1. Solemnidad de la Santísima Trinidad AÑO A Jn 3, 16-18
Primera lectura Éx 34, 4b-6. 8-9 “Señor, Señor, Dios Segunda lectura 2Co 13, 11-13 “La gracia de Jesu-
compasivo y misericordioso”. cristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu
Santo”.
Salmo Dn 3, 52-56 “A ti gloria y alabanza por los si-
glos”. Evangelio Jn 3, 16-18 “Dios mandó su Hijo, para
que el mundo se salve por él”.
P orque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigé-
nito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que
tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mun-
do para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzga-
do, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Para situar el Evangelio en gencias y no de un factor sola-
la fiesta de la Santísima Tri- mente. Nosotros nunca vivi-
nidad mos, convivimos”.
La fiesta de hoy es un eco de
todo el tiempo pascual. En él he-
Para fijarnos en el Evangelio
mos contemplado el misterio del
amor del Padre en su Hijo y rea- Este texto esta en el contexto
lizado por el Espíritu Santo. Esta de un encuentro de Jesús y Ni-
fiesta pretende realzar la alaban- codemo (Jn 3,1-21). Nicodemo
za a Dios: que es Padre y Hijo y es fariseo y forma parte del
Espíritu Santo. Es una comunión Sanedrín (tribunal colegiado judío,
de amor que mira al mundo. presidido por el sumo sacerdote y com-
La alabanza a este Dios crea
puesto por 70 personas: un 1/3 de sa- de Juan 78 veces, y puede sig-
comunión entre nosotros y nos
cerdotes, otro de ancianos y otros de nificar: el cosmos, el mundo
doctores de la Ley). Más adelante, hostil a Jesús, y los hombres.
envía a recrearla con otros,
cuando algunos fariseos se co- Dios ama la creación entera;
empezando por los más necesi-
locan contra Jesús, Nicodemo “ama a todos los seres y no
tados de amor en el mundo.
sale en su defensa: “¿acaso aborreces nada de lo que has
Dice L. Boff: “Creer en la Trini- nuestra ley permite juzgar a hecho” (Sap 11,24). Pero ahora
dad implica aceptar que todo nadie sin escuchar primero y se refiere al mundo de los
se relaciona con el todo, for- averiguar lo que ha hecho?” hombres, a quien Dios ama y
mando un gran todo; que la (Jn7,50). Y, muerto Jesús, lleva en un grado tan elevado que,
unidad resulta de mil conver- cien libras de una mixtura de para que no se pierda ninguno
mirra y áloe (Jn19, 39) para, con de ellos, sino que todos se sal-
José de Arimatea, ofrecer un ven o alcancen la vida eterna,
encierro digno al cuerpo de Je- nos ha entregado su Hijo único.
sús. Las palabras que hoy en-
tran en la liturgia, están dirigi- Juan destaca, así que el amor de
das a Nicodemo y, en él, a los Dios es fuente de esta vida-sal-
judíos y a nosotros. vación. Es Dios quien tiene la
iniciativa en la salvación del
En estas palabras que Juan mundo... porque lo estima con
pone en boca de Jesús el amor un amor inmenso. Es una inicia-
de Dios al mundo (son expre- tiva gratuita: en ningún momen-
sión de la fe de la comunidad), to Jesús no dice que Dios espere
Jesús como expresión del amor la reciprocidad por parte del
de Dios. Jesús aparece como el mundo. Juan evangelista, más
“Hijo único” que Dios ha “dado”- adelante, sugiere lo contrario (Jn
“enviado” al mundo para que 15,18-19). El amor siempre va por
tengamos vida-salvación. delante, siempre es origen de
vida y siempre es gratuito.
“Mundo”, sale en el evangelio
2. del Padre, se ha convertido en nuestro defensor
(Rom 8,34).
Una nota sobre la figura de Jesús juez: Jesús es
juez, y esa potestad para juzgar se la ha confiado
el Padre, y el juicio de Jesús es justo (Jn 5,22.27.29).
En el ambiente judío, se esperaba que el Mesías
ejerciera de juez (el Bautista lo anunciaba en Mt
3,7.10.11.12): a Jesús se le presentaba con las imá-
genes del fuego abrasador, el hacha cortante
puesta a la raíz del árbol, y el bieldo que se intro-
duce en la parva para separar el trigo de la paja.
Así, Jesús es decisivo de cara a la salvación del
mundo y de cada uno de nosotros. Por esto, cada
cual decide ante Él -acogerlo (Jn 1,12) o rechazarlo
(Jn 1,10-11)- y esto también será decisivo. Esto es
el que quiere decir, en este texto, “creer” o “no-
creer” en Él. Ante Jesús -con todo lo que repre-
senta, que no se trata de un nombre vacío, ni de
una ideología, ni de una doctrina... sino de quien
ha muerto y ha resucitado mostrando el camino
del Reino de Dios. Cada cual se ha de posicionar.
