Este documento presenta un proyecto para promover la democracia entre los jóvenes y futuros ciudadanos en Colombia. Explica los antecedentes históricos de la democracia en Latinoamérica y Colombia, justificando la necesidad de enseñar sobre participación democrática. El proyecto tiene objetivos generales de modificar mentalidades sobre la democracia y objetivos específicos como organizar un proceso electoral simulado entre estudiantes.
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PROYECTO DEMOCRACIA 2015
1. 1
DEMOCRACIA: PROYECTO DE VIDA
MARLENY GRISALES
GLORIA LILIANA ESCUDERO
AMPARO BALLESTEROS
HERMAN VALENCIA
LUZ STELLA ZULUAGA
LUZ DIVIA SÁNCHEZ
GLORIA AMPARO ORTIZ
LUIS ANDRÉS OCAMPO
ÁLVARO LOPERA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA MANUEL ELKIN PATARROYO
DOSQUEBRADAS
FEBRERO DE 2015
2. 2
TABLA DE CONTENIDO
PÀG.
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………I
1. ANTECEDENTES……………………………………………………………………………….1
2. JUSTIFICACIÓN………………………………………………………………………………..6
3. IDENTIFICACIÓN Y UNIDAD EJECUTORA DEL PROYECTO…………………………10
5. OBJETIVOS…………………………………………………………………………………....11
5.1. OBJETIVOS GENERALES………………………………………………………………...11
5.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS……………………………………………………………….11
6. MARCO REFERENCIAL……………………………………………………………………..13
6.1. MARCO LEGAL……………………………………………………………………………..13
6.2. MARCO TEÓRICO………………………………………………………………………….14
7. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES…………………………………..……………………17
8. ORGANIZACIÒN DEL PROCESO ELECTORAL…………………………………………19
9. INTERDISCIPLINARIEDAD DE LA DEMOCRACIA………………………………………21
10. EVALUACIÓN………………………………………………………………………………..22
11. PRESUPUESTO……………………………………………………………………………23
12. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………..24
3. 3
INTRODUCCIÒN
El Estado Colombiano tiene una deuda histórica con la sociedad que lo creó y lo ha
sostenido en sus 188 anos de existencia.
La sociedad se desprende del poder que le pertenece y lo supedita a una serie de
instituciones y funcionarios para que ellos tomen las decisiones que posibiliten una
participación efectiva por parte de los ciudadanos en el sistema político. Esta labor no ha
sido cumplida por el Estado y, por lo tanto, la deuda aún no ha sido saldada.
La constitución proclamada por la Asamblea Nacional Constituyente el 4 de Julio de
1.991, parece orientarse, según lo anterior, cuando crea los mecanismos legales que
permiten que nuestro país dé el paso a la aplicación de un sistema político cuyo soporte
sea la democracia participativa a través de instrumentos de expresión ciudadana como:
plebiscito, referendo, consulta popular, cabildo abierto, iniciativa popular legislativa,
iniciativa popular de reforma constitucional, revocatoria del mandato. En consecuencia, se
restringe cada vez más la democracia representativa cuyos efectos causan un deterioro
político grave al incentivar el escepticismo ciudadano con respecto al Estado.
Los últimos acontecimientos políticos en nuestro país, probablemente, indican que el
ciudadano empieza a comprender la importancia de su participación política y ve el futuro
con más optimismo, atreviéndose a enfrentar y a denunciar problemas como la
corrupción.
La democracia es, en esencia, una forma de vida que no puede reducirse a que el
ciudadano participe en una elección cada tres o cuatro años; ella le permite que asuma un
papel activo en la toma de decisiones en los espacios en que se desenvuelve: la familia,
el barrio, la empresa, entre otros.
Las instituciones educativas no están ajenas ni podrán estarlo a este proceso democrático
que se viene dando en Colombia; las reformas educativas que se han hecho contemplan
este aspecto el cual pretende ampliar el esquema de participación en la comunidad
educativa en sus asuntos internos.
El proyecto pretende plantear algunos lineamientos básicos que contribuyen a modificar y
a mentalizar a los jóvenes y futuros ciudadanos en la participación democrática.
I
4. 4
1. ANTECEDENTES
Las naciones latinoamericanas, desde su nacimiento, han tenido precarias democracias;
este rasgo, producto de su desenvolvimiento histórico, es un importante elemento para
entender el presente.
Desde el siglo XIX, fecha de su nacimiento, las recién creadas repúblicas conservaron las
viejas y férreas concepciones políticas emanadas de los regímenes coloniales. Así, el
manejo de las naciones se hizo en formas muy distantes de lo que constituye la
democracia, siendo el esquema predominante la presencia de un pequeño grupo —
generalmente dividido en dos bandos aparentemente antagónicos— de criollos, varones y
blancos, radicados en las nuevas-viejas capitales, quienes imponían su criterio,
caracterizado por su verticalidad y desconocimiento de los intereses de las mayorías.
El manejo político fue evolucionando como producto de los conflictos internos (guerras
civiles, aparición de la clase obrera, necesidad de modernizar el aparato estatal,
presencia en el mercado internacional a través de las exportaciones de café, entre otros),
unido a los cambios que se gestaban a nivel mundial (aparición de corrientes filosóficas
como el marxismo y el positivismo, unido al expansionismo europeo y norteamericano),
llevaron a la conformación a finales del siglo XIX de los partidos políticos. Estas
agrupaciones, si bien defendían ciertos ideales político-económicos, luchaban ante todo
por el control sobre la maquinaria estatal, con las bondades que esta ubicación generaba
(acceso a los principales cargos oficiales, control burocrático de las gestiones y, sobre
todo, aprovechar las posiciones obtenidas para sacar beneficio económico personal), con
el agravante de dejar de lado los intereses y las necesidades de la mayoría de la
población.
A la par de estas situaciones descritas, es indispensable señalar el papel jugado por las
Fuerzas Armadas, protagonistas de primer orden dentro del proceso de independencia,
quienes continuaron dirigiendo, unas veces en forma directa, en otras de manera
encubierta, los destinos de las naciones.
