Leonardo y Sofía tienen una discusión sobre sus planes de vacaciones. Leonardo quiere irse la segunda semana de febrero pero Sofía ya había organizado un viaje para el cumpleaños de una amiga ese fin de semana. La discusión se vuelve más intensa a medida que cada uno defiende su postura sin escucharse. Finalmente Leonardo golpea la pared frustrado y se va de la habitación.
1. Capitulo I : <br />Discusión<br />Poco a poco ambos fueron alzando la voz, como si fuera un juego donde cada palabra debiera sumar un decibel más, hasta llegar al punto donde Leonardo golpeo la pared con violencia y todo recayó en un triste y calmo silencio.<br />Sofía no volvió a hablar en toda la noche, se mantuvo en la habitación, cerró la puerta con delicadeza y se recostó, ahora sin testigos, muy pesadamente.<br />El departamento no era lo suficientemente amplio para alojarlos a los dos en estos momentos, un pequeño dos ambientes con una cocina amplia que tenia de luminoso lo mismo que dé privado. Leonardo camino pensativo hasta la heladera, retiro una botella de cerveza bien fría y se dejo caer en la silla del balcón. Por un momento sintió furia por como ella lo llevaba a estas situaciones donde no encontraba la forma de controlarse, pero sorbo a sorbo fue asumiendo lo difícil que le era últimamente mantener la calma, una vez más<br />No había Leonardo terminado de apoyar su saco en el respaldo de la silla del living cuando Sofía habló.<br />Hola bebe, ¿Cómo estás? ¿pensaste en las vacaciones?<br />Por un momento el pensó que ella podría haberse ahorrado las primeras cuatro palabras e ir rústicamente al grano, pero su molestia se apago lentamente mas por el cansancio de un día agotador de verano que por la comprensión a los intereses de su esposa.<br />¿Puedo primero cambiarme? No puedo parar de transpirar – contestó con tranquilidad falsa mientras respiraba pesadamente, como si hubiese llegado corriendo, luego prosiguió – No quiero viajar más en el fucking subte, hoy viaje hasta las manos. ¡Apenas y se podía respirar entre la cantidad de gente y el calor!<br />Sofía ahora lo miraba, esperando mientras se desvestía frente a ella. En algún momento debería responder a su primera pregunta.<br />¿Cómo estuvo el trabajo? – pregunto ella volviéndose hacia la cocina, donde la pava comenzaba a hervir.<br />Bien, como siempre, solo que cada vez más trabajo. Esperemos que la oportunidad que te conté que se podía dar salga pronto.<br />¿Ahora de que depende?<br />Temas burocráticos, mi actual gerencia debería dividirse en dos, de esa forma se generaría una vacante para una jefatura de un segmento de clientes en particular, y bueno, tengo alguna posibilidad – indico él mientras terminaba de colocarse una bermuda de tela.<br />Leonardo se acerco hasta la cocina y vio como Sofía preparaba el mate, batiéndolo con ambas manos como si fuera una coctelera, luego lo apoyo sobre la mesa y lentamente cebo el primer mate.<br />¿Y a vos como te fue en el estudio? – pregunto él mientras se sentaba en la mesa de la cocina frente a ella.<br />Normal, pero algo pesado. Hoy tuve una discusión con un cliente y me saco loca.<br />¿Que paso?<br />Nada, el tipo piensa que cualquiera puede ser abogado y discute de cosas que ni conoce – respondió Sofía y luego tomo su primer mate, demasiado amargo para su gusto, por lo cual rápidamente escupió en la bacha de la cocina.<br />Él esbozó una sonrisa leve y parándose abrió la puerta de la heladera buscando algo que aun no sabía. Termino tomando una naranja y nuevamente sentado comenzó a pelarla.<br />¿Y, pensaste en las vacaciones? – Sofía ya sentía que había pasado el tiempo necesario para que su marido se relaje, aunque la cara de él no lo refleje exactamente así.<br />Si, no sé, podemos ir a cualquier lado, lo único es que deberíamos irnos para la segunda semana de Febrero<br />No, la segunda no – replico rápida y secamente ella.