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La autoria femenina en...
1. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 1
LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL (2009 – 2018)
(Homenaje a la literatura escrita por mujeres en la Región de Arica y
Parinacota, 8 de marzo 2020)
Nuestra literatura. Una literatura que es como la pampa, hermosa en su grandeza e inmensidad
pero, vista atenta y al amanecer, que no al mediodía, nos muestra que está ribeteada de
montañas por fondo, de quebradas y arenales, de ferruginosas texturas ásperas y tersas. Que
se deja escuchar el peso del silencio. De igual forma nuestra literatura: algunos libros semejan
montañas en lontananza, otros semejan cerros agrestes o respingados, otros son libros como
quebradas, profundos, otros son llanos que permiten ligero caminarlos. Y hay libros como
espejismos que nos persiguen toda la vida, que se nos graban en el alma y que llevamos por
cada calle que caminamos.
La literatura es una, cual pampa decíamos, y en el proceso de comprenderla y de aprehenderla
es necesario fijar la vista, enmarcar, y nominar cada uno de esos espacios, trozos, en un tiempo
determinado. Y en este proceso de observación más que de disección encontramos la literatura
femenina, libros escritos por mujeres, libros de larga data e intrincada historia, semejante a los
ríos del desierto que nacen imperceptibles, delgados, serpenteantes atraviesan este innúmero
páramo, y como hilo de plata se pierden en la arena para aflorar más allá, verdes, y se vuelven
a perder entre arenales, y tras el horizonte reverberante de calor y arena, fecundan en perdidas
2. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 2
quebradas oasis de frutos, sobreviviendo, siempre alimentado napas que son vida; de igual
forma se expresa en nuestro norte la literatura escrita por mujeres.
La literatura con autoría femenina posee larga data. Desde aquellos “monogatari” i de la cultura
japonesa Heian del siglo XI, hasta Joanne Rowling autora de Harry Potter. Con esforzada
persistencia ellas han escrito cientos de obras producidas en la intimidad de una aristocracia,
entre los vínculos de una burguesía, o en la reclusión de un clero. Solo en estas últimas
décadas podemos conocer obras de mujeres que no han dispuesto más que de su fuerza de
trabajo para sobrevivir y en consecuencia insertas en otros estratos sociales o culturales; sin
embargo, que no hayamos podido conocer su obras (o que solo conociéramos una ínfima
parte), no significa que ellas no existieron, para muestra, un botón: Alberto Manguel en “Una
Historia de la Lectura” ii refiriéndose a la edad media expresa que gran parte de la literatura
en Europa la concentran trovadores y juglares (mester de juglaría, y mester de clerecía) y cita:
“Del centenar de trovadores de la época de esplendor –desde comienzos del siglo XII hasta
comienzos del XIII- cuyos nombres se conocen, unos veinte eran mujeres”. Pero ahora, sea
cual fuere la relevancia de la influencia y el número, -una siempre ecléctica relevancia- de ellas,
el aporte de mujeres ha estado presente desde el nacimiento de la literatura, sin más la frase
que inaugura las letras en occidente nace invocando a una mujer: “canta o diosa, la cólera del
pélida Aquiles…” y en oriente no es atrevido mencionar que la primera novela fue escrita por
una mujer, “Historia de Genji” de Murasaki Shikibu, allá por el año 1.000. El aporte de ellas, su
tránsito por ese mar de libros, ha sido, como ya lo decíamos, como los ríos de nuestra tierra.
Y si bien es cierto se carece de un estudio que identifique el aporte que han hecho
exclusivamente los hombres a la literatura universal, nacional o local, hoy queremos
concentrarnos en identificar la participación de las mujeres, de año 2009 al 2018, en la
cimentación y configuración de nuestra literatura regional, porque su presencia ha sido
sustantiva y trascedente. Valga decir que hemos evitado hasta acá adjetivar la literatura como
femenina o feminista, aunque si se hiciera no sería diferente a como otrora se adjetivara de
regional, indigenista, chilena, europea o clásica, categorías que solo facilitan su comprensión.
Identificar la literatura de autoría femenina de nuestra región, Arica y Parinacota, resulta no
solo interesante, sino un ineludible ejercicio porque la literatura producida, elaborada por
mujeres nos permite concluir que es no solo un aporte sustancial, sino uno constitutivo de la
naturaleza misma de ella.
El inicio de nuestra literatura regional es incierto. Definirlo dependerá de que tan rígida sea
nuestra definición de literatura. Si la circunscribimos a su raíz litera, ergo: letra, estará en los
primeros textos escritos, y el desafío será encontrar el primer texto de hechos de imaginería o
de expresión de emociones personales. Siempre habrá un investigador que, para su efímera
gloria, encuentre uno más añoso. Ahora, si usamos una definición más inclusiva, quizás
podríamos encontrar sus antecedentes en leyendas o narraciones de mitos aimaras y en
responsorios musicalizados de cofradías religiosas. Y, por último, también es posible identificarla
en coplas, décimas o payas propias de la Guerra del 79 y luego del plebiscito referente a Tacna
y Arica. Tres ámbitos que ofrecen generosos lineamientos en torno al origen de nuestra
literatura regional.
3. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 3
Mas, para efectos de este artículo, baste decir que fue Nana Gutiérrez Bonelli (Tacna 1924 –
Arica 1985) quien nos da una primera identidad en un corpus y en una época en que la
literatura nacional se define en Santiago. Su personalidad y aporte se reconoce hasta hoy.
Antes de ella justo es mencionar a Escilda Greve (Arica 1906 – Santiago 1990) quien se
reconoce como una escritora ariqueña pero desarrolla una vida literaria en Santiago, por lo que
reservamos el nombre de Yolanda Gutierrez Bonelli, Nana Gutiérrez, como fundadora de
nuestra identidad literaria en el concierto nacional. Ella fue la primera que tuvo la suficiente
apostura para desde nuestra ciudad escribir y difundir su obra. Nacida el 18 de Noviembre de
1924 en Arica, hace sus estudios universitarios en Santiago desde donde regresa antes de
terminarlos, esos años en la capital le fueron suficientes para descubrir lo que sería su oficio y
tejer una red de contactos que posteriormente le permitiría forjarse un nombre en la literatura
nacional. Vio además en el Perú la perspectiva de proyectar su trabajo, intento que se
materializa con la publicación de “Calendario” (1972) en conjunto con importantes
personalidades del país hermano, logrando así difundir también allí su obra. Nana Gutiérrez
fallecerá en Arica un 21 de mayo de 1985.