Han sido los militares, en mayor o menor escala, fuerzas decisivas dentro del
ordenamiento político de las naciones latinoamericanas, imponiendo por medio de las
armas determinados esquemas políticos, con poca relación con modelos democráticos.
Asimismo, cada país veía el problema de la democracia como un asunto interno, donde
poco o nada pesaba el sentir del contexto latinoamericano y mundial; esto hacía que cada
nación manejase su visión de democracia como un problema de índole totalmente de su
exclusividad. Hoy día la internacionalización de la economía es un hecho palpable y las
fuertes barreras entre países están cayendo para dar paso a una concepción integradora,
hacen de la democracia un asunto de interés de todas las naciones que conforman
Latinoamérica y el mundo en general.
Las transformaciones señaladas hicieron que el concepto de democracia variase,
pasando de una visión detentada sólo por unos pocos miembros masculinos, ricos y
blancos de la sociedad para su exclusivo disfrute y bienestar, hasta comprender que era
5. 5
necesario la creación de formas que tuviesen como característica primordial la
participación del conjunto de la sociedad en la búsqueda de mejores niveles de vida.
Teniendo como marco de referencia lo antes expuesto, se asume que dentro de las
múltiples necesidades que tienen las actuales sociedades latinoamericanas, la
consolidación de procesos democráticos que involucran a la totalidad de sus miembros,
se constituye hoy día en su principal prioridad.
El conjunto de cambios que se deben lograr hacen necesario emprender acciones que
permitan la difusión y la concreción de un nuevo modelo de democracia, que involucre al
conjunto de la sociedad de cada país en el análisis y la solución de su problemática
actual y al mismo tiempo diseñe los lineamentos para la construcción de su futuro.
Desde esta perspectiva, se considera indispensable que las diversas entidades que
conforman el Estado emprendan programas destinados a transformar el concepto de
democracia existente en cada uno de sus respectivos países. Es aquí donde los sistemas
educativos juegan un importante papel, en tanto constituyen la rama del Estado que
mayor cubrimiento nacional tienen pero, sobre todo, poseen la capacidad de interactuar
con los beneficiarios de los programas.
Dentro de las múltiples posibilidades que la Escuela tiene para contribuir a la construcción
de la democracia, se toma la experiencia que en los actuales momentos está viviendo la
sociedad colombiana a través de uno de sus planteamientos básicos consignados en su
Ley General de Educación, como es la creación del Gobierno Escolar, como medio para
desarrollar la democracia dentro del sistema educativo, pero cuyas pretensiones
sobrepasan ese ámbito, pues su espíritu es el de irradiarla desde él, tanto como teoría
como práctica, para toda la nación.
Colombia rigió sus destinos hasta el año de 1991 basada en una carta constitucional
aprobada en el año de 1886, la cual sufrió a lo largo de su existencia algunas reformas,
más de forma que de fondo.
Entre de los rasgos que caracterizaban a la mencionada Constitución estaban la
concepción misma de su fuente, una visión homogeneizante de la nación (todos iguales
ante la Ley) y la manera casi única del ejercicio político (derecho a elegir y ser elegido).
De la anterior concepción constitucional se derivó, entre otras, el desconocimiento de las
diferencias culturales existentes en la nación1
y una limitada visión de la práctica política,
circunscrita a determinados períodos electorales y a una sola expresión: las urnas de
votación.
La Constitución de 1991, que actualmente rige los destinos del país, produjo una serie de
cambios en el manejo político del país, pero, sobre todo, modificó la concepción de
democracia, dándole una nueva visión y con ello abriendo las puertas a una serie de
transformaciones que el país y la nación requieren.
1Ejemplo de ello lo constituye la existencia de 77 grupos indígenas, que habitan en 27 de los 32
departamentos en que se divide Colombia, sin contar los diversos asentamientos de grupos de
raza negra.
6. 6
De la manera como una sociedad concibe la democracia, así mismo serán las actitudes y
las prácticas que se lleven a cabo en este campo.
Tradicionalmente en nuestro país, hasta antes de la creación de la Constitución de 1991,
la democracia se consideraba como un tema de discusión e interés primordial de la clase
política y de los funcionarios del gobierno en asuntos que tenían que ver con el
funcionamiento del aparato estatal. Así, la democracia tenía un reducido grupo de
personas que debatía sobre ella, mientras que para el grueso de la población el tema era
tratado de manera casi exclusiva con motivo de los debates electorales a través de los
cuales se elegía el Presidente de la República, los miembros del Congreso (Senado y
Cámara de Representantes), Asambleas Departamentales y Concejos Municipales.
Esta situación varió notablemente cuando en el año de 1990 un grupo de estudiantes
universitarios decide impulsar lo que se denominó en aquella época “la séptima papeleta”,
nombre con el cual se indicaba e invitaba a la ciudadanía a depositar un voto más,
mediante el cual se proponía la modificación de la Carta Constitucional a través de la
elección de una Asamblea Nacional Constituyente.
Este movimiento, tomado inicialmente como una manifestación de inconformidad de la
juventud, tuvo tal auge y aceptación popular, que el gobierno de la época tuvo que
aceptar tal decisión y convocar a elecciones para la conformación de la Asamblea
Nacional Constituyente el 9 de diciembre de 1990.
La nueva Constitución transformó radicalmente el concepto de democracia, haciendo de
ella una preocupación que compete y es responsabilidad de toda la población y que debe
estar presente en las diversas manifestaciones de la cotidianidad.
A partir de la nueva Constitución, fue posible comenzar a ver la democracia como un
asunto que a todos involucra y, por lo tanto, de la necesaria participación ciudadana.
Se produjeron cambios significativos de mentalidad respecto a la concepción de
democracia tradicional, originados por la participación ciudadana y la Constitución de
1991 sentó las bases conceptuales desde las cuales la sociedad colombiana concibe y
construye una nueva democracia.
Primero, asumir que la democracia tiene su base y su razón de ser en el pueblo, el cual la
emplea como una expresión de su poder soberano. Esta situación tiene un profundo
significado social, en tanto reivindica el derecho de la nación para participar en la
construcción de su propio futuro.
Segundo, tener presente que la democracia está íntimamente ligada a nuestras actitudes
diarias, es decir, de la manera como cada uno de los seres humanos nos relacionamos
con nosotros mismos, con el prójimo y con el entorno.
