ADMINISTRACIÓN ECLESIÁSTICA

1. ADMINISTRACION DE LA IGLESIA

2. UNIVERSIDAD TEOLOGIA MIZPA
DE LA IGLESIA DE DIOS PENTECOSTAL M.J
REGION VENEZUELA
NUCLEO CENTRAL
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA
PROFESOR: JORGE VARGAS
MATERIA: ADMINISTRACION ECLESIASTICA
ALUMNO: MARIBEL CH. ROMERO
C.I. 9.622.458

3. CUADRO COMPARATIVO DE SISTEMAS ADMINISTRATIVOS
SECULAR ECLESIASTICO
1. SE ADMINISTRAN RECURSOS HUMANOS Y
ECONOMICOS PERO CON INTERESES
MATERIALES (NEGOCIO)
1. ADMINISTRACION DE RECURSOS HUMANOS Y
ECONOMICOS CON INTERESES ESPIRITUALES
(ORGANISMO VIVO)
2. LOS LIDERES SON LOS QUE TIENE MAYOR
RANGO MAS TRABAJAN POCO.
2. TODOS SON SERVIDORES Y SIN RANGOS. EL LIDER ES
QUIEN MAS SIRVE.
3. SE RIGE POR UN MANUAL DE NORMAS Y
PROCEDIMIENTOS
3.SE RIGE POR LA PALABRA (LA BIBLIA)
4. LA MAYORIA DE MIEMBROS NO SE CONOCEN Y
TODOS TIENEN INTERESES PARTICULARES
4. LA MAYORIA DE MIEMBROS SE CONOCEN TODOS SON UN
CUERPO EN CRISTO.
5. NO SE TOMAN EN CUENTA LAS OPINIONES Y
SUGERENCIA DE SUS MIEMBROS, SOLO DE
LOS LIDERES
5. LAS SUGERENCIA DE TODOS LOS MIEMBROS SON
TOMADAS EN CUENTA TANTO DE LÍDERES Y MIEMBROS.
6. SU OBJETIVO PRIMORDIAL ES EL
CRECIMIENTO DE LA EMPRESA.
6. SU OBJETIVO PRIMORDIAL ES EL CRECIMIENTO
ESPIRITUAL DE TODOS LOS MIEMBROS COMO UN CUERPO
EN CRISTO.
7. LOS MIEMBROS DE MAYOR IMPORTANCIA EN
EL FUNCIONAMIENTO DE ESTE SISTEMA SON
LOS LIDERES
7.TODOS LOS MIEMBROS SON DE IGUAL IMPORTANCIA
EN EL FUNCIONAMIENTO DE ESTE SISTEMA
8. LOS LIDERES SON LA CABEZA DE LA
INSTITUCION O EMPRESA
8. CRISTO ES LA CABEZA DE LA IGLESIA COMO ORGANIZMO
VIVO.
9. LOS LIDERES SON QUIENES TOMAN LAS
DECISIONES
9.TODOS LOS MIEMBROS TOMAN DECISIONES
10.LAS PERSONAS SON CONOCIDAS POR SUS
CARGOS Y NO COMO PERSONAS
10. LAS PERSONAS SON CONOCIDAS COMO PERSONAS Y NO
POR SUS CARGOS.
11.SE PREOCUPA POR EL CRECIMIENTO DE LA
EMPRESA (PRODUCTIVIDAD)
11. SE PREOCUPA POR EL CRECIMIENTO INTERNO EN LA
IGLESIA (MADUREZ ESPIRITUAL Y PERSONAL A NIVEL DEL
CUERPO DE CRISTO

