La presente investigación se centra en la convivencia escolar y se puede enmarcarse en la línea de educación para la paz. La finalidad de éste ha sido conocer algunas peculiaridades de prácticas educativas que fomentan la paz y la convivencia en el ámbito escolar.
La necesidad de cooperación entre todos los actores que intervienen en el proceso educativo o la importancia de sistematizar el trabajo que eduque para el fomento de una cultura de paz, conforman entre otras las conclusiones a las que se llega en este.
1. LA SANA CONVIVENCIA ESCOLAR PUNTO CLAVE PARA EL BUEN
DESEMPEÑO ACADÉMICO
Lic. Félix Flores Ibarra.
MAESTRANTE.
RESUMEN
La presente investigación se centra en la convivencia escolar y se puede
enmarcarse en la línea de educación para la paz. La finalidad de éste ha sido
conocer algunas peculiaridades de prácticas educativas que fomentan la paz y la
convivencia en el ámbito escolar. Para esto, he recogido información, mediante
entrevista estructurada, sobre la puesta en marcha, del desarrollo y evaluación de
acciones encaminadas hacia la cohesión del grupo, la educación en valores, las
habilidades socioemocionales y la regulación pacífica de conflictos. Del análisis de
las entrevistas, se desprende que hay una serie de medidas y actuaciones que se
llevan a cabo en los centros educativos que favorecen la buena convivencia.
La necesidad de cooperación entre todos los actoresque intervienen en el proceso
educativo o la importancia de sistematizar el trabajo que eduque para el fomento de
una cultura de paz, conforman entre otras las conclusiones a las que se llega en
este.
Palabras clave: Convivencia escolar, cultura de paz, gestión democrática de
normas, educación emocional, educación en valores, habilidades sociales,
regulación de conflictos.
2. INTRODUCCIÓN
Por lo tanto la convivencia escolar según distintos autores lo marcan de la siguiente
forma: Es una construcción colectiva y dinámica, fruto de las interrelaciones de toda
la comunidad educativa. Su calidad es responsabilidad de todos y cada uno de los
sectores implicados, sin excepción. Hasta hace algún tiempo, el estudio de este
tema se consideraba secundario en el orden de prioridades de las preocupaciones
de los docentes pero, desde los años 80, en que se inician en Europa los primeros
trabajos sobre violencia en los centros educativos, ha pasado a ocupar un casi
indiscutible primer puesto (Gotzens, 1997). Prueba de ello es la reiterada aparición
en los medios de comunicación de noticias negativas relacionadas con conflictos
resueltos de forma no pacífica en el ámbito escolar (Pastor, 2002; Sala, 2001). De
hecho, un número importante de profesores sitúa en los problemas de
comportamiento de los alumnos el principal escollo que hallan en el desarrollo de
su ejercicio profesional (Gotzens, Castelló, Genovard & Badía, 2003).
Castro (2009) considera que una de las claves importantes para el cambio
educativo, es la formación de los docentes en nuevas competencias para la
resolución pacífica de los conflictos, para así conseguir una educación de calidad.
Siguiendo la línea anterior, Gotzens et al. (2003) realizan un estudio sobre uno de
los aspectos que consideran básicos para la mejora de la convivencia escolar: la
percepción que tanto profesores como alumnos tienen sobre este tema y sobre las
estrategias que se emplean para la resolución de los conflictos.
Calvo, Castro, García & Marrero (1999) llevan a cabo una investigación para
conocer la percepción del profesorado de Educación Primaria y Secundaria sobre
la disciplina en sus aulas, según las variables de género, edad y nivel educativo en
el que trabajan. Sus conclusiones generales son que los docentes de la etapa de
Secundaria declaran encontrar más hechos conflictivos y con mayor grado de
agresividad en sus aulas que los de Educación Primaria, lo que coincide con los
resultados de otros estudios (Kaltiala-Heino, Rimpelä, Rantanen & Rimpelä, 2000;
Sourander, Helstelä, Helenius & Piha, 2000; Informe de Educación para la
Convivencia y la Paz del Gobierno Vasco, 2004).
3. Ante la situación reflejada por estos estudios, con la necesidad importante de ajustar
la formación del profesorado a los retos y exigencias que le plantea la educación
del siglo XXI, el Ministerio de Educación encarga al Grupo de Investigación
“Innovación Curricular en Contextos Multiculturales” (HUM-358), con sede en la
Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Granada (Campus
Universitario de Melilla), un estudio sobre la convivencia en los centros educativos
de Melilla (Sánchez Fernández, Mesa, Seijo, Alemany, Rojas, Ortiz, Herrera,
Gallardo & Fernández Bartolomé, 2010), con el objetivo general de conocer los
factores que facilitan y dificultan el desarrollo del clima escolar en esta ciudad, en
las etapas de Convivencia escolar Educación Primaria y Secundaria. Este trabajo
es un extracto de parte de esta investigación, en el que nos centramos en aspectos
relacionados con la percepción que los docentes manifiestan sobre su actuación en
materia de convivencia.