Tercero, aceptar que la diferencia es un hecho real, necesario y valioso, en tanto es la
oportunidad de compartir y de confrontar diversos puntos de vista en procura de construir,
a través del diálogo, alternativas de solución a la problemática de una comunidad, de una
nación.
7. 7
Cuarto, reconocer la democracia no como un acto o norma de carácter legal sino como
un proceso, lo cual implica aceptar que su construcción presenta puntos altos y bajos,
que en ese caminar hay logros y tropiezos pero, sobre todo, que no hay una meta
preestablecida y única, pues la misma dinámica social hace de ella un accionar
permanente, que genera continuos cambios.
Quinto, que la democracia se construye en el diario vivir y que, por lo tanto, se va
materializando con el vecino, en la cuadra, en el barrio, abarcando hechos sociales,
culturales, deportivos, políticos, educativos, en una palabra, se edifica en las diversas
manifestaciones de la vida misma.
Sexto, que la democracia por la cual debemos trabajar es aquella que involucre a la
totalidad de las personas, de una manera plena y responsable, es decir, una democracia
de carácter amplio y participativo.
Si bien los anteriores puntos mencionados se constituyen en bases conceptuales para
construir una nueva visión y realidad de democracia, no menos importante es saber que
dicho proceso cuenta con un sinnúmero de obstáculos, que entorpecerán obviamente su
concreción.
Una de las primeras dificultades que es necesario afrontar lo constituye el hecho que la
democracia requiere de una alta dosis de responsabilidad personal, o como lo expresara
Estanislao Zuleta (1995) “Es muy fácil elogiar la democracia, pero es muy difícil de
aceptarla en el fondo, porque la democracia es la aceptación de la angustia de decidir por
sí mismo”2
.
Este tipo de planteamiento remite a pensar que la democracia se construye desde el
ámbito de lo personal, si se quiere, desde lo individual de cada ser humano, luchando
cada día por racionalizar ese encuentro que establece consigo mismo y con las demás
personas y no atribuir la existencia de formas no democráticas solamente a factores
externos (el gobierno, la sociedad, etc.).
Para lograr modificar la forma de pensar y de actuar, es decir, pasar de la visión de la
democracia como asunto de otros —algo externo a mí— para asumirla como un
compromiso y una responsabilidad personal, se requiere de un gran trabajo que permita
ese cambio de paradigma. Es aquí donde la Escuela colombiana tiene uno de sus
mayores retos contemporáneos, en tanto puede involucrar a una gran cantidad de
personas, compuesta por estudiantes, padres de familia, directivos, docentes, así como
del conjunto de prácticas académicas y administrativas tradicionalmente realizadas, todo
ello en procura de su transformación.
Dentro de este largo proceso de construcción de una democracia participativa, es cuando
surge la necesidad de su reconceptualización, para llegar a entender que ella debe ser
2 _____. 1995. La participación democrática y su relación con la educación. En Educación y
Democracia. Santafé de Bogotá: Fundación Estanislao Zuleta-Corporación Tercer Milenio. Pg.
121-139.
8. 8
asumida como la determinación racional que toman las gentes de una nación,
reconociendo sus diferencias como paso inicial para dialogar sus problemas, evaluar sus
conflictos, manifestar sus discrepancias, plantearse alternativas, elaborar consensos y
emprender acciones mancomunadas que apunten a la construcción de soluciones a sus
problemáticas.
La democracia, tal como aquí se plantea, no puede concebirse como un fin en sí misma,
sino como una forma de pensar y de actuar que haga posible que las personas que
conforman una sociedad estructuren las maneras como diseñan y realizan sus prácticas
cotidianas, de tal modo que sus esfuerzos estén encaminados a alcanzar unos mejores
niveles de vida, tanto para sí como para las generaciones futuras.
Tan importante como los resultados, son los procesos que dentro de una sociedad se
viven y que se materializan en la creación de un determinado ordenamiento de carácter
legal.
Si bien la Constitución de 1991 establecía la necesidad de redefinir las concepciones que
se tenían acerca de la educación, era indispensable crear los mecanismos y los medios
para su cristalización.
La Ley General de Educación fue el fruto del diálogo y la concertación, durante varios
años, entre el gobierno central, la Federación Colombiana de Educadores, las entidades
que agrupan a las instituciones privadas, asociaciones de padres de familia, asociaciones
de estudiantes y gremios económicos, en procura de lograr una mayor calidad de la
educación, de modo que se convierta en un importante factor de desarrollo para todo el
país.
El proceso mismo de construcción de la Ley se llevó a cabo dentro de parámetros
democráticos, lo que no lo eximió de conflictos, de distanciamientos y acercamientos, es
decir, de toda la clase de forcejeos propio de una negociación —como una expresión de
democracia— entre las partes involucradas.
Sólo en la medida que un Estado tenga dentro de sus lineamientos básicos incorporar en
los debates a las personas que serán afectadas por sus determinaciones, llámense
campesinos, obreros, o como en este caso, educadores, padres de familia y estudiantes,
se crean las bases para lograr la credibilidad y la aceptación de las normas legales que
expida, al mismo tiempo que se convierte este mismo proceso en una manera de
construir democracia.
2. JUSTIFICACIÓN
9. 9
Es preciso tener en cuenta que a través de la educación el niño empieza por sentirse
miembro de comunidades: familiar, religiosa, grupo de edad; pero también miembro de
una comunidad política, en la que ha de sentirse acogidodesde el comienzo, porque cada
niño se encuentra en el contexto de una realidad social determinada que le ayudará a
desarrollar sus predisposiciones en un sentido u otro. Y, como muy bien apuntan los
«culturalistas» frente a los «genetistas», el medio en el que se desenvuelva es esencial
para el desarrollo de unas tendencias u otras. Como en las primeras etapas del
desarrollo, necesita forjarse una identidad desde los grupos a los que pertenece; la
comunidad familiar y la comunidad religiosa, en su caso, van ofreciéndole esos vínculos
de pertenencia que constituyen una necesidad psicológica. Pero también la comunidad
política tiene la obligación de hacer sentir al niño que, además de ser miembro de una
familia, de una iglesia, de una etnia, de una cultura, lo es también de una nación, que
espera de él que participe activamente como ciudadano.
