La obsolescencia se refiere a cuando máquinas y tecnologías dejan de usarse no por fallas sino por ser superadas por nuevas versiones. Existen varios tipos como la planificada, cuando los productos se diseñan para dejar de funcionar después de cierto tiempo y forzar su reemplazo, la percibida que ocurre cuando solo se cambia el diseño de un producto igual para hacerlo parecer nuevo, y la de especulación donde se venden versiones incompletas para luego mejorarlas y dar la impresión de innovación. También se discute la necesidad
1. La obsolescencia es la caída en desuso de máquinas, equipos y tecnologías
motivada no por un mal funcionamiento del mismo, sino por un insuficiente
desempeño de sus funciones en comparación con las nuevas máquinas, equipos y
tecnologías introducidos en el mercado.
Obsolescencia planificada: cuando, a la hora de crear un producto, se estudia
cual es el tiempo óptimo para que el producto deje de funcionar correctamente y
necesite reparaciones o su substitución sin que el consumidor pierda confianza en
la marca, y se implementa dicha obsolescencia en la fabricación del mismo para
que tenga lugar y se gane así más dinero.
Obsolescencia percibida: cuando crean un producto con un cierto aspecto, y
más adelante se vende exactamente el mismo producto cambiando tan solo el
diseño del mismo. Esto es muy evidente en la ropa, cuando un año están de moda
los colores claros, y al siguiente los oscuros, para que el comprador se sienta
movido a cambiar su ropa perfectamente útil y así ganar más dinero.
Obsolescencia de especulación: cuando éste comercializa productos
incompletos o de menores prestaciones a bajo precio con el propósito de
afianzarse en el mercado ofreciendo con posterioridad el producto mejorado que
bien pudo comercializar desde un principio, con la ventaja añadida de que el
consumidor se lleva la falsa imagen de empresa dinámica e innovadora.
El consumo insostenible por parte de los sectores sociales y los países más ricos,
además de alimentar los indicadores de producción y comercio con que se mide
usualmente la prosperidad, fomenta la depredación de recursos naturales y el
deterioro ambiental sin ayudar en la reducción de la pobreza.
Se propone a una transición hacia un modelo sustentable de producción y
consumo, mediante el establecimiento de controles y sanciones de los
insostenibles, en especial a través de impuestos que desalienten el dispendio y la
2. eliminación de subsidios a actividades ambientalmente nocivas o que consoliden o
promuevan las inequidades. Pero también a través de subvenciones a las
industrias locales, el consumo de los hogares pobres y las tecnologías
“ambientalmente amigables” en materia de energía, transporte, vivienda e
infraestructura social.