1. ¿Planificas tu jubilación?: ¿Para qué?
Ángel Martínez-Aldama - Director del Observatorio Inverco
El tópico aplicado a los españoles de dejar la toma de decisiones hasta el último momento no
parece aplicable cuando de comprar bienes de consumo se trata (televisiones, “tablets”,
coches, etc.), ni tampoco cuando queremos comprar o alquilar una vivienda. En todos estos
casos le dedicamos mucho tiempo, incluso más del necesario. Así, comparamos precios,
características, tamaños, calculamos si disponemos del dinero necesario o, en caso contrario,
solicitamos un crédito informándonos previamente de todas sus características.
Sin embargo, cuando hablamos de inversiones financieras (Fondos de Inversión, Planes de
Pensiones, depósitos, seguros, etc…) no hacemos un análisis previo de nuestras necesidades
de ahorro presente y, no digamos ya de ahorro para nuestra jubilación, ¿por qué?
Las razones seguramente serán muy variadas, pero quizá la más relevante es que hasta ahora
los españoles creíamos que el nivel de las pensiones del sistema público se iba a mantener
invariable, otorgándonos una pensión media del 82% de nuestro último salario, con un tope de
35.320 euros anuales.
Sin ser alarmistas, el envejecimiento de la población está llevando al sistema público de
pensiones a un déficit estructural, que combinado con la reducción de cotizantes de la
seguridad social debido a la crisis económica en que nos encontramos desde hace cinco años,
déficit coyuntural, implica la necesidad de nuevas reformas del sistema.
¿Cuánto dinero voy a tener de pensión pública el día que me jubile? Esta parte de la ecuación
se va a despejar a partir de 2014, cuando los mayores de 50 años reciban en su domicilio
información de la pensión estimada que recibirán el día en que se jubilen. En recientes
encuestas dos de cada tres personas declaran desconocer cuál será su nivel de ingresos
cuando se jubile. La toma de decisiones de inversión requiere basarse en opiniones
informadas, por lo que esta próxima información va a ser muy relevante para que conozcamos
si necesitamos ahorrar o no para complementar nuestra futura pensión pública.
La otra parte de la ecuación, depende de cada uno de nosotros. Si creemos la pensión pública
que vamos a recibir es insuficiente, al menos lo será para los que ganen más de 35.320 euros
anuales, hay que ponerse manos a la obra.
Los productos a través de los que podemos canalizar nuestro ahorro para la jubilación son
varios: los inmuebles han sido tradicionalmente un valor refugio, si bien su iliquidez y su caída
de precios en los últimos años han puesto de manifiesto sus debilidades. También muchos
inversores prefieren ahorrar a largo plazo en productos financieros líquidos: depósitos, Fondos
de Inversión, Seguros, etc.
Sin embargo, la legislación española, al igual que la del resto de países de la OCDE, regula un
producto de ahorro para la jubilación como es el Plan de Pensiones, con reducción fiscal en las
aportaciones que nos permite diferir el pago de impuestos hasta el día de nuestra jubilación
(20-30 años), o anticipadamente en caso de necesidad por desempleo o enfermedad grave.
Las recientes reformas realizadas en el sistema público y las ya anunciadas sobre la aplicación
del denominado factor de sostenibilidad de las pensiones públicas supondrán una disminución
en porcentaje sobre nuestro último salario, para ir situándonos progresivamente en la media de
los países de la OCDE (42% de pensión en relación con el último salario, frente al 82% en
España).
Sin duda merece la pena que dediquemos tiempo a planificar la compra de bienes de consumo,
la del alquiler o compra de la vivienda, la de las vacaciones, pero dada la importancia del
asunto del que se trata, también, la de nuestra jubilación. Así, la próxima vez que nos
pregunten ¿Planificas tu jubilación? no respondamos “¿para qué?, sino “por supuesto”.