La concepción de una alternativa histórica viable exigirá la construcción de un “Nosotros”
a partir de la fascinante riqueza de saberes, imaginarios, identidades y memorias diversas
que caracterizan la democracia. Y el fortalecimiento de vías de encuentro horizontal y
diálogo, que aporten a nuestros estudiantes la dignidad y el reconocimiento mutuo
imprescindibles para abordar, desde cada rincón de nuestra comunidad educativa, un
proyecto de comunidad sin exclusiones.
Formar competencias ciudadanas es una necesidad indiscutible en cualquier nación, pero
en las circunstancias actuales que vive Colombia se constituyen en un desafío
inaplazable que convoca a toda la sociedad. Sin lugar a dudas, la Escuela es el lugar
ideal para desarrollar esta tarea, porque en ella el ejercicio de convivir se pone en
práctica todos los días.
Uno de los rasgos que ha caracterizado al sistema escolar colombiano, es el
distanciamiento entre éste y las comunidades donde se llevan a cabo las prácticas
educativas.
Este abismo existente entre Escuela y Comunidad, si bien tiene sus orígenes en las
concepciones desde las cuales se piensa la educación misma, se ha visto
tradicionalmente reforzado por dos determinaciones de carácter administrativo: la
primera, la toma de decisiones desde arriba (Ministerio de Educación Nacional) y
centralizadas en una ciudad (la capital de la República); la segunda, la casi inexistente
participación de los beneficiarios directos de los programas (estudiantes, padres de
familia y comunidad en general) en la orientación de los mismos.
La última situación descrita, además de no permitir la existencia de democracia dentro de
la Escuela, cerraba la puerta a los diversos planteamientos de otros sectores
tradicionalmente tenidos como externos a ella —pero, paradójicamente, necesitados de
ella— pudiesen brindar, desconociendo en la práctica que todo ente de carácter social —
como lo es el sistema escolar— debe permanecer abierto a la dinámica social, para
escuchar, cuestionarse, evaluar su trabajo, transformarse y brindar las respuestas que
esa misma institución requiere para su crecimiento.
10. 10
¿Cómo cerrar dicha brecha, haciendo que Escuela y Comunidad se complementasen
entre sí? La respuesta fue la creación de las normativas promulgadas por el M.E.N. —a
partir de la Ley General de Educación—para crear proyectos de democracia que
garanticen la formación de competencias ciudadanas desde los establecimientos
educativos; entendidos como espacios donde tienen participación directivos, docentes,
estudiantes y padres de familia para la concreción de un nuevo ideal de Nación.
La Ley General de Educación establece que tanto en las instituciones educativas públicas
como privadas, la comunidad educativa debe permitir una participación seria y
responsable de la dirección de las mismas.
Este nuevo tipo de organización del quehacer escolar, es un paso más para ir
cristalizando la democracia en el seno de la Escuela pero, además, es una clara
invitación para que la comunidad coparticipe en la toma de decisiones que a ella le
compete.
El hecho mismo que los diversos sectores anteriormente mencionados tengan la
participación y la posibilidad de decisión no sólo los involucra en la perentoria necesidad
de organizarse para escoger a sus representantes; requiere, ante todo, dilucidar cuáles
son los programas que desde su óptica particular deben defender, en aras de lograr un
tipo de educación que responda de manera efectiva y eficaz a las necesidades del medio.
Los estudiantes, gracias al proyecto de democracia, podrán expresar su sentir a través de
su representante en el Consejo Directivo. Esta oportunidad tiene una doble implicación
para los estudiantes; en primer lugar requiere de organizar el proceso de elección, lo que
supone participar en toda la logística que este tipo de eventos encierra: diseño del
cronograma de actividades, definición de las reglas para llevar a cabo la elección,
planeación de momento electoral, entre otras.
Hay asimismo otra serie de elementos que merecen resaltarse, debido a las
implicaciones que tienen en el campo de la participación de estos futuros ciudadanos: el
desarrollo de la oratoria; la capacidad de llevar a cabo propuestas, tanto a nivel oral como
a través de medios impresos; el diseño de la propaganda que se requiere para motivar a
los electores, entre otros. Se convierte así este tipo de práctica en un preámbulo de la
que debe ser su actitud en posteriores participaciones, bien sea en juntas de acción
comunal, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, clubes deportivos y en general
dentro de las diversas agrupaciones que la sociedad tiene.
En segundo lugar, la participación estudiantil hace indispensable el estudio de la
problemática que se vive en la institución, para llevar este tipo de inquietudes al seno de
dicho Consejo. Se propicia, por lo tanto, que la institución educativa se convierta en un
objeto de investigación y de reflexión para los estudiantes, de modo que el trabajo que
sobre ella se haga permita la construcción de proyectos tendientes a la solución de sus
problemas.
Sin embargo la participación de los estudiantes no se queda sólo en lo descrito
anteriormente; la misma Ley 115 establece que: en todos los establecimientos de
educación básica y de educación media y en cada año lectivo, los estudiantes elegirán a
11. 11
un alumno del último grado que ofrezca el establecimiento, para queactúe
comopersonero de los estudiantes y promotor de sus derechos y deberes3
.
Esta oportunidad de tener los estudiantes a uno de sus compañeros en la tarea de
contribuir al cumplimiento de sus derechos y deberes, muestra cómo con el nuevo
espíritu que inyecta la Ley General de Educación, se quiere que ellos sean participantes
activos del quehacer escolar y no, como tradicionalmente se ha venido haciendo, sólo los
receptores de normas y exigencias elaboradas por los adultos (directivas y docentes).
Los educadores tienen también un nuevo papel que desempeñar en la Ley General de
Educación, en aras de contribuir a la construcción de una Escuela y una sociedad cada
vez más democrática.
Para plantear lo que debe ser la nueva actitud de los docentes colombianos en el marco
de construir en y desde la Escuela nuevas formas de expresión democráticas, se debe
partir del análisis de las prácticas cotidianas que en ella se viven.
