PERCEPCIONES INICIALES DE LAS FIGURAS SUPERVISORAS Y DIRECTIVAS A PARTIR DE UN TALLER INTRODUCTORIO SOBRE EL RETO DE SER TUTOR DE PROFESORES NOVELES

V CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL PROFESORADO PRINCIPIANTE YLA
INDUCCIÓN ALADOCENCIA
Eje temático: Roles y funciones de profesores mentores, supervisores, tutores
TIPO DE PRESENTACIÓN
INFORME DE INVESTIGACIÓN
TÍTULO DEL TRABAJO
PERCEPCIONES INICIALES DE LAS FIGURAS SUPERVISORAS Y
DIRECTIVAS A PARTIR DE UN TALLER INTRODUCTORIO SOBRE EL RETO
DE SER TUTOR DE PROFESORES NOVELES
Alcalá López Efraín
rqgefrain@gmail.com
Instituto de Educación de Aguascalientes, México
Resumen:
En México se está implementando actualmente una propuesta institucional de tutoría a
docentes de nuevo ingreso en educación básica. Este escrito es un reporte parcial de un
trabajo de investigación doctoral que se está realizando actualmente en la Universidad
Pedagógica Nacional, Unidad 011, cuya temática de estudio es “La experiencia tutora
como dispositivo de desarrollo profesional docente en el estado de Aguascalientes”. En
este avance se recuperan algunos aspectos de la fase inicial de esta nueva propuesta a
partir de la inmersión como observador no participante en un taller propedéutico a la
función de tutoría, realizada en el ciclo escolar 2015-2016. Se analizan las percepciones
previas de supervisores, directores y asesores pedagógicos sobre el reto que implica ser
tutor de docentes de nuevo ingreso a través de varios instrumentos de observación, como
el registro de audio y la toma de nota de las actividades desarrolladas en el taller. De
manera sumaria se concluye que los participantes se perciben con ciertas herramientas
para el acompañamiento, sin embargo dichas herramientas no son suficientes.
Palabras clave: - Desarrollo profesional docente- Tutoría a docentes de nuevo ingreso.
Talleres formativos.
Introducción
1. El reto de ser tutor formal de otro docente
La tutoría como lo establece la Ley General del Servicio Profesional Docente, “tiene el
objeto de fortalecer las capacidades, conocimientos y competencias del personal Docente
y Técnico Docente de nuevo ingreso al Servicio Profesional Docente. Durante un periodo
de dos años, este personal tendrá acompañamiento de un tutor designado por la
Autoridad Educativa. La selección de tutores implica un cuidadoso proceso para hacer
posible que éstos compartan su experiencia de enseñanza a los Docentes y Técnico
Docentes de nuevo ingreso, impulsen su desarrollo profesional, y realicen labores de
seguimiento para promover la mejora de la práctica docente del personal de reciente
incorporación”. (SEP, 2014a, p. 7)

En Aguascalientes, uno de los estados que forman parte de la República Mexicana,
desde el ciclo escolar 2014-2015, por medio de convocatorias se han seleccionado a
docentes en servicio para realizar funciones de tutoría, luego se les habilita mediante dos
procesos formativos, uno con la modalidad de taller que dura 20 horas, y -que es el que
se analiza aquí- y el otro es un Diplomado con sesiones en línea y presenciales que dura
120 horas. Sin embargo, a pesar de que se espera que los tutores sean profesores con
grupo y experiencia, otras figuras como supervisores, directores y asesores pedagógicos
de los diferentes niveles y modalidades de la educación básica, también se han ido
incorporando a los procesos formativos mencionados, lo anterior justificado por el marco
normativo que señala:
“Con base en las necesidades del sistema, en las escuelas de organización incompleta o
que no cuenten con el personal docente suficiente, podrá desempeñar funciones de
tutoría, el personal con funciones de Dirección, Supervisión y Asesoría Técnica
Pedagógica, de acuerdo a los criterios que establezca la Secretaría a través de la
Coordinación. La designación de este personal la hará la autoridad superior al cargo que
desempeñan”. (SEP, 2014a, p. 21)
Pero la asistencia a los cursos preparatorios para estas figuras no se da como
consecuencia solamente del marco normativo, hay varias implicaciones para los
convocados: la primera, la necesidad de conocer la naturaleza y tareas del
acompañamiento tutor, porque no pueden quedar al margen de un proceso formativo en
el que también existen tareas expresas para ellos como la de monitorear el proceso e
incluso de valorarlo, la segunda, es la alta posibilidad de asumir el rol de tutor si fuesen
requeridos.