4. SIERVO EN SU CARÁCTER DE ADMINISTRADOR
Es una persona que tiene un estilo de vida íntegro (Mateo 24: 45-51) el cual está preparado ante la inminencia de la segunda vendida
de nuestro Señor Jesucristo Dado que no sabemos cuándo ha de venir nuestro Señor, debemos estar preparados, velando por su
regreso. Para explicar esto Jesús usa la figura de un siervo que es puesto por su señor como mayordomo de una casa, un
administrador. Nos dice el pasaje que este siervo es fiel y prudente si se encuentra cumpliendo su labor hasta que su señor viene.
Es fiel (confiable) porque sirve el alimento a tiempo; es prudente porque sirve constantemente aunque su señor no lo vea
directamente, pero sabe que en algún momento vendrá y le pedirá cuentas de su administración. Y es dichoso (bienaventurado) este
siervo porque su Señor le hallará trabajando en lo que le fue encomendado.
Por otro lado, nos dice que hay otra categoría de siervos: malos siervos. Este siervo malvado tiene en su corazón una falta de respeto
y consideración hacia su señor. Se caracteriza por abusar de su autoridad, abusar de su posición y abusar de la libertad que posee.
Como vive una vida disoluta, indisciplinada y marcada por pecado, no está preparado y no tiene temor de que su señor venga. Y
cuando llega su señor, será castigado duramente por su falta de discernimiento, carácter y negligencia.
Así pues, vemos que un buen siervo tiene un estilo de vida caracterizado por la integridad, un carácter confiable, firme, temeroso de
Dios, que le hace permanecer firme en aquello a lo que Dios le ha llamado, pase lo que pase, en espera del regreso de su Señor. Un
creyente que se mantiene en oración no sólo por una semana, o un mes sino que siempre se encuentra en una actitud de búsqueda
de Dios, en oración, en su palabra, no solo cuando las cosas van mal, sino en todo momento está siguiendo los pasos de un buen
siervo.
Un buen siervo de Dios multiplica lo que ha recibido para la gloria de Dios. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos
siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco
talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco
has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. (Mateo 25: 19-21)
En este pasaje, el Señor Jesús estaba enseñando sobre la Parábola de los talentos; aquí el Señor también habla de dos tipos de
siervos: unos que recibieron talentos y que los multiplicaron según su capacidad; y otro que no multiplicó lo que recibió.
Los que multiplicaron los talentos que recibieron son llamados buenos siervos y fieles por su señor. Cumplieron las expectativas de su
amo: aumentar, incrementar lo que se les había encomendado. No solo cuidarlo, sino buscar su desarrollo y fructificación. Sin
embargo, aquel siervo que no hizo nada por hacer crecer lo que recibió es llamado malo y negligente y es castigado por su accionar.
Vemos entonces aquí que el énfasis no está en el aspecto moral del servidor, sino en su eficiencia al desarrollar y multiplicar el
encargo que ha recibido. Es la expectativa y deseo claro del Señor que multipliquemos lo que hemos recibido, por medio del uso, de la

5. preparación y del aprendizaje. No todos hemos recibido las mismas capacidades, pero se espera que hagamos todo lo que podamos
con lo que se nos ha sido dado.
LA RECOMPENSA DEL BUEN SIERVO
El Señor les promete posiciones de mayor responsabilidad y trabajo a aquellos que pueden ser buenos administradores de lo que han
recibido. Y este es el secreto del crecimiento y desarrollo para los discípulos del Señor en cuanto a la obra de Dios: Si somos fieles en
lo poco, el Señor nos pondrá sobre más.
CUALIDADES Y REQUISITOS DEL SIERVO O ADMINISTRADOR SEGÚN LA BIBLIA
Por otro lado, para alcanzar un puesto de superintendente, la Biblia plantea los siguientes requisitos de interés para los gerentes
modernos:
Madurez de carácter
Libre de acusación
No un borracho pendenciero
No ser ávido de ganancia falta de honradez
De juicio sano
Capacitado para enseñar
Que pueda exhortar y censurar
No ser un golpeador
No ser terco, sino razonable
No ser belicoso ni propenso a la ira
Probado en cuanto a aptitud.