Este documento describe un estudio que examina la relación entre la exposición a la violencia vicaria, los niveles de cortisol y el desarrollo de TEPT en niños cuyas madres han experimentado violencia de género. El estudio hipotetiza que una mayor exposición a la violencia vicaria se asociará con mayores niveles de cortisol y un mayor riesgo de TEPT. El estudio analizará estas variables en un grupo expuesto a la violencia vicaria y un grupo de control sin exposición, utilizando escalas validadas y muestras
Exposición a la violencia vicaria y sus efectos en la salud mental infantil
1. Exposición a la violencia vicaria: un factor de
riesgo para el desarrollo del trastorno estrés
postraumático y alteraciones en los niveles de
cortisol
Pablo Pérez Romero. pperez846@alumno.uned.es
Tutor: César Venero Núñez
Diseño de Investigación
2. RESUMEN
Desde hace unos años ha empezado a crecer el interés por la salud mental de niños y
niñas que han sido expuestos a situaciones de violencia de genero.
Este diseño trata de observar la relación que existe entre la violencia vicaria y los altos
niveles de cortisol y el desarrollo de TEPT en niños cuyas madres están o han estado en
situación de violencia de género.
La finalidad es concienciar y visibilizar el impacto que tiene este tipo de violencia en la
salud mental de los niños y niñas.
3. Violencia Vicaria
La violencia de genero se define como cualquier acto de violencia física o
psicológica ejercida hacia una mujer por parte de un hombre (RAE, 2019).
Ahora, la violencia vicaria es toda violencia ejercida sobre los hijos con el único fin
de hacer daño a la mujer (Vaccaro, et al. 2021). En la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de
diciembre, se recoge que los hijos e hijas de las mujeres victimas de violencia de
género, son victimas directas de este tipo de violencia.
Este tipo de violencia puede ser de varios tipos: - Física; Psicológica; Sexual;
Económica; Judicial; Abandono o manipulación. (Porter y López Angulo, 2022).
INTRODUCCIÓN
4. Violencia Vicaria
El primer estudio hecho en España sobre violencia vicaria, fue a manos de la
psicóloga Sonia Vaccaro. En su estudio longitudinal, se encontró que en todos los
casos de violencia de género, no había protección hacia los menores. Explica que
los hombres no se preocuparon de sus niños en el matrimonio pero que al
divorciarse pedían la custodia compartida, visitas, con el objetivo de seguir
contactando con la victima pero esta vez mediante los hijos.
Cuando los niños son testigos de violencia, queda patentes en ellos una
inseguridad por la incertidumbre que generan sus figuras de apego. Dejando
consecuencias psicológicas, físicas y emocionales (Beutel, et al. 2017).
5. Trastorno del estrés post traumático
El termino de TEPT se ha definido según 2 aspectos: La respuesta de estrés
patológico y el trauma caracterizado por un malestar provocado por el recuerdo
de dichas experiencias traumáticas (Morrison, 2015). Y para su diagnostico en
población infanto-juvenil, se tiene en cuenta el desarrollo cognitivo, emocional y
del lenguaje.
El TEPT afecta tanto a su autoestima como a su autoconcepto, ya que se
encuentran en época de vulnerabilidad psicológica. Además, aparecen deterioros
en su capacidad de atención y aprendizaje, como en sus altos niveles de estrés y
ansiedad (Goodall et al. 2017).
Un estudio con niños entre 4 y 18 años con diagnostico de TEPT se observaron
consecuencias tanto a nivel cognitivo como mental y psicológico, afectando a sus
funciones ejecutivas en comparación con el resto
6. Cortisol y HHA
El cortisol, es una hormona esteroide que ejerce funciones adaptativas para
responder a estímulos adversos aumentando sus niveles. Cuando el peligro a
pasado, el cortisol vuelve a su estado base (Cerda-Molina, et al. 2017). El eje
Hipotálamo-Hipofisario-Adrenal (HHA) es el encargado de provocar la liberación
de cortisol ante dichos eventos.
El estrés, de manera fisiológica, se expresa así, desencadenando la liberación de
cortisol. Cuando se repite reiteradamente un evento estresante, se genera una
sensibilización en el sistema de regulación, alterando la retroalimentación.
Un estudio desarrollado por Cerda-Molina et al. (2017), se observo que a edades
tempranas, la exposición a eventos traumáticos y violentos alteraban el eje HHA a
largo plazo, y con ello, los patrones de secreción de cortisol, relacionándolo con el
desarrollo de depresión y TEPT.
7. Variables moderadoras
Según la ENSE (2017), en España, el sexo masculino presenta el doble de
problemas que las niñas a excepción de la depresión y ansiedad (síntomas
internalizantes) donde la mayor prevalencia se ha encontrado en niñas.
