Reflexiones sobre lo que se espera de la jornada electoral de 5 de junio de 2016. El PRI, MORENA y los independientes.

1.
Semana
del
6
al
12
de
Junio
de
2016
LA
“CRUDA”
ELECTORAL
Marcos
Pérez
Esquer
En
el
momento
en
el
que
escribo
estas
líneas,
los
resultados
de
las
elecciones
del
domingo
aun
no
se
conocen,
sin
embargo,
creo
que
no
es
necesaria
una
bola
de
cristal
para
anticipar
algunos
elementos
que
seguro
serán
parte
de
los
análisis.
Basta
con
lo
que
sabemos
por
las
encuestas
y
con
un
poco
de
imaginación
para
hacer
algunas
reflexiones
iniciales:
1.
Si
bien
el
PRI
ya
no
obtiene
los
votos
que
antes
lograba
acumular,
sigue
siendo
una
de
las
principales
fuerzas
políticas
del
país.
El
asunto
no
es
menor,
realmente
llama
la
atención
cómo
el
PRI
logra
todavía
apoyos
tan
amplios
en
momentos
en
los
que
el
Presidente
de
la
República
emanado
de
ese
partido
registra
apenas
un
30%
de
aprobación.
Se
trata
de
uno
de
los
porcentajes
mas
bajos
que
haya
registrado
algún
presidente
en
este
país,
y
sin
duda
uno
de
los
mas
bajos
en
el
mundo
de
hoy.
Pues
aun
así,
hay
estados
y
ciudades,
en
los
que
el
PRI
ni
se
despeina
para
refrendar
sus
gobiernos.
Eso
habla
de
la
forma
en
la
que
el
priísmo
ha
pasado
de
ser
una
mera
posición
partidista
a
una
subcultura
con
la
que
muchos
ciudadanos
se
indentifican
y
que
tiene
que
ver
con
la
idea
de
que
mas
vale
malo
por
conocido
que
bueno
por
conocer,
y
con
compartir
ciertos
antivalores
como
el
que
indica
que
el
que
no
transa
no
avanza,
el
que
señala
que
vivir
fuera
del
presupuesto
es
vivir
en
el
error,
el
que
revela
que
la
moral
es
un
árbol
que
da
moras,
etc,
etc.
Ahora
que
se
ha
estado
recordando
tanto
al
filósofo
de
Güemez
(por
la
reciente
muerte
de
un
columnista
que
que
así
se
hacía
llamar
en
alusión
al
personaje
mítico
originario
del
municipio
de
Güemez,
Tamaulipas,
y
que
se
caracterizaba
por
su
sabiduría
simple
pero
contundente
y
muchas
veces
hilarante),
no
está
de
mas
parafrasearlo
para
decir
que
“estamos
como
estamos
porque
somos
como
somos”.
2.
Morena,
el
partido
de
Andrés
Manuel
López
Obrador,
es
ya
la
tercera
fuerza
electoral
del
país
y
la
primera
en
la
Ciudad
de
México,
lo
que
pone
a
este
personaje
de
nueva
cuenta
en
posibilidades
reales
de
competir
por
la
presidencia
de
la
República
en
el
2018.
Ahí
lo
estaremos
viendo
buscando
por
tercera
vez
esa
posición.
Tampoco
esto
es
menor.
El
eventual
ascenso
del
Peje
a
la
primera
magistratura
del
país
en
2018,
representaría
el
arranque
de
una
política
de
Estado
estilo
chavismo
venezolano
que
–me
queda
muy
claro-­‐
no
dejaría
nada
bueno
a
la
nación.
3.
La
idea
de
que
un
“independiente”
pudiera
resultar
competitivo
en
la
carrera
presidencial
del
2018
se
diluye.
Ninguno
de
los
candidatos
“independientes”
que
participaron
el
domingo
tuvo
realmente
algún
resultado
relevante.
Parece
ser
que
la
idea,
muy
popularizada
en
2015,
resultó
llamarada
de
petate.
Sigo
creyendo
que
es
positivo
que
exista
la
figura,
pero
siempre
he
tenido
claro
que
no
sustituye
al
sistema
de
partidos.
4.
Por
último,
diría
que
como
sea
que
hayan
quedado
los
resultados
de
los
comicios,
es
hora
de
apagar
el
“modo
campaña”
y
activar
el
“modo
colaboración”,
para
que
juntos
trabajemos
por
lo
que
a
todos
por
igual
nos
importa:
México.