Posicionarse porque el proyecto de Dios sólo se re-
aliza en la persona concreta, en la persona creyen-
te, en la persona que ha dicho SÍ (Jn 1,12; 3,18). No
es un proyecto que se imponga a ultranza a nadie
en concreto ni al mundo en general. Sólo puede
Los escritos de Juan no sólo remarcan que Dios ac- echar adelante en aquella persona que libremente
túa por amor sino que lo describen a Él mismo le acoge. Esto es “creer”. “No-creer” será el recha-
como “Amor” (1Jn 4,8.16). Y este amor se concreta zo, el cierre, hecho también como opción conscien-
con la venida del Hijo al mundo (Jn 1,14) dispuesto a te y libre. Así, la libertad siempre lleva el riesgo de
vivir todo lo que vivimos, incluida la muerte, dis- la posibilidad de condenación, a pesar de la volun-
puesto a dar la vida día a día hasta el final. Es po- tad salvadora de Dios, en el rechazo o cerramiento
sible que el texto de Jn 3,16 tenga como trasfondo del hombre al amor inmenso de Dios.
el pasaje del Génesis, en que se narra el sacrificio
de Isaac (Gn 22,2.16). La revelación del amor infinito No tenemos que confundir el uso de estos términos,
y eterno de Dios al hombre es medular en el cris- “creer” y “no-creer”, que se hace en el evangelio de
tianismo; al hombre se le pide que crea en él. Juan con el uso que se hace popularmente. Hay
mucha gente que cuando dice que “no cree” no está
El Evangelio, pues, presenta Jesús como don de expresando que rechace Jesús, a quien probable-
Dios. Un don que tiene una finalidad: la vida mente ni siquiera conoce; en muchos casos, proba-
“eterna” de los creyentes. Dios ama el mundo; su blemente, el “no creo” es equivalente a la pregunta
voluntad es la salvación universal. Tanto ama que por Dios. Una pregunta que espera respuesta, que
“entrega a su Hijo único”. Hace alusión a la cruz, espera el testigo sencillo y vital de quien dice que sí,
que expresa el amor inmenso de Dios en la fideli- que cree, en el Padre mostrado por Jesucristo. El
dad de Jesús, como Abrahán con Isaac. Dios es el testigo, el militante cristiano.
que justifica, que ni siquiera se reservó a su pro-
pio Hijo, sino que lo entregó por nosotros (Rom Recordemos que en Juan “creer y amar” son sinó-
8,32-33). Y Cristo, ahora, resucitado y a la derecha nimos. Sólo cree quien ama.
Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo
y, así, poder seguirlo mejor.
Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
Leo el texto. Después contemplo y subrayo.
Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otras personajes, la BUENA NOTICIA
que escucho... ¿cómo me posiciono ante el mundo que tanto ama Dios?
Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el evan-
gelio… Y apunto nombres de personas que, con su vida, me han mostrado el amor de Dios
(gratuito, creador de vida...)
Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.
Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
3. EL JUEGO DE LA TRINIDAD
Y los ricos que repartían sus riquezas.
Y repetí:
“¡Padre!” dije con un sollozo. La oración es el juego de la Trinidad
Y sentí una conmoción total. en el mundo
desde mí
Fue... un instante sin tiempo, hacia la libertad.
una ráfaga de viento
que pasa antes de llegar Y me sentí fuera de mí lanzado
y te derriba antes de que al corazón del conflicto...
te enteres de su llegada.
Y te grité otra vez:
Me tuve que poner en pie y grité: “¡Padre!”
“¡Padre! ¡Padre! ¡Padre!” Y conmigo gritó Jesús
y toda la procesión de miserables
El Espíritu me daba saltos dentro. que le seguían...
Jesús estaba a mi lado Y el grito era una bomba lanzada por el Espíritu...
diciendo: “¡Padre!”
Patxi Loidi, Mar adentro
Me dije:
La oración es el juego de la Trinidad
dentro de mí.
Todas mis ideas son de ellos,
todos mis sentimientos.
Y vi a Jesús acompañado.
Una multitud infinita le seguía,
como una cadena montañosa
que se pierde en el horizonte.
Cojos, ciegos y sordos,
todos los tullidos del planeta,
y las prostitutas,
y los publicanos,
todos los condenados de la tierra,
los pobres del mundo formando una comunidad
de explotados,
sin pan, sin cultura, sin alma...
a más lindo
Ver Juzgar Actuar “No hay nad ia unida...”
que la Famil
VER
H ace bastantes años, los Payasos de la Tele (Gabi, Fofó, Miliki,
Fofito...) cantaban una canción cuya letra decía: “No hay nada
más lindo que la familia unida, atados por los lazos del amor. Sen-
tir palpitar la misma sangre, sentir que es uno solo el corazón...”.