<br />Leonardo sorprendido por la aspereza de la respuesta levanto su vista hacia Sofía y la miro como no entendiendo el porqué de su negativa.<br />¿Por qué no? Es el mejor momento para salir de vacaciones, menos gente, mismo clima.<br />No, el cumple de Naty es el 18 y capaz hacíamos un viaje a la costa ese finde porque cumple 30 y bueno, las chicas querían hacer algo bien.<br />¿Desde cuándo es más importante el cumple de una amiga tuya que nuestras vacaciones? – replico Leonardo con mala cara.<br />Desde que lo tuve que organizar antes porque vos no tomabas ninguna decisión – contestó levantando el tono.<br />Eso es una pelotudez, mira que planificar un cumpleaños un mes y medio antes. La cosa es que las vacaciones las tengo pedidas para la segunda de Febrero, y no se pueden cambiar.<br />El clima comenzaba a enrarecerse debido a que cada respuesta aumentaba aun más el volumen y la agresividad. La última respuesta exaspero a Sofía que apoyo el mate contra la mesada con la suficiente fuerza como para hacer saltar parte de la yerba.<br />Pelotudez es que vos cierres tus vacaciones sin consultarme a mi antes – grito ella.<br />Algunas cosas no se pueden elegir Sofía, necesito estar la primer quincena porque mi jefe se va y tengo que quedar a cargo, es importante – intento explicar él sin cambiar los modos, sin percatarse de que eso seguía irritándola.<br />¡Basta! Me voy a bañar – Sofía termino abruptamente la conversación mientras se volvía hacia el baño con intención de encontrar en el agua una forma de apagar su ahora mal humor.<br />Dale, anda nomas, así nunc vamos a cerrar ningún tema – dijo él como si fuera un susurro. Ella lo escucho, pero no respondió, simplemente cerró la puerta del baño y abrió la ducha.<br />Se conocieron ocho años atrás y llevaban conviviendo menos de dos años de casados, pero aun no conocían sus límites a la hora de discutir.<br />Leonardo prendió la televisión en el living y se tiro al sillón para despejarse, todo en vano pues no podía dejar de pensar en el poco compromiso que sentía de Sofía. Últimamente muchas situaciones traían estos pensamientos a su mente, el se sentía por momentos solo e imagina recurrentemente situaciones en las cuales ella se pondría en su contra o no lo apoyaría.<br />Poco después recordaría que fue ella quien estuvo a todo momento, sin importar sus obligaciones, mientras operaban a su padre, eso trajo confort a su ser, pero con el costo de hundirlo nuevamente en la duda.<br />Ya habían pasado varios minutos desde que Sofía había terminado su baño, pero seguía sentada en la bañadera, con el agua rebotando fuertemente sobre su cabeza, buscando que parte de ella mágicamente penetrara dentro de su cráneo y apagara su furia. No era la primera vez que tenía que vivir este tipo de situaciones donde sentía que Leonardo no se interesara por sus necesidades u opiniones y que de buenas a primeras le levantara el tono de voz como si en la discusión se estuviera jugando la vida. Pensaba, ¿Que de malo había hecho? Ella tenía derecho a hacer sus propios planes, si él lo hubiese planteado antes, esto no hubiese pasado. Pero no, ahora no le diría de posponerlo a Natalia y menos por la estupidez de Leo.<br />Sentía que él era sumamente ingenuo por pensar que suplir a su jefe lo ayudaría en algo, todos saben que en esos bancos nadie estima ese tipo de actos, y mucho menos los premia. Al pensar esto sintió alivio por encontrar su postura correcta, se levanto y cerró la llave de agua.<br />Al cabo de unos minutos Sofía salió del baño y se encontró con Leonardo desplomado sobre el sillón viendo fijo el televisor.<br />¿Qué están dando? – pregunto con el único interés de reanudar el dialogo.<br />Nada, estaba viendo las noticias, lo mismo de siempre – contesto él con un dejo de desgano, producto más del aburrimiento que otra cosa.