Teniendo en cuenta el modelo de vulnerabilidad de estrés, los niños llegan a la
adolescencia y enfrentan estos síntomas de diferente manera durante su desarrollo,
por lo que puede variar el nivel y curso del trastorno (Cicchetti & Toth, 1995).
Esta diferencia de sexos en los síntomas que estamos describiendo, podrían
suponer una “brecha de género”, no solo para los síntomas depresivos que
padecen más las niñas, sino para los síntomas internalizantes en general que,
dadas las diferencias entre sexos, también se dan en la edad ya que se producen en
momentos de desarrollo previos (Rey Bruguera, et al. 2023)
8. Participantes
La muestra estará compuesta por 60 niños y niñas de entre diez y dieciséis años.
El primer grupo, el grupo experimental, estará formado por 30 niños y niñas
cuyas madres estén diagnosticadas como víctimas de violencia de género y que
acudan a instituciones públicas y privadas de España. El segundo grupo, el grupo
control, estará formado por 30 niños y niñas con familias intactas.
METODO
Variables
Este diseño de investigación, ha identificado la exposición a la violencia vicaria
como variable independiente, mientras que los niveles de cortisol y el riesgo de
desarrollar TEPT se consideran variables dependientes.
Se ha partido de la siguiente hipótesis:
H1: Existe una relación positiva entre la exposición a la violencia vicaria y el aumento de los
niveles de cortisol, lo que a su vez se correlaciona con el aumento del riesgo de desarrollar
trastorno de estrés postraumático.
H0: No existe una relación entre la exposición a la violencia vicaria y el aumento de los
niveles de cortisol, ni correlación con el aumento del riesgo de desarrollar trastorno estrés
postraumático
9. Instrumentos de recogida de datos
Escala de Exposición Infantil a la Violencia Doméstica (Child Exposure to Domestic Violence,
CEDV): Jeffrey L. Edleson, Katy K. Johnson, Narae Shin (2007)).
Análisis de cortisol en saliva.
Escala infantil de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (Child PTSD Symptom scale,
CPSS: Foa, Johnson, Feeny y Treadwell (2001)).
Procedimiento
El procedimiento en los dos grupos, consistirá en que el profesional colaborador procederá a
llevar a cabo invitaciones dirigidas a todas las mujeres que estén interesadas en participar en la
investigación.
Obtenido el consentimiento, se procederá a la fase de recogida de datos, llevada cabo por
personal cualificado y entrenado para la obtención de los datos que esta investigación requiere
(Psicólogos familiarizados con los distintos instrumentos). La recogida de datos se llevará a
cabo en varias sesiones de 45 min, para los instrumentros psicométricos y para la recogida de
saliva se les entregará unas instrucciones y un kit de recolección con el que recogerán muestras
durante un mes.
10. Análisis de datos
Para el análisis de datos, mediante el software SSPS se obtendrá el modelo de
regresión multiplie.
A la hora de comparar las diferencias entre los dos grupos, se realizara un análisis de
varianza (ANOVA) de un solo factor.
RESULTADOS
Los resultados esperados en el modelo de regresión multiple para el valor de β1, sería
un valor positivo, lo que indicaría que conforme aumenta la exposición a la violencia
vicaria, aumentan los niveles de cortisol y el riesgo de desarrollar TEPT. Para el valor 𝑅
2, se esperan valores altos que indicarían la relación entre la variable independiente y
las variables dependientes.
Para el análisis de varianza (ANOVA) se espera un valor p pequeño (p<0,05), lo que
mostraría que no se debe al azar la diferencia entre los dos grupos. Además, se
obtendría un valor F estadístico grande, que revelaría que la variable independiente
está relacionada con las variables dependientes y que la existe una diferencia
significativa entre los dos grupos.
11. DISCUSIÓN
A partir de las hipótesis que se formularon al principio, los resultados confirmarían
dichas hipótesis.
Estas hipótesis se verían respaldadas en el estudio que desarrollo Cerda-Molina, et al.
(2017) o en el estudio de Pérez-Fuentes et al. (2021).
Pero, ¿Quién cuida de los niños en estos casos? Pues tal y como reveló el estudio de
Sonia Vaccaro (2021), en todos los casos de violencia de género, la protección hacia
los menores no existía. Vemos como los niños sufren una instrumentalización y se les
impone responsabilidades que no les pertenecen. Además, en el estudio se expuso
que al menos 50 niños fueron asesinados por sus padres biológicos o las parejas de
las madres.
Como limitaciones, este diseño no es longitudinal, no se puede observar cambios en
los niños. Además, es un diseño con el objetivo de poder replicarse con poco
presupuesto. Por tanto, como propuesta para el futuro, creo que sería conveniente
estudios que disponga de un mayor presupuesto para poder observar si este tipo de
violencia tiene impacto sobre ciertas zonas del cerebro.