2. Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se
produjo en Europa Occidental durante los siglos XV y XVI. Fue un período
de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna. Sus
principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también
se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas.
La ciudad de Florencia, en Italia, fue el lugar de nacimiento y desarrollo
de este movimiento, que se extendió después por toda Europa. El
Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que
determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El término
«renacimiento» se utilizó reivindicando ciertos elementos de la cultura
clásica griega y romana, y se aplicó originariamente como una vuelta a los
valores de la cultura grecolatina y a la contemplación libre de la
naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y
dogmática establecida en la Europa medieval. En esta nueva etapa se
planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, con nuevos
enfoques en los campos de las artes, la política, la filosofía y las ciencias,
sustituyendo el teocentrismo medieval por el antropocentrismo.
3. Hombre de Vitrubio, dibujo de Leonardo da
Vinci, expresión del canon estético
renacentista.
4. Aspectos generales
El Renacimiento marca el inicio de la Edad Moderna, un
período histórico que por lo general se suele establecer
entre el descubrimiento de América en 1492 y la
Revolución francesa en 1789, y que, en el terreno
cultural, se divide en el Renacimiento siglos XV y XVI y el
Barroco siglos XVII y XVIII, con subdivisiones como el
manierismo, el rococó y el neoclasicismo. Otros
historiadores sitúan la fecha de inicio en 1453, caída de
Constantinopla.
5. Imprenta europea del siglo XV. La
difusión de la cultura gracias a la
imprenta fue una de las principales
causas dinamizadoras de la nueva
corriente cultural renacentista.
6. Definición
El término «Renacimiento» procede del italiano Rinascita y fue acuñado por el
artista e historiador Giorgio Vasari en sus Vidas 1542–1550, en alusión al renacer
de la cultura clásica tras el oscurantismo medieval. Como tal, supone un
fenómeno tanto social como político y cultural que abarcó todo el continente
europeo durante los siglos XV y XVI.3 En la historiografía moderna, la primera
definición del Renacimiento procede del historiador francés Jules Michelet (La
Renaissance, 1855),6 mientras que la visión actual del mundo renacentista fue
forjada por Jacob Burckhardt en su ensayo La cultura del Renacimiento en Italia
(1860).4
Aunque se suele situar el inicio del Renacimiento en el siglo XV numerosos
historiadores lo retrotraen al siglo XIV o aun al XIII, a la obra de algunos artistas
considerados precursores, como Cimabue y Giotto en pintura o Nicola Pisano en
escultura. Estos sentaron las bases de los primeros artistas plenamente
renacentistas en la Florencia del primer cuarto del siglo XV, como el pintor
Masaccio, el escultor Donatello o el arquitecto Brunelleschi, todos ellos
interesados en el naturalismo, la armonía y las proporciones matemáticas.
7. La Fornarina, pintura de Rafael, expuesta
en el Palacio Barberini de Roma. En el
Renacimiento se afianza el retrato como
género autónomo. Aquí se aprecia además
el interés por el desnudo, procedente del
arte clásico, dando como resultado una
imagen heroica de la dama representada.
8. David (1440), de Donatello, Museo
Nazionale del Bargello, Florencia. En
esta obra se representa un personaje
bíblico como un héroe de la
Antigüedad clásica, una clara muestra
del nuevo concepto renacentista del
arte.
9. Estética
La cultura renacentista supuso el retorno al
racionalismo, al estudio de la naturaleza, la
investigación empírica, con especial influencia de la
filosofía clásica grecorromana. La estética renacentista
se basó tanto en la antigüedad clásica como en la
estética medieval, por lo que a veces resultaba algo
contradictoria: la belleza oscilaba entre una
concepción realista de imitación de la naturaleza y una
visión ideal de perfección sobrenatural, siendo el
mundo visible el camino para ascender a una
dimensión suprasensible.
11. Arte
Diferentes etapas históricas marcan el desarrollo del
Renacimiento: la primera tiene como espacio cronológico
todo el siglo XV: es el denominado Quattrocento, y
comprende el Primer Renacimiento —también llamado
«Renacimiento temprano» o «Bajo Renacimiento»—, que
se desarrolla en Italia; la segunda surge en el siglo XVI y se
denomina Cinquecento: su dominio artístico queda
referido al clasicismo o Alto Renacimiento — también
llamado «Renacimiento pleno»—, que se centra en el
primer cuarto del siglo
12. Arquitectura
La arquitectura renacentista tuvo unCarácter
marcadamente profano en comparación con la
época anterior. Surgió en una ciudad en donde la
arquitectura gótica apenas había penetrado,
Florencia.
