Este documento analiza los diferentes tipos de límites que enfrenta la condición humana, incluyendo límites geográficos, culturales, ecológicos, económicos, del conocimiento y morales. Argumenta que la búsqueda moderna de la ilimitación a través de la industrialización, la globalización y el desarrollo ilimitado ha chocado con los límites finitos de la Tierra y pone en peligro la supervivencia humana. Se necesita un nuevo enfoque basado en el decrecimiento sostenible que recon
Límites humanos: geográficos, culturales, ecológicos, económicos y del conocimiento
1. RESUMEN: LÍMÍTE
La condición humana está acotada por límites. Nuestra inteligencia permite que nos adaptemos
a una gran variedad de situaciones, pero no nos autoriza a hacer todo ni conocer todo. Nuestra
supervivencia supone, entonces, la sumisión a normas. El problema es que todo límite, toda
norma, es arbitraria y sus fronteras son siempre inciertas; esta arbitrariedad de los límites y de
las normas constituye un escándalo para la razón. En su condición de "maestro y dueño de la
naturaleza", el hombre occidental ha querido rehacer el mundo. La actividad industrial, gracias
a la utilización de las máquinas, ha creído que puede producir sin límite, pero "el tiempo del
mundo finito" en verdad se nos impone. El rechazo de los límites repercutió en forma de
catástrofes, nos adentramos así, en la era de los límites.
La ilimitación moderna es un monstruo único y proteiforme, para comprenderla e intentar darle
solución, es necesario describir y analizar sus diferentes facetas:
LÍMITES GEOGRÁFICOS O TERRITORIALES :
Los límites geográficos son los primeros con los que nos topamos en la aventura humana. La
idea de límite nace de la geopolítica: la frontera. La existencia de un espacio más o menos
delimitado, no es privado del hombre, pero es el único que acaricia la idea de la ilimitación
espacial. La especie humana puede superar ciertas condiciones del hábitat, desplazarse e
instalar sus hogares en otro lugar pero, antes que todo el hombre vive en un espacio simbólico.
Por eso podemos decir que el límite cultural prima sobre el límite espacial.
Todo eso cambia con la revolución neolítica: la especie se sedentariza completamente.
Posteriormente, con la aparición de los Estados-nación, los límites tienden a congelarse.
Entonces se configuran las fronteras dadas por la geografía, aunque la historia nos enseña que
no existe una barrera infranqueable para un conquistador. Además, las fronteras no son solo
naturales, son culturales y políticas. El hombre moderno ya fantaseaba con la mundialización,
aunque la naturaleza parece haberle dado al hombre un territorio absolutamente limitado: el
planeta Tierra. Pero el ser humano sueña con transgredir los horizontes de la biosfera, sueña
con enviar seres humanos a la Luna o incluso a Marte. Sin embargo, esto extendería los límites
pero no los suprimiría. Pero si se diera el caso, ¿quién podría partir y quién se quedaría? Se
debería reterritorializar la vida antes de zambullirse en lo desconocido.
Están estrechamente ligados a los límites geográficos y culturales y en ocasiones se confunde
con estos últimos.
Con la globalización, algunos límites han sido abolidos por las "tres D": la desintermediación
financiera, la desegmentación de los mercados y la desregulación social, y los Estados-nación
están sumisos al poder central: la oligarquía plutocrática mundial.
La democracia y los derechos humanos constituyen las bases formales de un orden político
estable y equitativo, aunque actualmente no pueden funcionar en condiciones de miseria
2. extrema. Muchas etnias están construyendo nuevos Estados-nación; este repliegue es la forma
ineluctable del comienzo de la descomposición del tejido político, pero los intereses políticos y
económicos se han vuelto tan indistinguibles que la descomposición solamente puede ser
conflictiva.
El reino de la guerra de todos contra todos que llamamos globalización de los mercados,
destruye las solidaridades funcionales del lazo social. La noción del equilibrio está pues, ligada
a la noción de límite. Antiguamente en la Ilustración, se aspiraba a "crear cierta separación de
una potencia que se representaba como ilimitada". Sería preciso actualmente una nueva
ilustración, ya que si la paz perpetua es sinónimo de guerra perpetua, entonces, la razón
humana y la filosofía misma habrán perdido. Si el conjunto de ciudadanos no es capaz de
darse límites, no existirá la democracia.
Una alternativa para lograr la armonía universal sería la república universal, sin que implique ni
gobierno, ni control, ni policía mundial.
LÍMITES CULTURALES :
Puede decirse que la cultura no es otra cosa que el conjunto de valores que determinan las
fronteras de un grupo humano, o también, un conjunto de prejuicios compartidos por sus
miembros que les confieren una identidad propia, en los que los valores del grupo son límites
inquebrantables.
Toda cultura es etnocéntrica por naturaleza. Cuando un grupo se vuelve dominante su cultura
tiende a convertirse en dominante e imponerse al menos de forma parcial. Este proceso
constituye una aculturación. Por ejemplo, en los países del Hemisferio Sur, sus culturas han
sido invadidas por otras y eso provoca miseria en una civilización antes de ser destruida, es
decir, el subdesarrollo pre-existe antes de inscribirse cruelmente.
Con la globalización asistimos a una masacre intercultural a escala planetaria, ya que en
muchos casos la identidad es la razón por la que vivir. Como consecuencia del librecambio
cultural, modelos y patrimonios sociales son destruidos.
