación.
7. TEMPLOS Y LITURGIA
Las únicas decoraciones permitidas
en una mezquita son motivos
abstractos o a la repetición de los
noventa y nueve nombres de Alá. Un
templo hindú es un inmenso bazar
espiritual: Shiva y sus seis brazos,
Ganesh y su cabeza de
elefante...jóvenes vírgenes,
representaciones eróticas, etc. Los
musulmanes, en cambio, se reúnen
para una oración semanal común,
inclinándose todos juntos, en
dirección a la Meca, recitan los
versículos del Corán . El hindú reza
solo, eligiendo su dios personal,
emanación de un único dios en un
basto panteón de divinidades.
8. SISTEMAS DE CASTAS, REENCARNACIÓN Y MUSULMANES
CONVERSOS
El concepto hinduista de reencarnación,
desde un punto de vista social se halla
íntimamente relacionado con el sistema
de castas. Los hindúes consideran que el
cuerpo no es más que una envoltura
provisional para el alma a través de la
eternidad. La vida el cuerpo es sólo una
de las numerosas encarnaciones del
alma, se trata de una cadena que
empieza y termina en la unión con el
cosmos. El balance del bien y del mal
acumulado durante las existencias
(karma), determina que el alma se eleve
o descienda en las jerarquías de castas
al reencarnarse. De esta manera,
resignarse al círculo social asignado,
constituía la mejor posibilidad de lograr
un ascenso a un lugar mejor en la
próxima vida.
9. En cambio, los musulmanes,
constituían una privilegiada
comunidad de creyentes claramente
opuesta al sistema hindú: la fe de
Mahoma acogía a todos por igual,
por lo tanto atrajo a millones de
hindúes hacia las mezquitas. La
mayoría de conversos al islam
provenientes del hinduismo
pertenecían a los parias (avarna)
que encontraban en la nueva fe la
posibilidad de rehabilitarse en esta
propia vida sin atener que esperar a
una lejana reencarnación. Claro
está que de esta forma, también se
libraban del impuesto a los infieles.
10. ECONOMÍA Y CULTURA RELIGIOSA EN TIEMPOS DEL IMPERIO
BRITÁNICO
En efecto, las diferencias sociales entre musulmanes e hindúes no era poca en tiempos del
imperio. Además, muy pronto se sumaron nuevas diferencias de origen económico. Los
hindúes fueron más veloces para comprender las ventajas que podrían alcanzar gracias a la
educación británica y el pensamiento occidental. Lo dicho se prueba a través del hecho de
que si bien los ingleses podrían sentirse más cercanos a los musulmanes, fueron los hindúes
lo que hicieron funcionar, a fin de cuentas, los engranajes del sistema administrativo
británico. Se convirtieron en los financistas, en los hombres de negocios. Monopolizaron los
seguros, la banca, el comercio y las escasas industrias nacientes. Casi todos los
prestamistas eran de origen hindú, en parte a causa de sus aptitudes pero también porque la
ley del Corán les prohibía practicar la usura.
Los grandes burgueses musulmanes, muchos de los cuales descendían de los
conquistadores mongoles, continuaban siendo, cuando lo elegían el oficio de las armas,
grandes terratenientes. Pero las masas musulmanas, rara vez habían escapado a la
condición de parias que tenían dentro del hinduismo antes de su conversión al Islam. Y así,
volverán a encontrarse en los campos, campesinos sin tierra, condenados a la explotación de
los grandes terratenientes o bien en las ciudades como pequeños artesanos al servicio,
generalmente de comerciantes hindúes.
La desigualdad económica, en parte consecuencia de la cultura religiosa de unos y otros,
ahondaría el abismo religioso y social que separaba a ambas comunidades y que confluyó en
la creación del estado de Pakistán.