Posteriormente encontraremos la coyuntura histórica de fines de los 60 comienzo de los 70, en
que la presencia de Nana Gutiérrez se comparte con los 8-9 números de la revista universitaria
“Tebaida” (editorial Nascimento), publicación que se impone por su calidad en el contexto
regional y nacional bajo la dirección de Alicia Galaz Vivar (Valparaíso 1936, EEUU 2003),
académica y escritora. Aplica mencionar que la revista “Tebaida” era patrocinada por la I.
Municipalidad de Arica, cuya alcaldesa era Elena Díaz Hevia, otra mujer, sin embargo,
corresponde decir no es una revista que se caracterice por publicar a muchas mujeres. Alicia
Galaz cumplió un importante rol en esos años como directora del grupo poético homónimo de la
revista, tiene una participación activa como articulista y pedagoga, y como poetiza, ciudad Arica
en la que escribe parte de su producción literaria. Este periodo de la literatura regional de fines
de los sesenta y principios de los 70 fue identificado como el “periodo de Oro” de nuestra
literatura regional (ver “La Literatura en el Norte de Chile” iii), periodo este que se cierra
dramáticamente con la creación de la División de Comunicación Social (DINACOS) instaurada
por la dictadura militar en Septiembre de 1973 que tenía como fin autorizar o censurar todo
tipo de comunicación social, entre las cuales se contemplaban también las obras culturales.
Durante la dictadura, la literatura regional se expresa en la figura de Raquel Pino Parraguez
(Colchagua 1926 – Arica 2012) prolífica periodista y escritora cuyas publicaciones superan los
20 títulos, la que por sobre méritos literarios posee un valor documental. Para esos años Nana
Gutiérrez ya había publicado parte importante de su obra “Insectario” en 1980, “Manos Arriba”
1968 “Por el Rabo del Ojo” 1970 Premio Municipal de Poesía, “Abril” (1971), “Calendario”
(1972) coaut con Winston Orrillo, Perú; “Correspondencia” (1972). Por “Luna Llena” publicado
en 1974 recibe el Premio al Mérito Literario de la Universidad del Norte Sede Arica, señala la
página web de la Bibliotecanacionaldigital.gob.cl
Luego, durante las primeras décadas de la transición, la actividad de la Unión Tripartita de
Intelectuales y Artistas, Arica Parinacota, UTIA AP., liderada por Pino Parraguez continúa
incentivando la vida literaria regional. Gestiona con la I. Municipalidad de Arica el
financiamiento para el primer encuentro internacional de mujeres en torno a la figura de
Gabriela Mistral. El “II Encuentro Internacional de Escritoras Nana Gutierrez” del 20 al 23 de
Octubre de 1999 en Arica, es un hito para la literatura femenina. Participan en la organización
4. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 4
de este evento tres asociaciones locales de escritoras: el Centro Cultural e Integracionista “La
Consentida” con su presidenta Luisa Guerra Moreno, la UTIA AP, la Unión de Talentos
Internacionales y Autores con Raquel Pino P, como presidenta, el Taller Literario “Queñua” de la
Corporación Cultural Municipal de Arica que lo dirige José Morales S. pero Isolina Acuña Vélez
como Coordinadora Cultural del Taller trabaja en la organización del evento, junto a Miriam
Luque por la Universidad de Tarapacá. Emiten un Boletín Informativo, en él exponen referente
a las asociaciones que organizan: “La unión de estas cuatro entidades tiene por objetivo formar
el Centro de Escritoras de Arica, organización que pretende reunir el máximo de mujeres
dedicadas a la literatura desarrollar talleres de perfección, apoyar sus publicaciones, que sin ser
feminista toma todos los temas a tratar dentro de la literatura de la mujer” pag 26 de Boletín
Informativo, “Nana en el tiempo” de Raquel Pino P. Justo es mencionar también en esta época
la participación de Gladys Herrera Villegas quien permanentemente manifestó una particular
preocupación por la literatura escrita por obreros de la pampa salitrera.
Fines del siglo pasado e inicios de este fue un periodo de talleres como el Taller Rayma, los
talleres de Ana Maria del Río y el nacimiento de Rapsodas Fundacionales fundado el 30 de
noviembre de 2003, Presidente José Morales S. acompañado de Olga Hernández B., Palmira
Burgos M., Silvia Córdova H., y Lili Rosales P. En el año 2012 la Presidenta es Ana Labbe G,
acompañada por Margarita Figueroa Z., Lily Fernandez C., Sylvia Córdova H y Luis Araya N.
Importante también fue en esa época la participación de Rodolfo Kahn que culmina con la
publicación de “Heptadárica” (donde excepcionalmente solo publican hombres). En resumen, en
las épocas más significativas de nuestra literatura han destacado ya por su influencia, por la
calidad de su producción literaria, por su gestión o trabajo literario las figuras femeninas, es
decir, la presencia de la mujer ha sido señera.
Hoy, en este último decenio, nos interesa identificar la participación femenina en
un movimiento literario regional que goza de buena salud, un movimiento complejo en que se
integran, y debemos reconocerlo no siempre con la suficiente pericia, variados actores, a saber:
talleres literarios consolidados, editoriales locales, una carrera de diseño gráfico de Inacap,
acceso a impresión con bajo costo en Tacna, una Comunidad de Profesores de Lenguaje, y por
supuesto lo fundamental, un pujante y laborioso grupo de escritores regionales que se
comprometió, arriesgando esfuerzo, tiempo y dinero, por construir esta literatura regional.
También se debe mencionar la fuerte vinculación sistemática e inclusiva de esta amplia
comunidad literaria con el Consejo Regional de la Cultura, hoy Ministerio de las Culturas las
Artes y el Patrimonio y con la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, Dibam, hoy Servicio
Nacional del Patrimonio Cultural. Un movimiento literario que año a año va consolidando estilos,
motivos y obras, convirtiendo a Arica en un faro que señala un hito literario para todo el norte
5. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 5
del país, porque desde el nacimiento de nuestra región, podemos decir que comienza a
configurarse un parnaso local que estos últimos años, culmina con la dignidad de aquel de fines
de los años sesenta principios de los setenta.
