1. El texto que a continuación está por leer es un extracto del libro “Epidemiología
Aplicada a la Sanidad de cultivos Agrícolas” escrito por Gustavo Mora-Aguilera,
Guillermo J. March, Adriana D. Marinelli y Sami J. Michereff; actualmente en
proceso de edición y próximo a su publicación.
2. ANÁLISIS ESPACIAL
L
a epidemiología clásica se ha entendido como el estudio de epidemias en una dimensión
temporal, es decir, en el progreso de epidemias a través del tiempo. Esta percepción
podría deberse en parte a que libros trascendentales en el desarrollo de la epidemiología
como los de Vanderplank (1963) y Zadoks y Shein (1979), dedicaron gran parte de
ellos a estudios temporales. De hecho, el surgimiento de la epidemiología como ciencia formal estuvo
determinado por la búsqueda de procedimientos para describir procesos temporales y los mayores
avances actuales están dados en esta área. Sin embargo, las epidemias ocurren también en una
dimensión espacial, pues la ocurrencia de procesos de dispersión del inóculo o de diseminación de la
enfermedad, resulta en una disposición espacial o en patrones específicos.
La escala de los estudios espaciales son centímetros, metros, kilómetros, y pueden realizarse sin
requerir de estudios en el tiempo. Se puede categorizar por ejemplo, el tipo de patrón espacial en el
momento que ocurre la intensidad de enfermedad inicial (Yo) o la final (Yf). No obstante ello, la mejor
comprensión de un proceso espacial ocurre cuando los estudios se realizan a través del tiempo. Este
tipo de estudios se denominan espacio-temporales y son sustantivos para caracterizar velocidades de
dispersión del inóculo o de diseminación la enfermedad, y para definir el tamaño, forma y velocidad de
expansión de un foco de infección.
Resulta claro entonces que si un sistema biológico es dinámico, los estudios espaciales deben
intentar representar este aspecto en forma dinámica, sea a través de sucesivas evaluaciones durante el
cultivo, o en una etapa determinada del mismo en distintos años. Como el fin último de la
epidemiología es el manejo de las enfermedades, si ese manejo se basa en decisiones a ejecutar durante
el ciclo de cultivo a partir de criterios espaciales, los estudios deberán realizarse en diferentes etapas de
ese mismo ciclo del cultivo. No obstante ello, el conocimiento de la distribución espacial en una etapa
puntual del cultivo, puede contribuir a diseñar estrategias de manejo a ejecutar cuando el cultivo no
está presente.
Otro aspecto crítico en los estudios espaciales es el de la dimensionalidad. ¿Qué área o distancia
debo estudiar para caracterizar adecuadamente el fenómeno de interés?. Esta área o distancia puede
definirse a nivel de una planta, un campo de cultivo, o a nivel regional. El problema de la
dimensionalidad probablemente es más crítico que en estudios temporales, ya que en éstos la elección
incorrecta de la periodicidad y número de mediciones puede ser evidente por la forma de la curva de
progreso de la enfermedad. Sin embargo, en estudios espaciales, sobre todo aquellos orientados a
caracterizar el patrón de dispersión, no siempre es evidente si el área seleccionada es la adecuada. Este
es un problema que ha sido recientemente remarcado y que originalmente fue el interés de Greig-Smith
(1952, 1961, 1983) en sus estudios de la estructura de poblaciones aunque en áreas que se podrían
categorizar como intraparcela o de intraplantación. Este aspecto crítico no ha sido lo suficientemente
estudiado al igual que los procedimientos cuantitativos actualmente disponibles. Por esta razón,
estudios epidemiológicos realizados específicamente con este objetivo, deben integrar diferentes
métodos cuantitativos para generar conclusiones más adecuadas. Esto representa sin duda, una área
fértil en la que hay mucho que aportar para el desarrollo de la epidemiología espacial. Publicaciones
relativamente recientes dedicadas a sistematizar diversos aspectos espaciales teóricos, constituyen un
serio intento por avanzar en esta dirección (Hughes y Madden, 1992; Jeger, 1990; 1989; Madden,
1989).