El documento presenta las cinco unidades básicas de la ecología: nicho ecológico, hábitat, ecosistema, biodiversidad y biosfera. Explica que estas unidades están interrelacionadas y que su unión permite la formación de la biosfera. También describe las relaciones intraespecíficas e interespecíficas, y por qué es importante estudiar estas relaciones para comprender la evolución de la adaptación de los organismos. Además, clasifica y describe los diferentes biomas o ecosistemas como zonas de vida, y su importancia
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Riveraecología
1. UNIDADES BÁSICAS DE LA ECOLOGÍA.
FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICA, ECOLOGÍA Y ECOSISTEMAS
Yeny Tatiana Rivera Echeverri
Maestría en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente
Docente:
Dr. José Gildardo Ríos Duque
Centro de Investigaciones en Medio Ambiente y Desarrollo
CIMAD
Línea de Investigación:
Desarrollo sostenible y medio ambiente
Universidad de Manizales
Facultad de Ciencias Contables Económicas y Administrativas
Maestría en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente
Manizales, Colombia
2018
2. 1. Relación entre las cinco unidades básicas de la ecología: Nicho ecológico, hábitat,
ecosistema, biodiversidad y biosfera.
El sistema formado por el conjunto de seres vivos del planeta tierra y sus interrelaciones, es a lo
que llamamos biósfera, la cual alberga la totalidad de los ecosistemas, desde el más simple al
más complejo; un ecosistema es un ambiente natural donde conviven diferentes elementos vivos
(bióticos) y no vivos (abióticos) donde se relacionan y mantienen interacciones para mantener un
sistema estable, en el cual el intercambio de sustancias entre los elementos es de tipo circular, los
ecosistemas son variados y cada uno de los organismos que lo conforman tiene un nicho
ecológico, es decir, la posición relacionar que tiene una especie o población en un ecosistema, en
otras palabras la ocupación o función que desempeña cierto individuo dentro de una comunidad.
Un nicho no sólo depende de dónde vive, sino de lo que hace. Y el lugar donde viven los
organismos presentes en diversos nichos ecológicos se llama hábitat, pero para que éstos existan
allí deben contar con un componente biótico que les permita desempeñar cada una de sus
funciones en unas condiciones de espacio y lugar adecuado, donde se reúnan las características
físicas y biológicas necesarias para la supervivencia y reproducción. Estos hábitats nos
permiten identificar la amplia variedad de seres vivos sobre la tierra y los patrones naturales que
la conforman, lo que se conoce como biodiversidad. Este es el resultado de miles de millones de
años de evolución, según procesos naturales y también de la influencia creciente de las
actividades del ser humano. La biodiversidad comprende no sólo la variedad de ecosistemas,
sino también las diferentes genéticas dentro de cada especie.
En conclusión perdíamos decir, que la unión de las cinco unidades básicas de la ecología,
permiten la formación de biosfera, la cual no podría existir sin la conformación de los
ecosistemas, y estos a su vez están determinados por la biodiversidad de cada uno, su hábitat y
nicho ecológico.
De esta manera es imprescindible resaltar que todos hacemos parte del sistema, donde cada
acción altera el equilibrio, en consecuencia existe una relación sistémica entre los elementos
naturales y su interacción con la sociedad y la cultura.
3. 2. Relaciones ecológicas intraespecíficas e interespecificas. ¿Por qué es importante el
estudio de las relaciones ecológicas para comprender la evolución de la adaptación de los
organismos en los ecosistemas?
Un ecosistema es un ambiente natural donde conviven diferentes elementos vivos (bióticos) y no
vivos (abióticos) donde se relacionan y mantienen interacciones para mantener un sistema
estable . Los seres vivos que conviven desarrollan diferentes tipos de relaciones, estas pueden ser
intraespecíficas e interespecíficas.
En las relaciones intraespecíficas, los vínculos son mantenidos por ejemplares que pertenecen a
una misma especie. Son la forma más intensa de competencia o cooperación. Las relaciones de
competencia de dan por el hábitat, refugio o pareja, se encuentran directamente relacionadas con
el nicho ecológico. Las relaciones de cooperación se clasifican en; gregarias, coloniales,
jerárquicas y familiares.
