1. LA EVALUACIÓN: MÁS ALLÁ DE SAQUEN UNA HOJA
Por Mónica Briyid Avilán Borja
Candidata a Maestría en Educación
Universidad del Tolima
Desde años atrás la evaluación se ha convertido en el objeto de estudio del la
investigación evaluativa esto ha inspirado una serie de propuestas que se
fundamentan en el ¿qué se evalúa? ¿Para qué se evalúa? A quién se evalúa?
Cómo se evalúa? con el fin de verificar si lo planeado desde los diferentes
enfoques curriculares ha sido alcanzado durante el proceso educativo.
Reflexionar sobre evaluación de los aprendizajes nos lleva a visualizarla desde
dos aspectos: el primero, es el sentido y la coherencia del proceso de
evaluación con los procesos de enseñanza y aprendizaje estando articulada
desde la planeación misma. El segundo aspecto, es la evaluación de los
estudiantes del siglo XXI.
La evaluación es algo que está presente en la cotidianidad misma porque
marca el rasero en cada una de las decisiones diarias, sin embargo, la
evaluación de los aprendizajes tomó un rumbo distinto en el proceso educativo
con las metodologías tradicionales convirtiéndose en la herramienta punible
del docente frente a la negligencia estudiantil o simplemente la tortura en el
aula. Si se hace un viaje por el modelo tradicional de enseñanza se ve como el
aprendizaje estaba enfocado en la repetición, lo que reduce el desarrollo
cognitivo al simple fortalecimiento de la memoria a corto y mediano plazo, lo
que le da al maestro por ser el conocedor del cúmulo de contenidos, el poder
en el aula. Sin embargo, era suficiente para las exigencias de los contextos de
la época. Entonces, por ello aun escuchamos decir que la educación pasada
fue mejor.
Bonvecchio (2006) asegura al respecto que la estrategia en la Metodología
Tradicional se basa en el supuesto que el aprendizaje se logra con la palabra
leída o escuchada, marcando una relación de autoritarismo que apelaba al
espíritu de la obediencia y el castigo como refuerzo del aprendizaje; de ahí, que
se creyera que “ la letra con sangre entra”. Entonces, se quedo fijado en
estudiantes, muchos de los que ahora son docentes, actitudes frente a la
evaluación heredadas por metodologías tradicionales que cuestan trabajo
desarraigar porque hacen parte del inconsciente mismo.
El concepto de evaluación se limitaba a pruebas calificadas que comunicaban
el resultado del aprendizaje, reduciéndolo a un momento y a unos contenidos
2. sin tener en cuenta una secuencialidad temática o una articulación misma entre
los contenidos.
Más adelante, con los aportes sobre el desarrollo cognitivo hecho por teóricos
como Piaget y Vigotski ponen en evidencia el hecho de que el niño no es un
adulto pequeño, convirtiéndose en el eje del proceso educativo, dándole
prioridad al proceso de aprendizaje. Desde esta perspectiva psicológica y
cognitiva se ve diferenciado el proceso de aprendizaje dependiendo de la edad
y el desarrollo lo cual permite una evaluación diferenciada y con propósitos
coherentes. Entonces se ve la evaluación, más allá del saquen una hoja para
convertirse en un elemento complementario del proceso de enseñanza y
aprendizaje presente con el fin de concluir una información que genere
estrategias metodológicas y de superación.
Es así, como la evaluación fue vista como un proceso sistémico que esta
presente durante el acto educativo y toma un caracterización de diagnostica,
procesual y de resultados. Cabrera (1987, citado por Morales, 2001. 171)
“proceso sistémico de obtener información para describir sea algún elemento,
sea el proceso, sean los resultados educativos con el objeto de emitir un juicio
según su adecuación a unos criterios previamente establecidos y en todos ellos
en orden a servir de base para una decisión educativa”
La evaluación diagnóstica tiene como propósito el indagar en los conocimientos
previos, en la valoración del nivel de competencia con el que cuenta el
estudiante y sobre los estilos de aprendizaje, para así tomar decisiones sobre
las estrategias de enseñanza y de aprendizaje adecuadas. La evaluación
procesual está presente en cada uno de los momentos en el desarrollo de la
estrategia de enseñanza y aprendizaje para tomar decisiones de mejora en
falencias relacionadas con los procesos cognitivos, metacognitivos y de
desempeño del docente. Por esta razón, la evaluación es formativa. Para de
La Orden (1982,citado por Morales, 2001) “ la evaluación formativa puede tener
un efecto altamente positivo sobre el aprendizaje de los alumnos, la acción
docente del profesor, la organización de la clase, el uso del material y la
innovación educativa y otras facetas de la enseñanza aprendizaje”.
La evaluación debe verificar la maduración de los contenidos, el desarrollo de
las competencias en el nivel programado y la efectividad del proceso de
enseñanza, por tanto, el final de proceso en efecto de la comunicación de
resultados, lanza juicios valorativos en términos de promoción y acreditación,
de ahí, que la evaluación sea sumativa.
