2. CRIOTERAPIA
La crioterapia consigue una serie de reacciones químicas dentro de nuestro
organismo que favorecen la alimentación celular, así como un aumento y una
mejora de la circulación sanguínea. Estos son algunos de sus beneficios:
Hace trabajar el músculo cardíaco aumentando sus volúmenes, sobre todo, de
llenado diastólico, pero no su frecuencia cardíaca.
Favorece la acción de la insulina mejorando los niveles de azúcar simple en
sangre. Además, aumenta la correcta secreción de enzimas pancreáticos,
como la insulina, o hepáticos, como las transaminasas.
Ayuda a la circulación de sustancias gástricas y, por tanto, a su digestión
estomacal, así como a la evacuación de las heces a nivel del intestino grueso.
También mejora la musculatura intestinal.
3. TERMOTERAPIA
La Termoterapia es una disciplina que se engloba dentro de la fisioterapia y se
define como el arte y la ciencia del tratamiento de enfermedades y lesiones
mediante la aplicación de calor o frío. Para diferenciar la aplicación de calor o frío
se ocupa el término Crioterapia para la aplicación de frío con fines terapéuticos.
La aplicación de calor sobre el cuerpo puede ser a través
de conducción, radiación, o convección
Se recomienda practicar la Termoterapia con elementos adecuados para un buen
resultado, debido a la variedad de métodos de aplicación tales como: radiación
infrarroja, compresas de semillas, bolsas de gel, piedras, aplicaciones
de parafina y puede ser aplicado a nivel superficial o a niveles de tejidos
profundos (véase también electroterapia de alta frecuencia).
La termoterapia es una valiosa herramienta terapéutica en numerosos procesos
traumatológicos y reumáticos, siendo uno de sus efectos principales inmediatos, el
alivio del dolor. Cabe destacar que la Termoterapia aplicada de forma correcta
genera beneficios a corto plazo y no produce ningún efecto secundario en
comparación con los fármacos.