Aunque resulte difícil aceptarlo, aún perdura dentro de nuestro sistema escolar la
denominada, según Paulo Freire, concepción bancaria de la educación. A esta visión
educativa se oponen nuevos planteamientos, como es el caso del constructivismo, bajo
el cual el proceso educativo es una permanente confrontación de saberes, lo que implica
que tanto docentes como alumnos juegan papeles activos, que distan de las formas
tradicionales empleadas en nuestra Escuela. Así, Ricardo Lucio A. (1994) expresa: “el
constructivismo plantea que el papel del maestro no es el de transmitir el conocimiento,
sino el de propiciar los instrumentos para que el alumno lo construya a partir de su saber
previo”.
La confrontación y el diálogo de saberes de una nueva educación, debe contar con un
ambiente y unas herramientas propicias para su desarrollo. Es indispensable aprender a
escuchar al otro, analizar su discurso, comprender las claves y los mensajes que este
encierra, todo ello dentro del proceso de construcción de conocimiento, para la
generación de actitudes y de prácticas de carácter democrático.
El aula será uno de los espacios para que estudiantes y docentes elaboren sus
planteamientos sobre diversos tópicos, se valore lo que expresan, el esfuerzo, los
procesos y los resultados que ellos encierran y no, como tradicionalmente se ha hecho,
se califique/descalifique (diferente de evaluar) por lo que les faltó o por los errores
cometidos.
El proyecto de democracia también involucra dentro de su proceso de cambio a los
padres de familia, quienes deberán asumir que su responsabilidad frente a la educación
de sus hijos va mucho más allá de efectuar la matrícula correspondiente y la compra de
los libros y los útiles escolares que necesitan; es necesario vincularse de lleno con las
organizaciones que los representan, para co-participar en la toma de decisiones que
competen con el proceso educativo de sus hijos.
3Apartes del Artículo 94 de la Ley 115 de 1994
12. 12
Esta nueva situación ha conllevado al fortalecimiento de las asociaciones de padres de
familia e incluso hayan decidido algunas crear comisiones de asuntos pedagógicos, como
medios desde los cuales se haga el acompañamiento, asesoría, control y apoyo a las
gestiones que realizan las instituciones escolares. Se puede afirmar que, gracias a la Ley
General de Educación, los padres de familia han vuelto a la Escuela.
La misma Ley establece que la representación de los padres de familia está dada desde
el organismo de mayor jerarquía institucional (el Consejo Directivo), hasta aquellos en
donde se contemplan casos de la vida cotidiana en que se ven involucrados sus hijos,
como son los asuntos de promoción escolar (Comités de Promoción).
Si una institución educativa diseña los mecanismos que permitan aglutinar a los
miembros de su comunidad para que discutan sus puntos de vista, como es la
oportunidad que brinda la creación del proyecto de democracia, está en el camino de
impulsar procesos de participación, una expresión —por lo demás válida y necesaria— de
la permanente construcción de la convivencia pacífica.
3. IDENTIFICACIÓN Y UNIDAD EJECUTORA DEL PROYECTO
13. 13
El proyecto tendrá como título: “Democracia, proyecto de vida”, el cual está avalado por la
Constitución Nacional en su artículo 41, en la Ley General de Educación y su decreto
1860 como proyecto pedagógico que involucra en su ejecución a toda la comunidad
educativa a través de los instrumentos de participación democrática en la conformación
del Gobierno Escolar y demás organismos institucionales, así mismo, la generación de
espacios que permitan la discusión y la solución de conflictos.
Los integrantes de la comunidad educativa lo respaldarán, asumiendo actitudes, como
deben ser, resultantes de los valores democráticos: tolerancia, respeto, conciliación, entre
otros.
Los responsables del proyecto son los docentes que integran el área de Ciencias
Sociales. El comité electoral cuya conformación se reglamenta en otro capítulo del
proyecto, se encargará de organizar el proceso electoral. El control y asesoría del proceso
operacional del proyecto estará a cargo de toda la comunidad educativa de la Institución a
través de los representantes de los diferentes organismos institucionales.
4. OBJETIVOS
14. 14
4.1. OBJETIVO GENERAL
Establecer un Proyecto de Democracia en el que se integren todas las fuerzas
vivas de la comunidad de la Institución Educativa Manuel Elkin Patarroyo, que sea
impulsor de la convivencia pacífica, participativo, dinámico y capaz de jalonar
alternativas de solución a las problemáticas de la comunidad educativa.
4.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Crear conciencia de que la democracia es una responsabilidad que compete a
toda la población educativa y que debe estar presente en las diversas
manifestaciones de su cotidianidad.
Promover el conocimiento del manual de convivencia como carta de navegación
de las relaciones entre todos los actores que participan en la vida comunitaria de
la Institución.
Promover los valores democráticos que redunden en el mejoramiento de la calidad
de vida de todos los agentes que tienen cabida en la Institución Manuel Elkin
Patarroyo.
Proponer mecanismos de defensa de los derechos humanos en el entorno
Valorar las implicaciones de la existencia del pluralismo para la sociedad como
soporte del respeto a las diferencias individuales y/o grupales.
Comprender la trascendencia de la organización institucional para los ciudadanos.
Proponer alternativas de solución que surgen de la práctica de la democracia.
Propiciar la democracia participativa en la comunidad educativa, asumiendo un
papel activo en la toma de decisiones que facilitan los distintos organismos
creados para tal fin.
Reconocer la estructura del Gobierno Escolar y las funciones de los organismos
que lo conforman y demás organismos institucionales.
Elegir a sus representantes en forma racional de acuerdo a las características
axiológicas propuestas en el proyecto.
Fomentar el diálogo y la conciliación como elementos fundamentales para la
solución de problemas y la búsqueda de la paz.
Consolidar el liderazgo en los educandos para que contribuyan al bienestar
institucional y social.
15. 15
Formar individuos con una sensibilidad social que se traduzca en acciones de
solidaridad espiritual y material para con los demás.
