Este documento proporciona recomendaciones para elegir y trabajar con textos filosóficos en el aula de 6o año. Sugiere elegir textos filosóficos que sean interesantes para los estudiantes y apropiados para el tema, pero no demasiado largos. También recomienda dar a conocer los textos de antemano, hacer lecturas en voz alta y plantear preguntas que promuevan la comprensión, interpretación y discusión de los conceptos filosóficos. El objetivo final es desarrollar las habilidades
Análisis de los Factores Externos de la Organización.
Ana maría navia didáctica y práctica de la filosofía en el curso de 6º año
1. Didácticay Práctica de la Filosofía en el
curso de 6º año
AL ELEGIR LOS TEXTOS PARA TRABAJAR EN CLASE:
Empezaría diciendo que los textos con los cuales
se trabaje sean “filosóficos” esto no es tan obvio
como parece dado lo extendido que está no hacerlo
y tomar cualquiera que el docente considera
interesante. No estoy en contra que así se haga
siempre y cuando no se dejen de lado los
filosóficos, es decir no se sustituyan estos últimos y
se explicite la pertinencia de otro tipo de material.
Cuando se utilizan textos no filosóficos como
“disparadores” usarlos sólo para ello, no centrar
luego el tratamiento del tema en los mismos,
especialmente en 6º. Año, último curso del
bachillerato. Claro que otro problema, y no menor,
es saber considerar cuándo verdaderamente es
texto filosófico, sobre todo cuando no es un autor
reconocido o clásico. Para ello el trabajo con
colegas es fundamental, salas, coordinaciones,
presenciar clases de otros docentes, por ejemplo
2. Elegir justamente siempre fuentes (salvo
justificadas excepciones) y enseñarles a distinguirlos
de los manuales.
Buscar que no sean muy largos, que puedan
resultar tediosos, pero tampoco una selección tan
abreviada en la cual el docente ya haya realizado
parte del trabajo que podría realizar el joven
(ej.libros de consulta o manuales que recuadran lo
principal que el joven tiene que saber, dejando muy
poco margen para la labor del estudiante)
Pensar qué textos pueden interesar de acuerdo al
trabajo que se tiene pensado hacer con él, es decir,
primero pensar la actividad, la temática a tratar y
de acuerdo a ello la elección del texto y no al revés.
Considerar qué le pueda interesar al joven,
siempre guiados por el trabajo, la reflexión que se
quiera plantear pero sin perder de vista la edad del
estudiante, sus inquietudes, la época que hoy
vivimos y hasta los que puedan considerarse
emergentes del año: incidentes en el grupo, del
liceo o de la actualidad general.
Elegir textos en relación a la planificación general
que se ha hecho del curso y si se puede, incluso
3. conociendo al menos los autores y temáticas más
trabajados en años anteriores por quienes hoy
tenemos en nuestras clases, con la doble finalidad
de vincularlos pero no repetirlos.
Respecto a la planificación jerarquizar a través de la
elección del material, las distintas unidades del
curso en forma equilibrada, y si así no fuera, se
fundamente el mayor o menor énfasis puesto en
ciertas partes del programa, que el mismono sea
sólo casual o no deliberado
En relación también a los intereses y nivel
académico de nuestros jóvenes reales que tenemos
en las aulas, trabajar en clase para mejorar y
enriquecer su formación, aprendizajes y auto
aprendizajes cada vez más, lo cual no significa
generarnos falsas expectativas, es decir elevar
nuestras exigencias todo lo que se pueda sin perder
de vista que estamos en un nivel de bachillerato y
no universitario (ej. mis experiencias con Sartre El
Ser y la Nada) Dicha planificación respecto a la
cantidad y calidad de los textos escogidos debe ser
exigente pero no exagerada sino sólo nos llevará al
fracaso.
4. TRABAJANDO CON LOS TEXTOS
En general, me ha resultado mejor que los
estudiantes conozcan previamente el material con
el que se va a trabajar en clase. Salvo cuando se
quiere dar un golpe de efecto que puede resultar en
algunos casos, pero no trabajar en base a ello, lo
cual creo que haría perder el sentido general del
curso o confundir respecto al mismo.
Cuando les es repartido el material se les puede
dejar planteada una guía de trabajo (Sí deberes en
6º.!!) que sirve para que ellos ya vayan
familiarizándose con el texto, adelantar parte de la
tarea y evaluarlos dado que la realización de dicha
tarea sería revisada en clase y calificada, alentando
así que se lea y analice el material, tarea muchas
veces más interesante que recopilar información
que hoy es tan fácil para todos de conseguir a
través de internet. Ojo! yo los evalúo y califico en
la propia clase, sino me sería imposible exigir tarea
domiciliaria. Nunca exijamos lo que luego no
podamos controlar, perdemos respetabilidad frente
a ellos y con razón.
En la tarea del aula se pueden plantear preguntas
que sean en algunos casos las mismas de la guía
5. pero también otras para que trabajen en clase,
incluso en pequeños grupos. Mostrando así que los
distintos tipos de actividad dan distintas luces sobre
el mismo tema y que pensar con otro siempre es
enriquecedor, aún discrepando. Dichas
discrepancias deben ser escritas y revisadas, sería
bueno incluso que el resto de la clase las considere,
tomando en cuenta las palabras de Vaz Ferreira de
la clase de filosofía como ámbito privilegiado para la
discusión fraterna en la cual nos alimentamos
mutuamente. Y la distingamos de la estéril que sólo
tiene el sentido de ganar la discusión.