A pesar de ello, muchas de las obras más destacadas
fueron edificios religiosos.
13. La Iglesia de Santa Maria Novella, en
Florencia, con fachada de Leon
Battista Alberti. La ordenación
geométrica que propone Aberti en el
diseño queda mitigada por el empleo
de mármoles polícromos, conforme a
la tradición local.
David de Miguel Ángel.
Diseñada y ejecutada para
presidir la plaza principal
de
Florencia, esta escultura es
en
realidad una estudiada
alegoría
política bajo la apariencia
del
tema cristiano. La visión
resulta
amplificada por las
dimensiones
colosales de la estatua,
pensada
para no perderse en el
espacio de
la plaza. Hoy en día la
sustituye
una copia, mientras que el
original está en la
Academia de
Florencia.
14. Por etapas, se pueden distinguir dos grandes
momentos:
-El Quattrocento tuvo su centro neurálgico en Florencia y la Toscana.
La sencillez y claridad estructural y decorativa fue el rasgo
fundamental de la arquitectura de este momento. Los modelos
clásicos se someten a un proceso de estilización y se adaptan al
templo cristiano.
-El Cinquecento tuvo como centro Roma: en 1506 Donato Bramante
terminaba su célebre proyecto para la Basílica de San Pedro en el
Vaticano, que sería el edificio que marcaría la pauta en lo restante del
siglo XVI.29
15. Basílica de San Pedro, obra de Bramante y Miguel
Ángel, autor del diseño final que se ejecutó en su
mayor parte; la cúpula fue terminada por Giacomo
della Porta, y la fachada es obra de Carlo Maderno, de
época barroca. Concebida inicialmente según un
diseño centralizado, las variaciones en la dirección de
la obra dieron como resultado un nuevo prototipo de
iglesia, llamado a extenderse con la Contrarreforma.
16. Pintura
En pintura, las novedades del Renacimiento se introdujeron de
forma paulatina pero irreversible a partir del siglo XV. Un
antecedente de las mismas fue Giotto, pintor aún dentro de la
órbita del gótico, pero que desarrolló en sus pinturas conceptos
como volumen tridimensional, perspectiva y naturalismo, que
alejaban su obra de los rígidos modos de la tradición bizantina y
gótica y preludiaban el Renacimiento pictórico.
17. "La Mona Lisa
Descripción
El cuadro La Mona Lisa, es la
pintura mejor guardada del
mundo, actualmente se encuentra
en el museo del Louvre, Paris. Allí
se encuentra en una caja
transparente hermética con
presión y temperatura controlada,
recientemente se ha habilitado en
el museo una sala especial para
su exposición.
Obra maestra de Leonardo da
Vinci, también conocida como La
Gioconda.
18. La Última Cena, Da Vinci
Descripción
La última cena de Da Vinci es
un cuadro religioso pintado
sobre la pared de una iglesia
(fresco). El original de esta obra
corresponde a un fresco de 8,8
x 4,6 m. Pintado sobre gesso
(mezcla de yeso y tiza) entre
1495 y 1497 en el
convento Santa María de las
Gracias, Milán, Italia.
La es la propia reproducción de
la obra que está en venta, ya
que el estado de conservación
de la pintura original no permite
ver bien los detalles.
19. Leda y el Cisne, Da Vinci
Descripción
Cuadro Leda y El Cisne de
Leonardo Da Vinci.
Aunque la obra original se
considera perdida, se sabe de su
existencia por fuentes escritas y
copias de la pintura, la más
célebre es la que se aprecia en la
imagen, pintada hacia 1510 por
Cesare da Sesto. Actualmente se
encuentra en Wilton House,
Salisbury, Inglaterra.
20. El Nacimiento de Venus, obra de Botticelli,
conservada en la Galleria degli Uffizi,
Florencia. El paganismo se introduce en el arte
renacentista como contrapunto al mundo
hermético y cerrado del medievo en el que
Dios era el fin de todo. El ser humano en su
individualidad y diversidad será a partir de
ahora el objeto máximo del interés de los
artistas.