5. MARCO REFERENCIAL
5.1. MARCO LEGAL
16. 16
El presente proyecto se inscribe dentro del espíritu de la Constitución de 1991 que
pretende optimizar el sistema democrático; por consiguiente, en su artículo 41 establece
que: “en todas las instituciones de educación oficiales y privadas, serán obligatorias el
estudio de la Constitución y la instrucción cívica”. Además, la Ley General de Educación,
en su artículo 14 establece una serie de proyectos pedagógicos dentro de los cuales se
encuentran: el estudio, la comprensión y la práctica de la Constitución Nacional y la
instrucción cívica. El decreto 1860 del 3 de agosto de 1994 en su artículo 36, lo retoma.
Es importante considerar que las leyes, en este sentido, no pretenden la teorización sobre
la democracia, sino llevarla a la praxis mediante la constitución del Gobierno Escolar
como lo expresa el capítulo 6º del citado decreto. Por tal razón, se busca fomentar un
clima de discusión o debate que conduzca a que el diálogo se convierta en el instrumento
más eficaz para solucionar los conflictos que se presentan entre los miembros de la
comunidad educativa e ir subsanando la violencia que afecta la sociedad colombiana y
que va minando el espíritu de lo que debe ser un sistema democrático.
Al estudiar la estructura de la autoridad del sistema educativo, se puede apreciar un
cambio considerable al transformarse su organización de vertical a horizontal.
Antes de ponerse en vigencia la Ley 115, la toma de decisiones en cualquier institución
educativa se encontraba altamente concentrada en el rector y en las personas que éste
designara. Los canales de comunicación eran, en muchos casos, pobres. Lo anterior,
conducía a que la comunidad educativa no desarrollara un sentimiento de pertenencia a
los colegio.
Hoy, siguiendo las orientaciones de la nueva Constitución, la Ley 115 y el decreto 1860,
han implementado un sistema en el cual la autoridad se impone sobre el autoritarismo al
emplearse para su manejo un esquema horizontal y que, por tal razón, toda la comunidad
educativa participa en las decisiones que la afectan a través de organismos
institucionales como el Consejo Directivo, el Consejo Académico, el Consejo de
Estudiantes, entre otros, por medio de los cuales se da la discusión de los problemas
educativos y se obtiene el consenso, buscando siempre el bienestar de la institución y no
de algunos de sus miembros.
De esta forma aunque parezca irónico, estamos aprendiendo a escucharnos, aceptarnos
y a tolerarnos en espacios donde confluyen muchas ideas e intereses.
5.2. MARCO TEÓRICO
La democracia participativa es, esencia, que cada ciudadano en el lugar o espacio en que
se encuentre, pueda tomar las decisiones más importantes que afecten a su colectividad
en forma directa y sin necesidad de representantes.
Lo anterior, no significa que en nuestro sistema democrático van a desaparecer los
representantes que elige el pueblo periódicamente para dirigir el Estado; lo que indica que
17. 17
los ciudadanos, en la aplicación del nuevo sistema, deben ejercer continuamente el
control sobre éstos.
La revocatoria del mandato es una de las expresiones más importantes de la democracia
participativa porque si un mandatario (representante) no cumple con las funciones que le
asignaron los mandantes (ciudadanos), éstos pueden retirarle el mandato (poder) de
acuerdo a las leyes existentes para tal caso. En nuestra Institución se pretende dar vida a
esta democracia con la conformación de los organismos en la ley y con la elección de
personas que posean características que contribuyan al engrandecimiento institucional.
La democracia funciona como proyecto de vida en la medida en que los ciudadanos
ejercitan una serie de acciones apoya das en valores considerados por todos como
buenos. Para el presente proyecto, los valores más importantes son los siguientes:
JUSTICIA
Es ir más allá de los acuerdos y reglas para considerar qué es lo mejor para todos. Los
niños que son justos deben creer que las necesidades o deseos de los demás deben ser
tenidos en cuenta al mismo tiempo que los suyos. También debe importarles el bienestar
de los demás y deben haber superado su tendencia al egoísmo.
TOLERANCIA
Es la capacidad para entender a las otras personas como a las actividades que éstas
realizan. Es poder aguantar la frustración que a menudo acompaña las tareas difíciles.
Para que los estudiantes sean tolerantes deben aprender a comprender la posición de
otra persona, sus diferencias y similitudes.
VALOR
Es tener coraje y valentía ante cualquier difícil situación. Es ser capaz de enfrentar las
provocaciones y no desfallecer ante un obstáculo. Un joven necesita valor para aguantar
las bromas y disgustos que le causan los demás, para correr riesgos razonables, para
admitir sus errores y para luchar por sus convicciones.
RESPETO
Es la capacidad de preocuparse por los derechos de los demás, incluso cuando éstos
infringen los de los otros. También es tener consideración por los sentimientos de las
otras personas. Para que un niño aprenda a respetar a los demás, debe ser respetado por
sus padres y por quienes lo rodean. Ellos son los encargados de enseñarle a que se
respete a sí mismo.
LEALTAD
Es la capacidad de comprometerse con el bien del otro, así eso signifique hacer
sacrificios. La lealtad implica aprender a preocuparse tanto por las personas como por los
compromisos que se asumen con ellas. Una persona leal cumple las promesas que hace
y es fiel a una causa.
18. 18
SERENIDAD
Es la capacidad de ser conciliador con los demás, de mantenerse tranquilo y en paz con
los otros. Una persona serena no es inclinada a la discordia o a discusiones. Para un
estudiante sea conciliador, debe tratar de entender las necesidades y deseos de los
demás.
HONESTIDAD
Es ser incapaz de defraudar o engañar a alguien o de tomar una cosa ajena. Para que los
jóvenes entiendan la honestidad tienen que aprender a preocuparse por no desilusionar a
sus padres y por no irrespetar los derechos de los demás.
RESPONSABILIDAD
Es tener sentido del deber, es estar consciente de las obligaciones de las obligaciones y
obrar de acuerdo con ellas. Para que un niño sea responsable debe ser capaz de sentir y
entender lo que los otros sienten, debe aprender que antes de hacer o decir cualquier
cosa tiene que pensar en los resultados y efectos que eso puede causar.
DISCIPLINA
Es la capacidad para autoevaluarse y cumplir con los deberes y las metas. Un estudiante
disciplinado actúa a partir de un marco de referencia interno y no motivado por un agente
externo (padre, profesor o niñera), es capaz de decidir cuáles son los límites de su
comportamiento y el de los demás. Además, puede renunciar a una satisfacción o placer
en aras de un bien mayor.