Cuando en las guías de trabajo ya sea para el
trabajo domiciliario como para el propuesto para el
aula se estipulen actividades deben ser bien
diferenciadas, muchas veces me ha pasado tener
que explicar lo que puede parecernos A NOSOTROS
obvio, como qué significa: Analizar, caracterizar,
definir, ilustrar a través de ejemplos, (el famoso”
¿puedo explicar con un ejemplo ¿” que nos lleva a
distinguir conceptualizar de ejemplificar) justificar,
argumentar, comparar, distinguir, etc. Sería bueno
incluso remitirlos a sus cursos previos respecto a
argumentación y otras herramientas lógicas sin
6. duda vistas en años anteriores, al menos 4º.y 5ºen
Filosofía. Muchas veces también aparece la
dificultad de que en otras asignaturas dichos
comandos son usados en distintos sentidos, en
algunos casos con justificaciones epistemológicas,
pero casi siempre ausentes.
Otro tipo de tareas que se puede plantear a partir
del trabajo con textos en clase sería re elaborar el
texto en forma más breve o con palabras de los
mismos estudiantes, jerarquizar las ideas
principales, distinguirlas de las secundarias,
encontrar una idea o tema central, poner título a un
texto que no lo tiene o el docente deliberadamente
no se los da a conocer, considerar y escribir aparte
el significado de las palabras que desconoce a partir
del contexto,
Previamente o en realidad como primera parte del
trabajo es de rigor una lectura en voz alta en clase,
promover que ellos mismos la hagan en forma
rotativa, TODOS deben leer en nuestras clases y
hacerlo bien. Ayudarlos a ver que si no hay una
lectura correcta no hay comprensión lectora y por
tanto cualquier tipo de interpretación posterior se
va a ver imposibilitada. Sólo si logramos
7. convencerlos de ello tendremos buenos resultados
y es importante mostrarles que sin comprensión
lectora no podrán avanzar en ningún estudio o
trabajo calificado, es decir en el mundo en el que
entrarán sea cual sea su opción una vez terminen el
bachillerato, si es que aún no lo han incorporado
porque sabemos que no todos tienen el nivel
esperado hacia el final del Bachillerato.
En cuanto a las interpretaciones de textos
presuntamente “filosóficas” que los alumnos hacen,
siempre deben ser bienvenidas, siempre y cuando
el joven demuestre que conoce el texto, que lo ha
leído correctamente y que entendió la consigna.
Aun así, suelen hacer intervenciones erradas o fuera
de lugar, me parece que si cumple con los requisitos
anteriores se deben escuchar y hacer que sus
compañeros les atiendan. Promover la escucha
atenta y respetuosa de la intervención ya se opinión
o interpretación de los compañeros debe ser
estimulada y distinguida de cuándo sólo se
interviene sin seriedad, no importando tanto si nos
parece correcta a nosotros sino si consideramos
que está responsablemente considerada por parte
del joven. Así como entiendo que tampoco está
8. mal que nosotros demos nuestra propia
interpretación y si es posible después que se
favoreció el diálogo entre ellos o como parte del
mismoen la comunidad de aula así lograda. En
varias ocasiones de este modo los jóvenes asumen
un protagonismo que muchas veces les es vedado
durante su vida como estudiantes y que después,
como profesionales y trabajadores esperamos que
tengan en su desempeño, ¿cómo se supone que lo
adquirirían ?
Una vez realizadas las tareas, corregirlas
justificando y aclarando siempre dichas
correcciones. Puede, y es interesante hacerlo,
intercambiarse previamente a la corrección por
parte del docente entre ellos las respuestas para
que den su parecer, no me parece tanto hacer una
evaluación numérica a la propia tarea ni a la del
compañero pero sí conceptual y que el joven vea
que el profesor la toma en cuenta aún cuando
disienta, en ese caso se le explica porqué. Se busca
con ello una evaluación formativa como evaluación
pero formativa de trabajo en común y no sólo
teniendo como objetivo la evaluación. En esas
autoevaluaciones se podría también plantear que
9. ellos les hagan preguntas a sus compañeros sobre
cómo y porqué resolvieron del modo que lo
hicieron sus trabajos. Este tipo de tarea además de
resultarnos útil los involucra mucho con lo cual
resulta mucho más educativa que los famosos “le
hago un trabajo o informe” sobre un tema en el
cual generalmente no se comprometen y lo realizan
sólo por cumplir.
Las preguntas a partir de los textos debemos
pensarlas cuidadosamente tomando distintos
criterios en cuenta: lo que dijimos de la claridad del
comando, si el joven no nos entiende no podrá
realizar la tarea correctamente. – que los mismos
no sean siempre iguales en los distintos trabajos –
variar las consignas en cuanto a solicitar respuestas
simples, otras de interpretación más compleja,
otras para las cuales no alcancen lo tratado en ese
texto, pero todas que requieran reflexión, cierta
creatividad que vuelva imposible responderlas
trascribiendo sólo parte del texto - que puedan
vincularlos con temas ya trabajados o incluso
tratados en otras asignaturas o preguntar a otro
docente – que puedan requerir buscar información
en la web, al principio guiada, sólo al principio, ellos
10. ya tienen práctica y la van mejorando mucho en
afinar las búsquedas. Esto trae una utilidad
adicional, dado que indirectamente se les
promueve el uso educativo de internet que es una
herramienta riquísima no cabe duda.
Trabajar mucho en la práctica distintas modalidades
de acercamiento a los materiales. Hacerlo solos y
con colegas, en salas o coordinaciones tanto de
asignatura como por niveles, porque sólo de
nuestras prácticas cotidianas se alimenta una
educación más rica, formativa y por tanto
liberadora para nuestros jóvenes, sentido final de
nuestra tarea docente