Ya lo decíamos, hoy la literatura en nuestra región goza de buena salud. Cumplida su
implementación como nueva región ha venido robusteciéndose la cantidad de libros publicados.
Los talleres iniciados la primera década del siglo dan sus frutos, los aportes del fondo del libro y
una estrategia institucional de fomento lector van a permitir hablar de un interesante
movimiento literario regional que no se producía hace ya tiempo. El informe anual de la Cámara
Chilena del Libro señala que los ISBN registrados por la región van en aumento. El año 2009 la
región era la penúltima en cantidad de títulos publicados por habitante. El 2014 fue la tercera
región que más publica por habitante después de Santiago y Valparaíso, y el 2016 llega a ser la
segunda después de la capital. En la región se hace entrega desde el año 2012 del Premio
Roberto Bolaño dando cita en nuestra ciudad a lo más prominente de la literatura joven de
Chile. El año 2015 Rapsodas Fundacionales hace el lanzamiento simultáneo de 15 títulos de
obras literarias en un hecho inédito para la zona norte. La editorial Cinosargo de Daniel Rojas
Pachas se consolida en este periodo con un total el año 2017 de 50 libros publicados de
escritores regionales, nacionales e internacionales, y una serie de originales antologías,
posicionándose además como una de las principales editoriales del norte del país. La cantidad
de títulos publicados los primeros 10 años de nuestra región supera los 200. Existe además en
la región un número significativo de escritores que se identifican por edad y estilo unos con
generaciones anteriores a 1950 y otros con las posteriores a 1980 las que según la
categorización de C. Goic -estas últimas- corresponderían a la generación novísima y
novanovísima. La producción literaria regional, cada año más consistente y perfeccionada,
carece de una crítica que le caracterice, interprete y facilite su acceso al público, solo se
encuentran reseñas de las obras, pero a fines de 2019, Fidelia Martinetti Suarez junto a
“Palabra Comprometida Ediciones” de Juan J Tancara Chambe realizan un primer seminario
dándole inicio así a un proceso que debiera complementar y fortalecer nuestra literatura
regional.
En marzo del año 2018 el Alcalde Geraldo Espíndola por medio de sus Oficina Comunal de la
Mujer y la Dirección de Cultura de la I. Municipalidad de Arica realizó un homenaje a 34
mujeres ariqueñas por su trabajo literario, pero el trabajo en torno a la relevancia de la mujer
en la literatura regional por parte de la comunidad literaria femenina venía organizándose desde
el 17 de noviembre de 2017, en que las editoriales Cathartes (Connie Tapia), Dragostea (Maru
Delgado) y Makinaria (Iris Kiya) organizaron el Primer Encuentro de Literatura Femenina
“Mujeres escribiendo, mujeres leyendo”, el cual fue apoyado por la Biblioteca Municipal Alfredo
Wormald Cruz “La idea principal era mostrar las voces femeninas de la ciudad de Arica y a la
vez rescatar la creación realizada por mujeres, ya sea local o universal. El llamado fue para
llenar la biblioteca y decir: aquí si existen mujeres escribiendo, mujeres leyendo” señala Connie
Tapia. La biblioteca se llenó con más de 100 mujeres y este evento culmina con el homenaje ya
mencionado del año 2018 a las escritoras Ana Labbé, Anna Alday, Angélica Villablanca, Olga
Salgado, Patricia Mardones, Sylvia Córdova, Marta Salgado, Aurora Parra, Lili Fernández, María
Carolina Asis, Sara Silva, Luisa Castillo, Zenaida Segura, Vanessa Martínez, Iris Fernández, Erna
Aros, Sabina Salinas, Fidelia Martinetti, Myrta Ramírez, Margarita Figueroa, Maru Delgado,
Shirley Samit, Alejandra Palacios, Denisse Quezada, Connie Tapia, María Imperio, Giullia
Olivera, Ana María Soza, Josefa Tello, Oriana Bugueño, Orfa Ferrada, Kathia Tapia, María Elena
6. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 6
Zapata e Ingrid Guiller. Solo tenemos registros de obras literarias producidas por algunas de
ellas, mas lo que sí es también innegable e importante destacar es el aporte en fomento lector
y sus generosas participaciones de gran fuerza y valía a la vida cultural de la región.
Ahora, frente a las obras a las que hemos tenido acceso cabe preguntarse por cuales son sus
rasgos distintivos. Ellas como género, ya lo decíamos, han históricamente jugado un
importantísimo papel en la literatura regional. Las de hoy, sus obras, cuáles son?, mediante qué
tendencias o estilos se expresan?, qué géneros son los que más practican?, cuáles son los
principales títulos?. Estas son algunas de las preguntas que a continuación pretendemos
responder.
LA LITERATURA FEMENINA DE ESTE ÚLTIMO DECENIO EN LA REGION DE ARICA Y
PARINACOTA
El apoyo institucional a mujeres de Arica por medio de proyectos financiados por el Fondo del
Libro del año 2010 al 2020, ha sido, de un total de 122 proyectos, 25 para mujeres y 81 para
hombres (16 han sido otorgados a instituciones). Al año 2015 después de entregar durante 6
años financiamiento para proyectos, solo dos mujeres se habían adjudicado fondos, Silvia
Córdova y Tania Durán Poblete. Recién el 2016 se suma a ellas Milvia Alata. Es decir: al 2016
adjudicados 48 proyectos, solo 4 de ellos han sido para tres mujeres (M Alata gana 2 proyectos
el 2016). Y en dinero a ese año, de $204.429.000 aportados por el Fondo del Libro solo
$13.092 han beneficiado el trabajo literario de mujeres de nuestra región, es decir el 6.4%.
Al año 2020 la situación ha mejorado parcialmente, -eso si recordamos que los años 2010,
2012, 2013 y 2015 no se financió ningún proyecto a mujeres-, decíamos, hoy de 122 proyectos
un 20% han sido para mujeres, y del total de fondos distribuidos ($483.925.483.-) el 20.6% de
los fondos han sido para ellas ($99.629.845.-).
