1. La salud mental y la mujer
Oris Ruiz N.
orismariel@mail.com
Especialista en Salud Mental
Abordaremos algunos aspectos relevantes de la salud mental de la mujer. Sin
embargo antes de continuar, permítanme enfatizar: “La buena salud mental es
una parte importante de la salud general de la mujer”.
Conviene recordar que nuestra salud mental depende de la educación que hemos
recibido, de la interiorización de los valores y normas sociales, de cómo hemos
vivido e integrado nuestras experiencias, de las actitudes que tenemos hacia
nosotras mismas y hacia los demás, al igual que de los roles que desempeñamos
y de los obstáculos y presiones que existen sobre las mujeres, más que de las
características biológicas.
No obstante, en la actualidad, a partir de estudios, investigaciones y la
experiencia adquirida sabemos que entre las mujeres se observa una mayor
prevalencia de depresiones, ansiedad, somatizaciones y trastornos del
comportamiento alimentario que está condicionado por los factores psicosociales
de género.
Por lo tanto, Ser mujer en nuestra sociedad no significa lo mismo para todas.
Vivimos en un mundo cuya realidad es diversa y que depende de nuestro entorno,
nuestras posibilidades económicas, edad, educación, trabajo, pero incluso
teniendo en cuenta lo antes mencionado, podemos hablar de sentimientos,
experiencias y situaciones comunes que compartimos como colectivo.
La OMS (2014), señala algunos datos de interés sobre la Salud mental de las
mujeres:
- Los trastornos depresivos constituyen casi el 41,9% de los casos de
discapacidad debida a trastornos neuropsiquiátricos entre las mujeres,
mientras que entre los hombres causan el 29,3%.
- Los principales problemas de salud mental de la tercera edad son la
depresión, los síndromes orgánicos cerebrales y la demencia. La mayoría
son mujeres.
- Se estima que el 80% de los 50 millones de personas afectadas por
conflictos violentos, guerras civiles, desastres y desplazamientos son
mujeres y niños.
- Los casos en los que la violencia contra las mujeres prevalece durante toda
la vida oscilan entre un 16% y un 50%.
- Al menos 1 de cada 5 mujeres sufren violaciones o intentos de violaciones
a lo largo de su vida Sin embargo, han existido muchos mitos e ideas
erróneas sobre la salud mental de la mujer.
2. La salud mental y la mujer
Oris Ruiz N.
orismariel@mail.com
Especialista en Salud Mental
Vale la pena recalcar, “la salud mental individual de la mujer está determinada por
múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos”. Por ejemplo, las presiones
socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo bien conocido para la salud
mental de las personas y las comunidades. Las pruebas más evidentes están
relacionadas con los indicadores de la pobreza, y en particular con el bajo nivel
educativo.
La mala salud mental se asocia asimismo a los cambios sociales rápidos, a las
condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión
social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala
salud física y a las violaciones de los derechos humanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su “Informe Mundial sobre
Violencia y Salud” señala que la violencia doméstica se asocia con problemas
psicológicos: trastorno de estrés postraumático, depresión, ansiedad, problemas
psicosomáticos, abuso de alcohol y drogas, trastornos alimentarios, trastornos del
sueño y fobias y trastorno de pánico, entre otros. Toda esta sobrecarga de trabajo
y diversidad de roles (madre, cuidadora, trabajadora) facilitan trastornos como la
depresión o la ansiedad.
En definitiva, es frecuente observar como la afectación en la salud mental en las
mujeres se manifiesta a través del aumento de la queja somática y el estrés.
Mientras tanto, la atención que se ofrece lleva a que se cronifiquen los problemas
que hemos mencionado, la ayuda y la respuesta más habitual es el tratamiento
farmacológico, sin tener en cuenta el contexto social en el que se vive y las
circunstancias vitales de cada mujer.
Algunas recomendaciones para mejorar nuestra salud mental
- Reflexiona sobre tu vida y deseos
- No esperes a sentirte mal para cuidarte y dejar que te cuiden.
- Guarda un tiempo para descansar, para disfrutar, para hacer cosas que te
gustan. Pregúntate: ¿Qué quiero? ¿Cómo me siento? ¿Qué necesito?
- Descubre las dificultades y las limitaciones externas e internas que te
impiden avanzar y qué necesitas para sentirte bien.
- Trata de gustarte a ti misma y de disfrutar lo que haces.
- Comparte tus sentimientos, preocupaciones y deseos, esta medida te
ayuda a fortalecer y encontrar alternativas.
3. La salud mental y la mujer
Oris Ruiz N.
orismariel@mail.com
Especialista en Salud Mental
- Es conveniente que te relaciones con personas que estimulen y ayuden en
tu desarrollo personal * Pregúntate qué deseas y qué esperas de ti misma y
de las personas que te rodean, aprende a comunicarte asertivamente.
- Elabora un proyecto de vida propio que no esté en función de las personas
que te rodean. No ser solo "hija de...", "esposa de..." o "madre de...", sino
tener motivaciones, tiempo para relacionarse y poder tomar decisiones para
sentirse satisfechas y tener ilusiones.
- Compartir responsabilidades con la pareja e involucrar a los hijos y mayores
de la casa en las tareas según su edad y capacidad.
- Cuando haya que cuidar de otros familiares, personas mayores o enfermas,
busca ayuda en las personas del entorno, para compartir la atención que
requieren.
- Establece un horario al trabajo doméstico, de tal manera que permita tener
tiempo para realizar otras actividades, formarse, relacionarse y divertirse.
- Cuando tengas que cuidar de otros familiares, personas mayores o
enfermas, debes buscar ayuda en las personas que te rodean para
compartir la atención que requieren.
- Modifica tus actitudes y organiza tu vida laboral, social y familiar para que
logres disfrutar de diferentes facetas en tu vida.