Cuando una familia está unida, esa comparación no se ve descabe-
llada. Y además, solemos hablar de “la familia García” o “la familia
Pérez”, en singular, pero sabiendo que ese nombre singular abar-
ca una pluralidad de personas. Y cuando conocemos a esa familia,
conocemos cuántas personas la integran.
JUZGAR
H oy, celebrando la solemnidad de la Santísima Trinidad, pode-
mos decir que estamos celebrando la fiesta de una familia,
de una Familia muy unida, también “atados por los lazos del
amor”, como decía la canción: es la fiesta de la Familia divina, a
4. quien llamamos en singular “Dios”. puertas por amor, porque Dios es Amor, un amor
inabarcable, infinito. Así lo ha dicho Él en el Evan-
Y al igual que ocurre con las familias humanas, la
gelio: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su
Familia Dios está integrada por diferentes miem-
Hijo único, para que no perezca ninguno de los
bros, por diferentes Personas. Y esto lo sabemos
que creen en Él, sino que tengan vida eterna. Por-
porque la propia familia Dios nos lo ha dado a co-
que Dios no mandó a su Hijo al mundo para con-
nocer. Así se dice en el Itinerario de Formación
denar al mundo, sino para que el mundo se salve
Cristiana para Adultos “Ser cristianos en el cora-
por Él». Tanto nos ama Dios, así es Dios.
zón del mundo” (tema 5): “El misterio de Dios-
Amor, de Dios-Comunión, es el misterio de la San- Y en las palabras de Jesús se nos revela que la fa-
tísima Trinidad... que sólo Dios puede dárnoslo a milia Dios está integrada por varias Personas: el
conocer al revelarse como Padre, Hijo y Espíritu Padre, con quien Jesús manifiesta una relación de
Santo”. Una revelación progresiva en la que Dios intimidad ya que es el modo normal con que Él
ha ido dándose a conocer poco a poco, adaptán- designa a Dios; el Hijo que es el nombre que Je-
dose a la capacidad de comprensión del ser hu- sús se da a sí mismo; y el Espíritu Santo, que pro-
mano. Así, en la 1ª lectura, el Señor se muestra a cede del Padre y del Hijo y que nos lo enseñará y
Moisés como «Dios compasivo y misericordioso, recordará todo.
lento a la ira y rico en clemencia y lealtad».
“Nuestro conocimiento de Dios va unido al don
Una revelación de Dios que alcanza su punto cul- de sí mismo que Dios nos hace”, y así lo entendie-
minante en Jesús. Una de las personas de la Fami- ron las primeras comunidades cristianas, que
lia Dios viene a nosotros y con su vida, palabra y como hemos escuchado en la 2ª lectura, hablaban
obras, nos muestra que “es ‘Dios con nosotros’. Es con normalidad y naturalidad refiriéndose a Dios
el Hijo eterno de Dios, que sin dejar de ser Dios se indistintamente tanto en singular («el Dios del
hizo hombre por nosotros en el seno de María, amor y de la paz estará con vosotros») como nom-
por obra del Espíritu Santo... y nos ha manifestado brando a las diferentes Personas que integran la
el rostro de Dios”. Familia divina («La gracia de nuestro Señor Jesu-
cristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu
En Jesús, la Familia Dios se da a conocer plena-
Santo esté siempre con vosotros»).
mente y abre sus puertas porque “Él ha venido
para hacernos hijos de Dios, con el don del Espíri-
tu Santo... para que vivamos en comunión de
amor y de vida con Él y con el Padre en el Espíritu
ACTUAR
Santo...”. En Jesús la Familia Dios nos abre sus
“D ios se nos ha revelado en su Hijo como un
Padre que nos ama. Ama a su Hijo unigé-
nito Jesucristo y nos ama a nosotros, por cuya sal-
vación no dudó en enviar al mundo a su Hijo que-
rido, entregándolo a la muerte”, como hemos es-
cuchado en el Evangelio.
Recordemos la estrofa de la canción: “No hay
nada más lindo que la familia unida, atados por los
lazos del amor”. Hoy celebramos que no hay nada
más lindo que la Santísima Trinidad, “que no sólo
tiene amor sino que es Amor... un amor misericor-
dioso que todo lo da y que se comunica a sí mis-
mo”. Por eso hoy también celebramos que esta-
mos invitados a formar parte de la familia Dios de
un modo íntimo, pleno, a “sentir palpitar la misma
sangre, sentir que es uno solo el corazón”, porque
la Santísima Trinidad “es amor que se desborda: el
Padre nos incluye en el amor con que ama a su
Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo. Y el Espíritu
Santo es el Amor infinito que abraza eternamente
al Padre y al Hijo, y a nosotros en el Hijo y el Pa-
dre”.
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