Si se consideran solo los beneficiados y su sexo -independientemente si lo han ganado una o
más veces en estos últimos 11 años- encontramos que de un total de 50 beneficiados (RUTs)
hay 30 asignados a sexo masculino y 12 asignados al sexo femenino y 8 a instituciones. Y de un
total de 36 proyectos financiados enmarcados en la línea de “Creación” solo 4 han favorecido a
mujeres (los otros proyectos han sido de iniciativas docentes, fomento de la industria o la
lectura, y literatura) y en la misma línea de un total de $132.653.666.- entregados, a mujeres
les ha correspondido un total de $16.444.443.- es decir un 12.4%.-
7. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 7
Justo es decir que las cifras anteriores, extraídas del sitio web del MINCAP, también deberían
cruzarse con la cantidad (por sexo) de postulantes al financiamiento de proyectos, información
a la que no hemos accedido y variable que podría aportar información relevante, más las
diferencias arriba expuestas son tan notables que la suma de una variable no debieran
deslegitimar la conclusión general, a saber: que el apoyo institucional en estos últimos 10 años
ha favorecido mayoritariamente a hombres.
El corpus del presente trabajo considera la producción de obras literarias, escritas por mujeres y
publicadas entre el año 2009 y 2018, obteniendo un total de 44 obras entre las cuales
predomina la poesía, pero también es destacable la incursión en una variedad de géneros que
van desde el testimonio hasta las antologías, desde la crónica de viaje hasta la novela de
ciencia ficción. Esta es una importante característica, la presencia de sus obras cubren
testimonios, recreación de leyendas, cuentos, antologías, teatro, relatos, novelas y poesía en
sus diferentes vertientes como, por ejemplo poesía infantil, étnica, haiku entre otras. Y aún
cuando no resultan pertinentes en esta situación las referencias a la investigación como
categoría literaria, hemos incluido estas publicaciones por cuanto son producto, no de la
academia, sino del esfuerzo personal, lo que nos parece destacable y digno de mención en
beneficio de la producción literaria femenina de nuestra región.
El corpus que mencionamos de 44 obras se construye sobre la base de obras literarias que dan
cumplimiento al Depósito Legal o Ley de Imprenta, Ley 19.733, en la Coordinación Regional de
Bibliotecas Públicas de Arica, complementándose con una producción bibliográfica que se ha
registrado en bibliotecas públicas las que suman un total de 44 obras. No son todas, hay un
número importante que por desconocimiento de sus autoras o de la imprenta, o porque les
resultaba oneroso (hasta el año 2015 se debían entregar 15 ejemplares, hoy son solo 5 en el
marco de esta Ley) no cumplen con esta obligación. Decíamos entonces que el corpus de 44
obras no es el total de publicaciones realizadas por mujeres en nuestra región en estos 10
años, existen por ejemplo una serie de maquetas de cartillas en el marco de campañas
sanitarias (Sida, odontológicas, parvularias, etc) de la Odontóloga Ana Alday, el gran número de
cartillas publicadas por ella permite hablar de una colección, la mayoría son fotocopiadas,
engrapadas, en blanco y negro y no exceden las 20 páginas ni la edición supera los 20
ejemplares, incluso hay muchas de solo 4 o 5 ejemplares. Junto a lo anterior existen también
publicaciones de mujeres como Iris Kiya que en su paso por Arica deja una serie de
publicaciones en formato cartonera con “Makinaria” (junto a Matías Tello) y la producción de
Connie Tapia que desde el 2018 realiza con el taller Literario “La Licuadora” en formato de
Fanzine. “Fugitiva” cartonera fue otra experiencia literaria importante que desempeña Arlene
Muñoz D (junto a Esteban Mondaca y Marcelo Ibarra) entre el 2015 y 2018, hoy en receso,
llegando a publicar 5 títulos que se difunden en Arica, Santiago, Valparaíso y Bolivia, un trabajo
que concentran en colegios y cárcel de Arica y privilegia difundir técnicas de encuadernación y
de expresión alternativas. Dado las características experimentales, de eventualidad, lo limitado
de las ediciones y el ámbito de circulación de estas publicaciones no las consideramos como
parte del corpus, al igual que las publicaciones de autoría femenina para instituciones como
Conadi, Universidad de Tarapacá, Serviu, MINVU, municipios, etc., publicaciones estas últimas
que por su carácter institucional, y su contenido en su gran mayoría no de ficción, tampoco
fueron consideradas.
8. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 8
Las obras que dicen relación con Investigación no
institucionalizada y por ello destacable dado el esfuerzo y compromiso con el tema y la región
se concentran en Oriana Pardo B. y Marta Salgado Hernández. Oriana Pardo trabaja sus
temas y publicaciones con José Luis Pizarro y han publicado desde el año 2004 cinco títulos.
Marta Salgado H. ha investigado respecto a la presencia afrodescendiente en la región, y su
publicación ya posee una segunda edición. Junto a ellas Pamela Cerda Pfeng, antropóloga
que publica también “Arica a través de la Familia Copaja” en torno a nuestra identidad regional
un libro de fotografías de esta tradicional familia ariqueña, trabajo similar al de Ariela
González Yanulaque que junto a Rodrigo Ruz S, publican el “Archivo Fotográfico Manuel
Yanulaque Scorda” un hermoso libro con una primera edición en tapa dura. Si bien no
encontramos elementos coincidentes que permitan configurar un estilo, una temática, o una
metodología común en estas investigaciones, si podemos decir que sus publicaciones no
responden a un acercamiento eventual y superfluo en el tema, sino que es un producto de
trabajos permanentes, responsables, serios y profundos, por lo que es lógico esperar nuevas
publicaciones de mujeres extra académicos en el área de la investigación.
El Testimonio es un género que guarda con la investigación lejana
semejanza, ya respecto al uso del lenguaje, ya en referencias al margen de la ficción, pero que
permite en la disposición como en la descripción libertad al estilo. Los libros que encontramos
publicados por ariqueñas van desde testimonios que comprometen espacios propios de la
intimidad como los de Ana Labbe, (Rancagua 1932) hasta el registro de dramáticas
expresiones sociales como “Historias de Pobres, Relatos y Poemas” de Marisol Cid Varas.