JUSTIFICACIÓN
El ser humano es social por naturaleza y necesita relacionarse con los demás, de
ahí que la convivencia sea el medio natural para adquirir y poner en práctica los
valores fundamentales que deben regir la vida entre las personas. Respetar a los
demás, tener paciencia, ser responsables y constantes, saber dialogar, poseer un
sentido de pertenencia, son valores que deben ser trasmitidos tanto por la
familia como por la escuela. En función de lo cual la presente investigación adquiere
una relevancia social en la medida que los resultados obtenidos puedan incidir en
la formación de sujetos capaces de convivir con base a valores que formen parte de
su modo natural de vida.
La convivencia constituye uno de los aspectos más importantes en las relaciones
humanas. Como manifestación natural de estas relaciones pueden surgir
desavenencias, desacuerdos, comunicación inadecuada, etc. que pueden dar lugar
a conflictos interpersonales; por tanto, convivencia y conflicto se presentan en un
mismo escenario. Pero no podemos obviar que vivimos en una sociedad donde los
4. conflictos, a veces, se resuelven violentamente y, aunque las situaciones violentas
aparezcan de forma aislada, no podemos negar que existan. Como escaparate
público, los medios de comunicación informan con relativa frecuencia de nuevos
fenómenos de violencia, protagonizados por jóvenes, que han generado gran
alarma social (Funes, 1998; Rojas, 1996).
OBJETIVO GENERAL:
Determinar la importancia de una convivencia pacífica, basada en la consolidación
de los valores en los alumnos de 5to. Grado de primaria.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Indagar si se contempla el desarrollo de valores en el sistema de convivencia en la
institución objeto de estudio.
Describir la convivencia escolar planteada por el Sistema Nacional de Convivencia
Escolar y la Institucional, identificando estrategias escolares que permiten la
construcción de convivencia escolar
METODOLOGÍA
Teniendo en cuenta el grado de desarrollo conceptual que existe sobre el clima de
relaciones y de convivencia, se ha optado por realizar un estudio de tipo descriptivo,
cuya finalidad genérica es «observar individuos, grupos, instituciones, métodos y
materiales con el fin de descubrir, comparar, contrastar, clasificar, analizar e
interpretar las entidades y los acontecimientos...» (Cohen y Manion, 1990).
VARIABLES
Dependiente: Actitud
Independiente: Convivencia
5. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
● ¿Desde cuándo se trabaja formalmente para favorecer una cultura de paz?
● ¿Quién participa en los centros de esta tarea y quien pone en marcha las
actividades que se proponen para ello?
● ¿Qué contenidos se trabajan, cómo participan los padres de familia y qué
metodología se emplea?
HIPÓTESIS
Existen verdaderamente estrategias comunes que se trabajen en la mejora del
clima de relaciones y de convivencia escolar, cuyo estudio permita obtener
conclusiones sobre su eficacia.
MARCO TEÓRICO
Lanni (2005: 22), manifiesta que la convivencia escolar, alude, fundamentalmente,
a uno de los temas básicos de la pedagogía: el aprendizaje, es decir, "el proceso por
el cual un sujeto adquiere o desarrolla una nueva conciencia y conocimiento, que le
proporcionan nuevos significados. Para que el aprendizaje sea posible, los
intercambios entre todos los actores de la institución (alumnos, docentes y padres)
que comparten la actividad en la escuela y que conforman esa red de vínculos
interpersonales que se denomina convivencia, deben construirse cotidianamente,
mantenerse y renovarse cada día, según determinados valores.
Para Da Costa, (2003: 23), la convivencia se aprende, es más, es un duro y
prolongado hasta podría decirse, interminable aprendizaje en la vida de todo sujeto",
pues:
Sólo se aprende a partir de la experiencia.
Sólo se aprende si se convierte en una necesidad.
Sólo se aprende si se logran cambios duraderos en la conducta, que permitan hacer
una adaptación activa al entorno personal y social de cada uno.
6. Si se parte de que vivir en convivencia es vivir en valores aceptados, compartidos,
y puestos en práctica, para el obtención de objetivos comunes, sería pertinente la
afirmación de Ferdinand de Saussure, cuando expresa que "Un sistema de
convivencia "son elementos indispensables en todas las sociedades humanas para
que éstas alcancen las metas que se han propuesto." (2003: 44).
Parte de lo expresado es resaltado por Serrano (2005: 22), quien manifiesta que la
posibilidad de ir construyendo una sociedad cada vez mejor se vincula fuertemente
con lo que se puede adquirir dentro del ámbito escolar. La solidaridad, la
cooperación, el dialogo, la responsabilidad individual y social y la defensa de los
derechos humanos, constituyen compromisos que los alumnos deben asumir con el
resto de los miembros de la comunidad.