Debe notarse que si cada uno de nosotros cumplimos con estos valores, la Institución
será un centro en el cual se impulsa la transformación de la sociedad. Este cambio debe
estar acompañado de las prácticas culturales que se den en las familias pertenecientes a
la comunidad educativa y en las cuales deberá darse un ambiente caracterizado por la
amistad, la sencillez, el compartir y los demás valores ya descritos.
Con esta escala de valores propuesta, es factible la transformación del educando; la
palabra factible en este marco tiene su razón de ser, pues no basta con que cada uno de
los miembros de la Institución los conozca, los aprenda, sino, lo más importante, es que
los aplique. Lo anterior se logra, en palabras de Luisa Fernanda López de la universidad
nacional de Colombia, citando a diversos autores, cuando considera que no es suficiente
la aplicación de la razón como herramienta que garantice que los hombres asuman
acciones moralmente buenas. Mas aún, la modernidad, que ha generado un progreso sin
igual en la historia por medio de la razón, también nos ha traído una etapa de
descomposición social y violencia de grandes magnitudes.
Esto significa que no basta con la utilización de la razón como tal y que se hace necesario
trabajar en otro frente con los jóvenes como, por ejemplo, en el plano de los sentimientos
morales y conseguir con ellos una sensibilidad frente a los demás y crearles la necesidad
19. 19
de no causar daño a otros. Esto no implica que la educación en los sentimientos morales
reemplace a la educación, apoyada en la razón.
En este orden de ideas, se debe trabajar mucho en este aspecto: conseguir que los
educandos aprendan a colocarse en el lugar del otro, a sentir como el otro y hasta sufrir
por el dolor de aquel.
Este magno proceso que se establece a través de los proyectos de democracia deben
tener una correspondencia con las políticas trazadas por el Estado con el propósito de
mejorar la calidad de vida del pueblo colombiano y el de no favorecer a pequeños grupos
económicos y sociales, por cuanto que esta clase de acciones, sólo posibilitan la
desigualdad y promueven el descontento y malestar de los amplios grupos marginados,
cuyas reacciones serán, en la mayoría de los casos, ajenas a los propósitos aquí
planteados.
6. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
FECHA ACTIVIDAD DESCRIPCIÒN LOGRO RESPONSABLE
Motivación
En visitas
a los grupos, se
realizará una
motivación del
Proponer
alternativas de
solución a las Docentes
20. 20
FEB.
2-6
2015
y/o
concientización
del estudiantado
estudiantado en
torno a las
bondades y
virtudes que les
ofrece el proyecto
de democracia
problemáticas de
los estudiantes
que surgen de la
práctica de la
democracia
Área
Ciencias
Sociales.
FEB.
9-13
2015
Consolidación
de los listados de
candidatos a la
Personería,
Contraloría y al
Consejo
Estudiantil
Se postularán
candidatos a
Personería y
Contraloría de los
grados 10 y 11° y
a Consejo
Estudiantil de los
grados 3° a 11°
Promover el
liderazgo del
estudiantado
para que
promuevan
procesos de
participación
democrática al
interior de la
Institución
Docentes
Área
Ciencias
Sociales.
FEB.
16
2015
Conformación
del Consejo
Electoral (por
cada sede y
jornada)
Se pretende
conformar el
consejo electoral
con dos docentes,
dos estudiantes y
un delegado de
Coordinación y/o
Rectoría
Crear las
instancias que
garantizarán la
transparencia del
proceso
democrático
Docentes
Área
Ciencias
Sociales.
FEB. 16
A
MAR. 19
DE
2015
Desarrollo de las
campañas
A través de visitas
a los salones, el
diálogo directo,
carteles, entre
otras, l@s
candidat@s
a Personería,
Contraloría y
Consejo
Estudiantil,
harán su
respectiva
campaña.
Consolidar el
liderazgo en los
educandos para
que contribuyan
al bienestar
institucional y
social
Docentes
Área
Ciencias
Sociales.
MAR.
19
DE
2015
Elecciones al
Concejo
Estudiantil
A través de
votación nominal,
se pretende que
los estudiantes
elijan los
representantes de
cada grupo ante el
Consejo
Estudiantil.
Consolidar el
liderazgo en los
educandos para
que contribuyan
al bienestar
institucional y
social
Directores de
grupo de los
grados 3° a 11°
a) Fomentar la
democracia a
21. 21
MAR.
22
DE
2015
Elección de
Personer@
y Contralor(a)
Estudiantil
Se elegirá
Personer@ y
Contralor(a)
de respectivas
ternas de los
grados superiores.
través del rol
político que se
adquiere en
estas
elecciones.
b)Elegir
representantes
estudiantiles en
forma racional de
acuerdo a las
características
axiológicas
propuestas en el
proyecto.
Consejos
electorales con
apoyo de
docentes.
MARZO
A
NOVIEM.
DE
2015
Acompañamiento
y seguimiento
de las
sesiones
mensuales
del Consejo
Estidiantil.
Cada mes el
Consejo
Estudiantil tendrá
una sesión
ordinaria.
Consolidar el
liderazgo en los
educandos para
que contribuyan
al bienestar
institucional y
social.
Consejero
Estudiantil
Nota: al presente cronograma podrán agregársele nuevas actividades en la medida en al que se vea la necesidad de
hacerlo, sin que su gestión o realización puedan ser desconocidas en la evaluación del proyecto. Dichas actividades serán
presentadas como anexos al presente cronograma y estarán sujetas a la presentación de la debida evidencia de su
realización.
7. ORGANIZACIÓN DEL PROCESO ELECTORAL
22. 22
El proceso electoral de la Institución, aunque estará supervisado por toda la comunidad
educativa, estará organizado, garantizado y vigilado por un comité electoral cuyos
miembros serán elegidos democráticamente; el comité estará integrado por: dos
estudiantes, dos docentes, el rector o su delegado y un padre de familia cuando las
condiciones así lo ameriten.