También está presente el testimonio personal sobre la Arica de la infancia, o aquel que deja el
registro de Brenda Barahona, “La Historia del Cacique”, su padre, Tesoro Humano Vivo. Cada
libro dentro de este sub género marca un estilo. El libro de Ana Labbe, reconocida docente de
nuestra ciudad, “Como Decíamos Ayer” es una referencia directa a la conocida frase de Fray
Luis de León cuando retoma la docencia después de sufrir las penas de la inquisición, una frase
que refleja la enorme fortaleza del español ante la adversidad y de esta forma atribuye esos
méritos a 15 profesoras y un profesor con los cuales ella ha convivido y que han dedicado de
forma ejemplar su vida a la pedagogía en Arica. De igual forma el trabajo de Manuela Landón
Vio (coaut con Udo Goncalvez) “Esdeariqueños”, de carácter más anecdótico, que registra la
actual vida citadina por medio de frases: esdeariqueños: “decirle pupo al ombligo”, “comer
tallas” o “pasar el 18 de septiembre en Tacna”, un libro en contraste con “Arica del Pasado en
los Caminos del Tiempo” de Sylvia Córdova Hernández (Arica 1939) que en pequeños
artículos reseña lugares como La Rambla, La Recova o la feria Sangra con un lenguaje
descriptivo y mayormente ausente de adjetivos. Son dos generaciones que referidas a un
mismo tema, la ciudad, conforman su testimonio en sus particulares estilos, una polifonía
interesante que aporta grandeza a nuestra literatura regional. Si bien La Crónica es un género
hermano del testimonio, tiene características particulares que permiten clasificar con precisión
9. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 9
la última publicación de este periodo de Labbe González, “Viaje por el Austro”, y parte del
libro “La Capital del Tesoro” de Graciela Quiñones.
Los tres géneros anteriores, que si bien consideramos dentro de nuestra literatura regional, son
stricto sensu parte de un discurso de no ficción. Ellos, al menos los dos últimos el testimonio y
la crónica, no excluyen la presencia del recurso literario en el lenguaje, pero entendemos que
su referente es real. El concepto de literatura varía con las épocas. Los discursos literarios no
son estructuralmente homogéneos a través de nuestra historia, Teun Van Dijk en “Estructuras y
Funciones del Discurso” iv pag 118 lo dice así: “La literatura, entonces, se define esencialmente
en términos de lo que alguna clase social y algunas instituciones (las escuelas, las
universidades, los libros de textos, los críticos, etc.) llamen y decidan usar como literatura.” No
es nuestro propósito definir lo que entendemos por literatura, ni menos decir cuáles libros de
los publicados estos años lo son o no. Adscribimos bajo esta definición a aquellos que se
autodesignan como obras literarias, por cuanto opinamos que la autopercepción de la obra es
un referente valioso, pero fundamentalmente legítimo, que contiene además el valor de ser un
testimonio de época.
Pero el problema de enmarcar y definir es particularmente complejo frente a
obras, que no son pocas, que superan las estructuras tradicionales del relato literario,
entendiendo por tradicional aquellas definiciones que nacen en un Kayser (Wolfgang Kayser,
“Interpretación y Análisis de la Obra Literaria” v ). Es el caso de aquellos libros que hemos
debido definirlos como Relatos, libros que dificultan su clasificación formal ya por su estructura
semántica, por su extensión, como por su auto-designación. En el contexto enmarcado en estos
últimos diez años de nuestra literatura regional, algunas de las publicaciones de Editorial
Cinosargo se inscriben en este neo-género (“Shhh” de Mauro Salamanca identifica
perfectamente este estilo de publicación). Un tipo de publicación al que debemos de referirnos
por cuanto también hay una presencia femenina incluso intergeneracional, en este sub-género,
ejemplo de él es “Juegos Cruzados” antología de microcuentos de Connie Tapia Monroy
(Santiago 1980). Antología que reúne a 8 autores entre ellos también figura Connie Tapia, y
que sin una estructura reconocible en su página tres se autodefine como “relatos”. Son textos
que unidos más por la prosa y una temática compartida logran cohesión. En el caso del ya
citado, la clasificación en este género responde a una autodefinición, a un grupo etario, y a un
círculo de escritores jóvenes de la región. “Es la Vida” de Natacha Poblete Araneda (Peumo
1945) es un libro de 43 páginas y 9 relatos acompañados de fotografías que ilustran el
contenido de los textos centrados en el narrador y recuerdos personales, la mayoría en primera
persona, un libro homogéneo, con un lenguaje cotidiano. No es el caso del relato “Bajo el Sol
de Arica” de Katia Tapia M. que parece buscar un estilo que se acomode a su temática sin
encontrarlo. Dejo la mención de “Ayrampo, Tiñes Nuestra Sangre Andina” al final porque es el
que más se asemeja al género que a continuación mencionamos, la leyenda. En este libro de
ocho relatos y un poema Lili Fernández Canque (Putre 1936) desliza su contenido en
momentos hacia la autobiografía, en otros a la semblanza, en otros al testimonio. Estos relatos
10. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 10
tienen un estilo, una fuerza de contenido y una unidad lugareña que los redime. Fernández
Canque experimenta en “Ayrampo” un tipo de relato en el cual logra configurar un discurso
personal pero inclusivo de las particularidades propias del relato de sus ancestros, dicho en
palabras del ex académico y escritor don José Morales Salazar “sabiéndose originarios de una
matriz socio cultural común, se identifican como hermanos, prestos a iluminar y reforzar su
espíritu tribal fraterno, solidario y constructivo” porque es justamente este espíritu tribal,
fraterno y constructivo lo que sostienen estos textos, lo que se deja entender de ellos. Lili
Fernández ha publicado en estos últimos 10 años, además del libro ya mencionado, “La Ñusta
que Encontró en Putre la Fuente de Juvencia y Otros Relatos” en un género que ya
mencionábamos, también menor, pero quizás más popular que los tradicionales entre nuestros
escritores: la leyenda. En este libro el relato “Mi Abuelita Rosario”, es una narración notable en
que además de las emociones trasmitidas con la trasparencia del aire del altiplano, hace
convivir en inigual armonía un exquisito castellano pleno del influjo aymara
La Leyenda es una forma expresiva muy recurrida por escritores ariqueños, particularmente en
escritores de una generación anterior a la del 1960. La historia de Arica, ciudad con gran
presencia de aymaras y afrodescendientes, data de 1.540 en adelante y es rica en lugares y
acontecimientos que alimentan interpretaciones maravillosas, desde las cuevas del Morro de
Arica, los subterráneos del mercado, los trágicos atropellos en Azapa, el infiernillo, hasta hoy
con la contaminación por plomo. Estos lugares y situaciones han sido registrados por algunas
de nuestras escritoras, una de ellas es Patricia Mardones (Arica 1951) escritora de estilo y
temática clásica, que reeditase “Susurros” el año 2014 en el que expresa “La literatura puede
ser considerada como estrategia creativa para fortalecer el desarrollo personal”, incursiona con
“El Hombre sin Cabeza y otras leyendas de Arica urbana” su último libro, en el rescate de
nuestra imaginería urbana, a su decir: en “una cultura que se funda en las raíces de la magia y
lo maravilloso”. Al igual Iris Fernández Angel (Ovalle 1947) publica “Arica y Parinacota, Ruta
de Leyendas”, libro nacido “para dar a conocer un sustrato que forma parte de la configuración
de nuestra identidad regional” y en el que publican Silvia Córdova H., Vanessa Martínez,
Myrta Ramírez, María Imperio Robles, Sara Silva Alvarado y Angélica Villablanca
Luoni entre otros autores masculinos. Junto a ellas Margarita Figueroa Zavala (Iquique
1947) publica “Entre el Sol y la Pachamama”, 9 relatos que al decir de Ana Labbe en la
presentación del libro su “temática esta más relacionada con las creencias y tradiciones latentes
en el mundo rural”, relatos que “permanecen en el imaginario cultural de nuestros pueblos
originarios”.
