Centro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptx
Genética y Ambiente
1. GENÉTICA Y AMBIENTE
AUTOR: ERIKA SARMIENTO HERNÁNDEZ
MATERIA: BIOLOGÍA
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA
FECHA:31 DE MARZO DEL 2019
2. GENÉTICA Y AMBIENTE
El dilema entre herencia y ambiente ha marcado gran parte de la historia de la Psicología generando fuertes polémicas
dentro de este campo. Durante el siglo pasado, ambientalistas e innatistas trataron de demostrar el predominio de un u
otro aspecto en el desarrollo humano. Sin embargo, en el presente, la mayoría de las investigaciones que intentan
comprender los procesos involucrados en el desarrollo requieren modelos relacionales, interactivos, donde los factores
genéticos y ambientales aparecen operando en conjunción.
Actualmente, la Genética del comportamiento es, sin lugar a dudas, uno de los principales campos de investigación
psicológica. Los avances científicos producidos en los últimos años en las disciplinas de Genética cuantitativa y
molecular se han dado cuenta de que los genes juegan un papel importante en la conducta humana, aportando, asimismo,
la mejor evidencia disponible sobre la importancia del ambiente en las diferencias individuales de los caracteres
psicológicos.
3. • Se abordaran dos temas para poder entender un poco mas sobre el tema:
1. Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner Interacción Genes-Ambiente
2. Desarrollo del comportamiento antisocial: factores psicobiológicos, ambientales e interacciones genotipo-ambiente.
• Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner Interacción Genes-Ambiente
Las características del caso del Síndrome de Turner son: mosaicismo, impronta genómica, penetrancia y expresividad. Mosaicismo
corresponde a la coexistencia, en un mismo individuo, de dos o más poblaciones celulares con distinto genotipo. El fenómeno de
impronta hace referencia a la expresión diferencial de los genes según sean de procedencia paterna o materna.
La literatura revela que las mujeres con Síndrome de Turner no presentan dificultades Vulnerabilidad Social en el Síndrome de
Turner: 1El imprinting genético corresponde a genes que se expresan exclusivamente en uno de los cromosomas parentales, la
pérdida del cromosoma X que contiene los alelos no inactivados da como resultado una ausencia completa de los genes
correspondientes. 2
El 50% de las mujeres con ST presentan ausencia completa del cromosoma X, el 40% presentan mosaicismo (dos o más líneas
celulares), y el 10% anomalías estructurales del cromosoma X. 323 en las habilidades verbales y las capacidades intelectuales (sólo
el 10% poseen cierto grado de retraso mental o trastornos del lenguaje). Sin embargo, se han reportado dificultades en diversos
procesos de aprendizaje debido a problemas en el funcionamiento ejecutivo, especialmente en memoria de trabajo y tareas que
requieren control de la impulsividad y automonitoreo Asimismo, se han observado déficit en las habilidades visuoespaciales, en
tareas visuomotoras y tareas de manipulación de información relación-espacial; registrándose dificultades para generar y/o
comprender conceptos abstractos, para planificar y llevar a cabo tareas complejas y mantener la atención activa
4. • El análisis precedente da cuenta de como las particularidades genéticas, físicas y psicológicas que
expresan las mujeres con Síndrome de Turner afectan la capacidad y calidad de sus relaciones sociales.
Si bien en la infancia las dificultades en el aprendizaje solapan esta disfunción, en la adolescencia se
vuelve más pronunciada teniendo repercusiones en la edad adulta. Los modelos propuestos para el
estudio de la disfunción social indagan sobre la forma en que actúa el ambiente sobre el desarrollo
psicológico, y de cómo a su vez éste se ve afectado por factores genéticos que actúan en interacción.
Identificar mecanismos de riesgo ambiental, tales como, falta de estimulación temprana, retraso en la
inducción puberal, escaso apoyo social, experiencias educativas y familiares negativas, etc., que
repercuten a nivel psicológico y potencian la disfunción social en una población vulnerable como las
mujeres con Síndrome de Turner, permite el diseño de programas de prevención e intervención
psicológica en el ámbito individual y familiar.
5. • Desarrollo del comportamiento antisocial: factores psicobiológicos, ambientales e interacciones genotipo-
ambiente.
