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¿Se puede aprender de la experiencia?
1. ¿Se puede aprender de la experiencia?
2016 se presenta como un año de incertidumbre y todos los expertos se encargan de
recordarnos cada día que nos encontramos ante un momento delicado de los
mercados, en el que podremos asistirá un cambio de ciclo de preferencia de activos
financieros.
En este escenario me acordaba del estudio que publicó en el año 2010 el Observatorio
Inverco sobre ‘El comportamiento de los partícipes de fondos de inversión ante
escenarios de incertidumbre’. Se analizaba el comportamiento de los partícipes en
fondos de 2007 a 2009 en renta variable nacional y renta variable mixta nacional, ante
las variaciones del IBEX-35, y el de los partícipes de renta variable-Euro ante las
variaciones del Eurostoxx-50. Releyendo dicho informe se aprecia que sus
conclusiones y consejos para el inversor están de plena actualidad: “En periodos de
crisis, factores como la volatilidad y el contexto de incertidumbre inducen a la toma de
decisiones precipitadas, provocando en el partícipe la pérdida de rentabilidad en sus
inversiones”.
En efecto, en el periodo analizado (2007-2009), y coincidiendo con un ciclo económico
adverso, el comportamiento de los inversores en fondos de renta variable se vio más
influenciado por el clima externo que rodeaba a los mercados que por datos
relacionados estrictamente con la evolución de los índices. Así, los partícipes
reembolsaron en periodos previos a grandes subidas de los índices o se incorporaron
tarde, cuando los índices ya habían experimentado revalorizaciones. En concreto, los
cerca de 235.000 partícipes de fondos de renta variable nacional y renta variable mixta
nacional, que reembolsaron sus participaciones desde 2007, se perdieron subidas del
IBEX-35 de hasta el 53%, entre marzo y diciembre de 2009.
Sin embargo, los factores externos al propio mercado no deberían tener tanta
influencia en la toma de decisiones. De las enseñanzas de lo que ocurrido en el
pasado, podemos extraer una serie de consejos para el inversor en fondos. En primer
lugar, que debe mantener una visión a largo plazo, intentando que no influyan los
sentimientos de mercado en sus decisiones de inversión. Además, el inversor debe
tener en cuenta siempre su perfil de riesgo y adecuar sus inversiones ante los
movimientos de los mercados.
Por otro lado, debe utilizar los traspasos entre fondos frente a los reembolsos para
invertir en otros instrumentos: la oferta de fondos es tan amplia que permite invertir en
casi todos los activos accesibles de forma directa y los traspasos permiten un
diferimiento fiscal de las ganancias que, en caso de reembolsos, hay que anticipar.
Es aconsejable también una mayor utilización de los fondos para canalizar las
inversiones en renta variable. De hecho, es el instrumento de ahorro más eficiente
para acceder a estos mercados. Cabe recordar que la inversión directa obliga a
tributar anualmente por los dividendos percibidos y también por las ganancias
obtenidas en cada venta de acciones mientras que, en la inversión a través de fondos,
el inversor no tributa por estas operaciones. ¿Cómo puede aprovechar mejor el
inversor los mercados vía fondos? Los fondos diversifican las inversiones en cartera (
no más de un 5% en un único valor), eliminando así el riesgo de una concentración
excesiva en determinados valores y sectores económicos. Además, la gestión de un
profesional permite, dentro de la vocación inversora del fondo, adaptar mejor la cartera
a los movimientos de los mercados.
2. En resumen, una mayor utilización del vehículo fondo de inversión, delegar la gestión
en un profesional y definir el horizonte temporal puede ser las mejores fórmulas para
ayudar a optimizar las inversiones.
Carmen Giménez. Observatorio Inverco.