Este documento trata sobre el aprendizaje del inglés con fines académicos. Explica que el origen del inglés con fines específicos se remonta al siglo XVI debido a las necesidades de comunicación comercial. Más recientemente, en la década de 1950 surgió el enfoque de aprender un idioma con un objetivo definido. Finalmente, autores posteriores a 1970 desarrollaron teorías y metodologías que delimitaron este campo de estudio, enfocándose en las necesidades de los estudiantes.