• FACTORES AMBIENTALES Y COMPORTAMIENTO ANTISOCIAL
Para comprender el desarrollo de algunos rasgos asociados con el comportamiento antisocial, como la agresividad,
conviene entender el desarrollo natural de ésta. Quizás la mejor información actual proviene de los estudios
longitudinales llevados a cabo por el grupo de Tremblay, de la Universidad de Montreal. Estos estudios, iniciados en la
década de los años setenta, pusieron de relieve que, en contra de la percepción habitual, la edad en la que los niños son
más agresivos es entre 1 y 4 años, y no durante la adolescencia , como habitualmente se considera. No obstante, cuando
los adolescentes empiezan a separarse de los padres y amplían el repertorio de amistades o compañías, intensifican la
gravedad de aquellos actos antisociales que puedan cometer . También en esta línea, Widom fue la primera investigadora
que aportó evidencias empíricas acerca de los efectos de la adversidad ambiental sobre el desarrollo del comportamiento
antisocial, rompiendo así el tópico que afirmaba que la violencia genera violencia. Hizo un seguimiento longitudinal de
un grupo de chicos que habían sido víctimas de maltrato. Cabe mencionar que en todos los casos había una sentencia
firme que así lo avalaba. El hecho de haber sufrido maltrato infantil incrementaba en un 30% las posibilidades de que los
niños o niñas víctimas se convirtieran en maltratadores cuando fueran adultos.
6. • Otro nivel biológico que requiere análisis corresponde a las bases genéticas del comportamiento
antisocial. Estudios de genética cuantitativa informan de que alrededor del 50% de la variabilidad de este
comportamiento en la población se debe a la variabilidad en los genes de esa población; así lo indican la
mayoría de estudios en humanos . Estos datos apoyan la idea de que una parte importante de la etiología
del comportamiento tiene relación con los genes. Sin embargo, los esfuerzos realizados hasta ahora para
encontrar genes concretos con un gran efecto no han cubierto las expectativas generadas. Entre éstos, sin
duda, el caso más espectacular fue el hallazgo realizado por Brunner et al , quienes encontraron que una
mutación puntual en el gen de la monoaminooxidasa A (MAOA) parecía ser el responsable del
comportamiento manifiestamente antisocial de los hombres de una familia.
• hasta 2002 cuando empezó a resolverse la dicotomía entre genes y ambiente en el ámbito del
comportamiento antisocial y se retomó este problema. El grupo de Caspi y Moffit , del Institute of
Psychiatry de Londres, fue el primero en demostrar una relación directa entre el efecto del entorno en
combinación con un gen particular, el de la MAOA, cuando investigaron una población de chicos, desde
la infancia hasta la edad adulta, en el marco de un estudio longitudinal. Hasta el momento, algunos
estudios habían relacionado el gen de la MAOA con el comportamiento violento , y otros habían
demostrado el efecto del maltrato infantil en el desarrollo del comportamiento antisocial . Basándose en
estos hallazgos, Caspi et al plantearon la hipótesis de que la MAOA podía moderar la influencia de la
adversidad ambiental en los sistemas neurales implicados en el desarrollo del comportamiento antisocial.
7. • las interacciones genotipo-ambiente ocurren cuando el efecto de un patógeno ambiental en la salud de
una persona es moderado por el genotipo de ésta. Tanto la neurología como la psiquiatría han realizado
ingentes esfuerzos hasta la fecha para encontrar genes directamente relacionados con diferentes
patologías. Así, ambas dsciplinas pueden beneficiarse enormemente de la investigación en el ámbito de
las interacciones genotipo-ambiente, produciendo éstas un gran efecto en la investigación en
neurociencia. Los trabajos presentados, a pesar de ser pioneros, presentan una gran limitación: no tienen
una cadena de infereincia causal robusta que sustente las relaciones entre genes, ambiente y
comportamiento antisocial
8. REFERENCIAS:
• PSICOLOGIA CIENCIA E PROFISSÃO, 2009, 29 (2) desde https://turnerandalucia.org/wp-
content/uploads/2016/11/v29n2a09.pdf
• REV NEUROL 2009; 48 (4) desde https://www.researchgate.net/profile/Antonio_Andres-
pueyo/publication/24024422_The_development_of_antisocial_behavior_Psychobiological_and_environ
mental_factors_and_gene-environment_interactions/links/02e7e51c71de442f8d000000.pdf