Las primeras esculturas del paleolítico superior, como las Venus de Willendorft y Lespugue, representaban a la mujer con atributos sexuales exagerados como grandes caderas y pechos para simbolizar la fertilidad y fecundidad, mostrando la importancia de la mujer en esas comunidades. Miles de años después, el artista colombiano Fernando Botero también se ha destacado por retratar mujeres con formas voluminosas.