"Desarrollo del comportamiento antisocial: factores psicobiológicos, ambientales e interacciones genotipo-ambiente”
“Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner: Interacción Genes-Ambiente”
Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
la relación entre genética y comportamiento
1. FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES
PSICOLOGÍA
BIOLOGÍA
LA RELACIÓN ENTRE GENÉTICA Y COMPORTAMIENTO
JHON JAIRO NIÑO SANTOS
ESTUDIANTE
100051496
CUATRIMESTRE II
AÑO 2018
2. LA RELACIÓN ENTRE GENÉTICA Y COMPORTAMIENTO
DESARROLLO DEL COMPORTAMIENTO ANTISOCIAL:
FACTORES PSICOBIOLÓGICOS, AMBIENTALES E INTERACCIONES GENOTIPO-
AMBIENTE
El comportamiento antisocial puede definirse como un patrón general de desprecio y violación
de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o el principio de la adolescencia y
continúa en la edad adulta. El comportamiento antisocial es un fenómeno muy amplio que
incluye distintos ti- pos de acciones, de las cuales destacan diferentes tipos de agresión, robos,
engaños, conductas impulsivas, ultrajes y violencia entre sus diferentes manifestaciones. Estos
comportamientos se pueden manifestar tanto en el ámbito clínico como normativo.
Las consecuencias de todos estos comportamientos se traducen en una grave preocupación
social en la actualidad, ya que constituyen el núcleo de la delincuencia violenta.
IMAGEN 1: por Sergio Ortiz | Abr 6, 2014 | Psicología |
Parece que el comportamiento agresivo requiere que las neuronas dopaminérgicas
mesocorticolímbicas permanezcan intactas, aunque estas neuronas también están implicadas en
aspectos motivacionales en otros comportamientos. El ácido γ-aminobutírico (GABA), la
noradrenalina, el óxido nítrico o la monoaminooxidasa (MAO), entre otros, se han relacionado de
una forma u otra con aspectos del comportamiento antisocial.
Las hormonas esteroides también se han involucrado en comportamientos relacionados con la
conducta antisocial, como la agresión. La castración, por ejemplo, reduce enormemente las
3. conductas agresivas en muchas especies, aunque algunos estudios recientes han documentado
ciertas excepciones. Sin embargo, incluso en humanos, la testosterona desempeña un papel muy
importante.
Estudios de genética cuantitativa informan de que alrededor del 50% de la variabilidad de este
comportamiento en la población se debe a la variabilidad en los genes de esa población; así lo
indican la mayoría de estudios en humanos. Estos datos apoyan la idea de que una parte
importante de la etiología del comportamiento tiene relación con los genes.
Cuando los adolescentes empiezan a separarse de los padres y amplían el repertorio de
amistades o compañías, intensifican la gravedad de aquellos actos antisociales que puedan
cometer. El hecho de haber sufrido maltrato infantil incrementaba en un 30% las posibilidades de
que los niños o niñas víctimas se convirtieran en maltratadores cuando fueran adultos. Pero este
ambiente adverso, por sí mismo, era incapaz de explicar por qué unos niños se convertían en
adultos violentos, y otros, no. ¿Cuáles son, pues, los factores que protegen o predisponen al
comportamiento antisocial? Observaron el comportamiento antisocial y varias medidas de
agresividad en un grupo de adoptados de los cuales se tenía constancia de los historiales
judiciales y hospitalarios de los padres biológicos, así como de los adoptivos. Hallaron que el
comportamiento antisocial de los padres biológicos predecía un incremento en diferentes formas
de conducta antisocial. También encontraron que el ambiente de crianza influía
significativamente en el incremento de comportamiento antisocial. En resumen, se halló que la
interacción entre factores genéticos y ambientales, así como los ambientales en sí, eran
responsables de la variabilidad en la agresividad y del trastorno de conducta en los adoptados.
Sin embargo, este estudio pasó bastante desapercibido y no fue hasta 2002 cuando empezó a
resolverse la dicotomía entre genes y ambiente en el ámbito del comportamiento antisocial y se
retomó este problema.