Plantea el autor que para ello se los debe vivir desde la práctica cotidiana y
comprometerse con los valores propuestos, teniendo en cuenta que el concepto de
autoridad y libertad no se oponen sino se integran a través de límites claros,
conocidos y razonables. Para producir un orden que regule la convivencia es
necesario que se interese en coincidir en esos valores, tanto la escuela como la
familia, porque se comparte la educación de quienes tendrán en sus manos la
continuidad de esta sociedad.
Valores a Desarrollar en la Instauración de un Sistema de Convivencia Escolar
Martínez (2005) planteo que la educación y, en consecuencia, la educación en
valores es una responsabilidad de la familia, de la escuela y de la sociedad en su
conjunto. Hoy resultaría difícil e inoperante cargar la responsabilidad a una de
dichas instituciones en exclusiva, sea la familia o la escuela. Incluso el trabajo
colaborativo de ambas resultaría muy difícil si la sociedad en su conjunto (debido al
gran influjo que ejercen la televisión, internet, etc.) no colabora en dicha tarea.
7. Educar en valores hoy supone desarrollar una capacidad crítica para ejercer la
libertad, el respeto y la solidaridad en el contexto de una sociedad diversa e
intercultural. Educar en valores es, también, formar personas con autonomía,
responsables y capaces de tomar sus propias decisiones, capaces también de
identificarse con el ideario de una institución, como es la escuela. Pero, junto a todos
los valores que suponen la transformación de las personas, no es menos importante
considerar aquellos valores que contribuyen a contrarrestar todas aquellas
actuaciones que atentan contra la convivencia en la escuela.
Para Ortega, Mínguez y Saura (2003) las propuestas pedagógicas para superar el
conflicto en las aulas y promover una sana convivencia pasan necesariamente por
la intervención escolar y familiar en el aprendizaje democrático de normas, en el
conocimiento personal favoreciendo la adquisición de una sana autoestima, en el
desarrollo de la responsabilidad, así como el aprendizaje de habilidades de diálogo
y comunicación.
Tipos de Valores de Convivencia
Según Medrano (2004: 22) Existen distintos tipos de valores. Entre otros destacan
los siguientes:
Dialogo, amistad, cooperación, respeto y responsabilidad.
CONCLUSIONES
Tomando en cuenta todo el trabajo de investigación sobre la sana convivencia
escolar, puedo argumentar que hoy en día se debe trabajar más en esos cambios
de indisciplina cada uno de nuestros alumnos. Ya que estos actos son cada vez
más notorios y por ende van en aumento encontrando primordialmente las formas
de conducta aún más agresivas entre pares.
Sabido es que el hombre es social por naturaleza y que es también es un ser único
e irrepetible trayendo consigo diferencias entre sus semejantes, democráticamente
8. no es fácil llevar una sana convivencia y sobre todo pacífica al estar en grupo o en
sociedad sabiendo que implica respetar las diferencias de todo tipo, convivir con
respeto y en armonía con todas las personas, independientemente de su nivel
sociocultural, origen, cultura, religión, política, opción sexual, edad, etc.es por ello
que se espera que en las escuelas sean lugares privilegiados en la formación de
seres humanos en todas sus dimensiones, que sean capaces de respetarse y de
convivir sana y armónicamente.
Para ello es importante trabajar no desde la escuela sino desde casa la educación
en valores, como bien se sabe la educación y formación como tal de un ser humano
inicia desde el seno del hogar, en la escuela solo se dan conocimientos y se
reafirman esos valores inculcados en la familia.
Importante es tomar en cuenta que para que los educandos sean aptos de poder
trabajar con otros compañeros, respetando los diferentes rasgos, ritmos,
capacidades e intereses, es necesario guiarlos, instruirlos y reafirmarles los valores
de respeto, tolerancia y cooperación. Con una enseñanza por medio de modelos de
cooperación se pretenda una buena y fundamental forma de trabajo en el aula. “Los
valores deben formar parte del quehacer diario del profesor, los modelos de
resolución pacífica de conflictos deben estar inmersos en las dinámicas del Aula y
del Centro, y no abandonar nunca la esencia del trabajo que se realiza en las
distintas asignaturas” (Martín y Muñoz, 2011, p. 263). De igual manera no cabe duda
alguna sobre que existen los principios legales y morales de la educación inclusiva,
pero aún no se han conseguido garantizar prácticas que atiendan verdaderamente
a la diversidad, aunque ya existen experiencias que impulsan a los demás a cambiar
los modelos homogeneizadores. La educación inclusiva como lo sabemos es un
principio universal la cual es considerada como uno de los valores principales del
sistema educativo.
No se debe olvidar que se debe ir trabajando acorde a la época, el contexto, y la
sociedad demandante donde nos encontremos inmersos, sin dejar de lado que
todos estos cambios imponen cada vez retos nuevos que a menudo parecen
insuperables.
9. REFERENCIAS:
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