A pesar de que se ha preparado para la función tutora a un número considerable de
prospectos en diferentes momentos y lugares del estado, es hasta el ciclo escolar 2015-
2016 que algunos tutores previamente formados, -con al menos el curso introductorio,-
están teniendo ya sus primeros encuentros con los tutorados de manera formal.
2. El taller, como ocasión para socializar y para investigar
Tomando como base que mi proyecto de investigación doctoral prevé analizar un ciclo
completo de acompañamiento a docentes de nuevo ingreso, el taller, se consideró
propicio para realizar el trabajo de campo, ya que -por el momento de su impartición, -al
principio del ciclo escolar, las figuras convocadas y la naturaleza de las actividades
implicadas- representa un espacio emergente para recuperar la percepción inicial de los
supervisores, directores y asesores pedagógicos sobre las condiciones y expectativas de
asumir el rol de tutor a docentes noveles.
Respecto a la naturaleza de esta modalidad formativa, Ezequiel Ander-Egg define al taller
como un “lugar donde se trabaja, se elabora y se transforma algo para ser utilizado (…)
que se lleva a cabo conjuntamente” (p.10). Sanjurjo (2009) lo ubica como una estrategia
adecuada para la formación docente, al caracterizar como dispositivos formativos al taller,
la narrativa, los ateneos didácticos, las tecnologías de la información y la investigación
cualitativa y al profesor co-formador. Para Sechcovich (s/f), algunas implicaciones
pedagógicas cuando se trabaja en la modalidad de taller las podemos apreciar en el
cuadro 1.

Cuadro 1. Principios pedagógicos que definen la modalidad del taller. Adaptación de las ideas de
Sechcovicha (s/f)
Por otra parte, estamos de acuerdo con Hernández (2009) quien plantea lo que puede
generar: “El taller constituye un dispositivo provocador de cambios porque es una forma
de trabajo que permite proponer acciones pedagógicas tendientes a lograr la circulación
de significados diversos, la toma de conciencia, la comprensión, la elaboración de
interpretaciones y, específicamente, la iniciación de procesos de reflexión” (p. 72)
Por ello, el taller en estas circunstancias, es una ocasión para la investigación ya que al
tener la posibilidad de registrar por diferentes vías la circulación de significados, permite
reconocer los imaginarios compartidos respecto a las implicaciones de una actividad que
está en una fase de implementación y en búsqueda de identidad, configurando con ello
una prospectiva que puede ser contrastada posteriormente.
3. Las intenciones del taller
El taller: Ser tutor de un docente o técnico docente de nuevo ingreso de educación
básica, 2015-2016 (SEP, 2014) dentro de su diseño curricular, plantea el siguiente
propósito:
“Qué los tutores conozcan qué es la tutoría, cuál es su importancia y cómo se lleva a
cabo, lo que permite sensibilizarlos acerca de la función tutora y detonar la reflexión y el
diálogo acerca de las necesidades y problemáticas que enfrentan los Docentes y
Técnicos docentes de nuevo ingreso a la educación básica”. (p. 10)
Para ayudar a lograrlo el documento presenta una estructura que contempla nueve
temáticas (Ver cuadro 2), en donde se van construyendo diferentes evidencias y al final,
con la integración de los avances parciales se culmina con la elaboración de una
propuesta de planificación para el primer encuentro con el tutorado.
De acuerdo con los propósitos enunciados en el documento (SEP: 2014, p.11) Los dos
primeros temas se enfocan a identificar qué es la tutoría y las tareas del tutor, a partir del
reconocimiento de la importancia del apoyo profesional de otro maestro cuando se
ingresa a la docencia. Una vez que revisan las funciones que le corresponde tanto al tutor
como al tutorado, en los temas tres y cuatro, los llevan a distinguir que los contenidos
surgen de las necesidades sociales, emocionales e intelectuales de los tutorados

relacionados con los procesos de enseñanza. Pensando en que tendrán sus primeras
incursiones, identifican en los temas cinco y seis, las funciones básicas que llevarán
durante el ciclo escolar y reconocen que es importante favorecer que el tutorado conozca
la organización de la escuela.