3. Pero el asumir la evaluación como un proceso sistemático e integrado está
cruzando aún su fase de transformación, al contar con prácticas evaluativas
lejanas a la concepción de ésta como medio para conocer limitaciones y
posibilidades Las secuelas se notan en el diseño de Sistema institucional de
Evaluación de los Estudiantes que en ocasiones, sólo hace parte de un
documento pero ajeno a lo que en el acto educativo se ve, Guerra () No se
evalúa para estar entretenidos evaluando, para controlar los programas para
hacer publicidad o para crear conocimiento…finalmente se hace la evaluación
para conseguir la mejora de los programas del que se está en curso y los otros
que vienen.
Entonces, los retos en la transformación de la evaluación educativa son :
Salir de la idea que sólo es el docente quien evalúa, pues desde la
autoevaluación, coevaluación y heteroevaluacíón los actores forman
parte de la generación de juicios valorativos.
No solamente se evalúan conocimientos conceptuales, pues el
desempeño involucra la parte actitudinal, procedimental y valorativa.
La evaluación es unificada, cuando en el aula contamos con diferentes
estilos de aprendizaje esta debe ser diferenciada teniendo en cuenta las
habilidades y limitaciones de los estudiantes. Casanova (2011) en sus
planteamientos promueve la individualización de los aprendizajes desde
la perspectiva del desarrollo de sus potencialidades, entonces, rechaza
las sobrevaloradas pruebas externas (como es el caso de las pruebas
SABER en Colombia) pues sólo los globalizan y emplean tiempo en el
adiestramiento de este tipo de pruebas que se pueden utilizar en el
desarrollo de otras competencias.
Implementar la autoevaluación como forma de reflexión de los
estudiantes de su propio aprendizaje y de autorregulación. De la misma
manera el docente autoevalúa su desempeño, pues aunque predominen
los juicios positivos, siempre debe estar ajustando el diseño.
Desligar la evaluación de acciones poco éticas, dentro de las prácticas
evaluativas alguna tienen que ver con actos relacionados con la
conducta del estudiante que se ven reflejados en la calificación.
Bonvecchio (2006) “existen casos en que los docentes utilizan su
función evaluadora como recurso de dominación o disciplina, toman
decisiones arbitrarias en cuanto a calificación y se reservan una cuota
de poder.”
Concertar con los estudiantes la forma de evaluación que desearían.
Guerra () afirma que el juicio de valor que la evaluación realiza se basa y
se nutre del dialogo, la discusión y la reflexión compartida de todos los
implicados en la actividad.
4. Finamente, después de explorar en la educación de los aprendizajes, llegamos
al segundo aspecto relacionado con los estudiantes que formamos hoy .
Quienes llegan a nuestras aulas son estudiantes pertenecientes a la llamada
generación z, que han nacido en un mundo completamente digital donde su
contacto visual con el exterior lo hizo desde las pantallas. Llagaran siendo
niños y jóvenes hiperconectados, sin fronteras geográficas ni comunicativas
capaces de realizar varias acciones a la vez, pero con el problema para
diferenciar la realidad de la virtualidad. Por tanto, es necesario que su proceso
de enseñanza sea enfocado desde la necesidad de afrontar una sociedad
cibernética y aceleradamente cambiante pues es en las aulas que se les
equipara.
Tanto las estrategias de aprendizaje como las técnicas evaluativas pueden
tomar ventaja de la competencia de los estudiantes en el manejo de los
diferentes dispositivos y emplearlos como instrumentos didácticos. Cambiaria la
forma de hacerlo pero en si están presentes la escritura, la lectura y la
investigación .No es un tiempo pasivo sino activo. Es tiempo de lectura. Es
tiempo de investigación. Es tiempo dedicado al desarrollo de habilidades y a la
solución de problemas. Es tiempo que se utiliza analizando, evaluando. Es
tiempo para organizar los pensamientos. Es tiempo de escritura. ( Tapscott,
citado por Aparici,2010)
5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
BONVECCIO, Mirta. (2006). Evaluación De Los Aprendizajes; Manual Para
Docentes. Buenos aires. 288 p
MORALES, Juan José ( 2001) La Evaluación En El Área De Educación Visual
Y Plásticas.
APARICI, Roberto. ( 2010). Conectados en el ciberespacio. UNED.120 p
CASANOVA, Antonieta. Evaluación Para La Inclusión Educativa .Revista
Iberoamericana de Evaluación Educativa 2011 - Volumen 4, Número 1
http://www.rinace.net/riee/numeros/vol4-num1/art4.pdf
SANTOS GUERRA, Miguel Ángel (2010). Evaluación un proceso de dialogo,
comprensión y mejora .investigación en la escuela, n 29 1993.Universidad de
Málaga