1. IRAK, MÁS VIOLENTO QUE NUNCA
Martin Téllez Miranda
Agosto 2013
La violencia ha estado siempre en Irak, desde que EE UU y sus aliados, en 2003 tomaron el
control en ese país, cuando se derroco al gobierno sunita de Saddam Hussein, lo que marco la
división entre su población al crearse un gobierno sectario y étnico.
La población Irakí se conforma particularmente por 60% chiítas, un 20% de sunitas y un 20% de
kurdos, las diferencias entre ellos existían con Hussein, pero esos conflictos sectoriales se
incrementaron al momento de su derrocamiento de forma alarmante, hoy solo hay entre ellos odio
y miedo. Desgraciadamente el gobierno fundado supuestamente democrático aun con el respaldo
de EE UU, nunca fue capaz de brindar seguridad y de detener o al menos disminuir la violencia.
Durante 2006 tuvo incrementos, cuando un ataque en Samarra a un santuario chiíta, desato una
guerra civil que duro hasta 2007 cuando aun estaban ahí las fuerzas estadounidenses.
En el 2011 también hubo un incremento de la violencia dejando cientos de muertos, cuando la
organización terrorista al Qaeda realizo diversos asaltos, operaciones suicidas, estallido de
bombas y disparos de francotiradores en todas las provincias, ello en respuesta a que en una
finca de la localidad paquistaní de Abbottabad cerca de Islamabad, fuerzas de elite
estadounidenses acabaron con la vida de su líder Osama bin Laden.
En este año la violencia se ha magnificado como nunca, en los meses de abril a julio se han
registrado más de mil muertes de manera violenta, cifra que supera todos los decesos
acumulados en los últimos cinco años, esos ataques principalmente han sido contra los
integrantes de las fuerzas del orden y chiítas simpatizantes del gobierno.
Ese incremento de la violencia que algunos expertos han denominado ya una guerra civil, se
asocia principalmente al resurgimiento de al Qaeda, lo cual propicia un ambiente de tensión entre
los grupos sectoriales, ya que este grupo apoya a los sunitas cuya lucha se da contra los chiítas
respaldados por el gobierno.
El gobierno apoyado principalmente por chiítas y kurdos, ha enfrentado actos violentos por parte
de grupos sunitas, quienes se creen perseguidos, discriminados y marginados, además estos
insurgentes apoyan los levantamientos en Siria, lo que indica que de ser derrocado el gobierno
Sirio, los fortalecería a tal grado que podrían deponer al gobierno iraquí, ya que no hay que
olvidar que el grupo de al Qaeda iraquí es el mismo que opera en Siria y es el intelectual de los
actos insurgentes.
La sociedad iraquí, después de 10 años de la invasión estadounidense no ha palpado lo que el
gobierno les prometió, oportunidades de empleo, seguridad, estabilidad económica y social, por
su parte el Gobierno se excusa argumentando que los actos de protesta violentos, son el reflejo
de que al Qaeda pretende desestabilizar y derrocar al Gobierno y las instituciones, por ello ejerce
represión violenta.