Cuadro 2. Temáticas propuestas en el taller “Ser tutor de un docente o técnico docente de nuevo
ingreso de educación básica, 2015-2016” (SEP, 2014:11)
En los temas siete y ocho hacen un recuento de las prioridades de la Educación Básica
para relacionarlas con la estrategia de acompañamiento del tutorado, identificando a su
vez la importancia del diálogo profesional. A través de los productos parciales que se van
elaborando en cada tema, se destina el tema nueve para preparar la reunión de inicio
con el tutorado.
Con esta propuesta temática, el taller se enfoca en las primeras necesidades formativas
de los tutores, en el intento de habilitarlos para una función que tiene particularidades
específicas.
Para los supervisores, directores y asesores pedagógicos el taller ofertado, cubre varias
intencionalidades adicionales ya que saben que por efectos de lógica y funcionalidad,
cualquier política, programa o innovación que se va incorporando al sistema educativo en
su nivel, son casi siempre los primeros en recibir la información, y los protocolos de
actuación; en el caso de Aguascalientes, -con un año de atraso en relación a otros
estados en la puesta en práctica de la tutoría-, no podían retrasar más el proceso de
capacitación para todos los actores involucrados, por ello, la convocatoria a dichas
figuras tendría como propósito el no dejarlos al margen de esta propuesta de
profesionalización docente y por el otro, de acuerdo a la normativa, ellos mismo tendrán
que asumir el rol de tutor si fuesen requeridos.
Metodología e instrumentos
Para esta fase de la investigación se tomó como base la pregunta: ¿Cuáles son las
percepciones que manifiestan los supervisores, directores y asesores pedagógicos sobre
el reto y las expectativas de asumir el rol de tutor a docentes noveles en el caso del
estado de Aguascalientes?, y considerando las posibilidades que ofrece el taller como
ocasión para el aprendizaje, pero también como espacio idóneo para la investigación de
campo, se decidió trabajar con la lógica cualitativa, a partir del concepto de las

percepciones. De acuerdo con Bobbio, Matteucci y Pasquino (2005) tanto las
percepciones como las expectativas, desde la teoría política son importantes en cuanto
se refieren a percepciones o imágenes sociales que los individuos o grupos se hacen en
el ámbito contextual en el que ejercen. “En lo que se refiere a las expectativas éstas son
entendidas como reacciones previstas que (…) en un determinado ámbito de poder el
comportamiento de cada actor (…) es determinado en parte por las previsiones del actor
relativas a las acciones futuras de los otros actores y a la evolución de la situación en su
conjunto” (p. 1195)
Estos conceptos también se sustentan desde análisis desde la teoría de las
representaciones sociales, los cuales para Mercado (2014); “Ha cobrado interés para los
especialistas de diversas disciplinas, principalmente porque esta perspectiva teórica pone
atención en el análisis de problemas que se relacionan con la vida cotidiana y el
conocimiento construido socialmente; permite, además, adentrarse en la vida de los
sujetos, comprender las diversas tomas de posición que se asumen frente al mundo y la
necesidad de significarse en el entorno de actuación”. (p. 97)
La selección de los sujetos para este estudio estuvo determinado por la necesidad de
escuchar las distintas perspectivas relativas al mismo fenómeno, en este caso el criterio
se basó en lo que Bobbio, Matteucci y Pasquino (2005) definen como método posicional,
“que consiste en identificar las personas más importantes en aquellos que tienen una
posición formal de vértice en las jerarquías públicas y privadas más importantes de la
comunidad” (p. 1200) en este caso en referencia a la comunidad educativa. Desde la
posición sociológica, y siguiendo a los mismos autores, la elección se relaciona con el
método estimativo “que se funda esencialmente en el juicio de algunos miembros de la
comunidad estudiada, que por las funciones o misiones que desempeñan, son
considerados buenos conocedores de la vida política de la comunidad misma”, (p. 1200)
en este sentido se están equiparando las estimaciones expresadas por jueces que se
consideran confiables.