El grupo de Caspi y Moffit, del Institute of Psychiatry de Londres, fue el primero en demostrar
una relación directa entre el efecto del entorno en combinación con un gen particular, el de la
MAOA, cuando investigaron una población de chicos, desde la infancia hasta la edad adulta,
en el marco de un estudio longitudinal. Hasta el momento, algunos estudios habían
relacionado el gen de la MAOA con el comportamiento violento, y otros habían demostrado el
efecto del maltrato infantil en el desarrollo del comportamiento antisocial. Basándose en estos
4. hallazgos, Caspi et al plantearon la hipótesis de que la MAOA podía moderar la influencia de
la adversidad ambiental en los sistemas neurales implicados en el desarrollo del
comportamiento antisocial.
IMAGEN 2: By Catherine Winters, LiveScience Contributor | June 17, 2013 07:38am ET
Podemos afirmar que tenemos un conocimiento parcial del problema y con evidencias
causales escasas, aunque las evidencias de asociación entre diferentes variables y el
comportamiento antisocial son numerosas. Conocemos la interacción entre genes y ambiente en
el desarrollo del comportamiento antisocial, pero tenemos pocos indicios acerca de los
mecanismos que nos llevan desde la expresión del gen de la MAOA y la influencia del ambiente
hostil durante el desarrollo, hasta el comportamiento antisocial. Sin duda, en el futuro debemos
esperar el desarrollo de estudios en el ámbito de la neurociencia cognitiva que confirmen de
forma causal el efecto del gen de la MAOA sobre el comportamiento antisocial, así como el
efecto de la adversidad ambiental, y así estudiar los circuitos que pueden verse afectados de
forma conjunta.
5. VULNERABILIDAD SOCIAL EN EL SÍNDROME DE TURNER:
INTERACCIÓN GENES-AMBIENTE
El Síndrome de Turner es un trastorno genético, no heredable, que se caracteriza por la
deleción total o parcial del cromosoma X en el sexo femenino. El estudio de la disfunción social
que presentan las mujeres con este síndrome, es decir, de la capacidad para relacionarse con el
entorno y la calidad de los vínculos tiene importantes implicaciones en la comprensión de la
forma en que actúa el ambiente sobre el desarrollo psicológico, y de cómo a su vez éste se ve
afectado por factores genéticos que actúan en interacción.
El Síndrome de Turner es un trastorno cromosómico no heredable, determinado por la
delección total o parcial del cromosoma X en el sexo femenino. Su incidencia poblacional es de
1:1900 mujeres nacidas vivas, sin embargo la frecuencia de aparición prenatal es aún mayor a la
expuesta, ya que se estima que un 99% de los embarazos que portan esta anomalía terminan en
abortos espontáneos durante el primer trimestre. Si bien el fenotipo externo es muy variable,
ciertos rasgos físicos presentan un mayor índice de prevalencia poblacional, tales como: talla baja
(100%), infertilidad (99%), ausencia de la maduración puberal (96%) y cardiopatía congénita
(55%) (Ramos, 2003). Las nuevas tecnologías en biología molecular establecen relaciones entre
el cuadro clínico observado en esta población y la deleción e inactivación del material genético
del cromosoma X, relacionando regiones cromosómicas críticas y sus genes correspondientes con
determinadas alteraciones físicas y psicológicas. Un ejemplo de lo expuesto lo constituye la talla,
cuando la deleción se presenta en el brazo corto (p) la mujer con Síndrome de Turner presentará
talla baja. Sin embargo, cuando la deleción se produce en el brazo largo (q), no presentará
dificultades en su talla pero tendrá disgenesia gonadal.
ASPECTOS NEUROPSICOLÓGICOS EN EL SÍNDROME DE TURNER:
INTERACCIÓN GENES-AMBIENTE
La literatura revela que las mujeres con Síndrome de Turner no presentan dificultades
Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner: El imprinting genético corresponde a genes que
se expresan exclusivamente en uno de los cromosomas parentales, la pérdida del cromosoma X
que contiene los alelos no inactivados da como resultado una ausencia completa de los genes
correspondientes. El 50% de las mujeres con ST presentan ausencia completa del cromosoma X,
el 40% presentan mosaicismo (dos o más líneas celulares), y el 10% anomalías estructurales del
cromosoma X. en las habilidades verbales y las capacidades intelectuales (sólo el 10% poseen
6. cierto grado de retraso mental o trastornos del lenguaje). Sin embargo, se han reportado
dificultades en diversos procesos de aprendizaje debido a problemas en el funcionamiento
ejecutivo, especialmente en memoria de trabajo y tareas que requieren control de la impulsividad
y automonitoreo.