Trinidad Vázquez Ponce, el año 2009 incursiona en el género Dramático con una obra
“Fundamentos Coloniales de Arica” Texto para obra de teatro, que se ambienta en la Arica
colonial e incluye entre sus personajes a ilustres ciudadanos españoles y temibles piratas
ingleses. Obra en cinco actos que recomienda su autor puede ser representada en colegios.
Trinidad Vásquez P publica también “Jaula de Cristal para Las hadas del Parque” libro de
poemas.
11. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 11
La poesía es el género más fecundo, desde la generación de Erna Aros autora de
“Poecuentos con Pinceles Codpeños”, 2009) hasta Connie Tapia Monroy (Santiago 1980)
autora de “Viviendo entre Sarracenos”, 2018). Desde estilos tan disímiles como “Chile en Haiku”
de Iris Fernández Angel, hasta “Susurros” de Patricia Mardones. Y la producción femenina
de Rapsodas Fundacionales que puede expresarse en Margarita Aguilar (1943) “Entre
Bosques y Arenales”, Rosa Flores Varas (1956) “Cuando las Lágrimas Caen”, Elena Márquez
“Las Memorias de Garletín”. También se adscriben a este género Myrta Pantoja (“Semillas de
Silencio”) y Lorena Jiménez Watt (Amor y Desamor) y Myrta Ramírez “Mirando entre
Versos” que con su libro “Con Cariño para los Niños” publica literatura poética infantil
subgenéro en el que también participa Margarita Figueroa Z..con “Para Pequeñitos”. Para la
mayoría de ellas, por no decir todas, no son estos libros mencionados su obra prima. Aros,
Mardones, Fernández Angel, ya superan los cinco títulos publicados. Las ediciones de
Rapsodas Fundacionales que comprenden un número importante de los libros de poesía
publicados en este periodo por mujeres, al comenzar a imprimir en Krom han logrado una
homogeneidad y calidad en su presentación, además lo han hecho en un formato que ayuda a
una relación más cómoda, directa y “limpia” con el contenido del texto, cómoda en la
uniformidad y ordenamiento de la impresión del texto en la página, como también en el tamaño
de la letra y el tipo de papel; directa por el cada vez más limpio acceso al texto y su sentido,
siendo estos, los textos, cada vez menos acompañados con viñetas, dibujos, iconos u otros
elementos que predisponen a entender el sentido de lo narrado limitando su polisemia,
elementos que además permiten al lector juzgar la calidad de la imagen y asociar está a la
calidad de lo narrado. J.M Coetzee, premio Nobel de Literatura 2003 cita un concepto v i que
desarrollara Walter Benjamin en su obra “Pequeña Historia de la Fotografía” (1931) concepto
que, aunque extemporáneo resulta pertinente, menciona: “una especia de relación subjetiva
entre una obra de arte y su espectador: el espectador miraba y la obra de arte, por asi decirlo,
le devolvía la mirada” Una idea que Benjamin asociará luego al “aura” perdida de la obra en
una etapa industrial, pero que en esta oportunidad es pertinente para graficar y enfatizar en el
valor de la mediación limpia, -o afectada-, entre lector y texto.
Un género mayor es la prosa, y en especial por su referencia a la
Novela, género en el que se encuentran títulos como los de Alejandra Palacios Heredia
(Arica 1979) y Josefa Alfaro Tello, (Arica, 2001) la primera con “Shuvanis, Diario de
Alexandra” y Alfaro Tello con “La Escasez del Chocolate”, dos jóvenes escritoras. De
generación anterior son Savina Salinas con “Puertas Adentro”, Vanessa Martínez con su
novela breve “La Warmi de Caleta Vitor”. Y antes la memorable Silvia Córdova con una
reedición de su “Vieja Coqueta” y su colección de cuentos: “Senderos Narrativos”. Otros
Cuentos notables de la producción femenina de estos años son los de Vanessa Martínez “Se
Arrienda Pieza para Caballero Solo” libro que posee título de novela, y “Mi Cáscara de Nuez”.
12. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 12
Margarita Figueroa se acerca al cuento infantil con “Para Pequeñitos” y finalmente Ana
Labbe González con “Cuento a la Sombra de un Guayabo” nueve textos para un público
infantil ambientados en la ciudad de Arica que buscan, a su decir, “la valorización de la
conducta humana en sus expresiones de ternura, solidaridad, aprecio por la libertad” publicados
el año 2014.