El estudio se realizó con la información de una muestra de 25 personas, asistentes al
taller. No se pidieron datos por género. Las características más importantes del grupo
pueden apreciarse en la siguiente tabla:
Tabla 1. Participantes del taller
El modelo de análisis de las prácticas educativas generadas en el taller de acuerdo con
Fernández, (2009) corresponde a una heterodescripción diferida, abierta y realizada por
expertos, ya que: Lo esencial de este tipo de análisis es que la práctica escolar del
profesor no es descrita por él mismo, sino por otras personas, (…) que pueden ser
colegas más bien alejados, o investigadores, evaluadores, etc. (…) La fijación de lo
observado en forma comunicable (sea oral o escrita) se realiza a posteriori de la o las
observaciones realizadas. (p. 71). Asimismo es abierta dado que el carácter de experto
Función Sujetos Rango de años de
servicio
Promedio de
años de servicio
Supervisores 13 15 a 49 años 34.8
Directores 10 10 a 39 años 24.8
Asesores pedagógicos 2 5 a 18 años 11.5
Total 25 5 a 49 años 31.36

del observador/investigador “se propone describir lo que él considera rasgos,
dimensiones o aspectos más definidores/sustanciales”. (p. 70).
El hecho de acudir como observador no participante en las cuatro sesiones permitió tener
el contacto desde el inicio hasta la fase de cierre, que se tradujo en la elaboración de un
producto que en términos de Sechcovich (s/f) reflejaría la integración de lo vivido, en este
caso fue una propuesta de planificación para el primer contacto con el tutorado. Durante
el taller se registraron diferentes formas de expresión como: plenarias, escritos reflexivos,
metáforas, debate, opiniones, expectativas, cuyos acopio se dio mediante la observación,
la toma de notas, la audio grabación, fotografías, además se aplicó al final del taller de
una cuestionario semiestructurado con seis preguntas de respuesta tipo Likert y dos
abiertas1
.
Resultados
Algunos hallazgos sobre las representaciones que manifiestan los supervisores,
directores y asesores pedagógicos sobre el reto y las expectativas de asumir el rol de
tutor a docentes noveles se presentan a continuación:
a) La inserción a la docencia
El relato de las experiencias del primer año de la docencia de algunos participantes en el
taller abre la discusión del tema de la tutoría a partir de la evocación empática, “el yo
novel que fui”, pone en contraste la diversidad de contextos y problemáticas que cada
uno enfrentó al insertarse en la docencia, este referente como punto de partida, pretende
sensibilizar sobre la conveniencia de que la transición sea tersa a comparación de
épocas pretéritas donde asumen se vivieron condiciones adversas, aunque no siempre.
Algunas evocaciones realizadas en el grupo, refieren a situaciones agridulces de ese
primer año:
“La consigna del papá a la maestra cuando no encontraba quien la llevara a la
comunidad: ¡váyase a trabajar como pueda, usted tiene la obligación de cumplir¡
Nunca supe quién era el supervisor, esa experiencia ahora ella como supervisora si va a
los grupos. Mi primer año fue algo fantástico. Vivía con los hijos del comisario, ¡le vamos
a construir su casa maestra, diga como la quiere¡”2
El primer año de la docencia queda marcado de manera particular en la mente de los
profesores y se tiende a recordar con detalle algunos eventos significativos, positivos o
negativos aun cuando hayan pasado muchos años de dicha experiencia. El punto de
reflexión radica en el tipo de efectos cuando se incursiona de manera solitaria y cuando
hay de por medio un sistema de arropamiento que incluye un tutor por dos años.
La remembranza del primer año de la docencia al ser una conexión entre el yo y la
carreara profesional puede considerarse como una técnica de incidentes críticos, que
como la define David Tripp (1993) citado por Day (2012):
“Son un medio de desarrollar los juicios profesionales de los profesores y sus propias
teorías de su trabajo. (…) se crea y se produce por nuestra forma de contemplar la
situación y refleja nuestras interpretaciones de la significación de un acontecimiento o
situación” (p. 65). Destaca el hecho que la mayor parte de las evocaciones refieren a los
aspectos del contexto, más que lo que ocurría en el aula, Day (2012) los identifica como
entornos de práctica.
1
En este avance solo se reportan las reflexiones derivadas de las puestas en común de algunas actividades
que se consideraron clave en el taller, pero se tiene también documentado el análisis del cuestionario con
preguntas cerradas y abiertas.
2
Transcripción de verbalizaciones registradas en audio y notas de intervenciones de participantes del
taller.