IMAGEN 3: http://turners.nichd.nih.gov/clinical.html
Cabe destacar, también, la importancia del ambiente familiar y social en el desarrollo
neuropsicológico de las mujeres con Síndrome de Turner. Un contexto estimulante resulta
propicio para el desarrollo cognitivo general potenciando al máximo sus capacidades. Se
considera que la estimulación temprana resulta relevante ya que la plasticidad cerebral es
inversamente proporcional a la edad. Las investigaciones presentadas refuerzan la hipótesis que
considera al Síndrome de Turner como un “modelo genético sensible” donde la expresión
diferencial en las características neuropsicológicas surge de la interacción, durante el desarrollo
pre y postnatal, de factores genéticos y ambientales.
7. LA DISFUNCIÓN SOCIAL COMO VARIABLE SUSCEPTIBLE DE RIESGO
AMBIENTAL EN EL SÍNDROME DE TURNER
Uno de los primeros estudios realizados en cognición social en el Síndrome de Turner es el de
Skuse et al. (1997) cuyo objetivo fue establecer la relación entre impronta genómica y cognición
social. Sus resultados demostraron que las mujeres que heredan el cromosoma X materno
presentan mayores dificultades en esta área que aquellas que heredan el X paterno. Según Skuse
hay un locus genético para la cognición social, que es imprintado y se expresa por la herencia del
cromosoma materno. Asimismo, Lawrence et al. (2007) reportó que las mujeres con monosomía
del X donde el cromosoma X es heredado de la madre tienen mayores dificultades en el ajuste
social que aquellas que heredan el cromosoma paterno.
El análisis precedente da cuenta de cómo las particularidades genéticas, físicas y psicológicas
que expresan las mujeres con Síndrome de Turner afectan la capacidad y calidad de sus
relaciones sociales. Si bien en la infancia las dificultades en el aprendizaje solapan esta
disfunción, en la adolescencia se vuelve más pronunciada teniendo repercusiones en la edad
adulta. Los modelos propuestos para el estudio de la disfunción social indagan sobre la forma en
que actúa el ambiente sobre el desarrollo psicológico, y de cómo a su vez éste se ve afectado por
factores genéticos que actúan en interacción. Identificar mecanismos de riesgo ambiental, tales
como, falta de estimulación temprana, retraso en la inducción puberal, escaso apoyo social,
experiencias educativas y familiares negativas, etc., que repercuten a nivel psicológico y
potencian la disfunción social en una población vulnerable como las mujeres con Síndrome de
Turner, permite el diseño de programas de prevención e intervención psicológica en el ámbito
individual y familiar. Estos programas favorecerán el fortalecimiento y generación de nuevos
recursos en las mujeres con Síndrome de Turner, potenciando la calidad de sus interacciones, la
confianza en sí mismas y en sus capacidades para comunicarse y vincularse.
Asimismo, el desarrollo de nuevas técnicas de investigación como la genética molecular, la
neuroimagen funcional y el estudio de la bioquímica cerebral, así como la incorporación de un
equipo de trabajo multidisciplinario (neurólogos, pediatras, genetistas, psicólogos, docentes y
padres) al estudio de los trastornos genéticos como el Síndrome de Turner, permite un abordaje
integral, desde un enfoque biopsicosocial, y un mayor conocimiento y comprensión de la
interacción entre los genes y el ambiente en la expresión de la conducta.
8. BIBILIOGRAFIA
- “Desarrollo del comportamiento antisocial: factores psicobiológicos, ambientales e
interacciones genotipo-ambiente”
https://www.researchgate.net/profile/Antonio_Andres-
pueyo/publication/24024422_The_development_of_antisocial_behavior_Psychobiological_an
d_environmental_factors_and_gene-
environment_interactions/links/02e7e51c71de442f8d000000.pdf
- IMAGEN 2: By Catherine Winters, LiveScience Contributor | June 17, 2013 07:38am ET
- IMAGEN 3: http://turners.nichd.nih.gov/clinical.html
- IMAGEN 1 por Sergio Ortiz | Abr 6, 2014 | Psicología |
- Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner: Interacción Genes-
Ambiente” http://www.scielo.br/pdf/pcp/v29n2/v29n2a09