Para que una cultura exista, es preciso que haya al menos dos. La pluralidad de las culturas es
una necesidad de nuestra existencia, y desgraciadamente, la deculturación no tiene otro límite
más que la explosión: una explosión identitaria que se traduce en prácticas genocidas, y una
escalada de los integrismos religiosos. Como reacción a estas amenazas se desencadena el
favor universalista. Y asistimos así, a un regreso violento del etnocentrismo cultural.
Para encontrar los límites necesarios, se debería reemplazar el sueño universalista por un
"pluriversalismo", es decir, oponerle a la "universalidad" una "diversidad".
LÍMITES ECOLÓGICOS :
Con nuestra capacidad para explotar la infinitud del cosmos no estamos destruyendo el
planeta, sino sólo nuestro ecosistema, es decir, nuestras posibilidades de sobrevivir en él. Los
límites ecológicos son también culturales, políticos, económicos y morales, y su superación nos
condena a la caída.
3. Los límites del planeta se hacen evidentes por el crecimiento económico, y el hombre ha
obviado tanto esos límites que ha sido capaz de interferir con los ciclos del planeta. La ciencia
económica ignora pues la entropía y la consecuencia de todo es un despilfarro inconsciente de
los escasos recursos disponibles, lo que crea un desarrollo parasitario (sobredesarrollo) que
choca con los límites de la finitud de la biosfera.
¿Se cree en verdad que un crecimiento infinito es posible en un planeta finito? Ya no es posible
fingir ignorancia acerca de la gravedad de la crisis ecológica de la que el hombre es
directamente responsable y a su vez, una de sus principales víctimas. Nuestro modo de
producción provoca una aceleración de los ciclos del planeta por lo que podemos decir que nos
hemos adentrado en la era de los límites.
Si queremos evitar el colapso, debemos cuestionar el sistema económico.
LÍMITES ECONÓMICOS :
Esos tienen una fuerte correlación con los límites ecológicos, ya que si el ecosistema explota
es porque la economía del crecimiento se funda en lo ilimitado. También están relacionados
con los límites morales y culturales.
Vivimos en sociedades del crecimiento por el crecimiento. Producir más significa consumir más,
por lo tanto, los pobres salen perdiendo.
La globalización ha constituido para el capitalismo una etapa decisiva en la desaparición de
todo límite, es la transgresión oficializada de todas las normas. Pero esta ilimitación del
capitalismo no puede llevar más que a su destrucción.
El punto de anclaje de la sociedad del crecimiento es la adicción de sus miembros al consumo,
y gracias a la publicidad, se ha vuelto una necesidad absoluta.
La felicidad es un continuo progreso del deseo desde un objeto hacia otro, y ahí es donde
centra sus esfuerzos la publicidad, en presentar los productos como medios de adquisición de
los objetos del deseo. La publicidad nos hace desear lo que no tenemos y despreciar lo que ya
disfrutamos, crea y recrea la insatisfacción y la tensión del deseo frustrado. El objetivo de la
publicidad es producir consumidores en cadena, un elemento esencial del crecimiento sin
límite, y son los propios consumidores quienes pagan la cuenta.
La ilimitación económica encuentra su sanción en la crisis que se revela frustrante y
contraproducente.
Relocalizar la economía es para el decrecimiento, una alternativa a la sociedad del creimiento.
LÍMITES DEL CONOCIMIENTO :
Los límites del conocimiento plantean la cuestión de los límites de la ciencia, de la técnica y del
hombre mismo. ¿La ciencia tiene límites? Por el momento no se ven y no nos molestamos en
saber si lo que se hace es filosóficamente razonable.
4. La voluntad de "refabricar" el mundo a través de la ciencia se manifiesta ya en la Modernidad y
los científicos sueñan con librarse de las leyes de la naturaleza, es decir, "maquinizar" la vida.
Eso mismo es la principal fuente de resistencia al proyecto del decrecimiento. En ese punto,
habremos terminado con la historia humana, porque habremos abolido a los seres humanos
como tales rechazando toda limitación moral. La ilimitación de la ciencia choca con los límites
físicos e intelectuales del hombre, por lo tanto, la inteligencia "artificial" sería superior a la del
hombre y sería cuando empezaría la recreación del hombre (cyberman), El mundo real se
habría transformado en un cubo de basura y en desecho.
Un ultraje contra la humanidad.
LÍMITES MORALES :
El problema de los límites es fundamentalmente un problema ético.
La persona emancipada no debía tener otras barreras a su actividad que aquellas fundadas en
la razón. Sin embargo, tanto en política como en economía, el límite natural se presenta como
inhallable.
La artificialización del mundo, como consecuencia de la ilimitación tecnocientífica, llega a
comprometer la identidad de lo humano. Entonces, ¿ cuál será el porvenir de una sociedad que
rechaza todos los límites? Es posiblemente una pregunta que los jóvenes responderán.
El problema en esta unanimidad a favor de la transgresión es la desaparición de la norma ética,
o la desaparición del exceso de valores, lo que provocará relaciones de fuerza.
La good governance es un modo de tomar decisiones para evitar la supuesta impotencia e
ineficiencia de la democracia. Se trata del abandono de la búsqueda del bien común y la
pérdida del sentido de los límites.
Debemos salir urgentemente del terreno de la ilimitación.
En conclusión, todos, como una gran sociedad, debemos dejar a un lado toda ilimitación para
dar paso a un nuevo modelo de vida basado en un decrecimiento sereno, distendido y
sostenible. Las directrices de este decrecimiento se resumen en las 8 R: Reevaluar,
Reconceptualizar, Reestructurar, Relocalizar, Redistribuir, Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Debemos pues limitar la ilimitación.