Otra consideración es que “las influencias se perciben como críticas ya sea porque
conduce a un incremento importante de su sentido de eficacia o a un decrecimiento y en
consecuencia, a una crisis o depresión significativa” (p. 66). De ahí que los relatos fueran
percibidos como agridulces.
b) El significado de la Tutoría
Para identificar las concepciones iniciales sobre la tutoría y cómo la entienden a través de
lo que implica, los participantes expresaron sus ideas mediante propuesta originales; un
equipo presentó la siguiente fórmula. (Esquema 1).
Esquema 1. Fórmula de la tutoría a docentes de nuevo ingreso
La lectura de la misma se traduce de la siguiente manera: una práctica docente idónea
(PDI) que es lo que se aspira que realice el docente novel se logra mediante la reflexión
(R), acompañada de la autorreflexión (A) sobre el proceso de enseñanza aprendizaje,
(PE-A), esto se multiplica por la retroalimentación que realice el tutor (RT). En todo
momento, todo lo anterior potenciado por el diálogo (D). Cuando se observó el proceso
de creación de esta fórmula, el equipo lo tomó con mucha seriedad y estuvieron
discutiendo término por término y la ubicación de los mismos, dudaron por ejemplo, si el
empleo de los corchetes era correcto matemáticamente.
Los trabajos expuestos: formulas, decálogos, instructivos, recetas, los movió a la reflexión
en el sentido de que sintieron que se quedaron cortos en lo que implica la función, ya que
no basta con un instructivo o una receta por muy elaborada que sea:
“No se trata de memorizar conceptos de tutoría de algún autor, sino de apropiarse de un
concepto propio y que esté firme”.3
Esto los llevó también a cuestionar el grado de responsabilidad de un tutor, ya que
aunque éste comparta su experiencia, finalmente la responsabilidad sobre su
permanencia es del tutorado, llegando a la conclusión de que:
“Si hay responsabilidad compartida, pero al final cuando presente el examen será el
tutorado quien deba responder por sí mismo, aunque siempre estará en la mente del tutor
sobre el papel que desempeñó si fue idóneo o no.”4
c) Las necesidades profesionales de los docentes como contenido de la tutoría y su
relación con el perfil idóneo del tutor
Una de las primeras certezas que el taller les ofrece a los participantes es que no se
pueden establecer a priori todos los contenidos que serán abordados en el ciclo escolar
con el tutorado, sino que a partir de la demanda específica de los docentes noveles se
estaría conformando un plan de acción. Cuando verbalizan las acciones concretas para
3
, 4
Transcripción de verbalizaciones…

ayudar al tutorado en sus necesidades y problemáticas iniciales estas son algunas
percepciones sobre lo que implica:
“Acordar un cronograma de trabajo. Que el tutorado reconozca sus propios problemas. Le
haría un diagnóstico de lo que necesita. Observación de una de sus clases, pero es difícil
saber en qué falla, si lo hacemos al principio así, a lo mejor lo intimido. Hacer seguimiento
una vez que se tenga un cronograma. Los supervisores tenemos cronograma pero lo
modificamos constantemente por tanta reunión, el acompañamiento se hará cuando se
tenga tiempo”5
Con estas sugerencias podemos apreciar que tienen claro que los tutorados no
plantearán cualquier necesidad, son necesidades profesionales, que debe haber un
cronograma, partir de un diagnóstico, observar sus clases, llevar seguimiento, es decir
que no se ve como una tarea sencilla.
En este punto dejan entrever dos dificultades o preocupaciones desde la función que
ocupan: la excesiva carga de trabajo y la reflexión sobre quién es idóneo para ser tutor.
Sobre la primera, se percibe un posicionamiento jerárquico presuponiendo que dentro de
las prioridades de atención, “el acompañamiento se hará cuando se tenga tiempo”6
.
Bobbio et al (2005) señalan que “la imagen que un individuo o un grupo se hacen de la
distribución de poder en el ámbito social al que pertenecen, contribuye a determinar su
comportamiento con relación al poder” (p. 1195)
En la etapa en que se hace este reporte, aun no se tenían las designaciones de los
tutorados, creando un clima de incertidumbre respecto a si a ellos les correspondería ser
tutores, por ello, tal vez puede entenderse en contexto el siguiente registro:
“Como supervisor y director es una responsabilidad más de desgaste, cuando es de
maestro a maestro es más fácil, ya que entre docente y director se marca una barrera.