En Antologías es destacable el trabajo de Karolina Araya
Sandoval que junto a Erick Leiva Soto han editado en dos oportunidades “Un Pequeño Relato
para el Picaflor de Arica” como resultados de concursos literarios de los años 2017 y 2018. El
segundo con ilustraciones de Ronny Peredo. También está el trabajo de Connie Tapia M. en la
Editorial Cathartes que estos últimos años realiza una serie de publicaciones con énfasis en su
generación y estilo. Las antologías que han publicado son “Juegos Cruzados (coedición con
Cinosargo, 2015) y “La Taberna de Innsmouth” N°1 y N°2. El N°1 sale formato revista y el N°2
en formato libro, donde aparece un comics en colores del cual es autora Connie Tapia de la
historia y guión. Este comics lo titula “El Extraño”, en honor al relato homónimo de H.P
Lovecraft.
En el aspecto temático podemos decir que la literatura escrita por mujeres en estos últimos 10
años (2009 – 2018) tiene cuantitativamente una predisposición por la poesía, sin perjuicio de
una destacable amplitud de estilos y géneros literarios, ellas están presentes tanto en la novela
como en un haiku, en la investigación como en testimonios y poesía infantil. Sus obras van a
expresar una percepción de la realidad asociada a dos directrices, una tiende a la tradición y
hacia la introspección incluye lo altiplánico, y la otra se proyecta a lo anglosajón, hacia la
pantalla, y busca en la ficción futurista. Son también dos generaciones de mujeres, la primera
previa a los 80, la mayoría profesionales para las que la asociatividad es un valor significativo.
Crean una literatura regional que hace propia una interculturalidad entendida como la suma de
un lenguaje, motivos y tópicos propios de la cultura aimara, del sur de Perú y del suroeste de
Bolivia, que les permite incorporar en la elaboración de sus textos localismos como vocablos
aymaras o quechuas, giros dialectales y renovadas significaciones propias de una semántica
distintiva, particular, que caracterizará a la literatura ariqueña y parinacotense hasta la
generación del 80. La mayoría de ellas han publicado su primer libro sobre los 40 años, y su
obra previa ha sido recopilada en antologías o revistas. No expresan como generación una
actual lectura de la ciudad ni de su entorno social (hay excepciones) y tratan de perpetuar
remembranzas superponiéndolas al contexto actual. La segunda generación de mujeres, menor
en número, han publicado su primer libro en su mayoría antes de los 40 años, son nacidas
después de los 80 y han incorporado giros en inglés a su lengua materna. No miran hacia el
altiplano, se proyectan en las pantallas, la alteridad es anglosajona, y la asociatividad virtual.
Sus textos se reducen por supuesto que a más de 140 caracteres.
13. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 13
En el marco de la literatura regional general y considerando ahora todas las vertientes (género,
étnicas, etarias) es por todos conocida la acentuada presencia de dos generaciones que
podríamos identificar como los nacidos antes de 1950, y los nacidos de 1980 en adelante. La
primera es una generación que, a la caracterización hecha en el párrafo anterior, se le puede
sumar el entender el acto de leer literatura como un acto edificante, de legítima valoración
social, que permite incluso el ascenso social, algunos de sus integrantes llegan a defender un
carácter terapéutico. Un mismo acto –el de la lectura- que para la nueva generación se ha
transformado, -cuando se leen así mismos-, en corrupción y decadencia, para los cuales leer es
participar del acto de descomposición social, un crepúsculo –no, el crepúsculo puede ser
hermoso- una declinación de los valores edificantes que prometía la literatura a mitad del siglo
XX. Y que al igual prometía el nuevo orden social burgués en el que nace la novela (entendida
la novela como un género burgués producto de la impresión industrial, de la lectura masificada,
de la valorización de la mano de obra que en ella interviene, entre otras razones). Hay una
diferencia radical en la percepción de la lectura, pero que a la vez hay una coherencia con los
estilos, temas y estructuras literarias de cada una de las generaciones aludidas.
Cabe preguntarse ante la observación anterior y en consecuencia: cómo se lee
hoy? a diferencia de cómo se leyó hace una o dos generaciones: ¿es un mismo ceremonial? con
el mismo respeto por la academia, la norma, el entorno, el valor del objeto libro y el valor del
tiempo?. Creemos que hay un modo de leer que está extinguiéndose, y por razones que son
cada vez más notorias. Y, en consecuencia un nuevo modo de leer comienza posicionarse. Una
generación que nace escribiendo en máquinas de escribir con 4 o 5 calcos para obtener 4 o 5
copias, o tipeando mimeógrafos corregidos con cutex de uñas, textos que previamente se
habían escrito con lápiz grafito, tiene una percepción diferente de quien nace escribiendo en
una pantalla ya de computador, ya de teléfono. Una generación que usa los signos de
puntuación a diferencia de otra que usa los emoticones. Es que escribir conlleva el acto de leer.
Se lee lo escrito. Y escribimos diferente.
Esta diferencia generacional también puede percibirse en el corpus estudiado. Lo que
observamos en estas dos tendencias o generaciones presentes en la literatura de nuestra
región es un proceso de recreación, de metamorfosis natural, nada original (las generaciones
son como los árboles, cada año reverdecen nuevas hojas…C. Goic, ver cita) y que -como lo
decíamos- manifiesto también, aunque menos extremo, en nuestra literatura femenina, pero
con una variable: la presencia de la ciencia ficción, expresa en la novela de Josefa Alfaro “La
Escasez de Chocolate” y de un tipo de literatura fantástica como “Shuvanis, Diario de
Alexandra” de Alejandra Palacios. Por último precisar que el rompimiento temático, de estilo y
formal de una nueva generación es mucho más extremo, en la literatura escrita por hombres.
14. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 14
Hemos querido incorporar a esta breve reseña de la literatura de autoría femenina en nuestra
región dos variables que están presentes en nuestra literatura regional, el de una brecha
generacional presente hoy entre nuestros escritores, y el de los modos de leer.
En ambas generaciones que hegemonizan la vida literaria de la región, ellas cuantitativamente,
como cualitativamente cobran una presencia sustantiva y definitoria, adjetivos que pueden ser
usados para definir también su participación en los diversos géneros literarios que antes
expusiéramos. Y las observaciones respecto a los modos de escribir, como de leer, de la misma
forma encuentran en ellas fieles exponentes. La literatura femenina, en estos 10 años, ha sido
como sus antepasadas, señera y solvente, siguen siendo como nuestros ríos, que a veces
corren en napas subterráneas de aguas fósiles, ancestrales, que subyacen bajo la dura y
hermosa aridez de nuestro paisaje y en otras florecen permitiendo que nuestra tierra
reverdezca en el rigor más duro de esta sequedad, y sea generosa en palabras y libros que
construyen, cual pimiento en el desierto, nuestra férrea identidad.