21. La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana, por Leonardo
da Vinci, Museo del Louvre, París.
«Verdaderamente celestial y admirable fue
Leonardo Hizo un cartón de Nuestra Señora y
santa Ana, con Cristo, que también les pareció
maravilloso a todos los artistas; una vez
terminado, estuvo expuesto dos días para que lo
vieran los hombres y las mujeres, los jóvenes y los
viejos, como se va a las fiestas solemnes, para ver
las maravillas de Leonardo, que hicieron asombrar
a todo este pueblo». Giorgio Vasari, Las Vidas.
Retrato de Eleonora Gonzaga, por Tiziano. La
dama se muestra en la lejanía aristocrática
de su opulento atuendo, pero con ciertas
alusiones a la vida cotidiana (reloj, ventana
abierta al paisaje, perrito dormido) que la
acercan al espectador. Galleria degli Uffizi,
Florencia.
22. Escultura
Como en las demás manifestaciones artísticas, los ideales de vuelta a la antigüedad,
inspiración en la naturaleza, humanismo antropocéntrico e idealismo fueron los que
caracterizaron la escultura de este período. Ya el gótico había preludiado en cierta manera
algunos de estos aspectos, pero algunos hallazgos arqueológicos el Laocoonte, hallado en
1506, o el Torso Belvedere que se dieron en la época supusieron una auténtica conmoción
para los escultores y sirvieron de modelo e inspiración para las nuevas realizaciones.
Aunque se siguieron haciendo obras religiosas, en las mismas se advierte un claro aire
profano; se reintrodujo el desnudo y el interés por la anatomía con fuerza, y aparecieron
nuevas tipologías técnicas y formales, como el relieve en stiacciato altorrelieve con muy
poco resalte, casi plano y el tondo, o composición en forma de disco; también la iconografía
se renovó con temas mitológicos, alegóricos y heroicos. Apareció un inusitado interés por
la perspectiva, derivado de las investigaciones arquitectónicas coetáneas, y el mismo se
plasmó en relieves, retablos, sepulcros y grupos escultóricos. Durante el Renacimiento
decayó en cierta manera la tradicional talla en madera policromada en favor de la escultura
en piedra —mármol preferentemente y se recuperó la escultura monumental en bronce,
caída en desuso durante la Edad Media.
23. La Piedad del Vaticano, de Miguel Ángel,
encargada por el cardenal francés Jean
Bilhères de Lagraulas para su sepultura,
hoy se encuentra en la Basílica de San
Pedro. El idealismo e impasibilidad de los
dioses clásicos se traslada aquí a un tema
cristiano; la serena belleza de María y de
Cristo apenas se ve alterada por el dolor o
la misma muerte.
24. Humanismo
Humanismo es un concepto polisémico que se aplica tanto al estudio de las letras
humanas, los estudios clásicos y la filología grecorromana; como a una genérica
doctrina o actitud vital que concibe de forma integrada los valores humanos.1
Por otro lado, también se denomina humanismo al «sistema de creencias
centrado en el principio de que las necesidades de la sensibilidad y de la
inteligencia humana pueden satisfacerse sin tener que aceptar la existencia de
Dios y la predicación de las religiones»,1 lo que se aproxima al laicismo o a
posturas secularistas. Se aplica como denominación a distintas corrientes
filosóficas, aunque de forma particular al humanismo renacentista1 (la corriente
cultural europea desarrollada de forma paralela al Renacimiento a partir de sus
orígenes en la Italia del siglo XV caracterizado a la vez por su vocación filológica
clásica y por su antropocentrismo frente al teocentrismo medieval.
25. Cuatro filósofos humanistas beneficiados por el
mecenazgo de los Médicis: Marsilio Ficino,
Cristoforo Landino, Angelo Poliziano y Demetrio
Calcocondilas. Detalle del fresco Zacarías en el
templo, de Domenico Ghirlandaio, en Santa Maria
Novella (Florencia), 1486- 1490.