<br />Sofía fue a la habitación y comenzó a vestirse, no tenía intenciones de salir, por lo que tomo su ropa de entrecasa más cómoda y se vistió lentamente mientras pensaba como retomar la conversación inicial de la mejor manera. Sabía que debía mostrarse segura y ceder lo menos posible, al fin y al cabo, ella no estaba en falta.<br />No había terminado de vestirse cuando Leonardo entro en la habitación, se acerco hasta donde estaba ella y recostándose en la cama habló.<br />Perdona, no quise levantarte la voz, últimamente estoy muy nervioso.<br />Terminadas sus palabras sintió como que bajaba la guardia, y esperaba en silencio una reacción similar de parte de Sofía, siendo comprensiva y volviendo al dialogo relajado de que hacer en las vacaciones. Ahora bien, él sabía que las cosas no siempre salen como uno las imagina.<br />Y entonces si ya sabes que estás nervioso ¿Por qué no te controlar en vez de agarrártelas conmigo? – respondió ella rápida y secamente sin mirarlo mientras sacaba una remera del armario.<br />Leonardo acuso el impacto, quedo callado meditando por no más de cinco segundos, que en sus adentros parecieron largas horas, vio la espalda aun desnuda de Sofía y la odio profundamente. Se sintió como quien tirado en el piso recibe una patada de gracia. Su respuesta no pudo esperar más.<br />No me controlo porque vos estas constantemente buscándome pelea, no te basta con verme cansado y nervioso, siempre queres que explote. Cuando no son las vacaciones es mi familia, cuando no es mi familia es buscar casa, y así, siempre buscando discutir por todo – vocifero Leonardo cargado de enojo y angustia.<br />¡No te hagas la víctima, que si yo no me ocupo de las cosas acá no se hace nada, hace meses que estas como un zombie con ese acenso de mierda! – hizo una breve pausa y siguió con calma e ironía forzada – Capaz te lo den mañana, pero me parece que se van a terminar riendo de vos mientras me haces perder el tiempo con estas discusiones.<br />Sofía ataco con furia, a veces ella tenía la sensación de que una vez que arrancaba no podía parar, esta vez sintió como hería a Leonardo y no encontraba ninguna satisfacción en esta estocada.<br />Si hay algo que él valoraba de si mismo era su autoestima, bajo ningún punto podría llegar a pensar que no lograría algo que se propusiera y mucho menos que alguien jugara con él. Su esposa con estas palabras le decía parte de lo que pensaba de él, no era ni lo suficientemente bueno ni astuto en su trabajo, solo otro pinche, pensó. Se sintió sumamente impotente, y su impotencia se volvió frustración.<br />Yo solo te pido apoyo y vos me pisoteas de esta forma – gruño entre dientes.<br />¡Siempre te di mi apoyo, pero vos no sabes apreciarlo, es típico tuyo, solo ves y escuchas lo que te conviene! Nunca pensas en lo que yo necesito - respondió ella mirándolo a los ojos con inusitado enojo y gesticulando cada una de sus palabras.<br />En ese momento todo se volvió calmo, Leonardo se retiro un par de pasos hacia atrás y trato de pensar en el momento exacto en el que comenzó a sentir estas situaciones tan desagradables. Se sintió muy confundido, no sabía si salir corriendo o responder, pero tampoco sabía que responder, no sabía quien estaba frente a él ni porque le gritaba. Sintió miedo de su propia inseguridad.<br />Quiso recordar algo bueno, algo que le impidiese plantearse porque razón seguían viviendo bajo el mismo techo, pero las imágenes no llegaban a su mente, la impotencia, la falta de definición de sus pensamientos tomo el control y como un reflejo natural de quien quiere escapar de una caja cerrada, cerró su puño y asesto un fuerte golpe contra la pared. Al ver la marca de sus nudillos sobre el yeso la vergüenza se adueño de él y salió inmediatamente de la habitación.<br /> <br />