2. ABDOMEN AGUDO.
• INTRODUCCIÓN
• En este capítulo haremos referencia
fundamentalmente al dolor como síntoma
sobresaliente y más frecuente de abdomen agudo y a
todos aquellos síntomas y signos que lo acompañan,
como náuseas, vómitos, contractura muscular,
diarrea, estreñimiento, taquicardia, taquipnea y
fiebre.
3.
4. El síntoma que casi nunca falta es el dolor, ya sea espontáneo o provocado por
la palpación. Puede estar acompañado por vómitos, diarrea, constipación,
melena o proctorragia.
Los signos que lo acompañan con más frecuencia son fiebre, defensa y/o
contractura muscular, meteorismo, taquicardia, taquipnea, ictericia y oliguria.
La consulta por dolor abdominal es una situación común en la práctica
médica. Sus causas incluyen enfermedades que entrañan un riesgo pequeño o
nulo para la vida del paciente o bien serias catástrofes abdominales,
padecimientos para cuya curación a veces es necesario un tratamiento
quirúrgico rápido e inmediato y en otros casos, tratamiento médico.
5. • Un diagnóstico fisiopatológico y etiológico correcto es el fundamento
de una terapéutica racional y eficaz. En el caso del abdomen agudo,
las premisas expuestas conservan su validez, aunque están
condicionadas por el factor tiempo. Es decir que es necesario un
diagnóstico rápido y en etapa útil. Por lo tanto, la responsabilidad del
médico frente a un cuadro de abdomen agudo implica contestar
correctamente los siguientes interrogantes:
6. • • ¿La enfermedad del paciente es de tratamiento médico o
quirúrgico? • En caso de tratarse de una enfermedad quirúrgica,
¿exige una operación inmediata o puede diferirse? • ¿La enfermedad
puede ser agravada por una operación innecesaria?
7. • "En las etapas más precoces de las enfermedades agudas del
abdomen hay un momento en el cual los síntomas no son específicos
y la diferencia entre estado normal y enfermedad es muy escasa"
(Ogilvie). Lograr inteq^oner el diagnóstico en ese momento es
prioritario.
8. • En el abdomen agudo hay que anteponer la conducta por seguir a la
exactitud diagnóstica. Se debe postergar la curiosidad etiológica y
reemplazarla por el criterio táctico. Es necesario interpretar los
síntomas y adelantarse a la progresión del proceso mórbido. La
experiencia demuestra que permitir que evolucione la patología de
un paciente que requiere resolución quirúrgica inmediata es
incrementar exponencialmente su morbimortalidad.
9. • A pesar de los importantes progresos en el campo de la bioquímica, la
radiología, la medicina nuclear, la ecografía, la tomogratía axial
computarizada, etc., el juicio clínico-quirúrgico es todavía la mejor
herramienta para el diagnóstico, en etapa útil, de las enfermedades
agudas del abdomen.
10. • Ante un cuadro de abdomen agudo, la secuencia metodológica es la siguiente:
• 1. Recoger una historia clínica prolija y detallada.
• 2. Realizar un examen físico completo.
• 3. Formular hipótesis diagnósticas sobre la base de la asociación de síntomas
y signos (elaborar una agrupación sindrómica).
• 4. Intentar la objetivación, mediante el laboratorio, la radiología, la ecografía
y la tomografía según las posibilidades del medio en que actuamos, la
patología que supuestamente presenta el enfermo.
• 5. Tomar la decisión terapéutica, después de haber valorado los síntomas y
signos, en una síntesis final.
11. • DOLOR El dolor es una vivencia sensorial y afectiva desagradable relacionada
con una lesión tisular real o potencial. La sensación dolorosa es la consecuencia
de la combinación de factores fisiopatológicos y psicológicos. Los factores
fisiopatológicos comprenden: • La naturaleza del estímulo. • El tipo de
receptor involucrado. • La organización de la vía nerviosa anatómica que
comunica el sitio de la lesión con el sistema nervioso central. • Las complejas
interacciones de diversos factores tjue modifican la transmisión, la
interpretación y la reacción al estímulo doloroso. Los factores psicológicos
incluyen: • La personalidad del paciente y su umbral del dolor individual. • Las
circunstancias que acompañan a la lesión.