26. El término Humanismus fue acuñado en 1808 por el pedagogo alemán Friedrich Immanuel
Niethammer para referirse a las enseñanzas medias, centradas en el estudio de los clásicos griegos y
latinos. Partía del término humanista, de uso común ya en el siglo XVI y originado en la jerga
estudiantil de las universidades italianas para referirse a los profesores de humanidades o studia
humanitatis.3 En su origen, pues, el humanismo no era un sistema filosófico sino un programa
educativo y literario,4 pero al dar nueva vida a los sistemas filosóficos clásicos griegos y latinos
incorporaba importantes nociones filosóficas de orden diverso y más bien ecléctico, coincidentes
únicamente en dar valor al hombre y al estudio de las humanidades
Considerando que el hombre está en posesión de capacidades intelectuales potencialmente ilimitadas,
los humanistas consideraban la búsqueda del saber y el dominio de diversas disciplinas como condición
necesaria para el buen uso de estas facultades. Defendían, así, la extensión y expresión en lengua vulgar
de todos los saberes, incluyendo los religiosos; la palabra divina debía hacerse accesible a cualquier
persona, fueran cuales fueran sus orígenes o su lengua, lo que se concretó en las traducciones de la
Biblia hechas por humanistas, como la de Jacques Lefèvre d'Étaples al francés en 1523.
Entendido así, el humanismo trata de exponer y difundir con mayor claridad el patrimonio cultural. El
individuo, correctamente instruido, permanece libre y plenamente responsable de sus actos en la creencia
de su capacidad de elección. Las nociones de libertad o de albedrío, de tolerancia, de independencia, de
apertura y de curiosidad son, efectivamente, indisociables de la teoría humanista clásica. Por extensión,
se llama «humanista» a todo pensamiento que pone en el primer plano de sus preocupaciones el
desarrollo de la cualidades esenciales del ser humano. Así, Paul Oskar Kristeller advierte que el término,
asociado en el pasado con el Renacimiento.
27. Antonio de Nebrija impartiendo una clase
de gramática. Es una de las principales
figuras del humanismo español.
Retrato de Erasmo de
Rotterdam, por Hans Holbein
el Joven, 1523.
28. El humanismo es, en resumen, un componente de una gran
variedad de sistemas filosóficos más específicos y de varias
escuelas de pensamiento religioso. Mucho antes de ser
ampliamente empleado en términos políticos, el humanismo es
un concepto propio de la historia de la filosofía, renovada con el
Renacimiento, asociado en particular con el movimiento
representado por Erasmo, Michel de Montaigne o incluso por
Guillaume Budé, a quienes corresponde el honor de haberse
interesado a la vez por la literatura de la antigüedad greco-
latina y la reflexión personal.
29. Humanismo renacentista
El humanismo renacentista es un movimiento intelectual,
filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al
Renacimiento cuyo origen se sitúa en la Italia del siglo XV
(especialmente en Florencia, Roma y Venecia), con precursores
anteriores, como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni
Boccaccio. Busca los modelos de la Antigüedad Clásica y
retoma el antiguo humanismo greco-romano. Mantiene su
hegemonía en buena parte de Europa hasta finales del siglo XVI.
A partir de entonces se fue transformando y diversificando con
los cambios espirituales provocados por el desarrollo social e
ideológico: los principios propugnados por la Reforma
protestante (luteranismo, calvinismo, anglicanismo) y la
Contrarreforma católica; y más adelante (hasta finales del siglo
XVIII) la Ilustración y la Revolución francesa.
30. Con humanistas como Lorenzo Valla, quien en su De elegantia
linguae latinae escribe una gramática del latín clásico de base
científica, y otros intelectuales del Renacimiento, comienza la
filología moderna y se redescubre la antigüedad grecolatina.
31. Factores que favorecieron el humanismo
Después de grandes debates y polémicas, a partir del siglo XV el movimiento
humanista se vio favorecido por varios factores:
La emigración de sabios bizantinos: debido a que el Imperio bizantino estaba siendo
asediado por los turcos, muchos de ellos buscaron refugio en Europa Occidental,
especialmente en Italia, llevando con ellos textos griegos, promoviendo la difusión de la
cultura, los valores y el idioma griego. Por ejemplo, Manuel Crisoloras, erudito griego de
Constantinopla, que enseñó griego en Florencia desde el año 1396 al 1400 y escribió para
uso de sus discípulos la obra Cuestiones de la Lengua griega, basándose en la
Gramática de Dionisio Tracio; su discípulo Leonardo Bruni (1370-1444) fue el primero que
hizo traducciones del griego al latín a gran escala, como también Ambrosio Traversario,
quien además recomendó a Cosme de Médici que adquiriera doscientos códices griegos
de Bizancio o Francesco Filelfo, que se llevó el mismo muchos otros.
