2. El sol y su energía
El sol es una fuente de vida para el correcto desarrollo de las personas,
animales y plantas, sin embargo, su radiación puede ser nociva para la piel.
Para una protección segura, es vital conocer los diferentes tipos de
radiación solar a los que estamos expuestos. Toda la energía que llega a la
tierra se compone principalmente de:
Rayos Infrarrojos (IR): proporcionan sensación de calor y son los responsables de las
insolaciones. Aceleran el envejecimiento cutáneo.
Luz visible: modula las funciones hormonales por su efecto antidepresivo y acelera el
envejecimiento de la piel.
Rayos UVA: penetran a los niveles más profundos de la dermis y son responsables
directos del fotoenvejecimiento y corresponsables de los cánceres cutáneos.
Rayos UVB: gracias a ellos la piel se broncea, penetran a nivel epidérmico y son los
causantes directos del daño sobre la piel (eritema solar y cáncer cutáneo).
4. Factores influyentes en la
radiación solar
Existen otros factores que influyen directamente sobre la
radiación solar. Es importante que conozcamos toda la
información sobre ellos con el objetivo de protegernos
correctamente.
Altitud: la intensidad solar es más elevada cuanto mayor
es la altitud.
Clima: las nubes y la humedad absorben las radiaciones
solares pero no bloquean el paso de la radiación solar.
Oblicuidad: se recibe diferente intensidad solar según
sea el ángulo de incidencia sobre la superficie terrestre.
Hora del día: entre las 11.00 h. y las 15.00 h. es cuando
la radiación solar es mayor.
Estación: la radiación solar incide con un ángulo distinto
sobre la superficie, según sea la estación del año en la
que nos encontramos.
Superficie: la reflexión de los rayos solares varía según
la superficie:
5. La piel y el bronceado
El bronceado es la respuesta natural de la
piel contra los rayos UV (especialmente los
de tipo UVB).
Se trata de un mecanismo celular que
comienza cuando los rayos UV atraviesan la
epidermis, activan los melanocitos y éstos
fabrican melanina en grandes cantidades.
Esta protección natural no es suficiente para
prevenir los efectos nocivos del sol, ya que no
frena el total de los rayos UV.
6. Fototipos de piel
Existen diferentes fototipos de piel que definen nuestra
tolerancia frente al sol. Los diferentes fototipos de piel se agrupan
siguiendo los criterios de la escala de Fitzpatrick.
12. Consejos generales para un bronceado seguro
Elegir el índice de protección adecuado a cada caso: las primeras
exposiciones al sol serán periodos cortos de tiempo y utilizando
fotoprotectores con mayor índice de lo habitual.
Usar protección solar todo el año, incluso estando bajo una sombrilla o en
días nublados. Recuerda que los rayos atraviesan las nubes y que las
superficies reflejan (arena, agua, luz, nieve, hierba, etc.).
Para pieles que broncean y no suelen quemarse, empezar con índices
medios o altos.
En altitudes elevadas y zonas tropicales, así como en las horas centrales
del día donde las radiaciones son mucho más intensas, usar sólo
protecciones altas o muy altas.
13. Consejos generales para el uso correcto de
productos solares
Aplicar el fotoprotector siempre antes de la exposición al sol, sobre la piel limpia.
Extender una cantidad generosa de fotoprotector, sin olvidarse de ninguna zona expuesta.
Para mantener la protección, repetir con frecuencia la aplicación del producto,
especialmente tras transpirar, bañarse o secarse.
Después de la exposición solar, es recomendable utilizar un producto específico para
después del sol para reparar los daños en la piel.
Elegir el índice de protección adecuado a cada caso: las primeras exposiciones utilizar un
fotoprotectores con mayor índice de lo habitual.
Usar protección solar todo el año, incluso estando bajo una sombrilla o en días nublados.
En altitudes elevadas y zonas tropicales, así como en las horas centrales del día donde las
radiaciones son mucho más intensas, usar sólo protecciones altas o muy altas.
14. Las autoridades sanitarias advierten
La exposición excesiva al sol es un peligro importante para la salud.
No permanezca mucho rato al sol, aunque emplee un producto de
protección solar.
Mantenga a los bebés y niños fuera de la luz solar directa.
Si está tomando alguna medicación, consultar con el médico antes de
exponerse al sol.
Evitar las exposiciones durante las horas centrales del día (en verano de
11.00 h. a 15.00 h.).
Proteger la cabeza con gorros y los ojos con gafas homologadas para
filtrar los rayos UV.