No es nuestra función, uno nuevo con uno viejo va haber un choque, por eso debe ser
entre iguales, va ser bonita, de entendimiento, no con un viejo inspector, así que lo ideal
es que fuera entre pares”.7
La idea de pares debe interpretarse como el tutor cuyo perfil es el de un maestro en
servicio que voluntariamente desea asumir el rol de acompañante, y que para una de las
figuras estudiadas ya no le correspondería a un “viejo inspector”, que tiene bastantes
años que dejó la práctica en el aula, en este sentido lo ve como una barrera. Esta es otra
de las interrogantes que se abren para profundizar posteriormente, ¿qué efectos puede
tener para el tutorado, el acompañamiento de un tutor que todavía trabaja en el aula, de
quien tiene bastantes años de haber dejado la docencia?
d) ¿Cuáles son las preguntas idóneas para iniciar la tutoría?
Cuando el facilitador les pide que propongan tres preguntas para atender las necesidades
iniciales del tutorado, un supervisor pasa al frente y anota: ¿Cómo te recibió tu escuela?,
¿Qué esperas de tu escuela?, ¿Sabes que espera la escuela de ti? Se hace una larga
pausa que denota conformidad, parecen ser las preguntas ideales, hasta que alguien
comenta que le parecen ambiguas, que debe ser más concretas. Se abre la controversia
y se dan argumentos:
“No puntualizamos a donde queremos llegar, con preguntas abiertas no llegamos muy
lejos. Los docentes noveles llegan con muchos saberes, ya saben. Va ser difícil, cada
quien tiene su estilo, ya que de acuerdo a su experiencia y estilo van a ser la preguntas,
pero hay cosas que no podemos obviar, hay que preguntarle del perfil de errores, hay
que ver cómo le fue en el examen. A mi juicio personal de acuerdo a sus necesidades
pedirá algo específico, él va priorizar, al final va haber uno o dos problemas más
5
, 6
, 7

sentidos. Se deben purificar las preguntas en la reunión de inicio, ahí podemos delimitar
bien qué hacer. Se necesita conocer la manera de pensar del tutorado, no voy a dar un
diagnóstico sin conocer, pero lo podemos hacer juntos, se trata de ver necesidades
apremiantes, hay pasos que no podemos quitar en el acompañamiento8
.
Y es que lo que está entre líneas en realidad es algo más de fondo: el cómo calibrar las
preguntas, es decir, ¿qué preguntas son las mejores? La metáfora “se deben purificar las
preguntas”, sintetiza el trasfondo de la discusión en el sentido de que ser tutor no es una
tarea de sentido común o de buenas intenciones, no son las primeas preguntas que
vienen a la mente, se deben planificar y precisar, demandan un saber técnico, específico,
¿cuál es la estrategia e interrogante que permite el mejor acompañamiento?, se anuncia
con esta controversia que la función de tutoría necesita saber de estrategias de tutoría,
además de la experiencia, y es que como afirman Grossman, Wilson y Shulman (2005)
“La relación entre didáctica y conocimiento de la materia indican que hay varias
dimensiones del conocimiento de la materia que son particularmente importantes para la
tarea de la enseñanza” (p. 3). En este sentido quienes asuman el rol de tutor, saben que
también son noveles, ya que al igual que su tutorado, en ambos casos inician un proceso
y un trayecto de aprendizaje, la tarea del tutor eficaz no es solo poner la parte de la
experiencia, sino conocer los elementos teóricos que le corresponden pero ¿cuáles son
éstos? ¿Qué identidad pedagógica o enfoque debe asumirse cuando está se está en una
fase de implementación?
Las preguntas que al principio parecían las idóneas, detonó una controversia que los
llevó al conflicto sociocognitvo, que de acuerdo con Sechcovich (s/f) es la base para que
se produzca en cada persona un salto en su estructura mental. Por ello, cuando el
facilitador invitó a que respondieran por escrito sobre las preguntas adecuadas para la
reunión de inicio, los participantes redactaron -desde su experiencia- cuestiones como las
que se presentan en el siguiente cuadro:
Cuadro 4. Propuesta del grupo de supervisores, directores, y asesores pedagógicos sobre
cuestionamientos para la reunión de inicio con los tutorados
Qué situaciones escolares representan un reto.
