El documento describe la misericordia como la vía entre Dios y el hombre, revelada por Jesús a través de sus palabras y acciones. Jesús muestra que Dios es como un Padre compasivo que perdona siempre y ofrece nuevas oportunidades de redención. La misericordia es fundamental para la Iglesia y debe estar presente en todas sus obras a través de la ternura hacia los creyentes.

2. “Jesús de Nazaret con
su palabra, con sus
gestos y con toda su
persona revela la
misericordia de Dios”.
Misericordiae Vultus, 1.-

3. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre,
porque abre el corazón a la esperanza de ser
amados no obstante el límite de nuestro pecado”.
Misericordiae Vultus, 2.-

4. “…la misericordia de Dios no es una idea
abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él
revela su amor…”. Misericordiae Vultus, 6.-

5. “…Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un
Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no
haya disuelto el pecado y superado el rechazo con
la compasión y la misericordia”. Misericordiae Vultus, 9.-

6. “La misericordia es la viga maestra que sostiene la
vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral
debería estar revestido por la ternura con la que
se dirige a los creyentes…”. Misericordiae Vultus, 10.-

7. “En nuestras parroquias… dondequiera que haya
cristianos, cualquiera debería poder encontrar un
oasis de misericordia”. Misericordiae Vultus, 12.-

8. “…Dios está siempre disponible al perdón y nunca
se cansa de ofrecerlo de manera siempre nueva…
Todos nosotros vivimos la experiencia del pecado”.
Misericordiae Vultus, 22.-

9. “Un corazón misericordioso se anima a salir de su
comodidad; un corazón misericordioso sabe ir al
encuentro de los demás, logra abrazar a todos”.

10. “Si tú eres débil, si tú caes, mira un poco alto y
verás la mano tendida de Jesús que dice,
¡Levántate! La mano de Jesús está siempre para
levantarnos, ¿han comprendido?”

11. “Señor, lánzanos a la aventura de la misericordia, a
la aventura de construir puentes y derribar
muros”. Homilía en Cracovia - 2016

12. “…la Iglesia será llamada a curar estas heridas, a
aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas
con la misericordia y a curarlas con la solidaridad…”.
Misericordiae Vultus, 15.-

13. “Él, en ese momento que nos llama, está mirando
todo lo que podríamos dar, todo el amor que
somos capaces de contagiar”.

14. Presentación: Pablo Garegnani