RAPM Verano año 2.020
Una deuda de gratitud se posee con Connie Tapia Monroy que con sus observaciones y aportes permitió enriquecer lo acá
expuesto.
LIBROS MENCIONADOS
ARAYA SANDOVAL, Karolina UN PEQUEÑO RELATO PARA ELPICAFLOR DEARICA ANT 2018
QUIÑONES GRACIELA LA CAPITAL DELTESORO Test s/i
AGUILAR A. MARGARITA ENTREBOSQUES Y ARENALES Poe 2014
ALFARO TELLO, JOSEFA LA ESCASEZDEL CHOCOLATE Nov 2017
AROS PENSA, ERNA POECUENTOS CON PINCELES CODPEÑOS Poe 2009
BARAHONA HERALDO, BRENDA LA HISTORIA DELCACIQUE Test 2018
CERDA PFENG Pamela ARICA A TRAVES DELA FAMILIA COPAJA Inv 2017
CID VARAS, MARISOL HISTORIAS DEPOBRES, RELATOS Y POEMAS Test 2017
CORDOVA HERNANDEZ, SYLVIA ARICA DELPASADO EN LOS CAMINOS DLTIEMPO Test 2014
CORDOVA HERNÀNDEZ, SYLVIA SENDEROS NARRATIVOS cue 2012
CORDOVA HERNÀNDEZ, SYLVIA VIEJA COQUETA Nov 2017
FERNANDEZ ÀNGEL, IRIS ARICA Y PARINACOTA, RUTA DELEYENDAS Ley 2011
FERNANDEZ ÀNGEL, IRIS CHILEEN HAIKU Poe 2017
FERNANDEZ CANQUE, LILI AYRAMPO TIÑES NUESTRA SANGREANDINA Ley 2016
FERNANDEZ CANQUE, LILI LA ÑUSTA QUE ENCONTRO EN PUTRELA FUENTE DE Ley 2017
FIGUEROA ZAVALA. MARGARITA PARA PEQUEÑITOS cue 2014
FIGUEROA ZAVALA. MARGARITA ENTREEL SOLY LA PACHAMAMA Ley 2017
15. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 15
FLORES VARAS. ROSA CUANDO LAS LAGRIMAS CAEN Poe 2014
GONZALEZ YANULAQUE, Ariela Coaut ARCHIVO FOTOGRÁFICO MANUEL YANULAQUE S Inv 2013
JIMENEZ WATT, Lorena AMOR Y DESAMOR Poe 2015
LABBEGONZALEZ, ANA COMO DECIAMOS AYER Test 2009
LABBEGONZALEZ, ANA CUENTO A LA SOMBRA DEUN GUAYABO cue 2014
LABBEGONZALEZ, ANA RECUERDOS LICEANOS Test 2016
LABBEGONZALEZ, ANA TRAVESIA MARITIMA POR EL AUSTRO Test 2017
LANDON VIO, Manuela Coau ESDEARIQUEÑOS Test 2018
MARDONES. PATRICIA SUSURROS Poe 2014
MARDONES. PATRICIA ELHOMBRESIN CABEZA Y OTRAS LEY Ley 2018
MARQUEZ. ELENA LAS MEMORIAS DEGARLETIN Poe 2014
MARTINEZ EMMA. VANESSA Se Arrienda Pieza Caballero Solo cue 2010
MARTINEZ EMMA. VANESSA MICASCARA DENUEZ cue 2014
MARTINEZ EMMA. VANESSA LA WARMIDECALETA VITOR Nov 2015
PALACIOS HEREDIA, ALEJANDRA SHUVANIS, DIARIO DEALEXANDRA Nov 2018
PANTOJA MENA, MIRTA EDINA SEMILLAS DESILENCIO Poe 2015
PARDO B, Oriana CHILEBEBIDAS FERMENTADAS PREHISPANICAS Inv 2016
PARDO B, Oriana CHILEPREHISPANICO: ALMACENAJEY CONSERV Inv 2018
POBLETE ARANEDA NATACHA ES LA VIDA Test 2016
RAMIREZ. MYRTA MIRANDO ENTRE VERSOS Poe 2014
RAMIREZ. MYRTA CON CARIÑO PARA LOS NIÑOS Poe 2016
SALGADO HERNANDEZ. MARTA AFROCHILENOS UNA HISTORIA OCULTA Inv 2013
SALINAS SALINAS, SABINA PUERTAS ADENTRO Nov 2017
TAPIA MARDONES. KATHIA BAJO ELSOLDEARICA Rel 2014
TAPIA MONROY, CONNIE JUEGOS CRUZADOS Rel 2015
TAPIA MONROY, CONNIE VIVIENDO ENTRE SARRACENOS Poe 2018
VASQUEZ PONCE, Trinidad FUNDAMENTOS COLONIALES DEARICA teatro 2015
16. LA AUTORIA FEMENINA EN LA LITERATURA REGIONAL 16
i Monogatario:“es un género de la literatura deJapón. Es una narrativa en prosa de gran extensión,
comparablea la épica.Muchas de las grandes obras deficción japonesas,tales como el Genji
Monogatari;el Heike monogatari;o Hachikō Monogatari y Koneko Monogatari (Chatrán), pertenecen a
este género” definición tomada de Wikipedia.
ii “Una Historia dela Lectura” Manguel, Alberto; Edit Norma, 1999,Colombia;Pag 160.
iii La Literatura en el Norte de Chile”Seminario de bibliotecasPúblicas 2015-2016,RAlejandro Pérez
Compilador;en “Nodos y Filiaciones en la Poética de la Región de Arica y Parinacota”Daniel Rojas
Pachas.Pag35.
iv “Estructuras y Funciones del Discurso”,Teun Van Dijk;Siglo Veintiuno editores, 1980, México
v “Interpretación y Análisisdela Obra Literaria”, WolfgangKayser,
vi “Mecanismos Internos” Ensayos 2000 – 2005; Coetzee J.M.; Literatura Mondadori,España 2009,en W
Benjamin; “Libro de los Pasajes”Pg58