Sobre qué temáticas consideras requerir mayor apoyo.
A qué dificultades te has enfrentado en tu práctica
docente, y en las diferentes asignaturas.
Qué áreas de oportunidad detectas en el manejo de
programas de estudio.
Cómo resolvemos la problemática para trabajar en
forma corresponsable.
Qué problemáticas tienes al abordar la planeación.
En qué aspectos considera que puedes recibir apoyo.
Cómo te tratan en la escuela los alumnos, los
compañeros, y autoridades escolares.
Qué has aprendido en este lapso de tiempo en que has
tratado ya a los alumnos y padres de familia, así como
compañeros de trabajo.
Qué expectativas tienes de la tutoría.
Qué expectativas tienes de tu trabajo.
Qué esperas de tu escuela.
Qué esperas de tu tutor.
Cómo te sientes en esta labor.
Qué necesitas para mejorar.
Sabes qué espera la escuela de ti.
Qué tan equipado te sientes.
En qué te puedo ayudar.
Qué fortalezas has encontrado en el trabajo.
Cómo es tu relación con los padres de
familia.
Cómo te recibió tu escuela.
La traducción que se hace de este conglomerado de cuestionamientos, refleja de manera
clara tres categorías como base a considerar en el contacto inicial: equipaje personal,
inserción/expectativas y nominalización para el diagnóstico inicial, mismas que nos
8

preparan para el abordaje de los posibles tópicos de interés. De manera gráfica se
representan de la siguiente manera:
Esquema 2. Tres pilares básicos para el interrogatorio inicial con el tutorado
El esquema muestra el potencial de las aportaciones grupales, escondidas como saberes
individuales cuando se hacen explícitos, se trata como afirma Romero (2007) “de poner
en palabras lo que se conoce de manera tácita y así comenzar a comunicarlo a otros. De
esta forma el conocimiento tácito, que siempre es de un individuo, comienza a
transformarse en un conocimiento compartido” (p.11). Y es que el valor de un taller
basado en una necesidad real e inminente, detona un proceso diferente, ya que “No se
trata sólo de unificar el conocimiento explícito, como suele hacerse desde cierta práctica
extendida de capacitación docente que se basa en acciones generalmente individuales y
descontextualizadas del mundo de la práctica” (p. 11).
A manera de conclusión:
El estudio se focaliza en el punto de partida de la implementación de la tutoría en
Aguascalientes en donde los participantes del taller analizado se perciben con ciertas
herramientas para el acompañamiento al docente novel, sin embargo dichas
herramientas no son suficientes, se necesita conocer sobre la función tutora. Ser tutor no
es una tarea de sentido común o de buenas intenciones, no son las primeas preguntas
Equipajepersonal
Qué tan
equipado estas
inserción/expectativas
Cómo te tratan en
la escuela los
alumnos, los
compañeros, y
autoridades
escolares
Cómo te recibió tu
escuela.
Cuáles son tus
expectativas sobre
la escuela y la
tutoría
Nominalizaciónparael
diagnósticoinicial
Qué:
temáticas,
dificultades, áreas
de oportunidad,
problemáticas,
aspectos,
expectativas,
sentires,
necesidades,
aprendizajes:
consideras requerir
más apoyo

que vienen a la mente, se deben planificar y precisar, demandan un saber técnico,
específico.
Hay una doble percepción con respecto a la experiencia de los participantes, la primera
es vista como fortaleza debido a sus años de experiencia y el estatus jerárquico que
avala un “saber acumulado”, sin embargo para algunos el tener bastantes años de haber
dejado el aula, lo aprecian como desventaja, el tutor debiera ser un docente de aula.
La construcción del objeto de intervención tutorial se sustenta en la idea de que debe
partir de demandas, sentidas, percibidas, reales o hipotéticas, queda la interrogante
sobre qué respuesta dan los tutorados ante cuestiones como las que se han mostrado.
El taller cuando se realiza en una necesidad real e inminente, denota un proceso de
discusión más auténtico y situado.
Bibliografía:
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Editorial Magisterio del Río de la Plata.
Bobbio, N., Matteucci, N., & Pasquino, G. (2005) Diccionario de Política. Vol. 2 de la l-z-
México: Siglo XXI editores.
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