En cambio cuando los participantes de un vínculo son organismos que pertenecen a distintas
especies, se habla de relaciones interespecíficas. Se trata de relaciones que tienen diferentes
características. Especies que utilizan los mismos recursos, por ejemplo: el agua, el alimento, la
luz, el espacio. Generalmente ocurre entre especies que tienen estilos de vida similares, es decir,
se alimentan de la mismas plantas o presas, anidan en los mismos lugares, etc. Se clasifican en:
depredación, simbiosis (parasitismo, mutualismo, comensalismo, amensalismo)
Es importante el estudio de las relaciones ecológicas, pues éstas permiten a los seres vivos
detectar y obtener información del medio en el que viven, tomar las decisiones acertadas para
responder al entorno, para poder adaptarse y sobrevivir. Es decir, la función de relación vincula
al ser vivo con el medio ambiente. En ese contexto surgen problemas que las especias deben
resolver con el fin de crecer, reproducirse, evolucionar y enfrentar los desafíos, es decir,
adaptarse, impulsados por el proceso de la selección natural.
4. 3. Clasifique y describa “LOS ECOSISTEMAS O BIOMAS COMO ZONAS DE
VIDA” ¿Qué importancia tienen en la ecología?
Los ecosistemas o biomasas son las diversas manifestaciones por medio de las cuales los
sistemas vivos se adaptan a las diferentes condiciones del medio. Su variedad depende de las
condiciones ambientales como humedad, temperatura, variedad de suelos, entre otras. Los
biomas se caracterizan principalmente por sus plantas y animales predominantes, los cuales
constituyen comunidades.
Las comunidades de los biomas son diferenciables por su fisionomía, determinada por las
interacciones del clima, de otros factores del medio físico y de factores bióticos. Los grandes
biomas del mundo son: praderas y sabanas, desiertos, tundras, taigas (bosques de coníferas),
bosques templados caducifolios, bosques secos tropicales (también caducifolios), bosques
lluviosos tropicales (de altura y de bajío) siempre verdes, páramos y punas, biomas eólicos (altas
montañas y regiones polares), biomas insulares (altamente endémicos y oligoespecíficos),
biomas marinos (neríticos y pelágicos) y el bioma hadal (profundidades oceánicas).
Existen biomas especiales, en los cuales las características típicas de una zona modifican el
patrón esperado del bioma de la región y son: zonobioma: definido por un característico tipo de
suelo dentro de la vegetación zonal; orobioma: definido por la presencia de montañas que
cambian el régimen hídrico y forman cinturones o fajas de vegetación de acuerdo con su
incremento en altitud; pedobioma: definido por un característico tipo de suelo dentro de una
vegetación azonal; zonoecotono: definido por las características transicionales de dos biomas
adyacentes o en claros límites tierra-agua. Los biomas azonales son aquellos cuya características
no se ajustan a un patrón zonal determinado por el clima, la altitud o la latitud.
La identificación de las zonas de vida desde el concepto ecológico permite: identificar los
cambios que ocurren en la vegetación factores ambientales que afectan el desarrollo o la
presencia de los ecosistemas. Seleccionar los lugares que brindan mejores oportunidades para
determinadas actividades agrícolas, forestales y pecuarias (planificación del uso de la tierra).
Desarrollar la investigación donde esta sea más relevante. Prevenir el impacto ecológico y la
degradación del ambiente. Identificar muestras de las comunidades naturales existentes
5. 4. ¿Qué son los BIOINDICADORES AMBIENTALES, criterios para aplicarlos y
algunos ejemplos. ¿Qué importancia tienen en la planeación y gestión ambiental?
Los bioindicadores u organismos indicadores son aquellas especies vegetales, hogos o animales
empleados para detectar cambios en la calidad del hábitat, alteraciones ambientales de diversos
tipos o la existencia de concentraciones de determinados contaminantes en los sitios donde se
encuentran (o se ausentan).Se han identificado numerosas y variadas especies, las cuales tienen
en común que son especies altamente sensibles a las variaciones de la calidad de su entorno. Por
ejemplo las esponjas marinas han sido sumamente útiles en los estudios de la calidad de las
aguas marinas. Usadas para detectar sustancias peligrosas como el cadmio, el mercurio, el cobre,
el selenio o el cinc, contaminantes orgánicos como restos fecales, permitiendo la detección
temprana de focos de contaminantes. El liquen por ejemplo, es un bioindicador eficaz de la
contaminación del aire en un bosque o en una ciudad.
Propiedades de un buen bioindicador
• Debe estar suficiente (normalmente, o anormalmente) disperso en el territorio y ser
relativamente abundante y, si es posible, fácilmente detectable.
• A menos que se quiera medir la movilidad de las especies, debe ser lo más sedentario
posible para reflejar las condiciones locales.
• Debe tener un tamaño que permita el estudio de los diferentes tejidos y sus componentes
(músculos, huesos, los órganos en el caso de un animal ...).
• Debe tolerar los contaminantes en concentraciones similares a las observadas en el medio
ambiente contaminado, sin efectos letales.
• También debe sobrevivir fuera del medio natural y tolerar las diferentes condiciones de
laboratorio (pH, temperatura, ...).