El comité electoral tendrá como funciones las siguientes:
a) Organizar las elecciones antes de la realización de las campañas de los candidatos.
b) Velar por la pureza del proceso electoral, evitando actos que afecten el desarrollo del
mismo.
c) Imponer sanciones a quienes hayan perturbado los comicios electorales
d) Conseguir las urnas y ayudar en la elaboración de los tarjetones correspondientes
e) Verificar que los candidatos a ser integrantes activos para los distintos órganos,
cumplan con los requisitos establecidos en este proyecto.
f) Programar el proceso electoral para personero de la Institución y realizar el escrutinio
correspondiente.
g) Exponer en las carteleras de la Institución las listas de aspirantes a los distintos
órganos y publicar los resultados de los comicios electorales para que los aspirantes
verifiquen la validez de los mismos.
h) Las demás que le sean propias.
Cada estamento podrá elegir a sus órganos institucionales siempre y cuando se ajusten a
las normas establecidas en la ley, en este proyecto y demás disposiciones que establezca
el comité de asuntos electorales.
Si se presenta un empate entre los candidatos, deberá realizarse una nueva votación,
proceso que programará el comité electoral.
Los aspirantes podrán hacer propagandas o campañas siempre y cuando no denigren ni
calumnien a aspirantes opositores; en caso contrario, los candidatos implicados, se harán
acreedores a las sanciones que impondrá el comité electoral.
Violan el sistema electoral, los candidatos que:
a) Denigren, calumnien a aspirantes opositores con el propósito de ganar adeptos.
b) Saboteen o dañen propaganda de los opositores, expuestas en las carteleras de la
Institución.
c) Sobornen a cualquier integrante del comité electoral.
23. 23
d) No acepten los cargos para los cuales fueron elegidos o que propongan candidatos en
ejercicio de determinada campaña y que sea contraria al espíritu de la democracia.
e) Las demás que tenga en cuenta el comité electoral.
Los estudiantes de la Institución que deseen pertenecer a los distintos organismos
institucionales, deben reunir las siguientes características:
a) No haber tenido, en años anteriores, problemas disciplinarios graves.
b) Tener un espíritu de liderazgo capaz de orientar todo tipo de actividades o problemas
estudiantiles en forma positiva para la comunidad educativa.
c) Tener un rendimiento académico de tal nivel, que las actividades propias del cargo no
vayan a ser obstáculo para su desarrollo y formación intelectual.
d) Vivir la filosofía y los valores que promulga y fomenta la Institución, expresados en su
sentido de pertenencia de la misma.
8. INTERDICIPLINARIEDAD DE LA DEMOCRACIA
24. 24
La vivencia de la democracia no puede ser catalogada dentro de los limitados márgenes
del área de Ciencias Sociales, por el contrario, debe ser prioridad de todas las áreas y
asignaturas, pero no desde un punto de vista teórico, sino práctico y vivencial a través de:
Eliminar la toma de decisiones dentro de un grupo en forma unipersonal y permitir
a los educandos su participación voluntaria y consciente en las discusiones que
se den con respecto a una dificultad.
Vivir de modo práctico las normas establecidas en el manual de convivencia, pero
desde un convencimiento interno de las personas involucradas en él y que no sea
tomado como un instrumento represivo, sino como un agente generador de
armonía.
Mantener y mejorar las actividades de los miembros de la comunidad educativa
en sus relaciones interpersonales, cimentándolas en valores como el respeto, la
tolerancia y la fraternidad.
Impulsar proyectos comunitarios que fomenten los valores propios de la
democracia, programados por cualquier miembro de la comunidad educativa.
Fomentar en todas las asignaturas la discusión de temas trascendentales que
favorezcan la vivencia de los valores y el ejercicio del liderazgo, conducente a
sensibilizar al educando con respecto a los demás.
Este proyecto de democracia, inmerso dentro del área de Ciencias Sociales, posee una
serie de contenidos que permiten la realización de los procesos intelectuales
psicomotores que favorecerán el enriquecimiento personal y social del educando.
Además, le facilita que asuma una serie de actitudes (Argumentación intelectual) que
redunden en beneficio de la sociedad y que exprese sus sentimientos (afectividad) y su
voluntad (Volitivo) para la toma de decisiones. Sin embargo, el papel que desempeñan las
relaciones familiares y de grupo por fuera del marco Institucional, serán trascendentales
para el logro de los objetivos y metas de calidad del proyecto para no crear una ruptura
entre lo que busca el colegio y lo que vive el educando, ya que los resultados serán , de
esta forma , mucho más lentos.
9. EVALUACIÓN
25. 25
La evaluación del presente proyecto se realizará de acuerdo a los siguientes parámetros:
1. Se tendrá en cuenta el cumplimiento de las actividades programadas. Esta
evaluación se considerará como objetiva y se hará con base en evidencias. Este
ítem se evaluará en una escala de 1 a 4, siendo 4 la máxima valoración.
2. Se evaluará el impacto que sobre la comunidad educativa tenga el presente
proyecto. Esta se considerará una evaluación subjetiva y calificará en una escala
de 1 a 4, siendo 4 la máxima valoración.
De acuerdo con la legislación vigente, esta evaluación se realizará por parte del Consejo
Directivo al finalizar el año.
10. PRESUPUESTO
26. 26
CONCEPTO VALOR
UNITARIO
CANTIDAD TOTAL
Fotocopias $70 2.610 $182.700
Resaltadores $1400 13 $18.200
Pliego de cartón cartulina para
elaboración de urnas
$900 6 $5.400
Urna de madera para SQR $70.000 1 $70.000
Sobres de manila $300 20 $6.000
Papel craft para campañas $300 10 $3.000
Cajas de ligas $800 2 $1.600
Rollo cinta de enmascarar ancha $3.600 2 $7.200
Rotuladores $1.000 6 $6.000
Lapiceros rojos y negros $600 26 $15.600
GRAN TOTAL= $315.700
11. BIBLIOGRAFÍA
Constitución Política de Colombia de 1991.
27. 27
Ley 115 de 1994.
Decreto 1860 de 1994.
Art. 13. Decreto 2343 de 1996.
_____. 1995. La participación democrática y su relación con la educación. En Educación y
Democracia. Santafé de Bogotá: Fundación Estanislao Zuleta-Corporación Tercer Milenio.
Pg. 121-139.