32. La invención de la imprenta: este invento de Gutenberg permitió el abaratamiento
del costo y la difusión de los libros, garantizando la difusión masiva de las ideas
humanistas y la aparición del sentido crítico contra el magíster dixit o argumento
de autoridad medieval
La llegada al solio pontificio de Tomas Parentucelli, (Papa Nicolás V) y de Eneas
Silvio Piccolomini, (Pío II) convierte a Roma en uno de los grandes focos del
Humanismo.
La acción de los mecenas: los mecenas eran personas que con su protección
política, con su aprecio por el saber antiguo, con su afán coleccionista o con la
remuneración económica a los humanistas para que se establecieran o costearan
sus obras en la imprenta, facilitaron el desarrollo del Humanismo. Estas personas
reunían obras clásicas y llamaban a eruditos conocedores de la literatura griega y
romana; por si eso fuera poco, los acogían en sus palacios. Entre los mecenas
más destacados sobresalen: la familia de los Médici de Florencia Lorenzo de
Médicis, llamado el Magnífico y su hermano Juliano de Médicis, los pontífices
romanos Julio II y León X, Cristina de Suecia.
33. La escuela de Atenas, fresco de
Rafael. El hombre vitruviano de Leonardo
da Vinci, ca. 1490.
34. Rasgos del humanismo
Algunos de los rasgos ideológicos del humanismo son:
Estudio filológico de las lenguas e interés por la recuperación de la cultura de
la Antigüedad clásica. Creaciones artísticas basadas en la imitación o
mímesis de los maestros de la civilización grecolatina.
El antropocentrismo o consideración de que el hombre es importante, su
inteligencia el valor superior, al servicio de la fe que le une con el Creador.
Se restaura la fe en el hombre contemporáneo porque posee valores
importantes capaces de superar a los de la Antigüedad Clásica.
Se vuelve a apreciar la fama como virtud de tradición clásica, el esfuerzo en la
superación, y el conocimiento de lo sensorial.
El arte humanista toma la materia popular y la selecciona para transformarla
en algo estilizado e idealizado, de la misma manera que la novela pastoril
recrea una vida campestre desprovista de las preocupaciones habituales al
campesino. En el arte humanista no hay lugar para las manifestaciones
vulgares de la plebe que se verán más tarde en el siglo XVII con el Barroco.
35. Personalidades históricas
Los autores más señeros de este movimiento fueron:
Dante Alighieri (1265-1321), fue el primero en situar a la Antigüedad en
el centro de la vida cultural. Francisco Petrarca (1304-1374), es
conocido como el padre del humanismo. Fue el primero en señalar que
para ser culto y adquirir verdadera humanidad, era indispensable el
estudio de las lenguas y letras de los clásicos.
Genealogía de los dioses paganos.
Gemisto Pletón (1355-1452). Humanista y filósofo bizantino, unos de
los principales impulsores del estudio del griego en el mundo latino, y
del platonismo. Ferviente seguidor de Platón, enseñó en Florencia y
estableció la base para la creación de la Academia de Florencia.
Leonardo Bruni (1374-1444), a quien se debe un profundo impulso a la
traducción de la literatura griega. Poggio Bracciolini (1380–1459), gran
perseguidor de manuscritos por toda Europa; a él se debe principalmente
la recuperación de numerosos escritos de Cicerón y de otros autores
importantes como Lucrecio y la consideración del latín como una lengua
viva y aún creativa.
36. El Humanismo, como uno de los fundamentos
ideológicos del Renacimiento, suponía una evidente
ruptura con la idea de religión que se manejaba
hasta entonces en la que Dios era centro y razón de
todas las cosas. Con el Humanismo, Dios no perdía
su papel predominante, pero se situaba en un plano
diferente, y ya no era la respuesta a todos los
problemas. Probablemente el autor que supo aunar
mejor que ninguno la filosofía humanística con el
pensamiento cristiano fue Erasmo de Rotterdam.