La importancia de estas especies dentro de la planeación y gestión ambiental radica en que su
presencia (o estado) nos da información sobre ciertas características ecológicas, (físico-químicas,
micro-climáticas, biológicas y funcionales), del medio ambiente y sobre el impacto de ciertas
prácticas en el medio. Se utilizan sobre todo para la evaluación ambiental (seguimiento del
estado del medio ambiente, o de la eficacia de las medidas compensatorias, o restauradoras). Son
útiles en los programas de evaluación ambiental estratégica.
6. 5. LA HUELLA ECOLOGICA. ¿Por qué se considera fundamental para la
sostenibilidad ambiental?
A mediados de la década de los noventa William Rees y Malthis Wackernagel diseñaron un
indicador de sustentabilidad, a fin de conocer el grado de impacto que ejerce determinada
comunidad humana, persona, organización, país, región o ciudad sobre el ambiente. Al cual
denominaron huella ecológica. En palabras de Wackernagel, un sistema de contabilidad
ecológica (Amen, et. al., 2011), que muestra las consecuencias de acciones y actividades en el
planeta. Esta herramienta permite determinar cuánto espacio terrestre y marino se necesita para
producir todos los recursos y bienes que se consumen, así como la superficie para absorber todos
los desechos que se generan. De esta forma, la huella ecológica considera que el consumo de
recursos y la generación de desechos pueden convertirse en la superficie productiva
indispensable para mantener esos consumos y absorber esos desechos.
En su medición se toma en cuenta la población total que habita un espacio (localidad, región,
ciudad, país, planeta), en un periodo determinado, al tiempo que estima las superficies
productivas dedicadas a las actividades agropecuarias, extractivas ( usos de tierra productiva),
que articulados con las categorías de consumo, arrojarían la denominada huella ecológica. El
tamaño de la huella mundial va en aumento dado varios acontecimientos, procesos y factores,
tanto coyunturales, como estructurales. Caracterizado por guerras revoluciones, extracción
desmedida, crecimiento demográfico, aumento del consumo, intereses políticos y económicos,
desigualdad, pobreza, falta de educación entre otros.
La huella ecológica es un indicador útil para saber la salud del planeta; obtener información
sobre las desigualdades, conocer el impacto de nuestro consumos y desechos para modificarlos
en favor del ambiente ; en procesos educativos en tanto los estilos de vida y valores éticos,
realizar estudios de sustentabilidad de poblaciones y territorios; planear las actividades
empresariales de comunidades y países; diseñar, aplicar y evaluar políticas públicas en materia
de desarrollo sustentable combinada con el Índice de Desarrollo Humano. La huella ecológica y
el desarrollo sustentable están ligados, el primero es un planeador del segundo.
7. Sin embargo este indicador se ha convertido medianamente en una preocupación mundial y
nacional, pero no ha terminado de nacer en muchas conciencias individuales y colectivas
representadas en personas, empresas y gobiernos
6. Establezca una relación coherente entre los niveles de organización de la Ecología
(biosfera, ecosistema, comunidad, población, especie).
La unidad básica de estudio en la ecología de denomina Individuo; todo ser vivo,
independientemente de su complejidad biológica, capaz de realizar todas las funciones vitales:
nutrición, relación y reproducción. Los individuos de especies diferentes tienen particularidades
que los diferencian de los de otras especies. Siendo todos parte de una Población; que es el
conjunto de los individuos de la misma especie que comparten un espacio geográfico en un
tiempo determinado. Una especie es un conjunto de seres con características biológicas similares,
que pueden cruzarse originando descendencia fértil. A su vez las poblaciones hacen parte de una
Comunidad; conjunto de poblaciones animales, vegetales y demás seres vivos que comparte un
área geográfica en un tiempo determinado. Al convivir en un territorio dado, las poblaciones
comparten no solo el espacio sino los recursos que existen en él y establecen distintos tipos de
relaciones. La estabilidad de una comunidad biológica o biocenosis está determinada por la
variedad y cantidad de poblaciones que la forman, todos dentro de un ecosistema; integrado por
la comunidad o biocenosis en interrelación con el área o territorio ocupado por esta, es decir,
lugar donde interactúan los organismos entre si y con su entorno físico. . Entonces, en el
ecosistema se distinguen componentes vivos, los que forman la biocenosis y componentes sin
vida, los que constituyen el biotopo.
Podemos concluir entonces que la finalidad de la organización ecológica es analizar las
jerarquías o niveles de organización de los seres vivos. Esto va desde lo más simple a lo más
complejo; desde la célula hasta los ecosistemas. En estos niveles ecológicos se muestra de que
manera están organizados y/o ordenados los seres vivos dentro de un ecosistema. Su
importancia, su relación y dependencia.
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Mayo 20 de 2018.
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